miércoles, 20 de diciembre de 2017
PUEDEN LLAMARME CONSPIRANOICO
...
A mediados de octubre de este
año, una "misión" del FMI visitó nuestro país, algo que por
experiencia, sabemos que no sucede para nuestro bien, sino para ponerse a
temblar: ajustes, "achique del Estado", control del déficit, aumento de
tarifas, "flexibilización laboral" (precariedad de empleados, contratos
basura, etc), endeudamiento, "libertad de comercio", y medidas por el
estilo. La receta de siempre, bah.
Unos días después de la visita de los chacales del FMI se realizaron elecciones legislativas en el país, donde previamente se había instalado el miedo al fantasma "populista" (¿qué gobierno democrático no utiliza la máscara populista?) y el retorno al cáos. Ganó las elecciones, naturalmente, la fauna de Cambiemos.
Dos meses después de ganar las elecciones, con el triunfo en las manos, el infame desgobierno de Cambiemos se puso a trabajar según las directivas del FMI, empezando por acorralar a los jubilados.
Unos días después de la visita de los chacales del FMI se realizaron elecciones legislativas en el país, donde previamente se había instalado el miedo al fantasma "populista" (¿qué gobierno democrático no utiliza la máscara populista?) y el retorno al cáos. Ganó las elecciones, naturalmente, la fauna de Cambiemos.
Dos meses después de ganar las elecciones, con el triunfo en las manos, el infame desgobierno de Cambiemos se puso a trabajar según las directivas del FMI, empezando por acorralar a los jubilados.
Para llevar a cabo el plan dictado y ante la lógica resistencia que
podía generarse en la población, lo apropiado era tener a mano una
oposición feróz y violenta, aparentemente descontrolada, que justificara
una represión en la misma o mayor proporción. Ya sabemos por la
Historia, que siempre conviene tener a mano al lumpen para justificar
cualquier medida y que no se debata lo importante sino lo urgente. Y así
fue.
En la manifestación del lunes pasado, se vieron imágenes curiosas cuanto menos: pacíficos jubilados atacados por la policía, personajes que aparecen atacando a la policía y luego atendiendo a policías heridos, manifestantes encolumnados... detrás de policías, una turba "descontrolada" que a punto de tomar el Congreso opta por la retirada, ataques con piedras que a pesar de la corta distancia no llegaban a destino, y la orden de una jueza para que la policía no llevara armas letales. Una puesta en escena digna del mejor cine estadounidense y que se vio por televisión.
A continuación, ya de madrugada, entre gallos y medianoche, el proyecto de ley fue aprobado y los jubilados, jodidos. No serán los únicos ni los últimos.
La sociedad, como siempre, se dividió entre los que condenan al gobierno y quienes desprecian a los que protestan contra las medidas del gobierno, sin ver que tanto unos como otros, fueron funcionales a las directivas del FMI. Unos critican a los "peronistas" y otros a los "pro", cuando ambos son brazos de la misma pinza liberal-partidocrática. Entre tanto, el ARA San Juan y sus misterios, pasó a segundo plano, seguimos endeudándonos a velocidad supersónica, se rematan inmensos terrenos que pertenecían a las FFAA, mandan a su casa al Jefe de Estado Mayor de la Armada (mientras el Ministro de Defensa, un abogado que no sabe nada de Defensa y la inútil de Graciela Susana Villata, como secretaria de Servicios Logísticos para la Defensa y Coordinación Militar en Emergencias, siguen en sus cargos), la RAM campa a sus anchas en la Patagonia, fuerzas militares extranjeras permanecen en el país, el presidente "no comprende los problemas de soberanía", y tantas cosas más.
Ahora vendrán más ajustes, más pobreza, más inmoralidad, más "relaciones carnales" con USA, Gran Bretaña e Israel, y más pescado podrido.
Menos mal que estamos a seis meses de un mundial de fútbol..
En la manifestación del lunes pasado, se vieron imágenes curiosas cuanto menos: pacíficos jubilados atacados por la policía, personajes que aparecen atacando a la policía y luego atendiendo a policías heridos, manifestantes encolumnados... detrás de policías, una turba "descontrolada" que a punto de tomar el Congreso opta por la retirada, ataques con piedras que a pesar de la corta distancia no llegaban a destino, y la orden de una jueza para que la policía no llevara armas letales. Una puesta en escena digna del mejor cine estadounidense y que se vio por televisión.
A continuación, ya de madrugada, entre gallos y medianoche, el proyecto de ley fue aprobado y los jubilados, jodidos. No serán los únicos ni los últimos.
La sociedad, como siempre, se dividió entre los que condenan al gobierno y quienes desprecian a los que protestan contra las medidas del gobierno, sin ver que tanto unos como otros, fueron funcionales a las directivas del FMI. Unos critican a los "peronistas" y otros a los "pro", cuando ambos son brazos de la misma pinza liberal-partidocrática. Entre tanto, el ARA San Juan y sus misterios, pasó a segundo plano, seguimos endeudándonos a velocidad supersónica, se rematan inmensos terrenos que pertenecían a las FFAA, mandan a su casa al Jefe de Estado Mayor de la Armada (mientras el Ministro de Defensa, un abogado que no sabe nada de Defensa y la inútil de Graciela Susana Villata, como secretaria de Servicios Logísticos para la Defensa y Coordinación Militar en Emergencias, siguen en sus cargos), la RAM campa a sus anchas en la Patagonia, fuerzas militares extranjeras permanecen en el país, el presidente "no comprende los problemas de soberanía", y tantas cosas más.
Ahora vendrán más ajustes, más pobreza, más inmoralidad, más "relaciones carnales" con USA, Gran Bretaña e Israel, y más pescado podrido.
Menos mal que estamos a seis meses de un mundial de fútbol..