martes, 17 de octubre de 2017

Siervos y lacayos del NOM: los españoles no estamos defendiendo la Constitución ni la democracia, sino nuestra Patria

14/10/2017

Siervos y lacayos del NOM: los españoles no estamos defendiendo la Constitución ni la democracia, sino nuestra Patria

 
Laureano Benítez Grande-Caballero.- «España, país de pícaros», era una de las frases preferidas de mi padre para describir la realidad corrupta de nuestra Patria, que, a su entender, estaba profundamente ligada a los manejos y chanchullos de toda clase de hampones, truhanes, pillos y sinvergüenzas, conformadores en su conjunto de una ralea medio «lumpen» constituyente del «biotipo» español.
Esta España picaresca es el reverso de otra España mucho más gloriosa, la integrada por los numerosos héroes que ha dado nuestra tierra, protagonistas de portentosas hazañas, forjadores de una leyenda dorada que ha compensado sobradamente la leyenda negra por donde pululan lazarillos y buscones, trasmutados hoy en cantamañanas, meapilas, pijoprogres, niñatos cheguevarianos, separatas, indepes, perroflautas y okupas, fauna izquierdosa que además aparece frecuentemente marcada por el macarrismo de «tattoos», «piercings», y todo un fabuloso elenco de zarrapastroserías.


Sin embargo, no es de estos pícaros de los que quiero hablar hoy, sino de otro tipo de picaresca, basada también en el engaño y la corruptela, pero que, al ser practicada alevosamente por las oligarquías dirigentes, entra de lleno en el terreno de la mafiosería y la felonía.
Porque, aparte de la infinita podredumbre de los ladrones de guante blanco que arramblan con todo lo que pillan desde sus cargos y poltronas, la mafiosería a la que me estoy refiriendo va mucho más allá, ya que su delincuencia alcanza plenamente los execrables terrenos de la traición a la Patria, del alevoso engaño al pueblo español, al que manipulan robándole sus ilusiones y sus esencias bajo la plena luz de los focos mediáticos, en titulares donde exhiben sin vergüenza el abyecto programa del mundialismo que quiere desguazar nuestro país.
 
 Igual que sucedió cuando desecaron alevosamente el «espíritu de Ermua», estos traidores quieren manipular el gigantesco movimiento patriótico que estamos viviendo estos días en España, desvirtuando su verdadera naturaleza, intentando llevarlo al siniestro huerto del globalismo, neutralizando su carga revolucionaria. Y así, lo que es un verdadero alzamiento del pueblo español en defensa de la Patria, para proclamar el orgullo de ser españoles, y para preservar la unidad nacional, esta caterva de paniaguados del Bilderberg lo han convertido ―como se puede ver en los titulares de los principales periódicos a la hora de describir la fiesta del 12-O ―en un «clamor por la Constitución» (sic), en un movimiento en el que «la España constitucional se une contra el golpe» (sic), en una «fiesta de España y de la Constitución» (sic).
Como vemos, la palabra «Constitución» se lleva todo el protagonismo de la Fiesta de la Hispanidad. Esta unanimidad mediática resulta sumamente sospechosa, y prueba una vez más que los medios de comunicación están todos apesebrados por personajes y colectivos que les dictan impunemente lo que deben decir, cómo deben manipular y engañar a las masas, apropiándose descaradamente de sus molestas reivindicaciones a través de una siniestra ingeniería social para descafeinar sus protestas en principios mucho más lights que no molesten a las plutocracias que nos dirigen. Todos son lacayos, correveidiles, siervos del NOM, y su hedor mundialista llega a Marte, y más allá.
 
Las muchedumbres que durante estos días se han echado a las calles de España portaban las banderas nacionales, no ejemplares de la Constitución, y uno de sus gritos más repetidos fue «¡Puigddemont, a prisión!», que motivó el broncazo de Borrell, mundialista de tomo y lomo, que vino a decir que la bandera europea era la verdadera estelada, y que las fronteras son las cicatrices de Europa. No es de extrañar esta patética manipulación de la voluntad de las masas, ya que ha sido presidente del Parlamento Europeo, pero resulta bochornoso y alevoso que aproveche una millonaria manifestación de españoles para hacer propaganda de un europeísmo sin fronteras que es una de las joyas de la corona del mundialismo sionista.
No: España no se echó a la calle para defender la Constitución, sino para defender nuestra Patria, exhibiendo multitudinariamente el orgullo de ser español. Nadie daba vivas a la Constitución, nadie gritó a favor de la democracia. La Hispanidad no consiste en ser constitucional, ni siquiera en ser demócrata, porque nuestra Patria existe desde hace muchos siglos, y en el cómputo total son mayoría aquellos en los que no había ni Constitución, ni Estado de Derecho, ni democracia que valga, ya que gran parte de nuestra esencia nacional se ha resumido en la famosa trilogía: Dios, Patria y Rey.
Hemos tenido ocho constituciones, muchas de las cuales han pasado sin pena ni gloria, marchitándose con presteza, pues eran obra de un puñado de iluminados liberales marcados por la masonería, muy alejados de los sentimientos nacionales.
 Pitada al himno español por separatistas catalanes.
Pitada al himno español por separatistas catalanes.


Hablan de la «España constitucional», con lo cual quieren decir que los que no queremos la Constitución no somos españoles, cuando es justamente lo contrario. Al águila implementada en nuestra bandera por los Reyes Católicos ―nuestra bandera más propiamente histórica― le llaman «pajarraco», hasta el punto de que esta enseña está prácticamente perseguida, cuando bajo su amparo hemos vivido los años de más paz y prosperidad de nuestra historia, aunque la propaganda manipuladora atribuye este mérito a la España democrática engendrada en los antros de la Transición. Sin embargo, la enseña republicana ―símbolo de las repúblicas luciferinas que sumieron a España en el caos más absoluto― puede ondear impunemente, empuñada por los grotescos puños en alto.
¿Defender la Constitución? Dicen que es la causa de nuestra felicidad y nuestra identidad como país, pero ahora están forjando unos macabros contubernios para reformarla. El día 11, el felón Rajoy dedicó más tiempo en el Congreso a hablar de la reforma de la Constitución que a defender la unidad de España. Para remachar el clavo, la Soraya va y dice que en el Congreso «se puede hablar absolutamente todo, nada es inmutable». ¿Nada? ¿Quiere esto decir que incluso el principio de la unidad y soberanía nacional tampoco es inmutable?
Tardá y Rufián.
Tardá y Rufián.
O sea, que el pueblo español está saliendo a la calle después de una profunda letargia, para luchar por un conjunto de artículos que van a cambiar de manera inminente; para proclamar su devoción a una Ley Fundamental que nos ha llevado este marasmo en el que nos encontramos, derivado directamente de un nefasto articulado donde se habla de que en nuestra Patria hay «nacionalidades»; una Constitución que ha engendrado la monstruosa España de Taifas, engendradora a su vez de un maléfico biotopo donde pululan a su antojo Turriones y Monteros, Garzones y Rufianes, Tardás y Puigdemones… una España constitucional donde se ultraja la bandera, se silba el himno, se defeca en la hispanidad; donde se odia al Ejército, la Policía y la Guardia Civil, y donde ondear la bandera es fascismo. Y todo en medio de una total impunidad, porque todo es libertad de expresión.

Dos miembros de la CUP quemando imágenes del Rey y banderas de España.
Dos miembros de la CUP quemando imágenes del Rey y banderas de España.

¿Qué pueblo en sus cabales va a defender una Constitución que ha llevado a sus mafias dirigentes a amparar y subvencionar los separatismos disgregadores, mafias que además están apestando a una corrupción cósmica?
Estos políticos y medios de comunicación apesebrados por Soros y cía nos quieren tomar el pelo, nos quieren anestesiar, quieren apropiarse de nuestro renacido patriotismo para desviarlo hacia sus espúreos intereses, haciendo malabarismos y circunloquios para evitar nombrar la palabra «España», porque es facha, y en su lugar se habla de «este país», «Estado español»… Nos quieren robar hasta el nombre, usando bastardos seudónimos.
España, no dejes que los pícaros, ladrones, traidores, y felones te manipulen y te engañen una vez más, porque esta mafia, después de entregar gran parte de nuestra soberanía al globalismo devorador de la CE, ahora quiere regalar la poca que nos queda a los 17 reinos de Taifas que se avecinan en el horizonte, creados en los laboratorios del mundialismo, en los alambiques de un Congreso que conspira para volar el régimen de 78. Pero esta voladura no será para volver a la España una, grande y libre, sino para imponernos un España confederal donde los despojos de lo que un día fue España vagarán por un cósmico agujero negro como pecios sin destino, como chatarra interestelar, como ruinas pasto de la hiedra y el musgo, mientras las hienas manchadas y los chacales separatas y bolivianos son acariciados en su lomo por las ensortijadas manos de los plutócratas luciferinos.
 El Palacio de la Generalidad rodeado de banderas de España.
El Palacio de la Generalidad rodeado de banderas de España.
 España, país invertebrado, pueblo heroico permanentemente traicionado por los pícaros del poder, por corruptas oligarquías, por innumerables Bellidos Dolfos.
Como se dice en el Poema del mío Cid: ¡qué buen vasallo, si oviesse buen señor!