El Barrilete Cómico ataca otra vez
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Sorpresivamente el locutor Víctor Hugo Morales asegura que no es kirchnerista.
Vamos, Víctor Hugo, ¿qué te pasa? ¿Otra vez con la garrocha en la
mano preparando el salto? Porque todavía están frescas tus furibundas
críticas al gobierno kirchnerista hasta el año 2010 y luego como por
arte de birlibirloque tu inesperada adhesión incondicional al
kirchnerismo, sospechosas contraprestaciones de por medio.
Recordamos también cuando con infantil argumento, justificabas tu
sorpresiva y obsecuente adhesión al oficialismo asegurando, con una
seriedad que generaba carcajadas, que vos no habías cambiado, que
quienes habían cambiado eran los Kirchner…
Vamos, Víctor Hugo, dejate de joder, ya somos grandes para escuchar estas pelotudeces.
Y ahora asegurás que no sos más kirchnerista. ¿Qué pasó? ¿Tu olfato intenta blindarte de un oprobioso futuro cercano?
Están frescas tus palabras cuando en el Madison Square Garden previo a
la paliza recibida por Maravilla Martínez lo alababas asegurando con
voz inflamada que su vida era “una formidable metáfora de la propia
Argentina. Se fue sin nada en febrero del 2002, y ha vivido una etapa
extraordinaria en su vida, para consolidarse como un extraordinario
campeón y haberle ganado nada menos que a la vida. Por eso digo que
también es una metáfora también de lo que se ha vivido en esta década en
argentina”.
Eso fue hace pocos días… y ¿Ahora ya no sos kirchnerista? ¿Fue acaso por el resultado de la pelea?
Vamos, Barrilete Cómico.
Y en tu ilimitado y desbocado repertorio también te das el lujo de
atacar a las instituciones de la nación que te cobijó cuando tuviste que
tomar el Buquebus, no tenés códigos, Víctor Hugo.
Resultarían chocantes e irrespetuosas tus livianas calificaciones a
la justicia argentina en general y al juez Lijo en particular, pero
conociendo tus antecedentes y vaivenes ideológicos, apenas causan
lastimeras sonrisas.
¿Así que Boudou es víctima de una conjura siniestra? Y vos para
ayudarle en su crítica situación le tiraste un salvavidas de plomo… sos
un amigo de fierro.
Basta, Víctor Hugo, los argentinos estamos cansados de tus fechorías.