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- Categoría: INVESTIGACIONES
- Publicado: 30 Septiembre 2017
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Maurice Closs junto a la ex-presidenta CFK.
El negocio político de la obra
pública llegó a Misiones. Allí, su ex gobernador, Maurice Closs,
controla a través de su empresario insignia, Carlos Enríquez, la
concesión más jugosa de toda la provincia: Las Pasarelas de
las Cataratas del Iguazú. El rol de dos financistas de la city porteña
de Arpenta.
Hubo un tiempo en que el negocio de la
obra pública, en la provincia de las tierras coloradas, pasaba por sólo
un par de manos: Maurice Closs y su empresario favorito. El actual
diputado nacional y candidato a senador por el kirchnerismo, nació el 10
de junio de 1971 en Aristóbulo del Valle. Abogado y empresario,
presidió la juventud radical en los últimos cuatro años del siglo pasado
pero comenzó a jugar en las grandes ligas de la política misionera
cuando asumió la jefatura de gabinete del ex gobernador, el ingeniero
Carlos Rovira. Fue senador a los 35 años. A los 37, ya era gobernador.
En el 2011, sería reelecto con el 75% de los votos. Lo tenía todo. Su
familia es dueña del grupo Valle. Su sede principal está ubicada en el
pueblo natal de Maurice.
Entre las empresas que conforman en grupo
económico del “estadista” se encuentran Petrovalle SAT -dedicada al
transporte -, Petrovalle SA -concesionaria de YPF- y principal
distribuidor de combustible en Misiones, Macovalle, venta de materiales
de construcción y representante local de Loma Negra. Pero la gran
contratista de obra pública durante su gestión pertenece a Carlos
Enríquez (Carlos Enríquez SA). Closs fue uno de los gobernadores
preferidos de Cristina Fernández de Kirchner.
Durante su gestión, proliferaron los
negocios turísticos. El símbolo de Misiones son las cataratas del Iguazú
con sus pasarelas. La familia de Closs es dueña del lujoso hotel
Amerian en Puerto Iguazú y, desde hace diez años, de la concesión que
explota una de las maravillas naturales más sorprendentes de América
Latina: Las Cataratas del Iguazú. Todo lo que allí se factura
-merchandising, comidas, refrigerios, fotografías, videos, excursiones,
remeras y accesorios sumados a las costosas entradas que se pagan a
precios internacionales- pasa por los dueños de la concesión. Se trata
de una facturación estimada en 50 millones de dólares.
El boletín oficial del 21 de diciembre
del 2004 –durante la presidencia de Néstor Kirchner que ensayaba la
reelección con Carlos Rovira-, no miente. Esa tarde se modificó la
estructura original de la concesión de las pasarelas de las Cataratas.
Carlos Enríquez pasó a controlar el 41,0013%, Petrovalle –familia Closs-
21,2751%, Soleil Tour SRL (2,7024%), Mario Alberto Santacruz (2,5486%),
Miguel Eduardo Iribarne (12,650782005%), Héctor Luis Scasserra (el
mismo porcentaje que su socio en Arpenta), Edgar Manuel Sosa (0,50056%),
Claudio Blaistein (1,11590799%) y Juan Lucas Geofredo (el 1,076928 %
restante). Iribarne y Scasserra son los ex socios del fallecido, en
circunstancias aún no esclarecidas, Aldo Ducler. ¿Qué hacían los ex
financistas que manejaron los fondos de Santa Cruz en Misiones?. Plata.
Nueve años después, los pocos opositores
que resistían al “vamos por todo” del gobernador Closs, denunciaban que
sólo el 7% de los ingresos por el negocio turístico de las Cataratas
quedaban en Misiones. Closs nacionalizaba la promoción de
las Cataratas con fondos públicos pero las ganancias se las llevaba un
privado: Él mismo. En Puerto Iguazú aún no hay agua potable. Al dejar la
gobernación, Closs siguió manejando el negocio de ambos lados del
mostrador. Asumió como Presidente de la Comisión de Turismo en la Cámara
de Diputados del Congreso de la Nación. Ya gobernaba Mauricio Macri. El
tarifazo fue la excusa perfecta para aumentar el valor del ingreso el
acceso a las Cataratas: la entrada general pasó de 260 pesos a 330. El
93% de lo recaudado se lo lleva la firma Iguazú Argentina SA.
Belleza natural. En manos del hombre fuerte del kirchnerismo en Misiones.
El “gobernador hotelero” como lo llamaba
La Política Online, cinco años atrás, monopolizaba los alojamientos de
Puerto Iguazú. Además del Amerian, en el 2012, adquirió en seis millones
de dólares el hotel Continental de Posadas. Su hermano, Omar, era el
artífice de la transacción con la tradicional familia Radzichowsky.
Frente a sus habitaciones, lo saludaba el gobernador desde LA Rosadita.
Otra de las contratistas ganadoras
durante sus años como gobernador fue Spotorno SA, propiedad de Nelson
Spotorno, padre de su mujer Roxana. Asociada con una compañía francesa,
la firma se quedó con la señalización inteligente de la capital
misionera. Construyó el Palacio de Justicia, el Hospital Madariaga en
Posadas que se licitó por 10 millones pero costó el doble, el Teatro
Lírico que inauguró Cristina en videoconferencia y viviendas sociales.
Ramón, su padre, constituyó la sociedad que explota las Cataratas desde
1998, La formó con sólo 120 mil pesos.
En el 2001, los diarios misioneros
relataron la negativa del gobierno local de integrar a Mercado Abierto
en la concesión de las Cataratas. El apellido Ducler era mala palabra.
Sin embargo, sus socios aparecerían en las acciones. Una década después,
la financiera de Iribarne y Scasserra sería allanada por la AFIP. Los
sabuesos de Echegaray se llevarían una sugestiva carpeta ilustrada por
las Cataratas.
Por Luis Gasulla
@luisgasulla