Decíamos
en otro articulo: “Hace ya varias décadas que el estado argentino sólo
produce políticos cada día más ricos en desmedro de la población cada
día más empobrecida. Produce más violencia, más inseguridad y más
indefensión en un mundo globalizado y en guerra.
El Estado es incapaz de enfrentar las nuevas amenazas transnacionales y las transversales.
Los
recientes sucesos lo demuestran. El misterio del ARA San Juan puso en
evidencia que la clase política pulverizó la Defensa Nacional, es decir,
ha desguarnecido a la sociedad argentina ante cualquier amenaza, ya sea
externa como interna.
A través de lo que se conoce como guerra de
cuarta generación, es decir, el uso sistemático de las operaciones
psicológicas, han inculcado a la población el odio o la indiferencia
hacia sus fuerzas armadas, único ejemplo en el mundo donde un sociedad
se suicida, anulando todos los valores relacionados con la Patria y los
valores históricos y permanentes por los que el soldado jura defender
hasta perder la vida.
El otro ejemplo a analizar es la estrategia
empleada por la actual gestión que apunta a que la variable de ajuste,
para pagar la inmensa deuda que están generando, sea la clase pasiva,
teniendo infinidad de alternativas, entre ellas, el negocio financiero,
la improductiva clase política, etc. Además de ser una tremenda
injusticia, demuestra la insensiblidad de este gobierno sobre el sector
más vulnerable de nuestra sociedad.
La alianza Mauricio-Cristina
pone en riesgo la gobernabilidad de la República, ya que prioriza sus
mezquinos objetivos por sobre la sociedad, que reclama un cambio
profundo, empezando por una auténtica lucha contra la corrupción y las
causa de la inseguridad creciente.
Las dos alternativas que se manejan para nuestra sociedad sólo traerán más crisis y riesgos institucionales.
Ellas
son la continuidad de esta gestión, atada a los intereses mundiales más
que a los propios, y la otra es la acción insurreccional en ejecución
por el kirchnerismo y sus aliados para retornar a un populismo que ya ha
hecho estragos en nuestra Patria.
Teniente Coronel R Enrique Venturino