LOS CASOS EN QUE LA JUSTICIA ES RÁPIDA
JUSTICIA ? - ODIO ? - REVANCHA ? o COMPLICE en una guerra contra la Nación?
Estimados
todos, el mail que les reenvío a continuación es algo extenso, pero les
aseguro que quien piense en grande en el presente y futuro de nuestro
país, amerita que lo lea, pero detenidamente. Su autor es el Cnl Emilio
Nani y lo escribe desde su lugar de detención, donde está hace tres
meses. Se ruega difundir al máximo.
Asunto: Fwd: RV: Carta de Emilio Nani desde prisión
PARA LEER CON MUCHO TIEMPO Y GUARDAR COMO ARCHIVO DE LA HISTORIA CONTEMPORANEA
IMPOSIBILIDAD DE DEFENSA JURÍDICA
Estimados amigos:
Antes que nada quiero agradecerles todas las expresiones de apoyo y solidaridad, tanto para mi familia como para mí.
No
quiero pecar de ingrato ante tantos mensajes recibidos, pero luego de
casi tres meses de encontrarme ilegalmente encarcelado y más de 14 años
de asistir a los más de 2600 presos políticos (420 de ellos asesinados
en el marco de un verdadero plan criminal de exterminio diseñado por la
corporación político judicial argentina), tan ilegalmente privados de su
libertad como yo, y no ver ningún tipo de reacción ante tales crímenes,
me veo en la obligación de expresarles que, si la sociedad de la que
son parte, continúa haciéndose la distraída ante las atrocidades que
vienen cometiendo, tanto los políticos, como los integrantes del aparato
judicial (sean éstos “legítimos” o “ilegítimos”), un futuro negro puedo
augurarles para toda nuestra descendencia.
Si
los argentinos permanecen en su actitud de no asumir el rol de
compromiso, por creer que con ellos no es ni será la cosa, haciendo gala
del “yo, ……. argentino” que tan tristemente nos caracteriza, en estos
tiempos turbulentos que vive en nuestra Patria, en los que se ha
permitido que un pequeño grupo de canallas hayan arrasado con todos los
Valores que nos dieron nuestra identidad, habiéndola predestinado para
un destino de grandeza muy diferente a la atroz realidad de este
presente, en el que se ha destruido la Familia, nos han alejado de Dios,
día a día nos modifican la Historia, se arrasa con cuanta institución
existe, incluido el Estado de Derecho, no deberán lamentarse de las
consecuencias, que sin lugar a dudas, caerán sobre todos nosotros y, muy
especialmente, sobre nuestros hijos y nietos, que se merecen un futuro
mejor que este triste presente.
En
el transcurso del tiempo que llevo detenido, he recibido cientos de
mensajes de todo tipo a través de cartas, correos electrónicos y de
cuanta red social existe (Facebook, Whatsapp, Twiter, Instagram, etc.),
en los que se me insta a “no bajar los brazos”, “no aflojar”, “no
decaer”, porque “son muchos los que están de nuestro lado” y que “no van
a permitir que continúen las injusticias que estamos padeciendo”.
Otros,
más exagerados, me califican de “héroe”, escandalizándose porque se
haya cometido semejante tropelía con alguien “que ha dado tanto por la
Patria y por todos los argentinos”.
A
todos vaya mi eterna gratitud por semejantes palabras de elogio y apoyo
solidario.- Pero, corriendo el riesgo de parecer desagradecido, debo
decirles que los presos políticos estamos un poco cansados de palabras
que no tengan su correlato en la acción.- Las palabras no nos van a
sacar de la cárcel, como tampoco lo van a hacer las visitas que
semanalmente nos hacen los amigos, si cuando están en la calle siguen
inmersos en sus cosas, sean éstas problemas, trabajo o esparcimiento.
Hace
años que venimos alertando sobre la corrupción político-judicial.- Hace
años que se habla de las “mafias judiciales”.- Todo el mundo conoce la
catadura moral de la inmensa mayoría de quienes integran el fuero
federal penal.- Todos los días los medios de comunicación publican sus
tropelías, encubrimientos, “descuidos” y “sobreseimientos” de
funcionarios corruptos, sin que a la sociedad se le mueva un solo pelo,
tal vez porque a sus integrantes, todavía, nadie les haya ido a “golpear
la puerta de su casa”.
Todos
los días leemos o escuchamos a los comunicadores sociales “informarnos”
de un sinnúmero de las iniquidades cometidas por políticos,
empresarios, jueces y fiscales, y no vemos reacción alguna por parte de
la sociedad, que permanece expectante como si con ella no fuera la cosa.
Sin
ir más lejos, en la noche del 23 de Julio del corriente, Luis Majul,
envalentonado porque sabe que la destinataria de sus preguntas jamás se
va a someter a las mismas, manifestó que le gustaría tener enfrente a la
ex presidente para interpelarla respecto de varios interrogantes que
fue desarrollando uno a uno, relacionados con los hechos de corrupción
que son conocidos hasta el hartazgo por todos los argentinos que
aguardamos con ansias que algún Juez, con los atributos bien puestos,
decida procesarla como jefa de una verdadera asociación ilícita
organizada para el saqueo de cuanta caja haya existido en el Estado,
impidiendo que esos recursos tuvieran el destino correspondiente en
áreas, como por ejemplo las de salud y la seguridad, cuya depredación,
ha provocado la muerte de miles y miles de argentinos, generando el
mayor genocidio de toda nuestra historia, algo que ningún periodista, ni
político “opositor” (???) se atreve a mencionar en estos términos.
El
error de Majul radica en la destinataria del cuestionario.- Esas
preguntas deberían ser dirigidas al gobierno de Cambiemos (o
“Continuemos”) y a los jueces del fuero federal penal que siguen sin
encontrar motivo alguno para impulsar las causas que todos los
argentinos anhelamos contra aquéllos que han vaciado la Argentina,
sumiéndola en el estado de decadencia y pobreza al que nos han traído.-
Eso sí, basándose en “presunciones”, o con testimonios y testigos a
todas luces falaces, siempre encuentran tiempo para continuar
enfrascados en seguir raspando el fondo del tarro para encontrar nuevos
candidatos para privar de su libertad a quienes no dudaron un instante
en poner en riesgo sus vidas y las de sus familias, para aseguramos la
libertad de la que, hasta el día de hoy, disfrutan todos los argentinos,
porque impedimos que el proyecto comunista de las organizaciones
terroristas que asolaron nuestra Patria en las décadas del ’60, ’70 y
’80 (incluido el año 1989 en que el Movimiento Todos por la Patria, con
la complicidad del gobierno de Raúl Alfonsin, nos diera el último
zarpazo en su anhelo de toma del poder), lograra su objetivo de
“convertir la Cordillera de los Andes en una gran Sierra Maestra” y a
nuestro país en una sanguinaria tiranía, liberándonos de los
padecimientos de los pueblos cubano, chino, europeos del este (bajo la
bota soviética), vietnamita, camboyano, colombiano o venezolano.
La
Argentina debe ser uno de los pocos países que encarcela a quienes le
aseguraron la libertad y premia a quienes quisieron conculcarla.- ¡¡Qué
triste es ver cómo el pueblo argentino ha olvidado a sus libertadores,
permitiendo que quienes pretendieron conculcarles el derecho a ser
libres, hoy disfruten del beneplácito del reconocimiento social!!
Estos
casi tres meses de encierro me han permitido reflexionar con mucha
tranquilidad, dado que lo que me ha sobrado es el tiempo para hacerlo.
Como
ya les dijera, corriendo el riesgo de parecerles ingrato, los miles de
mensajes que he recibido, además de ser una caricia para el alma, porque
me han permitido mostrarles a mis nietos que no he sido un delincuente,
ni un homicida, como el juez me ha enrostrado, también me han
demostrado lo solos que estamos los presos políticos (lo que debe leerse
como “los libertadores”, dado que jamás debieron olvidarse que fue
gracias al sacrificio de los integrantes de las Fuerzas Armadas, de
Seguridad, Policiales y Penitenciarias y civiles y los de sus familias,
que hoy los argentinos viven en libertad, sin haber sufrido los
padecimientos de los pueblos que cayeron bajo las garras del comunismo,
en todas sus variantes.).
¿Y por qué digo que estamos solos?.
Estamos
solos porque todos los que se vieron beneficiados por nuestro
compromiso con la Patria, cumpliendo con nuestro juramento de
“defenderla hasta perder la vida”, hoy tienen el coraje de despreciarnos
o, lo que es mucho peor, matarnos con su indiferencia, cuando no,
adulando a conocidos terroristas que pueblan gobiernos, legislaturas,
tribunales, credos, empresas o medios de comunicación.
Para
unos, somos “el demonio”, para otros, somos uno de “los dos demonios”
(el otro son los terroristas), mientras tanto, los otros “nueve
demonios” (que describiera en un artículo anterior al que titulé “Los
otros demonios”), cual purificados en una especie de Río Jordán, hacen
como que con ellos no fue la cosa.
En
otro artículo, publicado días antes de ser secuestrado por el aparato
político-judicial, al que titulé “Desazón y bronca”, expresé lo que
transcribo a continuación porque me ayuda a lo que quiero plasmar en
este escrito:
El oportunismo de muchos causa escalofríos.
A
diario escuchamos o leemos relatos que hacen referencia a la "teoría de
los dos demonios" y, ante ello no son pocos los que se rasgan las
vestiduras con expresiones rimbombantes y políticamente correctas,
descargando las responsabilidades de la tragedia argentina de los ’70,
exclusivamente, en aquéllos que quisieron imponer en nuestro país un
régimen totalitario de signo comunista, sea castro-guevarista,
colombiano, venezolano, socialista, vietnamita, chinoista, soviético,
camboyano o como quieran denominarlo, o en quienes, ante el clamor
popular, tuvimos la responsabilidad de impedirlo.
Los
otros demonios (políticos, jueces, sindicalistas, docentes, periodistas
y medios de comunicación, intelectuales, empresarios, religiosos de
todos los credos y el resto de una sociedad anestesiada, adormecida e
indiferente) que apoyaron, tanto a terroristas, como a quienes los
combatimos --sea por convicción, oportunismo o cobardía-- hoy, sin
ningún tipo de pudor, reivindican a quienes atacaron a la Nación y
condenan a los que, con sus aciertos y errores, nos dieron la libertad
que hoy gozamos, evitándonos, entre otras cosas, los padecimientos de
los pueblos citados en el párrafo anterior.
Triste
país aquel que aplaude a quienes lo atacaron y encarcela a sus
libertadores.- Más triste aún es cuando los derrotados de ayer y sus
apologistas, masivamente ocupan espacios en los medios de comunicación
desde los cuales se encargan de tergiversar u ocultar escandalosamente
la verdad, cacareando su supuesta lucha por encontrarla.
Estos
meses de encierro y aislamiento me han servido para sacar algunas
conclusiones.- La más importante de todas es la de la imposibilidad
absoluta de poder ejercer mi legítimo derecho a mi defensa jurídica
habida cuenta de la inexistencia de las mínimas garantías
constitucionales y procesales, tal como le expresara al Nuncio
Apostólico, Mons Emil Paul Scherring (que por otro lado jamás se tomó el
trabajo de emitir, aunque más no fuera, una tibia respuesta) al
solicitar mi asilo diplomático en la Nunciatura por su doble función o
misión de ser la sede del Estado Vaticano y de la Iglesia Católica
Romana.
En
mi nota al Nuncio expresé que la experiencia que he recogido a lo largo
de casi 14 años, es que si algo ha caracterizado a la Justicia, es su
poco apego al Derecho y sí demasiado a la prevaricación, violentando
cuanta norma legal existe, incluido el Artículo 18 de nuestra
Constitución Nacional (adjunto el listado de las normas violentadas),
para consumar una larga sed de venganza contra quienes hemos tenido la
responsabilidad de participar en la guerra contrarrevolucionaria.
Luego
de leer y releer, una y otra vez, las dos causas que me abrió el Juez
Federal Penal Nro. 1 y 3 de Mar del Plata, Santiago Inchausti,
aprovechando la circunstancia de estar a cargo de dos Juzgados Federales
Penales, sugestivamente, y luego de más de 14 años del reinicio de la
persecución penal contra los miembros de las Fuerzas Armadas, de
Seguridad, Policiales, Penitenciarias y civiles, por su participación en
la guerra contraterrorista, basándose en presunciones, por el mero
hecho de haber estado destinado en el Grupo de Artillería de Defensa
Aérea 601 con asiento en Mar del Plata; de haberme desempeñado en
determinados cargos y por haber obtenido altas calificaciones en el
cumplimiento de mis responsabilidades, haciendo uso y abuso del
condicional y de términos inexistentes en nuestro vocabulario, como por
ejemplo “presuncionalmente”, resolvió dictarme dos prisiones preventivas
(una en cada uno de los juzgados bajo su cargo), trabándome embargos
por un total de $ 5.000.000 (cinco millones de pesos).
Ante
este tétrico panorama, voy a transcribir los argumentos que esgrimí
para solicitar mi asilo diplomático, por cuanto me evitan dar mayores
fundamentos a mi imposibilidad de ejercer mi defensa jurídica:
Lo
que relataré a continuación, son algunos de los aspectos por los cuales
tengo la total convicción de la ausencia absoluta de garantías
procesales y constitucionales en la Argentina, en causas judiciales,
como las que ahora se me pretende enrostrar:
1.
En estos días se ha llevado a cabo una reunión encabezada por las
organizaciones ultrakirchneristas Carta Abierta y Justicia Legítima.-
Dicha reunión estuvo dirigida por el terrorista montonero Horacio
González, ex Director de la Biblioteca Nacional durante el gobierno
anterior.- Este embrión de un nuevo espacio político-cultural alineado
al kirchnerismo, tiene como objetivo inmediato acompañar el creciente
estado de movilización y convulsión social existentes en el país, para
lanzar una "batalla cultural" contra el gobierno, fomentando su
desestabilización y caída.- Es decir que, como en los ’70, los sectores
vinculados a las otrora organizaciones terroristas, han cambiado la
metodología, pero no sus ambiciones de toma del poder, por fuera de las
normas republicanas establecidas en nuestro país.- “Justicia Legítima”
es una organización de jueces y fiscales de reconocida militancia
política que entienden en causas denominadas de “lesa humanidad”, que
son los que pretenden juzgarme. ¿Ud. cree posible un juicio justo con
personas de tales características?.
2.
Por disposición del gobierno nacional se ha emitido una estampilla para
rendir homenaje al cumplirse 50 años de la muerte de uno de los mayores
carniceros latinoamericanos, Ernesto Guevara de la Serna (a) El Ché y,
nada menos que en la Biblioteca Nacional, se ha rendido homenaje al
terrorista montonero Rodolfo Walsh, quien, junto con Horacio Verbitsky y
Miguel Bonasso, entre otros crímenes, fueron los responsables de la
colocación de una bomba en la Superintendencia de Seguridad Federal, que
dejó un saldo de 22 muertos y 60 mutilados.- Un gobierno que así actúa,
mientras que pretende ignorar las aberraciones judiciales cometidas
contra mis camaradas, ¿qué garantía de juicio justo me puede asegurar?.
3.
En los denominados “juicios de lesa humanidad”, son querellantes los
estados nacional y provinciales, querellas que, con total cinismo,
ignoran sistemáticamente las violaciones constitucionales y jurídicas
que aquí cito, mientras que –en representación de sus mandantes- apoyan
el avasallamiento de los derechos humanos de ancianos septua, octo y
hasta nonagenarios detenidos, a los que, sin ningún pudor, llevan a la
muerte como ha sucedido con la mayoría de los 400 presos políticos ya
fallecidos.
4.
Ricardo Lorenztti, además de estar sospechado de graves hechos de
corrupción, tal como lo vienen denunciando la diputada nacional Elisa
Carrió y la periodista Natalia Aguiar, en su libro “El señor de la
Corte” (en cuyos capítulos 2 y último, además lo acusa de haber
pertenecido a la organización terrorista Montoneros), presentó su libro
“Derechos humanos: justicia y reparación” junto al conocido terrorista
del Ejército Revolucionario del Pueblo¸ Eduardo Anguita, responsable,
entre otros crímenes, del ataque al Comando de Sanidad, en el que fue
asesinado el 2do. Jefe del Regimiento de Infantería 1 “Patricios”,
Teniente Coronel D. Raúl Juan Duarte Ardoy. En este libro fija una clara
posición respecto de su pensamiento condenatorio respecto de los
llamados juicios de lesa humanidad.- Con estos antecedentes, ¿se puede
pretender de él algún dejo de imparcialidad y objetividad, siendo nada
menos que el Presidente de la Corte Suprema de Justicia?.
5.
Muchos de los que agredieron a la Nación y la sociedad argentinas en
los años ’60, ’70 y ’80, como integrantes de las organizaciones
terroristas que asolaron nuestra Patria o bien sus apologistas, ocuparon
y ocupan privilegiados cargos en los poderes del Estado, incluso en la
Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, en los tribunales federales
penales y en los medios de comunicación, cargos que utilizan como
verdaderos puestos de combate para consumar una venganza anhelada.- No
me detengo a nombrarlos para no hacer aún más larga esta nota y porque,
supongo, V.E. no ignorará de quienes se trata.- Nuevamente me pregunto,
¿puedo pretender alguna garantía de imparcialidad en dichos tribunales
federales?.
6.
Ni en el seno de la Santa Iglesia Católica hemos encontrado cobijo,
contención y seguridad en la búsqueda de la reconciliación y la
concordia que tanto estamos necesitando.- Así como en el pasado existió
el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, que tantos jóvenes
envió a matar y morir, en el presente fue reemplazado por el Grupo de
Curas en Opción por los Pobres, liderados por Eduardo de la Serna, cuyas
“homilías” (???) y Cartas, lejos de cumplir con el mensaje de amor y
paz de Nuestro Señor Jesucristo, constituyen verdaderas proclamas
cargadas de odio y violencia, llegándose al extremo que en el Año de la
Misericordia, la única ausente para nosotros fue, precisamente, la
misericordia.- Su Eminencia: como católicos buscamos de nuestra Madre lo
que hasta ahora se nos ha venido negando.
7.
Países que se destacan por su apego al estado de Derecho, como Italia,
España y Estados Unidos, han negado la extradición de militares a los
que se los ha acusado de la comisión de “delitos de lesa humanidad”, por
considerar que los mismos constituyen figuras inexistentes, toda vez
que la norma que los establece, el Estatuto de Roma, no estaba vigente
en el momento de la comisión de los hechos que se les imputan, por lo
que se les estaría aplicando la norma en forma retroactiva. Vea los
casos del Coronel Jorge Pedro Wagner (1); del Teniente Coronel Carlos
Luis Malatto (2) y del Teniente de Navío Guillermo Roberto Bravo (3), y
compare la diferencia de proceder entre una Justicia que se ajusta al
respeto por el Derecho y otra que se encuentra muy lejana de hacerlo.
Ninguno
de estos interrogantes mereció la menor preocupación por pare del
representante del Estado Vaticano y del Papa en nuestro país. Y pensar
que se arrogan ser los continuadores de los Apóstoles. Quisiera saber en
qué se semejan estos obispos a Pedro y Pablo, Santiago y Juan, Lucas,
Judas, Tadeo, Andrés, Felipe y Bartolomé, Mateo y Tomás, Jacobo y Simón,
el Zelota. Ni siquiera se aproximan a Judas, el traidor, que al menos
sintió arrepentimiento por su traición, poniendo fin a su vida
miserable.
Podría
seguir mencionando decenas de ejemplos que demuestran, como expresara
anteriormente, la falta de garantías constitucionales en Argentina para
quienes se encuentran encarcelados (o en vías de serlo) bajo el falso
título de “lesa humanidad”, pero, los mencionados, son sobrados
fundamentos, que me permiten demostrar la absoluta imposibilidad de
poder ejercer mi derecho a la defensa jurídica, no porque reniegue de
él, sino porque es absurdo pensar que el mismo pueda ser llevado a cabo
en un país en el que el prevaricato se ha instituido como metodología
para negar Justicia, sea para proteger a corruptos y delincuentes, sea
para impulsar las causas denominadas de lesa humanidad, con una sociedad
que, con su silencio cómplice, avala que toda esta tragedia, que sin
lugar a dudas dejará arrasada a nuestra querida Patria.
Emilio Guillermo Nani
Teniente Coronel (R)
Veterano de Guerra
Preso Político.
Teniente Coronel (R)
Veterano de Guerra
Preso Político.