jueves, 30 de abril de 2015

Denuncian nuevos casos de cáncer por culpa de agrotóxicos en Entre Ríos


Denuncian nuevos casos de cáncer por culpa de agrotóxicos en Entre Ríos

  • Publicado por: EDITOR
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Cuando se recorren las calles de la localidad entrerriana de San Salvador, la misma donde la semana pasada se llevó a cabo un relevamiento epidemiológico-ambiental atendiendo al reclamo de la población, aparece siempre, a poco de hablar, la preocupación por la llamativa cantidad de nuevos casos de cáncer en la localidad y las muertes asociadas con ellos, un tema que tiene angustiados a los vecinos y que muchos atribuyen al uso descontrolado de agrotóxicos.
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Al productor avícola Sergio Eckert, por ejemplo, le tuvieron que reconstruir el labio inferior por un cáncer de piel que se empezó a manifestar hace tres años, con un granito que le picaba.
Desde la casa del campo donde vive con su padre, su esposa y sus cuatro hijos menores, se pueden ver los galpones abandonados de lo que fue un hangar de aviones fumigadores.
“Toda la vida fumigaron ahí, distintas firmas, pero hará dos años y alguito que se fueron. Yo dos por tres me peleaba porque pasaban arriba nuestro, se me asustaban los pollos y se morían amontonados. Al lado había una hermosa quinta con frutales y se secó todo, y nuestros árboles por temporadas se ponían de dos colores”, contó Eckert, de 54 años.
Para Eckert, la enfermedad que tuvo “está relacionada con toda esa porquería de los aviones”.
Además, cuentan que una prima de 18 años falleció de cáncer de ovarios en la localidad de Chajarí, donde los padres cultivan unas 4.000 hectáreas de arroz.
A Alejandra Arbizu, los médicos tuvieron que practicarle una mastectomía de su seno izquierdo para curarle de un agresivo cáncer, que se desarrolló en tiempo récord.
“Yo todos los años me controlaba, el 2012 fue el único año que no me hice los estudios porque mi mamá se enfermó, y cuando volví en 2013, me encontré con un carcinoma ductal que ni los médicos se explicaban por qué avanzó tan rápido”, contó a Télam la mujer de 49 años.
Además, su hijo de 18 años padece fuertes reacciones alérgicas desde los tres años, que hacen que se brote completamente “y lo que más se le hincha es la cabeza”.
“Tiene invertido el cuadro inmunológico porque a los tres años el nivel de alergia le daba 1200. Hoy está en 2014: para mí es la polución del ambiente”, dijo.
Paola Dávila no sufrió en carne propia problemas de salud, pero su madre murió de cáncer de pulmón y su hijito Thiago, de tres años de edad, tuvo apneas al nacer y, como secuela, padece una “hemiparesia” que impide que los músculos de su brazo y pierna derechas se desarrollen normalmente.
“Si él no hace estimulación, los tendones se le van a arrollar y no va a poder utilizar más ni el brazo derecho ni el izquierdo”, contó a Télam.
Roberto Dekimpe es oficial molinero, trabaja desde hace 24 años en el molino más grande de la localidad y, como muchos de sus compañeros, padece problemas respiratorios que, en su caso, comenzaron después de tener un accidente con un fuerte pesticida utilizado para curar de gorgojos el arroz, denominado “Phostoxin”.
“Pero el Phostoxin ya viene impregnado en el grano con cáscara y al moverlo, sale una polvareda impresionante que nos hace re mal. Además, el arroz ya llega con 4 agroquímicos diferentes y después todo el pueblo aspira ese polvillo que parece una neblina”, contó.