La vertiente ocultista del peronismo.
1ERA.PARTE
La Logia Anael
(Nacionalismo Católico
NGNP
"Los
trabajos de “Anael” y Urien y en especial el documento que hemos
citado, "La razón del Tercer Mundo", aluden a una logia creada en 1954 y
en cuya fundación habrían intervenido Perón y el entonces presidente
brasileño Getulio Vargas, la Logia Anael. El texto difunde de manera,
digamos esotérica, las doctrinas de liberación nacional de moda en la
época. Es un alegato contra el imperialismo americano, una defensa
cerrada de la revolución castrista, el maoísmo y la revolución argelina.
En el fondo, el documento tiene mucho que ver con la
“tercera posición
peronista..."
RECOMENDAMOS LA LECTURA DE ESTA INFORMACIÓN POCO CONOCIDA (EN ROJO LO MÁS DESTACABLE).
NCNGNP
por Ernesto Milá
Infokrisis.- El pequeño
estudio que hemos dedicado al “cosmismo” nos ha excitado la curiosidad
de trabajar otro tema muy poco estudiado, pero que frecuentemente ha
salido a relucir entre bambalinas. Nos referimos a la Logia Anael a la
que pertenecieron algunos destacados dirigentes peronistas y a las
vinculaciones de esta logia con su homóloga italiana, la Logia
Propaganda 2. Perón fue iniciado por Licio Gelli en la Logia P-2 y que
éste contó con el apoyo de López Rega y de la Logia Anael para
establecerse bases en Argentina. Si a eso unimos que la Logia Anael ya
aludía a la Triple A en alguno de sus escritos más de veinte años antes
de que empezara la represión contra los grupos terroristas argentinos,
encabezada por López Rega al frente del Ministerio de Bienestar Social y
que éste supo remover la conciencia de antigua espiritista que había
sido Isabel Martínez de Perón, tendremos un cuadro extremadamente rico
en matices ocultistas que recorrió los últimos años de vida del general.
En la medida en que nos sea posible, intentaremos facilitar el
origen de las fuentes utilizadas para estudio que demuestra que, con
demasiada frecuencia, el peor de los ocultismos interfiere en la
política generando las peores políticas posibles.
Introducción
Tuvimos
noticia de la existencia de la Logia Anael hace más de 20 años y a
través de uno de sus miembros. Se trataba de un antiguo nacionalista
argentino que había pasado primero por la fiebre católica dentro de la
Guardia Restauradora Nacional, luego por el Movimiento Nacionalista
Revolucionario Tacuara, para llegar a finales de los años 60 al
peronismo e integrarse como dirigente de las 62 organizaciones que era,
en la Logia Anael. Luego vino el reflujo y el alejamiento lo que
facilitó algunas confidencias. Nos confirmó, por ejemplo, que López Rega
había pertenecido a la Orden de los Caballeros del Fuego, de la que se
separó para integrarse en la Logia Anael. Nos explicó, por ejemplo, que
López Rega, controlaba la vida de Perón a través de su mujer y fue así,
como estableció la fecha exacta de retorno de Perón a la Argentina tres
años antes de que sucediera, manejando tablas astrológicas.
Conocimos,
así mismo, a un súbdito chileno que resultaría luego implicado en
algunos escándalos de corrupción que afectaron al felipismo y que en su
juventud había pasado por el Movimiento Humanista dirigido por “Silo”,
el llamado “Mesías de los Andes”. El “siloismo se había configurado
desde principios de los años 70 como una “opciones de izquierdas”,
humanista y universalista. Esta persona nos confirmó que “Silo” (con
quien le unía una buena amistad), consideraba a la Logia Anael como su
principal enemigo personal y que incluso temía ser asesinado por sus
sicarios.
Durante mucho tiempo mantuvimos los apuntes sobre la
Logia Anael en barbecho, sin disponer de tiempo para dedicarle algunas
horas. Sin embargo, una serie de felices casualidades nos ha permitido
rescatar los apuntes que tomamos hace más de veinte años, completándolos
con algunos testimonios obtenidos en los últimos días. El resultado son
estas páginas que esperamos, en la medida de lo posible, aclaren la
verdadera naturaleza de uno de los episodios en los que el peor de los
ocultismos se une a la peor de las prácticas políticas.
La “componente egipcia”
Existe
un texto turbador, fechado en Buenos Aires en agosto de 1964 y
titulado: Logia Anael - La razón del 3er. Mundo – La problemática
anaelia Perón – Adhemar de Barros. Se trata de un texto de 70 páginas,
escrito con máquina eléctrica, seguramente una de las primeras IBM “de
bolas”. En este documento –de veracidad incuestionable- se encuentran
algunas de las claves de la política argentina que se desarrollarán en
los siguientes 10 años de la mano de José López Rega (a) “El Brujo” y
(a) “Lopecito”… aparece por primera vez mencionada la “Triple A”, si
bien en un contexto muy diferente al que luego tendría a partir de 1974.
El documento es, en cualquier caso, no solamente una muestra fehaciente
de la existencia de la Logia Anael, sino también y sobre todo el único
documento de esta organización en la que se alude a sus principios
doctrinales. La difusión de esta obra fue en su momento muy reservada y
el ejemplar que ha trascendido a la opinión pública (y que ha sido
difundido en PDF en Internet) procede de la biblioteca personal del
propio López Rega. El documento, como veremos, puede ser considerado
como una especie de “protocolo” de lo que podríamos llamar el “peronismo
ocultista”. La contraportada está adornada con el símbolo de una
pirámide egipcia… lo que remite a las palabras pronunciadas por López
Rega justo en el momento en que Perón falleció. Aquel, como es sabido
(entre otras fuentes véase el documental de Román Letjman, “Lopez Rega,
el brujo de Perón” de la serie argentina Documenta) al ser informado de
que Perón acaba de fallecer se apresuró a darle unos “pases mágicos” y
un masaje en los pies, mientras gritaba: “No te vayas, faraón, vuelve”…
¿Por
qué “Anael”? En los ambientes masónicos de finales del siglo XVIII
emergió la figura enigmática de Giuseppe Balsamo, llamado “Conde de
Cagliostro”, fundador de la llamada “masonería egipcia”. A partir de
Cagliostro, la moda “egipcia” se instala en los medios masónicos y
ocultistas. A lo largo del siglo XIX se configuraron dos nuevos ritos
“egipcios” inspirados en Cagliostro: el rito de Mephis y el rito de
Misraïm que, más tarde, con los hermanos Bedarrride, deberían de
confluir. Es importante hacer notar que la mayor parte de “heterodoxos”
masónicos que han tenido relaciones con los medios ocultistas tanto en
el siglo XIX como en el XX han pertenecido a este rito, desde la
Blavatsky a Robert Ambelain, pasando por Licio Gelli, el venerable de la
logia Propaganda 2. Lo que podemos llamar “componente egipcia” fue lo
que dio carta de naturaleza a la Logia Anael. El mismo nombre de la
logia estaba extraído del Catecismo de la Masonería Egipcia redactado
por el propio Cagliostro que en su primera página dice:

P: ¿Quién debe dirigirse para ser iluminado?
R:
Salomón se enteró de nosotros que hay que recurrirles a los elegidos
superiores que rodean el trono de Sublime Arquitecto del universo. Estos
seres son los siete Ángeles que dirigen los planetas.
Luego
explica que el primero de los “siete ángeles elegidos” es precisamente
“Anael, el Sol”. Así pues, no albergamos la menor duda de que la Logia
Anael era una de tantas derivaciones de la llamada “masonería egipcia”
con la característica específica de estar compuesta por peronistas y de
buscar obtener el máximo de influencia en el entorno de Perón.
En
los dos años anteriores a la publicación de la obra “La Razón de Ser
del Tercer Mundo”, López Rega había publicado dos obras de alto voltaje
ocultista: Alpha y Omega (1962) y un tratado de astrología esotérica
(1963).
Jorge Taiana explica en su artículo “Anael y el
astrólogo” que en 1966, “en el centro de Madrid, se abrió una tienda de
venta de muñecas y otros artículos. El comercio ubicado en la calle
Quintana 16 era en realidad un local de la secta Anael que tenía como
fin instalarse en España”. Si la secta logró instalarse, desde luego, no
llamó la atención. A diferencia de otras sectas llegadas de Argentina
(como el “siloismo” que irrumpió en los últimos años sesenta en España),
no existen datos en nuestro país sobre la actividad de la Logia Anael.
Pero también es posible que simplemente se limitara a establecer una
base en España, simplemente para “trabajar” los medios del exilio
peronista y al propio general exiliado en Puerta de Hierro, sin aspirar a
hacer adeptos en nuestro país.
La Logia Anael una extraña estructura espiritista-ocultista
La
Logia, inicialmente implantada en Brasil, había sido creada en Buenos
Aires en 1957 por Julio César Urien, un juez de paz. En ocasiones se ha
identificado a Urien con “Anael”, pero, como veremos, se trata de dos
personajes distintos. Urien era peronista y el documento que disponemos
de esa Logia, la define como un grupo esotérico que aspiraba a la
liberación del tercer mundo y que explicaba sus posturas
antiimperialistas gracias a complejas cavilaciones ocultistas. De ser
cierto el establecimiento de una sucursal de la Logia en Madrid en 1966
podría entenderse mejor el irresistible ascenso que tuvo dentro de la
cúpula peronista una individuo singular, devoto del ocultismo y miembro
de dicha Logia, José López Rega. Tal es la tesis del periodista
argentino Jorge Taiana: “La secta Anael consideraba que Perón y su
mujer, a pesar de las visitas de amigos leales y consecuentes, vivían en
una gran soledad y supusieron que podrían imponer allí uno de sus
miembros: José López Rega, alias “Daniel” el “Brujo”.
Oficialmente,
Isabel Martínez de Perón y López Rega se conocieron en el viaje que la
primera realizó a la República Argentina en 1965 cuando detectó la
infidelidad del jefe del sindicalismo peronista de la época Augusto
Timoteo Vandor. Vandor tenía la veleidad de un peronismo sin Perón, algo
intolerable para el general exiliado. Isabel Martínez de Perón fue
enviada para eliminar las divergencias entre la cúpula peronista. Desde
su llegada fue custodiada por el teniente coronel Jorge Manuel Osinde
(que luego sería considerado como el responsable de la masacre de Ezeiza
el día en que Perón regresó definitivamente a la Argentina). Las
gestiones de “Isabelita” tuvieron poco éxito y volvió a España en julio
de 1966. Osinde acompañó en todo momento a “Isabelita” junto con uno de
sus hombres, López Rega, que volvió a Madrid con ella convertido en su
secretario personal. Unos meses después pasó a residir en el lujoso
chalet de Puerta de Hierro. Luego veremos porqué “Isabelita” se sintió
irresistiblemente atraída por López Rega.
Perón no se lo
terminaba de tomar el serio y frecuentemente le trataba
despreciativamente. El general había conocido a demasiados advenedizos,
solícitos hasta el servilismo para dejarse impresionar por el
polifacetismo de aquel a quien llamaba “Lopecito” que era a la vez
asistente, chófer, guardaespaldas, secretario privado, amanuense,
masagista y confidente. Seis años después, en 1972, López Rega, de común
acuerdo con “Isabelita”, habían pasado a constituir una especie de
filtro que regulaba la presencia de visitas al general.
La
cuestión es si en ese momento, López Rega se considera todavía miembro
de la Logia Anael y si esta existe todavía. Sea como fuere, en 1972,
López Rega conoce a Licio Gelli el Gran Maestre de la Logia Propaganda
2. Éste tiene interés en ampliar su radio de acción a la Argentina,
especialmente a causa de sus negocios de venta de armamento. Se presenta
a López Rega como dirigente de una Logia masónica (la Logia Anael era
ocultista pero no pertenecía a ninguna obediencia regular, ni siquiera
se considera como la P-2 era una logia masónica “salvaje”) con profundas
ramificaciones en la administración, los servicios de inteligencia, las
fuerzas armadas y los distintos partidos italianos. Gelli deslumbra a
López Rega que siempre ha soñado con disponer de una estructura similar.
Poco después, viajará con Perón a Roma, desplazamiento en el curso del
cual, Licio Gelli iniciará a Perón en la masonería y, concretamente, lo
investirá como miembro de su logia. A partir de ahí, como veremos más
adelante, las relaciones de Gelli en Argentina, especialmente sus
vínculos con el Almirante Massera, se harán estrechísimos llegando a su
clímax en 1977-79. Subsiste la duda, en ese momento, de si la Logia
Anael seguía existiendo en ese momento y cuál es su radio de acción.

Los
trabajos de “Anael” y Urien y en especial el documento que hemos
citado, "La razón del Tercer Mundo", aluden a una logia creada en 1954 y
en cuya fundación habrían intervenido Perón y el entonces presidente
brasileño Getulio Vargas, la Logia Anael. El texto difunde de manera,
digamos esotérica, las doctrinas de liberación nacional de moda en la
época. Es un alegato contra el imperialismo americano, una defensa
cerrada de la revolución castrista, el maoísmo y la revolución argelina.
En el fondo, el documento tiene mucho que ver con la “tercera posición
peronista” al que, simplemente, se le ha añadido una vertiente ocultista
sobre la que insistiremos más adelante. Urien explica que la logia se
ha creado con permiso de Perón e incluso deja intuir que el general ha
formado parte de ella. En ocasiones el texto se vuelve excesivamente
mesiánico, especialmente cuando afirma que Perón volverá a Argentina
cuando se lo indique la Logia. Lo sorprendente es que, en efecto, el
retorno se producirá en la fecha anunciada anticipadamente por López
Rega y considerada “astrológicamente” como la más favorable.
La
sensación que da Urien es la típica de alguien versado en ocultismo, que
probablemente ha tenido relaciones con alguna secta de la época (podría
ser con la entonces poderosa Sociedad Teosófica Argentina o también con
la Sociedad de los Caballeros del Fuego). El caso es que Urien realiza
determinadas prácticas ocultistas: circula el rumor de que le bastaba
tocar a alguien con la punta de los dedos para percibir la “carga
magnética” que le transmitía (si eso es así, Urien conocía la doctrina
del magnetismo animal elaborada por Franz Anton Mesmer a principios del
siglo XIX). Así mismo se cuenta de él que era capaz de asimilar el
contenido de un libro simplemente colocándoselo bajo la axila.
En
1963, desde luego, Urien y López Rega ya se conocían desde hacía
tiempo, prueba de lo cual es la aparición de los libros que hemos
comentado y el relato de una reunión de la Logia de la que nos constan
los nombres, apellidos y el contenido de las discusiones (que no fueron
pocas). Poco después (1965) tiene lugar el viaje de “Isabelita” a
Argentina, el retorno a España con López Rega y el establecimiento de la
tienda de “apoyo” en Madrid. López Rega se siente identificado
enseguida con las doctrinas de Urien y de “Anael”: ambos tienen una
concepción esencialmente pragmática del ocultismo, no se trata de una
concepción basada en grandes principios teóricos, sino de una serie de
indicativos, deducidos especialmente de la astrología y muy en la línea
de la magia renacentista derivada de la lectura del Picatrix y de los
demás textos que componen el Corpus Hermeticum. Es posible que Uriel,
“Anael” y, especialmente López Rega tuvieran acceso a estos textos
alejandrinos, redescubiertos en la Edad Media, directamente o a través
de algún comentarista (posiblemente de Santiago Bovisio, como veremos),
porque las ideas que Rega incluye en las 775 páginas de su libro
Astrología Esotérica, subtitulado “Secretos Desvelados”, están muy
influidas por esa concepción sintética propia de la magia renacentista.
Se
indica en la página 3 que todos los ejemplares están numerados y
firmados por el autor. En la página 17, López Rega incluye dos frases
que sitúan su obra: alude a la “palabra perdida” (un concepto
propiamente masónico) y a los “albores de la nueva Era de Acuario” (era
astrológica que sustituiría a la de Piscis, un tema recurrente en el
ocultismo). La lectura de la introducción no deja lugar a dudas sobre la
intención de crear una especie de “masonería peronista”, es decir, un
grupo de influencia oculta que permita el advenimiento de un nuevo ciclo
histórico. Dice López Rega: “¿Yo confío en los PUEBLOS y en los SERES
HUMILDES como depositarios de la FUERZA DE LAS RAZAS en su propia
sangre; y es a ellos que entrego la custodia de esta labor con la
finalidad de que en el futuro no muy lejano podamos en común esfuerzo
ampliar el CONOCIMIENTO, viviendo una etapa de mayor felicidad y
comprensión entre aquellos que presumimos ser realizados a imagen y
semejanza de DIOS!”. Hemos respetado las mayúsculas con las que Rega
enfatiza los conceptos que para él tienen mayor interés. Luego indica,
confirmando que conoce la “magia natural” renacentista, el sentido de su
LIBRO (que también coloca en mayúsculas…) “… que en los comienzos de la
NUEVA ERA se inicia como precursor de un distinto estilo de literatura a
colocar en la órbita de las verdades de la NATURALEZA; a los herederos
de la EPOCA PISCIANA que abren sus ojos a la EDAD DE ACUARIO bajo la
UNIDAD con el NUEVO CRISTO CÓSMICO!”. Luego, todo el libro está
compuesto por tablas que indican en cada hora y para cada signo qué
colores hay que utilizar, que flores y aromas son los más adecuados, que
notas musicales, etc. Puede sorprender a los no versados en ocultismo y
magia, pero se trata de tablas y temas muy utilizados desde el
Renacimiento por los partidarios de la “magia natural” (que cuentan con
nombres tan ilustres como Giordano Bruno, Pico della Mirandola, Marsilio
Ficcino, etc.). Las ultimas 300 páginas del libro constituyen un
sistema para levantar horóscopos e interpretarlos y, en este sentido,
esta obra no es ni mejor ni peor que cualquier otra similar, demuestra,
en cualquier caso, que López Rega y los miembros de la Logia Anael
estaban familiarizados con todos estos temas.

La importancia de
“Astrología Esotérica” radica en que es el manual de astrología de la
Logia Anael. Se trata de un libro técnico de lectura ardua. Pero hay
otro libro que constituye una especie de “manifiesto” de la Logia y del
propio López Rega. “Alpha y Omega” lleva como fecha de edición 1963. Se
subtitula “Novela iniciática” y “Un mensaje a la Humanidad”. También
aquí se indica que los ejemplares están numerados y firmados por el
autor. Realmente, no se trata de una de las habituales novelas
ocultistas con un argumento que sirve como excusa para vehiculizar ideas
morales o planteamientos teóricos. Es propiamente un manifiesto
compuesto por 12 capítulos más una conclusión titulada “Omega”. Lo
sorprendente es que encontramos en las 233 páginas de la obra, ideas que
podían muy bien haber sido extraídas del patrimonio de los cosmistas
rusos, de los cosmistas occidentales como Max Théon o bien del propio
Teilhard de Chardin. Es cierto que en esos años (principios de los 60),
la obra de Teilhard gozaba de su momento de máxima difusión y que López
Rega parece interpretar la idea del “punto Omega” y de la evolución de
la humanidad hacia el “Cristo Cósmico” de una manera muy sui generis,
pero no excesivamente distanciada de Teilhard. Escribe, por ejemplo:
“¡TÚ ERES DIOS! ¡TODO ES UNIDAD Y TODO ES DIOS MANIFESTADO! Estudia
querido amigo con detenimiento, el tránsito que has realizado en busca
de un OMEGA o final para este trabajo, y de seguro te sorprenderás al
encontrar que aquello que has vivido ya, se presenta con un nuevo
ropaje! Sigue siendo siempre lo mismo en la ESENCIA, pero cambia en la
FORMA de interpretación!”. Las ideas de “unidad”, interrelación entre
las partes que componen la unidad y la evolución de todo el cosmos hacia
formas cada vez más perfectas (“crísticas”) son las dominantes de este
“manifiesto”.
La tercera obra (impresa en el mismo taller que las
otras dos) es la de “Anael” corregida y ampliada or Urien, “La razón
del Tercer Mundo”, con fecha de impresión 1964. En la dedicatoria de la
obra se puede leer: “Dedicamos este trabajo a los hombres nuevos, con
visión de futuro, que son los llamados a engrandecer el Universo”. El
espíritu es el mismo que en las dos obras de López Rega y la idea básica
es que la evolución del cosmos genera un tiempo nuevo que alumbrará a
un “hombre nuevo”… que se identifica explícitamente con el peronismo.
En
las primeras páginas de la obra se dan algunos datos sobre la historia
de la Logia Anael. Se dice, por ejemplo, que “en el año 1956 en Sao
Paolo, Brasil, se reunió la Logia ANAEL. Asistieron a dicha reunión
todos los delegados continentales de América Latina y dos delegado
Afroasiáticos, que sólo se limitaron a escuchar. En esa reunión,
tendiéronse las líneas generales de programática ANELINA, calculándose
el comienzo de su materialización para la década de 1960-70”. Sobre los
miembros de la Logia se apunta solamente: “Sólo diremos que la integra
el doctor Anael y un grupo de hombres profundamente conocedores de los
problemas sociales, políticos, económicos de nuestro tiempo y de tiempo
ha, y muchos otros, que sin ser cabeza, constituyen las diferentes
partes de su organismo. Somos hombres nuevos que nos renovamos siempre.
Vale decir, somos contemporáneos del futuro”. Y en cuanto al “proyecto”,
apunta: “Necesitamos una Nueva sociedad dirigida por el humanismo y la
razón. Por eso, nos hemos puesto en marcha conjuntamente con las masas
humanas de todos los colores. ¡El alma del mundo sub-desarrollado
despierta, hacia una nueva civilización! ¡La Comunidad Cooperativista!
Los fundamentos de la Civilización actual, capitalista-imperialista,
están corrompidos y gastados. Comienzas épocas nuevas”. Esto lleva a la
consideración sobre el papel del documento en cuestión: ANAEL elaboró
una programática: “La damos a publicidad porque entendemos que los
acontecimientos presentes y próximos lo aconsejan. Razones tácticas en
función de la estrategia. Pero como los icebergs, sólo mostramos una
parte. El resto, la masa más voluminosa, permanece sumergida. Por tanto,
este trabajo debe pensarse, analizarse, para deducir y definirse”.
La
logia se reunió el 2 de diciembre de 1956 y en marzo de 1957, en Sao
Paolo y Rio de Janeiro, respectivamente. En el curso de estas reuniones
trazaron una estrategia continental que tenía en Brasil y en Argentina a
sus ejes regionales en “América Latina”. Veían en los regímenes de
Perón en Argentina y de Getulio Vargas en Brasil, síntomas de la “nueva
era” (¿acaso ambos no habían enfatizado la ayuda a los “descamisados” y a
los “desheredados”, esto es a la “humanidad”, leit-motiv de la Era de
Acuario?). Luego, apoyaron en Brasil a la figura de Adhemar de Barros y
pronosticaron el retorno de Perón expulsado tras la llamada “revolución
libertadora” de 1956. Sobre las reuniones de 1956 y 1957 se sabe
solamente esto. No existen más fuentes documentales. Sin embargo, en
dicha obra se alude a una nueva reunión que debería de tener lugar el 14
de julio de 1964 en Buenos Aires. El siguiente párrafo resume el
contenido global del resto del documento y, nuevamente, de forma
sorprendente, remiten a las ideas fundamentales del cosmismo ruso: “La
historia humana –se dice en La Razón del Tercer Mundo- es un proceso
semejante al proceso cósmico. Ambos están regidos por la ley de
evolución. Si hay un dinamismo de mundos, también hay un dinamismo de
naciones y pueblos. Y los pueblos quieren y necesitan el cambio. Quieren
una nueva esperanza. Están cansados de vivir en una sociedad
reaccionaria, técnica, pero antihumana y anticientífica. Por tanto es
histórico pensar que si los pueblos desean el cambio, el cambio surgirá a
través de doctrinas revolucionarias y científicas, siendo inevitable la
reagrupación de fuerzas. Las naciones reaccionarias lucharán por
impedir el ascenso de los países sub-desarrollados. Y dentro de cada
nación, la riqueza se opondrá a que desaparezca la pobreza”.
Algunos nombres de la Logia Anael
La
Logia Anael se configura pues como un centro anti-imperialista y
anti-oligárquico, que prepara el advenimiento de un tiempo nuevo y que,
por tanto, favoreciendo la liberación de los pueblos y la eliminación de
la pobreza, abre las puertas a la “era de la humanidad”, la era de
Acuario. Las ideas también coinciden exactamente con las posiciones del
peronismo de la época a cuya esfera pertenecen todos los miembros
conocidos de la Logia.

López Rega es en ese momento, empleado
público en la imprenta del Estado. Allí es posible que se hayan impreso
los tres “manifiestos” de la Logia Anael. Las obras de López Rega
constan publicadas por la editorial “Rosa de Libres” , pero carecen de
pie de imprenta por lo que hay que suponer que “distraía” resmas y horas
de trabajo a los pedidos oficiales para imprimir lo que verdaderamente
le interesa. Además, las oficinas de los Suministros Gráficos del Estado
son utilizados en esa época para celebrar reuniones de la Logia Anael.
Consta lo ocurrido en una de esas reuniones a través del testimonio de
Bernardo Alberte.
Como en cualquier logia masónica, en la entrada
de la misma y el día de tenida, se situaba uno de los dignatarios de la
misma pidiendo la contraseña. En ese caso, el encargado es José Vanni,
empleado en la imprenta y seguramente uno de los hombres de confianza de
Rega. La convocatoria ha partido de Urien que oficia como Gran Maestre.
No todos los asistentes se conocen. La reunión tiene lugar justo cuando
se ha iniciado la visita de “Isabelita” a la Argentina.
Asiste
una veintena de miembros. La vida de algunos se separará dramáticamente
del resto en los años venideros. De hecho, también la orientación de la
Logia variará según varíes las expectativas y los intereses de López
Rega. Uno de los asistentes a la reunión, por ejemplo, es Julio Troxler.
Había sobrevivido a los fusilamientos que siguieron a la intentona
golpista del general Valle en 1956 que intentaba acelerar el retorno de
Perón exiliado por la Revolución Libertadora de Leonardi, el almirante
Isaac Rojas y el general Aramburu. Llevado con otra veintena de
detenidos a los basurales de José León Suárez, milagrosamente logró
escapar, desempeñando, tras el retorno de Perón el cargo de Jefe de
Policía de Buenos Aires, hasta que tras el atentado a un cuartel
militar, fue destituido por el propio general. El Coronel Arturo Gay y
su esposa fueron ejecutados y el Coronel Ibarzábal, asesinado. Eduardo
Zamorano, en su libro: “Peronistas revolucionarios”, reveló que Troxler
impartía entrenamiento militar a los Montoneros. En esa época los
Montoneros empezaron “a brindar instrucción militar masiva a todos sus
cuadros. Ello se extendió incluso a los ‘aspirantes’. “En las
agrupaciones políticas la formación militar abarcaba el ‘orden cerrado’ y
la organización por pelotones de cinco personas. El manual militar
tenía como guía la instrucción que recibían las tropas de infantería de
las fuerzas armadas regulares, incorporándose los elementos acordes con
la especificidad de la situación. Los campamentos y las actividades
desarrolladas en ellos, si bien procuraban una cierta discreción, no
eran clandestinos; en la provincia de Buenos Aires, el Sub-Jefe de la
Policía –Troxler- conocía y facilitaba estos emprendimientos”. Poco
después, en plena calle, un Peugeot 504 negro lo secuestró. Luego
apareció ametrallado con las manos atadas a la espalda. Un comunicado
emitido por la Triple A decía: "La lista sigue. Murió Troxler y el
próximo, para rimar, será Sandler". Troxler proseguía en las mismas
posiciones anti-imperialistas anunciadas diez años antes en el documento
“La Razón del Tercer Mundo”. Rega en cambio, no.
Asistieron
también a la reunión de la Logia, el capitán Jorge Morgantini, López
Rega y su hija Norma, el suboficial Héctor Sampayo, Rubén Sosa, Bernardo
Alberte, un suboficial retirado (un tal Munarriz), Urien y, avanzada la
reunión, se incorporó la propia “Isabelita”, cuya presencia es el dato
inequívoco de que el grupo ocultista gozaba ya en ese momento de
influencia en el entorno de Perón. Antes de la incorporación de “la
señora”, Urien solicita a los presentes un juramento de lealtad, pero
Rubén Sosa discrepa. Luego, hablará con Bernardo Alberte y más tarde se
de la reunión acompañado por Troxler. Alberte, por su parte, tendrá
también un destino trágico. Su hijo ha sido una de las fuentes de
información sobre la Logia Anael.
Alberte había sido arrestado
cuando Perón fue detenido en 1945 y él era solamente un subteniente
recién salido de la academia. En 1954, Perón premió esa fidelidad
nombrándolo edecán. Resistió los bombardeos de la Casa Rosada de junio
de 1955 y fue partidario de resistir hasta el final la Revolución
Libertadora. Fue encarcelado hasta 1956 y luego se exilió a Brasil. En
1958 retornó al país. Durante el viaje de “Isabelita” a Argentina en
1965, la casa de Alberte sería su residencia y allí recibiría a muchos
dirigentes del movimiento. Perón, a comienzos de 1967 lo nombra a
Secretario General del Movimiento Justicialista, demostrando su
eficacia, en especial en la reorganización del sindicalismo con la
creación de la CGT de los Argentinos, a la que dio un tinte radical e
izquierdista y a partir de ese momento su nombre se va identificando con
las posiciones más izquierdistas del movimiento: primero con John
Willian Cooke y luego con las Fuerzas Armadas Peronistas tras los
incidentes de Taco Ralo en 1968 y luego con las Fuerzas Armadas
Revolucionarias en 1971. Cuando regresó Perón no ocupó cargo oficial
alguno, pero se puso a la cabeza de la Corriente Peronista 26 de Julio,
acompañado entre otros por Susana Valle, denunciando el golpismo… en la
figura de López Rega. Pocos días antes del golpe militar de 1976, hubo
un intento de secuestrar a Alberte que fracasó. Pocas horas después de
producirse el levantamiento del general Videla, el domicilio de Alberte
fue allanado por efectivos militares y éste resultó arrojado al vacío.
Es considerado como “la primera víctima” del golpe de 1976..
La
importancia de Alberte radica en que fue él quien le presentó López Rega
a “Isabelita”. Su hijo lo explica: “Un día llamaron por teléfono los
"comandos civiles" o algo así, diciendo que iban a tomar la casa y había
que sacar a Isabelita de cualquier forma. Papi les propuso que se
descolgaran con una soga por la pared trasera (que tenía unos doce
metros de altura) y se escaparan por las vías del ferrocarril. Isabel lo
miraba como diciendo "éste está loco". Y se cambió el plan de fuga. A
Isabel la sacaron con una jugada de novela: mi hermana se puso una
peluca rubia y salió por la puerta con toda la custodia. Y todos los
policías y los periodistas se fueron detrás, permitiendo que al rato
Isabel se esfumara sin llamar la atención. Y fue en esos días,
efectivamente, cuando apareció el Brujo López Rega por casa. El tenía
entonces una imprenta, Suministros Gráficos, y hacía trabajos para el
movimiento”. Y prosigue: “La cosa es que yo un día llegué del colegio y
me encontré sentado en la sala a un tipo bastante estrafalario, que me
hizo preguntas raras, de trastornado. Y era, claro, López Rega. Que
conoció a Isabel en mi casa y a partir de ese momento se le pegó para
siempre con las consecuencias que todos conocemos”.
¿Y cómo se
había relacionado Rega con el grupo? Al parecer lo hizo a través de
Jorge Morganti. A todos, salvo a Urien y a su círculo, les llamó la
atención sus conocimientos de ocultismo y magia práctica, y no cayó bien
a todos. El rechazo que sintió Troxler desde el primer momento fue
instintivo. Además, Rega, ofreció a Alberte imprimir panfletos y
carteles gratuitamente en la imprenta que controlaba, una oferta valiosa
en aquellos momentos en los que iban a celebrarse elecciones a
gobernador en Jujuy y Mendoza. Cuando Rega pide a Alberte “conocer a la
señora”, éste no tiene más remedio que aceptar de buen grado. A partir
de ese momento, “Isabelita” quedará literalmente “capturada” por el
Brujo. Antes de partir, “la señora” establecerá una nueva dirección
nacional del peronismo que contará con un representante de la Logia
Anael, Héctor Sampayo. E “Isabelita” hace algo más: transmite que Perón
necesita un colaborador de la Logia que se instale en Madrid. Es posible
que la idea haya partido de la propia Isabelita. Lo cierto es que
cuando vuelve a reunirse con representantes de la Logia en la casa de
Alberte, éstos proponen a Morganti, pero su esposa no está dispuesta a
trasladarse a Madrid. Luego Urien propone a Munárriz, el suboficial
retirado. Pero cuando llega “la señora” y conoce la decisión, declina el
nombramiento e indica que “prefiere a Daniel”. “Daniel”, es López Rega.
Hasta ese momento Rega había permanecido en la reunión
silencioso (seguramente había “trabajado” a “Isabelita” en reuniones
previas), acepta. Urien seguramente se muestra contrariado. Junto a
Alberte, Morganti y Sampayo deciden que le ordenarán retornar tres meses
después e intentan transmitirle la orden… pero López Rega nunca
asistirá a la reunión y desaparecerá completamente de las reuniones de
la Logia Anael. Ésta, solamente habrá servido como medio para
introducirlo en la cúpula del peronismo e instalarlo en Puerta de
Hierro. A partir de ese momento, Rega puede actuar sólo. Y su idea es
completamente diferente a la de Urien que sigue dando importancia al
sentir antiimperialista de la Logia, en la senda del primer Perón
expulsado por la Revolución Libertadora. Rega no podrá evitar, antes de
subir al avión que le conducirá hasta Madrid junto a “Isabelita”, la
bronca que le propinó en el propio aeropuerto Bernardo Alberte y que,
sin duda, será uno de los motivos que le costará la vida diez años
después.
El verdadero rostro de "Anael": Menotti Carnicelli
Vale
la pena preguntarse cómo fue posible que Rega consiguió aproximarse a
estos círculos. En 1946, López Rega era un desocupado que no tenía muy
claro hacia donde orientar su vida. Ingresó en la policía federal
sirviendo en distintos centros oficiales, entre otros en la residencia
presidencial. Parece que –al menos existe la foto- en una ocasión, falló
uno de los guardias presidenciales y le ordenaron a López Rega que se
subiera al estribo del vehículo de Perón para completar su servicio de
seguridad. Ese fue el primer “contacto” entre ambos. A partir de esa
proximidad, percibe “algo” en Perón que le atrae y que vincula
íntimamente su vida a la del presidente que pasará a ser una verdadera
obsesión. Antes de ingresar en la policía había sido un cantante de
ópera clásica frustrado, autor de textos y predicciones astrológicas
inspiradas en lecturas ocultistas my habituales en la época. A pesar de
que no hay datos concluyentes al respecto, es posible intuir que López
Rega “picoteó” en distintas escuelas esotéricas. En sus obras hay
elementos que remiten al teosofismo y especialmente a la Orden de los
Caballeros del Fuego (a la que aludiremos más adelante). De todas
formas, la lectura de sus textos indica a las claras que se zambulló
literalmente en este tipo de literatura desde muy joven y de manera
autodidacta si bien con una marcada tendencia hacia el espiritismo. Esto
le facilitó las cosas.
En efecto, el elemento de sintonía que
supo explotar en cuanto conoció a “Isabelita” fue precisamente ese
espiritismo que ella había literalmente mamado en su infancia, cuando
sus padres se dedicaban a este tipo de prácticas que siempre le
interesaron. Luego, la vida le llamó por otros derroteros, pero siempre
existió en ella un poso espirita latente que reverdeció en cuanto
conoció a Rega. Por otra parte, el fundador de la Logia Anael era un
conspicuo espiritista brasileño, a él se debía la redacción del
documento titulado La Razón del Tercer Mundo que Urien se limitó a
retocar ligeramente y ampliar. En efecto, “Anael” era el médium
brasileño, bien conocido en Argentina, Menotti Carnicelli.
Horacio
Verbitsky en su libro sobre la masacre de Ezeiza (Editorial
Contrapunto, Tucumán, 1985, Colección Memoria y Presente), da una
descripción de la pareja Rega-Isabelita: “En 1955 él cantaba boleros.
Ella tocaba el piano y bailaba. José López tenía 39 años, María Martínez
24. Se verían por primera vez sólo once años más tarde. Juan D. Perón,
de 59, comenzaba su largo exilio. Pasó unos meses en Paraguay y siguió
hasta Panamá. Allí conoció a Martínez, quien abandonó su compañía en
gira y se quedó con él como secretaria. Después se casaron, en España.
Antes de ese encuentro sólo hay anodinos recuerdos de provincia: su
nacimiento en La Rioja, hija de un alto funcionario de un banco oficial,
sus buenas calificaciones en la escuela primaria, sus estudios de
música, teatro y danzas (…). [en cuanto a López Rega] Su biografía no
era menos desvaída. Hijo de un inmigrante español, jugó al fútbol, cantó
en los bailes de un club del barrio de Saavedra, trabajó como peón en
una fábrica textil, fue cabo de la policía, militó en un comité radical,
se casó, tuvo una hija. Los dos habían seguido parecidas líneas de fuga
hacia regiones fantásticas, ella en un templo espiritista de Mataderos,
él por medio de la magia blanca de Umbanda y la logia Anael”.
Verbitsky
recuerda que Perón había conocido personalmente al jefe de la logia
Anael, el brasileño Menotti Carnicelli, y a su representante argentino
Héctor Caviglia, cuando en 1950 le recabaron su apoyo para reponer en el
gobierno a Getulio Vargas. A partir de aquí se explica el contenido del
opúsculo de la Logia Anael, La Razón del Tercer Mundo. Sin embargo, las
relaciones parecen ser más amplias de lo qe Verbitsky sospechaba. En la
obra de Alejandro Parra, Historia de la Parapsicología en Argentina
(Buenos Aires 1990) se dice: “Pero quedaría inconcluso este comentario
si omitiésemos referencias de acontecimientos que por entonces
evidenciaron un contagioso interés por lo misterioso o desconocido en
todos los niveles sociales, y que en algunos casos fueron vividos con
beneplácito por algunos sectores y en otros con inocultable resultado
como ocurrió con la llegada del médium Menotti Carnicelli, la del
controvertido Pastor Teodoro Hicks, ambos recibidos en la Casa de
Gobierno, caracterizándose este último, por sus constantes proclamas de
sanación en nombre de la divinidad en el desbordado estadio deportivo de
Atlanta en 1954 y mayo de 1955.”. no fue en una ocasión, sino en varias
cuando “Anael”, Menotti Carcinelli, se entrevistó con Perón.
Es
fácil pues, intuir lo que ocurrió: Perón consideraba a Carnicelli un
hombre influyente en Brasil, al mismos tiempo, le dio la sensación de
que la Logia Anael estaba muy extendida en las filas del Partido
Justicialista. Esto era relativamente cierto. Si bien algunos grandes
nombres del justicialismo parecen vinculados indudablemente a las
actividades de la Logia es difícil decir la influencia efectiva que
poseían sobre el conjunto del movimiento. No parece que fuera excesiva.
El grupo, por lo demás, a pesar de su nombre no es, en realidad, una
logia masónica, sino un grupo ocultista. Si tuvo rituales –además del
juramento- no hay constancia de ellos. Por lo demás, lo que se sabe de
Menotti Carnicelli nos da de él la descripción de un médium espiritista,
militante en estos círculos brasileños. El espiritismo nunca ha tenido
rituales particularmente densos. En estos círculos, la formación
ocultista de Rega es bien apreciada por algunos miembros. Sus favores al
peronismo desde la imprenta estatal que dirige en esos momentos le
refuerzan en ese círculo y es así como puede conocer a Isabelita para
soñar en aproximarse “al faraón”, el general exiliado en España. A
partir de ese momento, Rega empieza a actuar por su cuenta y en los
últimos años 60, los nombres ilustres de la Logia se decantan
mayoritariamente hacia el peronismo de izquierdas. Esto les separa
progresivamente de López Rega, el cual, a partir de 1966 maneja
literalmente a “Isabelita” a su antojo, utilizando los recursos de viejo
brujo ocultista y espiritista que sintonizan con los recuerdos de
infancia y el ambiente paterno de “la señora”. A medida que el general
envejece, el cerco “Isabelita”-“Lopecito” se va estrechando sobre el
general cada vez más dependiente de la pareja de espiritistas
convencidos. Poco después, cuando Héctor Cámpora vence en las elecciones
de 1973, Rega será nombrado Ministro de Bienestar Social cargo desde el
cual, organizando la masacre de Ezeiza justo en el momento en el que
Perón retornaba a Argentina (se ignora el número de muertos, pero se
supone que debió ser de entre 300 y 500) erosiona hasta el desguace al
gobierno Cámpora que convoca nuevas elecciones con la opción
Perón-Isabelita. Cuando Perón vence, es apenas una sombra de lo que fue:
envejecido y enfermo, será Isabelita quien gobierno… y ésta, a su vez,
será teledirigida por López Rega. Casi inmediatamente aparecerá la
Triple A que eliminará, entre otros, a antiguos miembros de la Logia
Anael. El propio Urien pasará en cárcel hasta el final de la dictadura
militar. El nombre de Triple A respondía a las sugestiones ocultistas de
Carnicelli y Uriente. Vean por qué.