La presidente se va al sur a pensar sobre el estado de sitio
Ya sea porque quiere alejarse de este fin de año violento o por
recomendación médica, la presidente se dispone a trasladarse a su “lugar
en el mundo” -El Calafate-, desde donde manejará todos los hilos del
poder, dejándole poca iniciativa al jefe de gabinete. Es que Jorge
Capitanich sufrió un gran desgaste y está marcado de cerca por Carlos
Zannini y Wado de Pedro en el plano político, por Axel Kicillof en
economía y en seguridad por Sergio Berni. Éste, con el apoyo en
inteligencia interna del próximo teniente general César Milani, a quien
la presidente lo quiere convertir en el Balza del cristinismo de modo
que deje atrás su pasado de represor cambiándolo por un nuevo perfil de
general democrático. Para esto, cuenta con la inestimable ayuda de
Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini. Tal cual anticipamos ayer,
salieron al unísono el jefe de gabinete, el cortesano Eugenio Zaffaroni y
Berni, hablando de reformar las policías provinciales y comparando a
nuestro país con la república de Ecuador. Allí, un motín policial fue
equiparado por el presidente Rafael Correa a un golpe de estado, con lo
cual éste ganó espacio político. Hay que tener en cuenta que el
ecuatoriano tiene las cuentas fiscales en orden y no sufre
desequilibrios económicos.
La segunda ola
En nuestro contexto, puede ocurrir que, pese a los acuerdos
salariales con las policías, se puedan producir saqueos, tal vez
rebasando a las fuerzas de seguridad. Se mencionó que el gobierno quiere
dar aumentos a la Federal, Gendarmería y Prefectura para evitar
posibles autoacuartelamientos. Tampoco se descarta la opción de decretar
el estado de sitio, que sería mal visto por la mayoría de los
comerciantes, que tienen miedo de abrir sus locales en una época donde
las ventas aumentan en forma exponencial. Pero este año aparte del miedo
que hay en los comercios, desde noviembre la economía argentina entró
en recesión, como lo demuestran la caída de la producción automotriz y
la caída de la recaudación fiscal, más el agregado de una inflación del
2,4% en el pasado noviembre.
En el día de ayer se produjeron dos saqueos organizados con no más de
30 personas en la localidad de Berazategui, en el conurbano sur, y en
Parque Patricios. En ambos lados se llevaron electrónicos y bebidas, en
lo que pareció un entrenamiento para varios ataques simultáneos para
desorientar a las policías.
Otro hecho nuevo que se está produciendo es la compra masiva por
parte de los comerciantes de escopetas calibre 22, que se utilizaron
mucho en Tucumán. Por eso hay más muertos, ya que los heridos con esas
balas corren el riesgo de que circulen por todo el cuerpo y tengan un
desenlace fatal. En el conurbano es donde se detectaron esas compras,
especialmente por los comerciantes chinos, que son las mayores víctimas
de los marginales que roban en banda y en poblado, como dice un artículo
del Código Penal que parece no estar en vigencia. El país está lleno de
motochorros que están sueltos, ya que todos los días salen a “trabajar”
robando relojes y, en estos tiempos, como dijimos, los
electrodomésticos y bebidas son los más requeridos en los robos.
El fin de la semana que viene, es decir, el jueves 19 y el viernes
20, son los días que se esperan que vuelvan los saqueos. Si esto llega a
pasar, no hay dudas que el gobierno implantará el estado de sitio, lo
que impediría las ventas rebajadas nocturnas y le causará un gran
perjuicio a los comercios. En la cabeza de la presidente sigue estando
la consagración del general Milani como héroe del chavismo local,
sacando a la calle tanques y vehículos de transporte de tropas para
escarmentar o asustar a las fuerzas de seguridad.