martes, 23 de octubre de 2018

Si Francisco recibió, amparó y justificó a todos los delincuentes K, lo del apoyo a Moyano, es una más

Si Francisco recibió, amparó y justificó a todos los delincuentes K, lo del apoyo a Moyano, es una más


Si Francisco recibió, amparó y justificó a todos los delincuentes K, lo del apoyo a Moyano, es una más – Foto: La Nación
10:30 – (Por Rubén Lasagno) No deja de sorprender el Papa Francisco, de quien el 6 de junio de 2016 escribimos una columna que titulamos: “El Papa sufre el síndrome de Estocolmo”. Allí cuadrábamos esta actitud solícita de Francisco hacia quienes lo habían denostado y vilipendiado, acusado injustamente de vinculaciones con la dictadura y ninguneado en todo momento, con un espíritu que nada tenía que ver con el perdón cristiano, sino a un tema más terrenal: la identificación de Bergoglio con el peronismo y la extraña creencia de que el kirchnerismo tenía algo que ver con la lógica y la liturgia peronista, a la cual siempre ha usado, pero despreciado.


De aquella nota a hoy hemos visto las más disímiles actitudes pro kirchnerista de Bergoglio con todos y cada uno de los detenidos por corrupción, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, desde Amado Boudou hasta la delincuente Milagro Sala.
Ahora Pablo Moyano fue a buscar “su bendición”, la obtuvo, volvió a la Argentina y junto a su padre y a los Obispos avalados por el Papa, hicieron una marcha de la resistencia a la justicia y se juntaron todos en Lujan, desde donde se dispararon frases destituyentes y amenazantes de la democracia. Pero eso Bergoglio no lo ve, o no le importa.
Su visión populista y su sindrome nunca superado, le hace ver a los Moyanos como la reserva moral del sindicalismo argentino y no como una familia enriquecida a través del robo, el fraude y la utilización del sindicato de camioneros como una gran caja y hoy, ante el asedio de la justicia, la desesperación y la cárcel a la vista, se toma de todos los recursos disponibles para salvarse o irse a pique con ellos, entre estos manoteos desesperados está el kirchnerismo destartalado del que fue socio, al que odió y enfrentó y ahora el Papa es un aliado estratégico del camionero, quien está convencido de que Macri lo persigue con los jueces y no que él y su familia cometieron delitos.
El Obispo de Mercedes-Luján Monseñor Radrizzani y Lugones, sin duda con la venia del Papa como dijo Moyano, hicieron toda una alegoría política de apoyo a la delincuencia institucionalizada y ahora, tras los embates de los distintos sectores políticos y sociales, intenta dar marcha atrás o saca a Sergio Rubín por los medios explicando que no fue así lo que claramente se vio como un apoyo explícito de la Iglesia a la banda política que asoló el país en la década pasada.
Tal vez sería hora de replantearse si no es el momento de rever el sostenimiento de la Iglesia católica (y cualquier otra iglesia) para que deje de pertenecer únicamente y depender presupuestariamente del Estado. Por cuanto si va a comportarse como un cuadro o partido político de oposición, bien podría mantenerse y financiarse autónomamente y aportar impositivamente como cualquier otra entidad. Entonces sí podría funcionar como una Unidad Básica, tal cual lo hizo en Luján, bajo la orden de los Obispos y la (claro está) absoluta anuencia del Papa Francisco. (Agencia OPI Santa Cruz)