A contramano del recorte a los jubilados, Macri le sube un 70% el sueldo al titular de Vialidad Nacional
Hace
pocas semanas había quedado en el ojo de la tormenta por un millonario e
insólito error de cálculo que salió a la luz al inaugurar un puente
ferroviario en Luján que era demasiado angosto e impedía el normal paso
de los trenes de pasajeros y cargas.
Y ahora ha vuelto a estar en
la mira de todos por una sorpresiva y atípica medida de la Casa Rosada
que implicará una sensible mejora en sus ingresos económicos como
funcionario público.
Se trata del administrador general de
Vialidad Nacional, Javier Iguacel, quien se vio beneficiado con un
aumento de sueldo específico que lo ha puesto en la misma escala de
remuneraciones de los secretarios de Estado.
A contramano de la
nueva ley que recorta los futuros incrementos de las jubilaciones y
pensiones y del ajuste de personal y presupuestario que ha comenzado a
aplicar en la administración pública, el gobierno decidió premiar a
Iguacel con una suba salarial del orden del 60%.
Por medio del
decreto 1015, el presidente Mauricio Macri determinó la “equiparación
salarial del administrador y subadministrador de la Dirección Nacional
de Vialidad a los cargos de Secretario y Subsecretario de Estado
respectivamente”.
Para justificar la medida (por la cual el sueldo
básico -sin adicionales, ni extras- de Iguacel se elevará alrededor de
un 70% al pasar de algo menos de 100.000 a casi 170.000 pesos
mensuales), la administración macrista recurrió a los siguientes
argumentos:
–“Vialidad
es un ente autárquico de Derecho Público que tiene a su cargo el
estudio, construcción, conservación, mejoramiento y modificaciones del
sistema troncal de caminos nacionales y de sus obras complementarias”.
–“El
rol otorgado a Vialidad dentro de la nueva estructura organizacional
del ministerio de Transporte pondera la nueva responsabilidad y grado de
preeminencia de las tareas encomendadas”.
–Por consiguiente debe
equipararse salarialmente a las autoridades superiores de Vialidad a los
valores asignados a los niveles de Secretario y Subsecretario”.
Más
allá de los fundamentos y el momento elegido para instrumentar la
mejora de sueldo a un hombre clave de la estructura del ministro de
Transporte, Guillermo Dietrich; el decreto 1015 presenta dos datos
llamativos.
El primero de ellos es que, entre otros antecedentes
normativos, toma como sustento y referencia un decreto del gobierno de
Carlos Menem del año 1992 por el cual el entonces superministro de
Economía, Domingo Cavallo había recibido facultados para fijar las
remuneraciones y suplementos salariales de las autoridades superiores de
los organismos estatales.
Y el segundo dato relevante es que la
medida a favor de Iguacel contó con el visto bueno de la Secretaría de
Empleo Público del ministerio de Modernización que conduce Andrés
Ibarra, el mismo que impulsa una fuerte reducción en la estructura y los
sueldos de los agentes de la administración pública y de los organismos
estatales.