EL EQUIPO DE REDACCIÓN TRABAJA PARA USTED: ¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO?
Mirando al mundo
SEGUNDA PARTE
¿EXISTE EL CORONAVIRUS?
PRIMER MOVIMIENTO
Para ir
comprendiendo los movimientos posteriores, debemos entender esta
“pandemia” como primera jugada del movimiento visible (ya vamos a ir
viendo que anteriormente se estuvieron ejecutando otras jugadas, pero no
tan visibles).
Nos fueron preparando
Avisos de pandemia
Hay harta evidencia de los avisos que se nos fueron dando de que vendría una pandemia.
Lo más
masivo fue justo unas semanas antes de declarar el confinamiento,
proponer como tendencias en la plataforma de películas y series NETFLIX,
películas que fueran generando miedo. Algunas de las películas eran
antiguas, pero, “casualmente”, las revivieron en esas semanas.
¿Casualidad?
Epidemia: Una enfermedad infecciosa que se extiende en un pequeño pueblo mientras un equipo de doctores lucha contra reloj para detener su propagación y encontrar un antídoto. (1995).
Virus: El caos se apodera de un barrio surcoreano cuando la mortalidad de una enfermedad parecida a la gripe y transmitida por el aire obliga a una cuarentena. El virus destruye los pulmones a las 36 hs de haber sido adquirido. (2013).
El hoyo: En una cárcel de varios pisos, los reclusos de arriba comerán en abundancia pero los de los pisos inferiores casi nada. Una rebelión es inminente. Las personas reaccionan de diferentes maneras al encierro
y a sus consecuencias. Una visión del comportamiento de los buenos, los
malos y los quieren ser héroes y que tampoco terminan bien. (2019).
Los dos papas (No, esta es de terror, pero no entra en la lista…, ¿o sí, pero para generar otro tipo de sentimientos?)
En medio de
una profunda crisis de la iglesia, un papa ingenuo y ortodoxo que vivió
entre libros y no sabe lo que pasa en el mundo, es revolucionado por
otro más “aggiornado” y sensible, que le hace comprender porqué las
cosas deben cambiar según las necesidades del mundo. (2019)
¿EL VISIONARIO?
Para cuando
se anunció oficialmente la “pandemia” y se dictó la prisión
domiciliaria, empezó a correr el rumor de que Bill Gates era un
visionario y el héroe del momento, ya que “casualmente” había estado
trabajando en vacunas por si acaso hubiera una guerra bacteriológica.
El evento
201 que había sido realizado en octubre de 2018, organizado por
Bill&Melinda Gates Foundation, World economic Forum y Jhon Hopkins
Center for Health Security, concentró a líderes de diferentes
organizaciones a nivel mundial y simuló una pandemia de una variación de
la gripe. El objetivo era saber si el mundo estaba preparado para dicho
evento, y la conclusión fue que NO.
El siguiente
es el vídeo resumen oficial, y, si prestan atención, verán que todo lo
que fue sucediendo ya estaba anunciado en este evento.
Las
preguntas son: Si las medidas que tomaron en dicho simulacro no llegaron
a una resolución del problema, ¿por qué ante una epidemia real se
siguieron los mismos pasos?
¿Es realmente este un relato profético, o ya estaba todo preparado para lo que vino después?
¿Qué tiene en mente Bill Gates?
Dejamos aquí
algunos enlaces para ver el desarrollo de las ideas de este personaje e
intentar comprender las próximas jugadas. Más adelante entraremos a
fondo en la persona de Bill Gate y su oscura fundación.
AÑO 2010
AÑO 2015
AÑO 2020
Extracto no escrito del libro “Cartas del diablo a su sobrino” de C.S. Lewis:
“— ¿Y cómo lograste llevar tantas almas al infierno en aquella época?
— Por el miedo.
— Ah, sí.
Excelente estrategia; vieja y siempre actual. Pero, ¿de qué tenían
miedo? ¿Miedo a ser torturados? ¿Miedo a la guerra? ¿Al hambre?
— No. Miedo a enfermarse.
— Pero, ¿entonces nadie más se enfermaba en esa época?
— Sí, se enfermaban.
— ¿Nadie más moría?
— Sí, morían.
— Pero, ¿no había cura para la enfermedad?
— Había.
— Entonces…, no entiendo.
— Como nadie
más creía o enseñaba sobre la vida eterna y la muerte eterna, pensaban
que sólo tenían esa vida, y se aferraron a ella con todas sus fuerzas,
incluso si les costaba su afecto (no se abrazaban ni saludaban, ¡no
tenían ningún contacto humano durante días y días!); su dinero
(perdieron sus trabajos, gastaron todos sus ahorros) ¡Y aún se creían
afortunados siendo impedidos de ganarse el pan!; su inteligencia (un día
la prensa decía una cosa, y al día siguiente se contradecía, ¡Y aun así
se lo creían todo!), su libertad (no salían de la casa, no caminaban,
no visitaban a sus parientes…) ¡Era un gran campo de concentración para
prisioneros voluntarios! ¡Jajajajajaja!… Aceptaron todo, todo, siempre y
cuando pudieran prolongar sus vidas miserables un día más. Ya no tenían
la más mínima idea de que Él, y solo Él, es quién da la vida y la
termina. Fue así. Tan fácil como nunca había sido.”
Por tu salud, ya no tendrás libertades
Uno de los mayores logros del Diablo es hacer creer a muchos que no existe.
Del mismo modo, la “policía del pensamiento” intenta repetir que los complots y las mentiras estatales no existen.
Las
autoridades políticas y los medios de comunicación a su servicio se
ponen de acuerdo para desacreditar a cualquiera que cuestione la versión
oficial de los hechos.
Los rebaños
de borregos tienen la memoria demasiado corta para recordar las montañas
de mentiras que se han tragado, una por una, de las llamadas “élites
que piensan por nosotros”.
Amnésicos,
los rebaños de borregos no sacan ninguna lección del pasado;
hipnotizados por lo que han visto en la televisión, escuchado en la
radio, leído en la prensa, sin comprender que estos medios, que
sobreviven sólo gracias a los subsidios estatales y los anuncios de
productos multinacionales, están naturalmente a cargo de sus
titiriteros.
Peor aún, la
fuerza de la mentira se incrementa por el poder de la imagen y la
manipulación de las emociones. ¿Qué podría ser más efectivo que
despertar el terror planetario para obtener la sumisión a las consignas
más totalitarias?
Por miedo al coronavirus, las poblaciones han aceptado la privación de las libertades más básicas.
Ya no
tenemos derecho a ver a los miembros de nuestras familias que no sean
aquellos que comparten el mismo alojamiento que nosotros. No tenemos el
derecho de visitar a nuestros enfermos si están hospitalizados, incluso
si son moribundos. Ya no gozamos del derecho a otorgar un funeral digno a
nuestros difuntos. Ya no podemos ejercer el derecho de asistir a las
celebraciones religiosas.
Para
protegernos del coronavirus, se estableció un “estado policial”, que
utiliza drones con cámaras de vigilancia, helicópteros con equipos
térmicos. La policía registra las bolsas de los clientes que salen de
las tiendas que todavía tienen permitido abrir, los gendarmes verbalizan
a una mujer que hizo un gesto de cariño a su esposo encerrado en un
hogar de ancianos o a un hijo que quería ir al lado de la cama de su
padre moribundo. Unos ciudadanos denuncian a otros ciudadanos que salen a
caminar por las plazas, la playa, el bosque o las montañas.
Pero, al
mismo tiempo, se concede un encierro domiciliario o se libera a miles de
delincuentes y terroristas, para que no se contagien del coronavirus en
prisión…
Al mismo
tiempo, con el pretexto de albergar a nuestros ancianos, se hace todo lo
posible para aislarlos, privarlos de las visitas de familiares, amigos e
incluso del sacerdote para los últimos sacramentos.
A los
ancianos no les importa que se les libere del coronavirus para terminar
sus últimos días en un abandono forzado. Por lo tanto, muchos
simplemente se dejan morir porque estas estrictas medidas de
confinamiento les hacen perder el gusto por la vida. Otros ven que su
salud mental o física se deteriora hasta la etapa fatal porque han sido
privados de los estímulos de su entorno habitual.
Y, como si
la cantidad de personas mayores tuviera que reducirse por todos los
medios durante esta epidemia, decretos ministeriales alientan al
personal médico a “aliviar” a los ancianos que simplemente se sospechaba
que estaban infectados por el coronavirus y tratarlos con rivotril, que
es simplemente una eutanasia sin su nombre…
Para colmo
de hipocresía, los Ministros de Salud declaran que el aborto debe ser
alentado durante la epidemia de coronavirus; y unen las acciones a las
palabras al tomar medidas para facilitar el “asesinato en casa” durante
las primeras nueve semanas de embarazo.
Continúa…