ENTREVISTA
PUBLICADA EN EL PERIÓDICO “AZUL Y BLANCO”, EL 27 DE JUNIO DE 1956, A:
Rodolfo
Irazusta
¿PUEDE HABLARSE
OTRA VEZ DE QUE LA ARGENTINA FORME
PARTE VIRTUALMENTE DEL IMPERIO
BRITÁNICO?
LA IMAGEN FUE AGREGADA Y NO CORRESPONDE A LA PUBLICACION ORIGINAL
Las declaraciones reiteradas hechas por la Unión Republicana,
señalando, al principio, el escamoteo de un enorme crédito en libras que
tendría que existir a nuestro favor en el Banco de Londres, y luego, la escala
rui8nosa de los precios que paga Inglaterra por nuestras mejores carnes, declaraciones, a su vez, en
igual forma escamoteadas a la opinión pública por nuestra prensa liberada, nos
indujeron a solicitar precisiones más completas sobre ambas cuestiones a
Rodolfo Irazusta, uno de los pensadores políticos más lúcidos y penetrantes del
escenario americano y presidente de dicho partido.
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La orientación del pensamiento de los
hermanos Irazusta –pues Julio casi siempre aparece asociado en los escritos
políticos a Rodolfo- es claramente nacionalista, en el sentido de no propugnar
una dictadura adversa a toda idea u organización nacida fuera de nuestro territorio
o ajena a nuestra mentalidad, sino de impedir que en la realización del destino
histórico de la Argentina
se interpongan intereses de otra nación en detrimento de los nuestros legítimos. Misión que pueden cumplirla,
inclusive, según su pensamiento, los partidos tradicionales, sin cambio alguno
de la organización constitucional
vigente.
Hace más de veinte años que el nombre de
los hermanos Irazusta está unido a una demoledora campaña contra el “imperialismo
británico”, llevada con documentación irrebatible y brillante estilo. Sus
artículos fueron contribución decisiva
en la formación del clima que había de
provocar la Revolución
del 4 de Junio, pero no sólo no actuaron en ella, sino que, cuando sobrevino el
“fenómeno Perón”, lo combatieron encarnizadamente desde el primer momento. Si la Revolución Libertadora
ha venido a convertirse en el
pensamiento de algunos de sus autores y usufructuarios en una reacción, no
tanto contra Perón, como contra el espíritu nacionalista que presidió el
movimiento de junio, es evidente que resulta lícito plantearse el interrogatorio de nuevo acerca
de si vuelve a girar la
Argentina virtualmente en la órbita del Imperio Británico.
Nuestra impresión, leyendo los folletos
de la Unión Republicana,
es que el escamoteo de varios centenares de millones de libras esterlinas
constituye tal monstruosidad, que difícilmente pueda hacerse uno a
creerlo ¿Cómo todo un equipo de
funcionarios de ley y de técnicos puede
complicarse en la sustracción de suma semejante a la Nación para regalarla a
otro país? Pero como siempre en nuestras relaciones con las grandes potencias
imperiales ha habido una que otra monstruosidad, no podemos desechar sin
detenido examen su posibilidad, máxime no habiendo juzgado pertinente las
dependencias aludidas del gobierno publicar las informaciones estadísticas
anteriores a 1950, donde estaría la clave del hecho.
El lector podrá juzgar, pues, las cosas
por su cuenta al tenor que ha tenido a bien dar Rodolfo Irazusta a nuestras
preguntas.
a)
Hemos leído el folleto de la Unión Republicana titulado “Informe sobre nuestros comercio con
Inglaterra”. Según el mismo , la
Argentina disponía a fines de 1948 de un saldo favorable en
Londres de 86.800.000 de libras que,
aplicada la cláusula de ‘garantía de revaluación en términos de oro’ se elevaba
a unos 100.000.000 de libreas. En la página 7 se afirma que a dicho saldo hay
que agregar 200.000.000 de libras en concepto de ‘saldos del intercambio
comercial anglo argentino posteriores a la guerra’, con lo que nuestras
disponibilidades en Londres ascendían a 300.000.000 de libras esterlinas. ¿A
que fecha hay que considerar existente este saldo?
- Nuestro cálculo, -naturalmente
aproximado- por ello reclamamos una
inmediata investigación-, se refiere al cierre del ejercicio de 1955.
b)
En suma, hechas todas las deducciones, por concepto de importaciones del área
de la libra, rescate de empréstitos, etc
¿Qué saldo tenía a su favor la Argentina en Londres a fines de 1949, según ustedes? ¿Y qué saldo
señala el informe del Ministerio en marzo pasado?
- De acuerdo a los datos registrados por el gabinete
económico financiero de la Unión Republicana,
el saldo del fondo de guerra ascendía en 1939 a cien millones de libras, saldo que en
los balances del Banco Central no figura.
MOTIVOS DE UNA OMISIÓN.
c)
¿Cómo se podría explicar semejante omisión? ¿No publicó posteriormente el
Ministerio de Finanzas un informe acerca de los saldos del balance
depagosentre1946 y 1949 inclusive?
-Los balances del Banco Central durante
esos años son evidentemente incompletos
y deliberadamente confusos. El año 1948 no se publicó el balance de pagos. En
cambio se publicó un balance comercial
realmente extraordinario, en que figuran todas las importaciones del área de la
libra, pero solamente las exportaciones a Inglaterra.
d)
¿A qué se debe según sus suposiciones, esta omisión tan importante, pues los
cálculos de ustedes se fundaban justamente en las cuentas de dichos años?
-Es claro que tal omisión se debe al
propósito de escamotear los créditos de la República sobre Inglaterra.
e)
Nos parece monstruoso que pueda escamotearse una suma tan extraordinaria. ¿No
habrá un tratado secreto por el cual la Argentina renuncia a cobrar ese saldo, como contribución
a la “causa de la democracia”?
- Si existiera ese tratado, cosa que
ignora, lo mismo que el resto de los argentinos, no obligaría en manera alguna al actual gobierno. Toda estipulación
internacional que no haya sido aprobada por el Congreso, carece de fuerza legal
y sólo podría constituir un compromiso personal para los gobernantes que los
hubieran firmado. Lo mismo puede decirse
de las cláusulas reversales que, a veces, se han invocado para explicar alguno de los abusos de los
frigoríficos. Lo que el pueblo no ha otorgado por medio de sus representantes y
con la debida publicidad e inscripción oficial no tiene fuerza de ley. Ellos es
condición indispensable en todo régimen republicano.
¿LOS POLÍTICOS NO OPINAN?
f)
No podemos esperar de los jefes militares que se apliquen directamente al
estudio de estas cuestiones tan especializadas y engorrosas. Pero suponemos que
habrán comunicado ustedes personalmente sus indagaciones a los dirigentes de
los partidos que censuraron siempre la política peronista. ¿Qué opinan sobre
las mismas el Dr. Arturo Frondizi, el doctor Luciano E. Molinas, el doctor
Nicolás Repetto?
-Un folleto publicado por la Unión Republicana con el título
“Informa sobre nuestro comercio con
Inglaterra” ha sido ampliamente difundido en todos los medios políticos y
económicos. Previamente pedimos una audiencia al señor Presidente Provisional,
para informarle con toda amplitud de la cuestión, y transmitirle ciertos datos
que considerábamos confidenciales. La audiencia fue denegada.
g)
¿A qué atribuyen ustedes que políticos de mente tan vigilante y
críticos tan experimentados de nuestra economía no se hayan
pronunciado sobre la
misma?
-La pregunta no me concierne. Ocurrir a
quien corresponda.
EL CONSUMIDOR FAVORECIDO
h)
Respecto a la cuestión de las carnes, tratada también en el informe que comentamos de la Unión Republicana, dicen
ustedes en la página 10 que la tonelada FOB de ‘chilled’ se pagó en Smithfield
a 481 dólares antes de la devaluación
del peso, y a 412 después de ésta. La
misma para el congelado : 428 y 312, respectivamente. Quiere decir que se
favoreció al consumidos británico entre un 15 y un 30%, aproximadamente. ¿Qué
ventajas obtuvo, por su parte, en compensación nuestro país? Se supone que una
moneda no se devalúa por el mero gusto
de aproximarse a la realidad o
normalidad, sino porque produce
algún beneficio al Estado devaluador. ¿Cuáles han sido en nuestro caso tales beneficios? ¿O no hemos conseguido más
que abaratar nuestras exportaciones y
encarecer nuestras importaciones?
- La ventaja obtenida por el comprador
no tiene compensación alguna para nosotros. Actualmente los precios son muy
inferiores. El desplazamiento de los tipos de cambio no ha mejorado en
nada el comercio de carne, ni ninguna otra
actividad comercial, pues el Banco Central no exige el depósito de las letras
de embarque. De manera que el precio debe calcularse en pesos nacionales al
cambio de 18 el dólar, y desde hace unos meses inferior a 100 dólares la
tonelada. Los exportadores ganan la diferencia, y esa diferencia es en contra
del país, puesto que la mayor parte son extranjeros, como la mayoría de los
frigoríficos y los consorcios internacionales con agencias locales que operan
en el ramo de cereales.
i)
Dicen también ustedes que vendemos la conserva, que es la carne de más baja
calidad, a Estados Unidos un 32,2% más caro que lo que cobramos a Inglaterra
por el “chilled”, que es la carne de mejor calidad. Y más o menos lo mismo
respecto al congelado. Con lo que en 1955 habíamos perdido en tal concepto unos 100.000.000 de dólares, suma resultante
de la diferencia de precios entre lo que paga Inglaterra por nuestras mejores
carnes. Asimismo, de venderle a Inglaterra el ‘chilled’ y el congelado al
precio a que se venden dichos tipos en EEUU, hubiéramos obtenido en 1955 un
ingreso adicional de unos 200 millones de dólares. Nos permitimos hacer algunas
observaciones, que le rogamos contestar separadamente.
LIBERARNOS DEL FEUDO.
j)
El precio mayor de la conserva puede explicarse por diversos factores: un
proceso completo de elaboración, el envase de hojalata, la comodidad del
transporte y la facilidad de colocarla en cualquier mercado y en cualquier
tiempo. Lo mismo no ocurre con los tipos superiores.¿No cree Ud. que estamos
enfeudados por causa del bendito ‘chilled’ y que, si dispusiéramos de grandes
cantidades de hojalata, podríamos liberarnos del ‘chilled’ y el mito
consiguiente del ‘mercado único’, pues,
evidentemente, mientras produzcamos ‘chilled’ no tendremos más cliente grande
que Inglaterra?
-Sus últimas preguntas adquieren ya perfiles de polémica, pero sus
objeciones son justificadas en cierto modo por la poca difusión que tienen en
el país las modalidades del comercio de
carne. La elaboración de la ‘conserva’ y el costo del envasado se compensan
ampliamente con el menor costo del
flete. La conserva va en pila y ocupa muy poco lugar, como cualquier mercadería
de peso bruto; el ‘chilled’ requiere cámaras amplias y paga por tonelada 44
dólares de flete de Buenos Aires a Londres; si a esto se agregan los descuentos
por descarga en puerto, transporte al mercado de Smithfield, transporte de
distribución en provincias y el importe del ‘in-come fax’, cobrados hasta a los frigoríficos argentinos (lo cual es una
tremenda afrenta a la soberanía argentina), Ud. verá que la comparación es
imposible; la conserva que va a Estados Unidos y a otras partes del mundo se
despacha libre de flete y no paga esas gabelas.
EL MITO DEL MERCADO ÚNICO.
k) Inglaterra tiene derecho a pedir mejores precios porque compra en bloque y mediante órdenes
anticipadas enormes cantidades. ¿O cree Ud.
que todos los años podríamos vender grandes cantidades de carne a los
demás países, inclusive a mejor precio? En suma, Inglaterra no es estrictamente el ‘mercado
único’, pero sí parece ser el único mercado que se compromete a colocar todos
los años en bloque y por anticipado grandes
órdenes de compra.¿Está realmente Inglaterra atada a la carne argentina, y tendrá realmente que
someterse a pagar mejores precios y a
compartir las ofertas argentinas con otras naciones , como en un mercado libre,
si así le planteáramos las cosas?
-Inglaterra es el mercado único porque
así lo quiere el Estado argentino, que se niega sistemáticamente a vender a
otros. En cuanto, a pedir mejores precios por la cantidad que adquiere el
comprador inglés, debo decirle que mientras los ingleses pagan menos de 100 dólares la tonelada de ‘chilled’
, los alemanes pagan 380 por el
congelado, sin descuento alguno en el puerto de Buenos Aires, y
compraría mucho más si se les permitiera.
Italia aspira a comprar ‘chilled’ , y ha llevado los primeros
cargamentos, siempre a un precio superior al que pagan los ingleses; lo mismo
puede decirse de Rumania, de Hungría, de Suiza, aparte de Bélgica y Holanda,
que adquieren nuestras carnes en el mercado de Londres a 900 dólares la
tonelada. El ministro de Agricultura declaró en su último discurso que perdemos
un peso por kilo en nuestras exportaciones a Gran Bretaña. De acuerdo a los
datos que poseo, afirmo que la pérdida es mucho mayor, de manera que si el país
no exportara nada a Gran Bretaña ganaría ingentes sumas.
l)
Los frigoríficos extranjeros en la Argentina y la flota
inglesa transportadora de carnes están
en gran medida subordinadas a la producción de ‘chilled’. El segundo problema
no nos interesa resolverlo a nosotros, pero el primero sí: un aumento de la
exportación de ganado en pie –a países vecinos- y de conserva, ¿No acarrearía
desocupación en dichos frigoríficos?
-No creo que el caso pueda presentarse,
pues la carne tiene siempre un mercado
en ascenso. Pero aún así sería inadmisible que el país se perjudique por el posible perjuicio de un determinado
gremio; esto sería equiparar el gremio de la carne al gremio de los ganaderos,
que reclamó en 1933 el tratado Roca-Runciman.+