“¿Qué son esos suspiros, gritos y
llantos que retumban el en aire sin estrellas?, vienen del Anteinfierno,
donde son castigadas las tristes almas que vivieron sin infamia y sin
honor. Son los
ignavos, almas que en vida no hicieron ni el bien ni el mal, por su elección de cobardía".
AHORA VIENEN POR USTEDES
Dante Alighieri. La Divina Comedia
Me gustaría saber cuántos de los que hoy se llenan la boca lamentándose
que la república va en camino a ser venezuela (así con minúscula y
pedestre) estuvieron en mayo de 2017 en la Plaza de Mayo protestando
contra el 2 x 1 que la CSJN había otorgado a militares
procesados por presuntos excesos en la guerra contra la subversión.
Me gustaría saber cuántos de aquellos que hoy con más de 22 años se
encuentran ante la disyuntiva de irse de una Argentina que no les ofrece
nada protestaron en esa plaza contra aquellos que alguna vez cumpliendo
con su juramento, salieron a matar o a morir
por la Patria.
Me gustaría saber cuántos empleados de La Nación que se fotografiaron con carteles que decían: “yo repudio el editorial”
en protesta contra un editorial de dicho diario titulado “No más
venganza” y que denunciaba la prevaricación, el fraude y la venganza
con que se mueven los juicios de lesa humanidad, están hoy seguros de su
futuro y del futuro del diario que les da trabajo.
Me gustaría saber cuántos de aquellos que hoy se enrolan en cacerolazos y
hacen su tour por el obelisco y otras plazas del país, prefirieron
callarse la boca, a partir del día que un energúmeno en 1983 decidió,
contra lo que indicaba la Constitución Nacional,
juzgar a las juntas militares.
Me gustaría saber cuántos de los que votaron a Cambiemos, conscientes de que el: “se va a terminar el curro de los derechos humanos”
era una infame mentira, salió a protestar contra los falsarios que
tiraban flores al río, contra los que validaban a Avruj y a Garavano en
la aceleración de nuevos juicios de “lesa humanidad”, y se callaron la
boca cuando una necia engreída decidió hacer
ley la mentira de los 30.000 desaparecidos.
Ustedes, los que llenaron la plaza de mayo el 25 de mayo de 1976 vivando
a Videla; ustedes, los que pedían horcas y fusilamientos en las plazas
de la república y luego, para hacerse perdonar esos pedidos, fueron
funcionales a aquellos que tenían como objetivo
destruir a las Fuerzas Armadas y de Seguridad, son, como los denominó el
Dante: ignavos, y ahora vienen por ustedes, por su libertad, por la
conciencia de sus hijos, por sus propiedades, por su futuro y están
solos porque los que podían servir de ejemplo a
las nuevas promociones de soldados argentinos esperan, cautivos, la
muerte, muerte a la que la venganza terrorista y la indiferencia cobarde
de ustedes los condenaron.
jose luis milia <josemilia_686@hotmail.com> |
Non nobis, Domine, non nobis. Sed Nomini tuo da gloriam.