lunes, 20 de abril de 2015

La actualidad de "La Marca de la Bestia" - Augusto TorchSon


La actualidad de "La Marca de la Bestia" - Augusto TorchSon



  Si Castellani señalaba como imposición democrática el: “hazte libre o te mato”, este Nuevo Orden Mundial va más allá al imponer el: “sé feliz o te mato”. El problema es que la felicidad que inculca “el Sistema” es una felicidad desprovista absolutamente de espiritualidad, una felicidad carnal, una felicidad en los excesos, que se considera una muestra acabada de nuestra humanidad, cuando en realidad no es otra cosa que la exaltación de la animalidad. Una felicidad que requiere constantemente de innovaciones para no llegar al hastío llevándonos a la morbosidad pornográfica. Una felicidad que requiere no tener límites. Felicidad que no promueve virtudes sino que busca igualarnos en nuestra bestialidad. Felicidad vacua, sacrílega e impía. Felicidad que hasta la misma alta jerarquía eclesiástica pretende que sólo puede darse en nuestra humana condición de pecadores; no la que trata de salir de esa condición, sino la que busca justificarla, entenderla y acogerla sin buscar que cambie ni mejore para que no se considere “soberbia”,  lo que en realidad es búsqueda de la virtud. (También ver aquí).
  Y esta imposición de la alegría y jolgorio exterior que hasta se propone como “encuentro con Cristo”, no se realiza a través de Su búsqueda, sino a través de la búsqueda del hermano, en una ridícula inversión antropocentrista; búsqueda del hermano al que no se pretende corregir de sus faltas ni pecados, al que no se pretende evangelizar, del que no se pretende sacar de su error sino al que se pretende “encontrar” en lo que se denomina sacrílegamente “cultura del encuentro” como si esto fuera una propuesta evangélica. Esta es una búsqueda consistente en igualarnos en el pecado, en la vulgaridad en nombre de nuestra humanidad, en la felicidad en nuestras bajezas, en nuestras vergüenzas, en el “sentirnos hijos de dios” por más que lo ofendamos espantosamente y no tengamos ningún propósito de enmienda. Esta igualdad en nombre de la fraternidad humana está fundada en una fraternidad desprovista de filiación divina, fraternidad del hombre endiosado, deísta; Liberté, égalité , fraternité. Libertad, igualdad y fraternidad masónicas. En la sustitución de la Iglesia de Dios, por laiglesia del "hombre.
  Y hoy estamos viviendo la marca de la Bestia; marca que con el tiempo se va a ir haciendo más y más opresiva hasta llegar en los tiempos del Anticristo (de próxima aparición), en los cuales no podamos comprar ni vender sin tener dicha marca.
  Pero ya padecemos el no aceptar la marca quienes no aceptamos las propuestas judeo-masónicas de la neo-iglesia. Nuestros antiguos amigos se alejan y nos consideran inmisericordes cismáticos, sin dar lugar a la misericordia sin límites ni justicia que promueven hasta para los más acérrimos enemigos de Dios en su condición de tales, es decir, aunque no tengan intención de cambiar y hasta se jacten de su condición de anticrísticos.
  Y quienes no aceptamos apoyar a algún corrupto político (no se de la existencia de alguno de otro tipo), a cambio de las prebendas que puedan ofrecer, ya sea a comprando nuestro voto o colaborando en la promoción de sus candidaturas o de sus delictivas gestiones; tampoco podemos conseguir trabajo y hasta en la actividad privada se van cercenando las posibilidades de actuar.
  Lamentablemente esto dejó de pertenecer al ámbito profético, para convertirse en una realidad, y día tras día la situación se va haciendo más opresiva hasta conducirnos al martirial ostracismo.
  Es claro que el trabajo de la plutocracia gobernante en el mundo se dirige a la revolución cultural, al cambio de mentalidad para lograr que se acepte lo malo como bueno para poder vivir plenamente esas felicidades, libertades y fraternidades que nos proponen, pero que en realidad no van a llevarnos más que a la más atroz de las desesperanzas, esclavitudes y odios entre los hombres. 
  Sin embargo, como esbirros del demonio, más que el lograr engañarnos alterando la percepción de la realidad, el mayor triunfo para estos réprobos consiste en hacernos claudicar de nuestras convicciones, de nuestra fe, el hacernos considerar que “si no puedes vencerlos, úneteles”, el tener pleno conocimiento del mal, sin embargo aceptarlo como invencible, tratando de consolarnos considerando que estas son concesiones que tienen que ver con la “prudencia y la astucia”, es decir el hacernos aceptar el cambio de lo ético por lo posible.
  Jordán Bruno Genta decía que admiraba al hombre que sea capaz de ir a prisión por defender la verdad, y dio testimonio con su vida de dicha convicción. Y nosotros estamos llamados a ser como Natanael, a no tener doblez, y así resistirnos a ser un trofeo de Satanás, quien como padre de la mentira, nos quiere hacer creer que no existe la virtud heroica, que el libro de Job fue sólo una metáfora ejemplificativa de una perseverancia humanamente inalcanzable.  
  Como Natanael, busquemos ser lo más coherentes posibles con nuestra fe, recordemos que: “Corruptio optimi, pessima”, la corrupción de lo mejor es lo peor.
  Buscando la asistencia de la gracia para lograr la perseverancia final, no dudemos en creer que “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, pero tengamos en cuenta, que el hombre pierde su peor batalla, cuando hace concesiones consigo mismo.

Augusto

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