miércoles, 23 de julio de 2014

Otro kuento chino

Otro kuento chino

julio 21, 2014
Por
Enrique Piragini 
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Ahora resulta que nuestra botóxica bipolar regente quiere engatusarnos con otro cuento chino, pues cree que todos ya olvidaron el cuentito que nos hiciera el ausente con presunción de fallecimiento, NCK, cuando sostuvo que China aportaría u$s 20.000 millones.
Esta vez el negocio es compartido por nuestra CdT (Chirusa de Tolosa) y el presidente chino, a cuyas empresas se le adjudicarán en forma directa los megaemprendimientos de las rebautizadas represas Cóndor Cliff-Barrancosa, hoy Kirchner-Cepernik, nombre capicúa que encierra una especie de Yacyretá sureño.
Sin miramientos ni disimulos, la okupa del Poder Ejecutivo Nacional, adjudicará en forma directa la supuesta construcción que se llevará cientos de millones de dólares.
Al mismo tiempo, y pretendiendo otra de sus engañifas, se dice que China aportará decenas de millones de dólares imprescindibles para tapar los agujeros negros del presupuesto clientelar, lo cual constituye otra mendacidad, ya que el gobierno asiático ingresará yuanes, no dólares norteamericanos, que es lo mismo que decir que intercambiarán figuritas entre ambos mandatarios, ya que los chinos aprendieron la lección argentina KK y salieron a imprimir yuanes a destajo para insertarlos en nuestra alicaída economía domestica.
Si en Argentina el vicepresidente y sus compinches no tuvieron inconvenientes en inundar la plaza con billetes mellizos, trillizos y cuatrillizos, al no existir ninguna clase de control, en la República Popular China, donde el Partido Comunista maneja la vida y el patrimonio de sus habitantes sin cortapisa alguna, les resulta mucho más fácil darle a la maquinita de hacer papelitos de colores que servirán para adquirir, a precio de liquidación, importantes ensambles en nuestro país.
El premier chino conoce las conductas delictuales de nuestro gobierno, por lo que tiene el visto bueno de su buró para generar estos negocitos que perjudicarán a nuestro país tanto beneficiarán al suyo.
La única diferencia con China y nuestra querida ex República Argentina, es que allí de vez en cuando algún funcionario se suicida al ser descubierto en alguna muestra de corrupción, o cuando menos llora y renuncia, como aconteciera hace poco con un diputado de ese inmenso país.
Presidente de A.R.I.E.L.ong