Rajoy aplica el 155: cese de Carles Puigdemont y de todos los consejeros y elecciones en menos de seis meses
“Este es un proceso que ha sido unilateral, contrario a la ley y que
ha buscado el enfrentamiento”. Así ha comenzado el jefe del Gobierno,
Mariano Rajoy su comparecencia tras la reunión extraordinaria del
Consejo de Ministros, en la que se han acordado las medidas concretas
para aplicar el artículo 155 de la Constitución.
“La primera medida que va a adoptar el Gobierno va a ser que la
facultad de disolver el Parlamento de Cataluña pasa al presidente del
Gobierno, y se convocarán elecciones en un plazo máximo de seis meses.
Si bien mi voluntad es hacerlo tan pronto como recuperemos la normalidad
institucional. Celebrar elecciones es el objetivo, lo quiere la
mayoría, es lo que dice el sentido común”, ha dicho Rajoy.
El Gobierno va a solicitar al Senado que se le autorice a adoptar las siguientes medidas:
-Cese del Gobierno de la Generalitat de Cataluña. El ejercicio de
esas funciones pasará a los ministerios. La Administración de la
Generalitat de Cataluña continuará funcionando según dicta el Estatuto,
si bien bajo las directrices de los órganos o autoridades designados por
el Gobierno de la nación.
– El Parlamento de Cataluña ejercerá la función representativa que
tiene encomendada, pero se le proponen al Senado una serie de
limitaciones, entre ellas el presidente del Parlament no podrá proponer
candidato a la presidencia de la Generalitat y el parlamento catalán no
podrá celebrar el debate y votación de investidura.
“No se suspende la autonomía ni el autogobierno de Cataluña, se cesa a
las personas que han puesto ese autogobierno fuera de la ley y del
Estatuto”, ha precisado el presidente.
“No se pueden hacer peor las cosas, incluso para los propios intereses de quienes las hicieron, como ha hecho en las últimas semanas la Generalitat de Cataluña”, ha señalado Rajoy en su introducción de cómo se ha llegado a la actual situación.
“No se pueden hacer peor las cosas, incluso para los propios intereses de quienes las hicieron, como ha hecho en las últimas semanas la Generalitat de Cataluña”, ha señalado Rajoy en su introducción de cómo se ha llegado a la actual situación.
“El Gobierno ha tenido que aplicar el artículo 155 de la
Constitución. No era nuestro deseo. Es un artículo que solo se aplica en
circunstancias excecepcionales”. “Ningún gobierno de ningún país
democrático puede aceptar que se viole la ley”, ha apuntado.
“Volver a la legalidad, recuperar la normalidad y la convivencia,
continuar con la recuperación económica y celebrar elecciones en
situación de normalidad”, estos son los objetivos del Gobierno.
El Ejecutivo justifica la adopción de medidas en aplicación del 155
de la Constitución por la desobediencia de la Generalitat a las
obligaciones que le impone la ley y por el hecho de que sus actuaciones
“atenten gravemente” al interés general de España.
El Gobierno asegura que las medidas que este sábado se aplicarán para
intervenir en Cataluña al amparo del artículo 155 de la Constitución
son “garantistas” y que persiguen asegurar derechos y no restringir
libertades.
Según el Ejecutivo, las medidas responden a cuatro grandes objetivos,
que son restaurar la legalidad constitucional y estatutaria, garantizar
la neutralidad institucional, mantener el bienestar social y el
crecimiento económico y asegurar los derechos y libertades de todos los
catalanes.
El Gobierno dice que la medidas del 155 son “garantistas” y no recortan derechos
El Gobierno asegura que las medidas aplicadas este sábado para
intervenir en Cataluña al amparo del artículo 155 de la Constitución son
“garantistas” y que persiguen asegurar derechos y no restringir
libertades.
Así figura en la exposición de motivos de las medidas que está
analizando el Consejo de Ministros en una reunión extraordinaria para
hacer frente a los planes del presidente de la Generalitat, Carles
Puigdemont, y que serán anunciadas por el jefe del Gobierno, Mariano
Rajoy.
Según el Ejecutivo, las medidas responden a cuatro grandes objetivos,
que son restaurar la legalidad constitucional y estatutaria, garantizar
la neutralidad institucional, mantener el bienestar social y el
crecimiento económico y asegurar los derechos y libertades de todos los
catalanes.
Y es que, de acuerdo con esta exposición, el primer objetivo de las
medidas propuestas es restaurar la legalidad constitucional y
estatutaria en Cataluña.
Un cometido “irrenunciable” desde la constatación de que las
autoridades autonómicas “han ignorado” la legalidad vigente, al
contravenir “abiertamente” sus disposiciones y al intentar alterar sus
principios y literalidad, de forma improcedente, fuera de los mecanismos
previstos para ello.
“Han actuado sin reconocer el sometimiento a ley alguna y, con ello,
han invalidado su legitimidad como instituciones de autogobierno”, aduce
el Gobierno.
Cumplir la ley, agrega, es y ha de ser una obligación que vincula
especialmente a los responsables y representantes públicos, porque es
condición indispensable para el ejercicio de sus funciones, para la
integridad de las instituciones que representan y para la confianza de
los ciudadanos a los que sirven.
Por ello, el Gobierno hace hincapié en la necesidad de garantizar el
funcionamiento del autogobierno en el marco de los principios y normas a
los que debe responder, fijados en la Constitución española y en el
Estatuto de Cataluña, como elementos fundacionales de la propia
autonomía catalana. “Preservar ese autogobierno, es proteger la
autonomía”, añade.
Según el Gobierno el objetivo de las medidas que se van a aprobar es
“asegurar la neutralidad institucional” para que el principio rector de
las instituciones sea el interés general.
Considera en este sentido que la Generalitat “ha obviado” el interés
general de los catalanes “en favor del ideario independentista de una
parte de ellos”.
Y añade que “estos anhelos” soberanistas “no pueden ser presentados
como una demanda unánime del conjunto de los ciudadanos catalanes”, ni
pueden “traducirse en un discurso único de imposición de la
independencia” como tampoco puede, por encima de todo, traducirse en una
declaración unilateral en este sentido.
Insiste por eso en que tanto la Generalitat como el conjunto de
instituciones que componen el autogobierno, deben responder al bienestar
de los ciudadanos y actuar “siempre y en todo caso”, en “favor de todos
ellos y no en respuesta a solo una parte”.