¡OJO!
¡Padres y Madres!
DESDE EL “PRIMER MUNDO”, LANZARON UNA CAMPAÑA MUNDIAL PARA
INCREMENTAR LA INDUSTRIA DEL ABORTO A TRAVÉS DE LA CORRUPCIÓN SEXUAL DE
NUESTROS NIÑOS Y JÓVENES.
Los padres
que se resisten a aceptar la existencia de esa campaña, deben abandonar la
candidez que los hace vivir en las nubes, y rebelarse contra esa medida
totalitaria de la “democracia” mamonística; junto a los muchos padres ya
advertidos y conscientes.
La
globalización que está imponiendo el Estado totalitario mundial, gobernado
desde el “1º mundo”, y aceptado tanto por los corruptos y corruptos KK y makristas,
ordenó educar a los niños en cuestiones sexuales, sin límites éticos ni
religiosos de ningún tipo. ¡Para solaz de las multinacionales del sexo, de los
pedófilos y de todo tipo de degenerados sexuales.
Es necesario saber que esta campaña está
promovida por el nuevo Estado totalitario mamónico utilitarista, sin atender
valores morales ni religiosos, para masificar a los habitantes de la tierra en
un solo rebaño; transformándolos, también, en consumidores de artículos
eróticos, fabricados por las multinacionales del sexo.
¡El
preservativo nuestro de cada día! ¡Millones inconmensurables de preservativos
y píldora, recaudan diariamente las multinacionales por
el mundo, corrompiendo a la juventud!
Asimismo,
esta campaña promueve el aumento de los abortos, (ver punto 4º), pues las
multinacionales comercian con los fetos humanos abortados, que necesitan para
sus diabólicos experimentos. Todo,
entonces, está
planificado por el mamonismo. En esta campaña, que promueve la industria
de la
corrupción, circula muchísimo dinero; por lo que resulta casi imposible
detenerla; aún exponiendo razones que, aunque valederas, caerían en
oídos
sordos, ávidos de acumular dólares, incluso corrompiendo a la
niñez y a la juventud.
Lo más
grave es que esa vida hedonista es fácilmente asumida por seres
malamente
preparados moralmente, trastornándoles la mente y el sentido común,
acabando
con todo rastro de pudor, castidad, honestidad y dignidad femenina. No
es sólo
avidez de ganancias; se trata también, sobre todo, de corromper y
aborregar, de
masificar políticamente, aunque a algunos esta denuncia le resultará
inconcebible. Como el caso típico y
real, de esa niña quinceañera que, según
aprendió en el colegio, y no en su hogar, ya debía considerarse
plenamente mujer, “madura” y
“realizada”, tras haber sido desvirgada,
libre para continuar fornicando libremente, pero con pastillas y
preservativos-
Por
último, reitero, que incitar al ser humano a entregarse en la vida inmoral y
viciosa es el medio más eficaz que está empleando nuevamente el Estado global, para
dominarlo políticamente.
DIEZ BUENAS RAZONES PARA OPONERSE A LA
EDUCACIÓN SEXUAL DE LOS NIÑOS:
Julie Blonigen, maestra y Directora del ‘Consejo de acción para la Vida
Humana, de USA; (www.notivida.org/artículos).
1- Los
principales maestros de los niños son los padres. Los padres tienen el derecho
y la obligación de educar a sus hijos sobre la moralidad y la sexualidad.
2- Las
clases de educación sexual en las escuelas públicas pasan por alto las
diferencias individuales entre los niños y destruyen la modestia natural de
niños y niñas. Cuando a los niños se los instruye sobre asignaturas tales como
la matemática y la lectura se les da un material apropiado según su nivel
intelectual. Sin embargo, cuando se trata de un área tan delicada como el área
de la sexualidad, a todos los niños que están en el mismo grado se les imparte
el mismo material, aun cuando algunos no estén física o psicológicamente
capacitados para recibir esa enseñanza. Esto resulta insensible y dañino.
Forzar a los niños y niñas a escuchar, ver y discutir abiertamente el
funcionamiento de la anatomía del cuerpo del sexo opuesto en presencia del sexo
opuesto es vergonzoso y contribuye a que los niños pierdan la modestia que es
natural y apropiada a todo ser humano.
3- Los
padres jamás se enteran de los que se les enseña, a puertas cerradas en las
clases de educación sexual. Los padres no llegan a saber cuáles son las acciones,
las actitudes y respuestas del maestro durante las clases de educación sexual,
lo cual quiere decir que los padres no tienen control alguno. Ni siquiera saben
lo que se les enseña a sus hijos acerca de la sexualidad, a menos que se sienten
y participen en todas las clases de sus hijos.
4- Las
clases de educación sexual en las escuelas públicas no han demostrado nunca una
reducción en los casos de embarazos de adolescentes ni de abortos. De hecho,
los datos muestran lo contrario: a medida que los fondos federales para los
programas de educación sexual aumentan, tanto más aumentan los casos de
embarazos y abortos de adolescentes.
5- Las
escuelas públicas no tienen derecho a juzgar la calidad de la información
acerca de la sexualidad que los padres proveen a sus hijos. Algunos padres
hacen un buen trabajo, otros hacen un trabajo muy pobre. La escuela no tiene
derechosa decir que debe impartirle clases de educación sexual a los niños,
porque no les gusta el trabajo que los padres están haciendo. La escuela debe
mantenerse al margen de esas intimidades.
6- La
sexualidad abarca mucho más que el uso de artefactos intrauterinos y píldoras
anticonceptivas. La escuela le da un mensaje erróneo a los estudiantes, cuando
en los cursos de educación sexual se le dan clases sobre ‘cómo hacerlo sin
correr riesgos’. La mejor educación sexual que los padres puedan dar a sus
hijos es el respeto y el amor mutuo entre ellos.
7- Quienes
proponen clases de educación sexual en las escuelas públicas dicen que los
niños necesitan saber más. Lo que realmente están diciendo es que quieren
enseñar a nuestros hijos a usar los preservativos, las píldoras y los DIU
(dispositivos intrauterinos), y si estos fracasan les dicen donde pueden
hacerse un aborto. Ellos nunca hablan de reducir el número de fornicaciones o
de satisfacer las necesidades espirituales de nuestros hijos: ponen énfasis
solamente en sus cuerpos, cuando lo que verdaderamente debería incumbirles son
sus almas.
8- Los
niños no necesitan educación sexual, ellos lo que necesitan es educación en la
castidad. Los
niños necesitan aprender cómo decir que no y porqué esto resulta ser lo mejor
para ellos física, moral y espiritualmente. La biología del sexo toma solamente
10 minutos enseñarla; ¿Qué enseñan, entonces, a los niños en esos cursos de
cinco o diez semanas? Si emplearan el mismo tiempo en promover la castidad, el
número de adolescentes castos aumentaría.
9- No
existe la educación sexual ‘exenta de valores’. Cuando se enseña algo más que
biología de la reproducción, los valores de las otras personas también serán
presentados. Al decirle a los estudiantes ‘toma tu propia decisión’, se les
está diciendo también que no existe una escala de valores por la cual se deben
guiar. Advertirles a los estudiantes: ‘es mejor decir que no, pero si vas a
involucrarte en actividades sexuales, es mejor que te protejas’, les envía el
mensaje de que el maestro no espera de que ellos sean capaces de controlar sus
instintos. Expone a los alumnos a la información sobre los métodos
anticonceptivos sin explicarles que no es correcto usarlos les hace creer que
al maestro no les parece mal que los usen.
10- La
educación sexual en las escuelas públicas ataca y socava las creencias religiosas
de muchos estudiantes. Los estudiantes católicos y cristianos, a quienes sus
padres les han enseñado que las relaciones sexuales fuera del matrimonio, los
contraconceptivos y el aborto son malos, se ven obligados a sentarse en la
clase y escuchar a una figura con autoridad contradecir las creencias que sus
padres le inculcaron.+