Demagogia entre carne y agua
11:00 – (Por Rubén Lasagno) – En tierra del populismo, el reino de la mentira y la apariencia, léase Santa Cruz, emergen nuevos conceptos de demagogia populista, ahora transformadas en obras que
no son ni fueron capaces de hacer en 27 años de gobierno lo que hoy
están y en la sustitución de colchones, chapas y electrodomésticos, por
lo más urgente: el alimento (en este caso la carne) envasada y rotulada para que nadie olvide que aquellos llega a la mesa por obra y gracia de un salvador.
En medio de esta ola populista pre-eleccionaria, aparecieron dos noticias que llevan el sello de Pablo González (Vicegobernador) y Claudio Vidal (Secretario General de Petroleros Privados), ambos la marca kirchnerista para las próximas elecciones del 2019.
Uno de ellos fue la “inauguración” en Caleta Olivia de cuatro pozos de agua donado por los
chinos de Sinopec y usufructuado por Vidal tomándose
un vasito de agua al pie del pozo, sin que ni él ni su parthener Pablo González expliquen por qué si la petrolera china pudo hacer en pocos meses cuatro pozos
para darle agua a 4000 familias en Caleta Olivia, no alcanzaron 27 años de gobierno del FPV/PJ en la provincia y 3 del
actual, para realizar esas perforaciones que aliviaran en algo a la zona
norte?.
Ni hablar de la vapuleada “Planta de Ósmosis Inversa” que comenzó el kirchnerismo y nunca
terminó y ahora la gobernadora culpa al
gobierno nacional por no haber concluido la obra (cosa que en parte es verdad desde el 2016 a la fecha) pero lo que
no es verdad es que zona norte (Caleta, Truncado, Las Heras) estén sin agua por ese motivo; el
verdadero motivo es la corrupción kirchnerista que en 27 años de gobierno y 12
de esos 27 años con todo el poder
nacional, provincial y municipal, no quiso terminar una obra fundamental
para esa región, como es la provisión de agua a las poblaciones mencionadas.
Después llegó “Cambiemos” y lo puso a Cristóbal López, en una inentendible
acción de la cual nunca dieron cuenta y la cual le volvió a costar a todos los
argentinos, millones de pesos tirados a la basura.
Ahora la provincia “pide
la transferencia de la obra”, pero claro, lo que verdaderamente le interesa
a Alicia Kirchner, son los fondos y
la posibilidad de usar el anuncio para su capitalización política. Si su amigo Rogelio Frigerio le traspasa la obra (y
la plata) entonces la gobernadora podrá pavonearse diciendo que la obra fue terminada por ellos, sin
dar explicaciones por el tiempo transcurrido, decenas de años en los cuales no
se ocuparon de darle una solución viable al problema. ¿O será que la escasez de
agua ha formado un nuevo punto de negocios, especialmente en los últimos años,
gracias a la carencia de este elemento fundamental para la vida, lo cual deja
afuera cualquier problema de gestión y lo transforma en un nicho de oportunidad
de algunos pocos vivos vinculados al poder en la provincia?.
El otro tema es la llegada de los camiones frigoríficos/propagandísticos/militantes del petrolero Claudio Vidal, quien no se priva de empujar su campaña política de la mano de Pablo González,
luciendo “su marca” en los equipos rodantes y aplicando su sello en los
cortes de carne envasada que acarrea desde los frigoríficos del amigo
Samid, desde Buenos Aires con la intención de “llegar a los hogares” con
precios que en realidad no hacen tanto la diferencia en el bolsillo del
consumidor, como sí le hacen la diferencia al pre candidato que tiene
penetración rápida y fácil a través del alimento envasado y pasa su
propaganda de campaña que solventa la misma gente que compra la carne.
Nada
nuevo con respecto a los años anteriores. Desde la oposición encabezada
por Eduardo Costa que en la última campaña “prometía 6000 puestos de
trabajo en las represas”, pasando por la “zona franca” que tuvo por años
en sus manos el kirchnerismo con todo el poder y nunca las activó,
siguiendo por la “Emergencia hídrica” de Caleta Olivia, una vergüenza
nunca resuelta por el gobierno del FPV y terminando por la carne
envasada de Claudio Vidal (tras el fracasado proyecto de los mataderos
rurales), la farsa populista despliega, esta vez, su demagogia de carne y
agua. Sería bueno que la gente piense en esta oportunidad, si compra
espejitos de colores o les exige a los candidatos que realmente
expliquen y propongan un plan serio, concreto y creíble de lo que van a
hacer para resolver los graves problemas que siguen irresueltos, después
de casi 30 años del mismo gobierno en el poder. (Agencia OPI Santa
Cruz)