Massa toma distancia de Lavagna, que coincide con el cristinismo en defaultear
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Ayer el ex ministro de economía Roberto Lavagna escribió una columna de opinión en Clarín en la que señala que comparte con el gobierno la idea que no pagarles a los fondos buitres. Y señaló que es mejor un tsunami,
lo que marca una gran diferencia con Sergio Massa, el líder del frente
renovador, quien en declaraciones radiales dijo que hay que evitar de
cualquier forma el default, pagando un depósito para evitar el embargo.
Desde hace un tiempo que en el seno del Frente Renovador hay una disputa
interna entre Carlos Reutemann, posible candidato a vicepresidente,
quien pide que el massismo plantee la eliminación total de todas las
retenciones, incluida la de la soja, y Lavagna, que sostiene la posición
contraria. Esta última aparición del ex ministro lo distancia aún más y
Massa, por su parte, avaló la postura de Martín Redrado, quien planteó
que hay que hacer un depósito como garantía y arreglar después del 1 de
enero una solución definitiva con los holdouts.
Crisis interna de los renovadores
Massa se estaría dando cuenta de que Lavagna sufriría un ataque de
egolatría y se creería más importante que él. El ex ministro es el
“padre de la criatura”, o sea, de este modelo, y sigue apegado a la idea
de dar de baja a los holdouts. En cambio, su ex secretario de
finanzas, Guillermo Nielsen, discrepa totalmente con su jefe y dice que
su columna es esencialmente política y carente de técnica. Quizás esta
diferencia con Lavagna le permita anunciar a Massa que piensa eliminar
las retenciones a la soja, como ocurre en Brasil, Paraguay y Uruguay,
para conformar entre otros al Lole Reutemann, que todavía no dio el sí a
la candidatura a vicepresidente. Otro dirigente estaría de acuerdo con
eliminar las retenciones a la soja: sería José Manuel de la Sota, que
pretende que Reutemann sea sólo candidato a senador nacional en el 2015,
debido a los problemas que le aquejan en su espalda desde hace tiempo.
Por su parte, en el cristinismo la duda está en arreglar en enero o no
arreglar nunca con los fondos buitre, como obliga la sentencia del juez
Thomas Griesa. Algunos sectores del cristinismo creen que se puede
renegociar de nuevo toda la deuda, con una cláusula de acción colectiva
que, con una mayoría del 66%, deje afuera definitivamente a los fondos
buitres que el 1 de enero cobrarían los credit swap default, cuyo monto se desconoce si cubre el total de la sentencia del Griesa. Ayer señalamos
que hay sospechas firmes de que altos personajes del cristinismo
compraron seguros contra default aprovechando la información
privilegiada de la cual dispondrían desde hace tiempo. No es menos
cierto que Cristina nunca les pagaría a los buitres, porque considera
excesiva el monto que determinó el juez neoyorquino. Los expertos en
renegociación de la deuda sostienen que no puede haber una nueva
reestructación de la deuda impaga y que, en caso de intentarse, se
acelerarían los bonos largos y sus tenedores podrían pedir los pagos del
capital. Algo muy distinto a lo que sucede hasta ahora, ya que están
cobrando sólo los intereses. Ayer, ante el special master el Daniel Pollack, los representantes argentinos en ningún momento quisieron tener una reunión con los abogados de los holdouts
por temor -según dicen- a que un acuerdo dispare la cláusula RUFO. Así
las cosas, ya no cabría esperar otra cosa que el miércoles próximo el
mercado diga que hay default y el gobierno dirá, por su parte, que no
porque quiso pagar y no lo dejo Griesa.