San Martín y Bolívar: su política religiosa. ¿Bolívar masón? (5)
Por Enrique Díaz Araujo
La objeción acá, si es que existe, es mínima. Porque si con San
Martín los escritores masones tuvieron una laboriosa bien que
inconducente actividad, con Bolívar el asunto se reduce a dos puntos
cronológicos: 1°) Bolívar sí fue masón; 2°) Bolívar dejó de ser masón y
condenó a la Masonería.
Primero, se supone que el 27 de diciembre de 1805, Bolívar fue
iniciado en una rama francesa de la logia escocesa St. Andrew, y que fue
Maestro en esa orden en el año en que vivió en París- [1]-.
Esa es una precisión acerca de un dato genéricamente conocido de
antiguo. Según afirma el testigo francés Peru de Lacroix, en sus
“Diarios de Bucaramanga”, Bolívar en su juventud se había aproximado a
las logias; pero, añade, ese conocimiento “le había bastado para juzgar lo ridículo de aquella asociación”. Aclarando que en las logias había encontrado “bastantes fanáticos, muchos embusteros y tontos burlados”. Concluyendo que los políticos “y los intrigantes suelen sacar partido de aquella Sociedad secreta”-
Esos juicios despectivos fueron nada en relación con sus actos políticos posteriores.
Dado que suponía que la tentativa de asesinato del 25 de setiembre de
1828, había sido orquestada por los masones que seguían a Santander,
con fecha 8 de noviembre de 1828, dio en Bogotá el siguiente Decreto:
DECRETO
Artículo 1°. Se prohíben en Colombia todas las sociedades, o confraternidades secretas, sea cual fuere la denominación de cada una.
Artículo 2°. Los Gobernadores de las provincias, por sí o por medio de los Jefes de Policía de los Cantones, disolverán e impedirán las reuniones de las sociedades secretas, averiguando cuidadosamente si existen algunas en sus respectivas provincias.
Artículo 3°. Cualquiera que diere o arrendare su casa o local para una sociedad secreta incurrirá en la multa de 200 pesos y cada uno de los que concurran, en la de 100 pesos por la primera y segunda vez; por la tercera y demás será doble la multa; los que no pudieren satisfacer la multa sufrirán por la primera y segunda vez dos meses de prisión, y por la tercera y demás será el doble de pena.
Artículo 4°. Los Gobernadores y Jefes de Policía aplicarán la pena a los contraventores haciéndolo breve y sumariamente, sin que ninguno pueda alegar fuero en contrario…
Simón Bolívar” [2].
Caso único, que sepamos, en América por los años de la Independencia,
de condena explícita a la Masonería. La pertenencia a la Logias fue un
delito. “Bajo su mando- acota Marius André-, la francmasonería no
desempeñó ningún papel en Colombia, ni en Venezuela”- [3]-.
En cuanto al pensamiento privado de Bolívar al respecto, lo había
expuesto en una carta del 21 de octubre de 1825, en la que exclamaba:
Señalemos que la Masonería se vengó duramente de la condena recibida.
El 4 de junio de 1830, en la localidad de Berruecos, en Ecuador,
instigó el asesinato que se cometió en la persona del Mariscal Antonio
José de Sucre, el delfín preconizado por Bolívar.
Pues, hasta aquí llegamos con la supuesta impugnación a la religiosidad de Simón Bolívar.
[1].- Blanco-Fombona, Mirian, de Hood, La masonería y nuestra independencia, p. 66; cfr. Terragno, Rodolfo, Maitland y San Martín, cit., p. 174.
[2].- Nectario M., H., op. cit., pp. 30-31.
[3].- André, Marius, Bolívar, cit., p. 269.
[4].- Nectario M., H., op.cit., p. 30. La carta está dirigida a Santander, quien luego encabezará la oposición liberal-masónica.