Preocupa a EE.UU. y a
Europa la base espacial de China en Neuquén
Por Martín Dinatale | LA
NACION
Foto: LA
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La
preocupación y alerta por la estación espacial que China instalará en Neuquén
excedieron las fronteras de la Argentina. No sólo los legisladores de la
oposición objetaron desde el Congreso ese acuerdo sellado entre Cristina
Kirchner y su par chino, Xi Jinping, por el eventual uso militar de esa planta.
La inquietud por ese proyecto también se planteó en forma reservada de parte de
los Estados Unidos y la Unión Europea.
Pocos
días antes del 25 de febrero pasado, cuando se sancionó en la Cámara de
Diputados el paquete de acuerdos con China, que incluía la instalación por 50
años de la estación espacial en Neuquén, los responsables del área de Defensa
de la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires trasladaron su inquietud sobre
el proyecto de China a varios oficiales en actividad y retirados de las Fuerzas
Armadas.
Pero no
fue el único caso. Según consignaron a la nacion fuentes diplomáticas
calificadas, hubo varios países de la Unión Europea que trasladaron cierta
preocupación por el posible uso militar de la antena que estará situada en un
predio de 200 hectáreas en la localidad de Bajada del Agrio y que sólo será
monitoreada por personal de Pekín.
La alerta
se trasladó a varias oficinas de la Cancillería y de la Casa Rosada e incluyó
cierto malestar de la UE por las explicaciones que dio en público el Gobierno
para justificar el acuerdo con China.
Hasta la
delegación de la Unión Europea en la Argentina tuvo que explicar a varios
funcionarios del Gobierno que la estación satelital de China no tiene nada que
ver con la estación de la UE situada en la localidad mendocina de Malargüe como
lo plantearon varios legisladores oficialistas al defender el acuerdo en el
Congreso. La UE se preocupó en aclarar que la estación de Malargüe no tiene
fines militares, ya que la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en
inglés), que está a cargo de la estación de Mendoza, es manejada sólo por
civiles y no por militares.
El
acuerdo que firmó Cristina Kirchner con Xi Jinping por la estación de Neuquén
prevé que esa planta sea controlada por Satelite Launch and Tracking Control
General (CLTC). Pero hay un detalle: esa entidad depende del Departamento
General de Armamento y de la Comisión Central Militar del Ejército Popular de
Liberación de China.
Según
expresaron a la nacion tres fuentes de las Fuerzas Armadas, los referentes
militares de la embajada norteamericana quisieron conocer en detalle el acuerdo
y evaluar si la antena china en Neuquén será de uso dual, es decir, militar y
civil. Al parecer, los militares argentinos sólo respondieron lo que es
público, ya que el Ministerio de Defensa nunca fue consultado para la firma de
ese acuerdo con Pekín. Así, los militares repitieron lo que tanto el ex jefe de
Gabinete Jorge Capitanich como los diputados y senadores oficialistas
sostuvieron: que el proyecto tiene fines pacíficos y que será
"similar" al que la UE instaló en 2012 en Mendoza.
Desde la
embajada de Estados Unidos en la Argentina declinaron hacer comentarios sobre el
tema, ante una consulta de LA NACION.
Por otra
parte, se supo que circuló en el ámbito de la diplomacia norteamericana el año
pasado un documento reservado escrito por los investigadores Ian Easton y Mark
Stokes del Instituto Projecto 2049, con sede en Virginia, donde alerta sobre la
instalación de antenas de estudio espacial de China en algunos países y su
eventual uso militar. Allí, los académicos sostuvieron que "hay estudios
sobre el empleo de sensores espaciales para las operaciones de defensa de alerta
temprana y de misiles" por parte de Pekín. El think tank que realizó ese
estudio mostró las implicancias de la inteligencia electrónica china para la
marina y la fuerza aérea de Estados Unidos. Hay más detalles técnicos del
trabajo que muestran la preocupación de los sectores militares e intelectuales
de Washington por los proyectos como los que avaló la Argentina en Neuquén.
Las
sospechas sobre el uso militar de la estación de Neuquén cobra relevancia si se
tiene en cuenta que China superó a Alemania para convertirse en el tercer país
mayor exportador de armas del mundo, según indicó el Instituto Internacional de
Estudios para la Paz de Estocolmo. Así, la participación de China en el mercado
global de armas aumentó 143% de 2010 a 2014. De hecho, la Argentina evalúa en
estos días la compra de 14 a 20 aviones de caza FC-1/ F-17 Thunder producidos
por la empresa china Chengdu Aircraft Corporation.
Malestar
Por otra
parte, la diplomacia europea comentó a algunos funcionarios argentinos los
fundamentos del malestar. Se subrayó que el acuerdo de la Argentina con la UE
no se hizo en nombre de la Unión Europea, como dijo el Gobierno, sino de la
Agencia Espacial Europea, que es un organismo institucionalmente independiente
de la UE.
También
planteó la UE que el convenio que ellos firmaron con la Argentina es
"transparente, tiene todos los detalles técnicos y es de dominio
público", según explicó un diplomático europeo.
Esta
explicación no es menor si se tiene en cuenta que en el acuerdo de Cristina y
Xi Jinping de la estación espacial contempla dos anexos que son secretos y que
sólo los tienen en sus manos la CLTC de China y la Comisión Nacional de
Actividades Espaciales (Conae) de la Argentina, que usará apenas 2 horas y 40
minutos por día la antena de los chinos. Además, se aclaró, la agencia europea
que maneja la estación espacial de Malargüe sólo depende de civiles.
Pocos
días después de arribar al país, el embajador de China en la Argentina, Yang
Wanming, negó a la nacion que la estación espacial que instalarán en Neuquén
tenga fines militares. "Es un proyecto de tecnología pacífica para
explorar el espacio. Esto no tiene nada que ver con un proyecto militar",
sostuvo.
La
estación espacial de China en Neuquén comenzará a funcionar en 2016 y prevé una
exención impositiva por 50 años para Pekín. Pero estos detalles no son los que
más preocupan a la diplomacia extranjera.
Un
proyecto ambicioso
2016
Es el año
en que comenzará a funcionar la estación espacial que China instala en Neuquén.
Tendrá un costo de US$ 300 millones
La base
funcionará en un espacio de 200 hectáreas que estará monitoreado por personal
de China. La Argentina le otorgó a Pekín una exención impositiva por 50 años
La
estación estará a cargo de la estatal Satelite Launch and Tracking Control
General, que depende del Departamento Militar del Ejército de la República
Popular de China.