martes, 23 de octubre de 2018

¡OJO! ¡Padres y Madres!


¡OJO!
¡Padres y Madres!
DESDE EL “PRIMER MUNDO”, LANZARON UNA CAMPAÑA MUNDIAL PARA INCREMENTAR LA INDUSTRIA DEL ABORTO A TRAVÉS DE LA CORRUPCIÓN SEXUAL DE NUESTROS NIÑOS Y JÓVENES.
Los padres que se resisten a aceptar la existencia de esa campaña, deben abandonar la candidez que los hace vivir en las nubes, y rebelarse contra esa medida totalitaria de la “democracia” mamonística; junto a los muchos padres ya advertidos y  conscientes.                                                                                                       
La globalización que está imponiendo el Estado totalitario mundial, gobernado desde el “1º mundo”, y aceptado tanto por los corruptos y corruptos KK y makristas, ordenó educar a los niños en cuestiones sexuales, sin límites éticos ni religiosos de ningún tipo. ¡Para solaz de las multinacionales del sexo, de los pedófilos y de todo tipo de degenerados sexuales.
 
Es necesario saber que esta campaña está promovida por el nuevo Estado totalitario mamónico utilitarista, sin atender valores morales ni religiosos, para masificar a los habitantes de la tierra en un solo rebaño; transformándolos, también, en consumidores de artículos eróticos, fabricados por las multinacionales del sexo.
¡El preservativo nuestro de cada día! ¡Millones inconmensurables de preservativos y  píldora,  recaudan diariamente las multinacionales por el mundo, corrompiendo a la juventud!   
Asimismo, esta campaña promueve el aumento de los abortos, (ver punto 4º), pues las multinacionales comercian con los fetos humanos abortados, que necesitan para sus diabólicos experimentos. Todo, entonces, está planificado por el mamonismo. En esta campaña, que promueve la industria de la corrupción, circula muchísimo dinero; por lo que resulta casi imposible detenerla; aún exponiendo razones que, aunque valederas, caerían en oídos sordos, ávidos de acumular           dólares, incluso corrompiendo a la niñez y a la  juventud.                                                                                Lo más grave es que esa vida hedonista es fácilmente asumida por seres malamente preparados moralmente, trastornándoles la mente y el sentido común, acabando con todo rastro de pudor, castidad, honestidad y dignidad femenina. No es sólo avidez de ganancias; se trata también, sobre todo, de corromper y aborregar, de masificar políticamente, aunque a algunos esta denuncia le resultará inconcebible.  Como el caso típico y real,  de esa niña quinceañera que, según aprendió en el colegio, y no en su hogar, ya debía considerarse  plenamente mujer, “madura” y “realizada”,  tras haber sido desvirgada, libre para continuar fornicando libremente, pero con pastillas y preservativos-                                                                                                                                  
Por último, reitero, que incitar al ser humano a entregarse en la vida inmoral y viciosa es el medio más eficaz que está empleando nuevamente el Estado global, para dominarlo políticamente.

DIEZ BUENAS RAZONES PARA OPONERSE A LA
EDUCACIÓN SEXUAL DE LOS NIÑOS:
Julie Blonigen, maestra y Directora del ‘Consejo de acción para la Vida Humana, de USA; (www.notivida.org/artículos).

1-      Los principales maestros de los niños son los padres. Los padres tienen el derecho y la obligación de educar a sus hijos sobre la moralidad y la sexualidad.
2-      Las clases de educación sexual en las escuelas públicas pasan por alto las diferencias individuales entre los niños y destruyen la modestia natural de niños y niñas. Cuando a los niños se los instruye sobre asignaturas tales como la matemática y la lectura se les da un material apropiado según su nivel intelectual. Sin embargo, cuando se trata de un área tan delicada como el área de la sexualidad, a todos los niños que están en el mismo grado se les imparte el mismo material, aun cuando algunos no estén física o psicológicamente capacitados para recibir esa enseñanza. Esto resulta insensible y dañino. Forzar a los niños y niñas a escuchar, ver y discutir abiertamente el funcionamiento de la anatomía del cuerpo del sexo opuesto en presencia del sexo opuesto es vergonzoso y contribuye a que los niños pierdan la modestia que es natural y apropiada a todo ser humano.
3-      Los padres jamás se enteran de los que se les enseña, a puertas cerradas en las clases de educación sexual. Los padres no llegan a saber cuáles son las acciones, las actitudes y respuestas del maestro durante las clases de educación sexual, lo cual quiere decir que los padres no tienen control alguno. Ni siquiera saben lo que se les enseña a sus hijos acerca de la sexualidad, a menos que se sienten y participen en todas las clases de sus hijos.

4-      Las clases de educación sexual en las escuelas públicas no han demostrado nunca una reducción en los casos de embarazos de adolescentes ni de abortos. De hecho, los datos muestran lo contrario: a medida que los fondos federales para los programas de educación sexual aumentan, tanto más aumentan los casos de embarazos y abortos de adolescentes.
5-      Las escuelas públicas no tienen derecho a juzgar la calidad de la información acerca de la sexualidad que los padres proveen a sus hijos. Algunos padres hacen un buen trabajo, otros hacen un trabajo muy pobre. La escuela no tiene derechosa decir que debe impartirle clases de educación sexual a los niños, porque no les gusta el trabajo que los padres están haciendo. La escuela debe mantenerse al margen de esas intimidades.
6-      La sexualidad abarca mucho más que el uso de artefactos intrauterinos y píldoras anticonceptivas. La escuela le da un mensaje erróneo a los estudiantes, cuando en los cursos de educación sexual se le dan clases sobre ‘cómo hacerlo sin correr riesgos’. La mejor educación sexual que los padres puedan dar a sus hijos es el respeto y el amor mutuo entre ellos.
7-      Quienes proponen clases de educación sexual en las escuelas públicas dicen que los niños necesitan saber más. Lo que realmente están diciendo es que quieren enseñar a nuestros hijos a usar los preservativos, las píldoras y los DIU (dispositivos intrauterinos), y si estos fracasan les dicen donde pueden hacerse un aborto. Ellos nunca hablan de reducir el número de fornicaciones o de satisfacer las necesidades espirituales de nuestros hijos: ponen énfasis solamente en sus cuerpos, cuando lo que verdaderamente debería incumbirles son sus almas.
8-      Los niños no necesitan educación sexual, ellos lo que necesitan es educación en la castidad.  Los niños necesitan aprender cómo decir que no y porqué esto resulta ser lo mejor para ellos física, moral y espiritualmente. La biología del sexo toma solamente 10 minutos enseñarla; ¿Qué enseñan, entonces, a los niños en esos cursos de cinco o diez semanas? Si emplearan el mismo tiempo en promover la castidad, el número de adolescentes castos aumentaría.
9-      No existe la educación sexual ‘exenta de valores’. Cuando se enseña algo más que biología de la reproducción, los valores de las otras personas también serán presentados. Al decirle a los estudiantes ‘toma tu propia decisión’, se les está diciendo también que no existe una escala de valores por la cual se deben guiar. Advertirles a los estudiantes: ‘es mejor decir que no, pero si vas a involucrarte en actividades sexuales, es mejor que te protejas’, les envía el mensaje de que el maestro no espera de que ellos sean capaces de controlar sus instintos. Expone a los alumnos a la información sobre los métodos anticonceptivos sin explicarles que no es correcto usarlos les hace creer que al maestro no les parece mal que los usen.
10-  La educación sexual en las escuelas públicas ataca y socava las creencias religiosas de muchos estudiantes. Los estudiantes católicos y cristianos, a quienes sus padres les han enseñado que las relaciones sexuales fuera del matrimonio, los contraconceptivos y el aborto son malos, se ven obligados a sentarse en la clase y escuchar a una figura con autoridad contradecir las creencias que sus padres le inculcaron.+