domingo, 26 de abril de 2020

¿EXISTE EL CORONAVIRUS? PRIMER MOVIMIENTO




 

EL EQUIPO DE REDACCIÓN TRABAJA PARA USTED: ¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO?


Mirando al mundo
SEGUNDA PARTE
¿EXISTE EL CORONAVIRUS?
PRIMER MOVIMIENTO
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Para ir comprendiendo los movimientos posteriores, debemos entender esta “pandemia” como primera jugada del movimiento visible (ya vamos a ir viendo que anteriormente se estuvieron ejecutando otras jugadas, pero no tan visibles).
Nos fueron preparando

Avisos de pandemia
Hay harta evidencia de los avisos que se nos fueron dando de que vendría una pandemia.
Lo más masivo fue justo unas semanas antes de declarar el confinamiento, proponer como tendencias en la plataforma de películas y series NETFLIX, películas que fueran generando miedo. Algunas de las películas eran antiguas, pero, “casualmente”, las revivieron en esas semanas. ¿Casualidad?
Epidemia: Una enfermedad infecciosa que se extiende en un pequeño pueblo mientras un equipo de doctores lucha contra reloj para detener su propagación y encontrar un antídoto. (1995).
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Virus: El caos se apodera de un barrio surcoreano cuando la mortalidad de una enfermedad parecida a la gripe y transmitida por el aire obliga a una cuarentena. El virus destruye los pulmones a las 36 hs de haber sido adquirido. (2013).
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El hoyo: En una cárcel de varios pisos, los reclusos de arriba comerán en abundancia pero los de los pisos inferiores casi nada. Una rebelión es inminente. Las personas reaccionan de diferentes maneras al encierro y a sus consecuencias. Una visión del comportamiento de los buenos, los malos y los quieren ser héroes y que tampoco terminan bien. (2019).
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Los dos papas (No, esta es de terror, pero no entra en la lista…, ¿o sí, pero para generar otro tipo de sentimientos?)
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En medio de una profunda crisis de la iglesia, un papa ingenuo y ortodoxo que vivió entre libros y no sabe lo que pasa en el mundo, es revolucionado por otro más “aggiornado” y sensible, que le hace comprender porqué las cosas deben cambiar según las necesidades del mundo. (2019)
 ¿EL VISIONARIO?
Para cuando se anunció oficialmente la “pandemia” y se dictó la prisión domiciliaria, empezó a correr el rumor de que Bill Gates era un visionario y el héroe del momento, ya que “casualmente” había estado trabajando en vacunas por si acaso hubiera una guerra bacteriológica.
El evento 201 que había sido realizado en octubre de 2018, organizado por Bill&Melinda Gates Foundation, World economic Forum y Jhon Hopkins Center for Health Security, concentró a líderes de diferentes organizaciones a nivel mundial y simuló una pandemia de una variación de la gripe. El objetivo era saber si el mundo estaba preparado para dicho evento, y la conclusión fue que NO.
El siguiente es el vídeo resumen oficial, y, si prestan atención, verán que todo lo que fue sucediendo ya estaba anunciado en este evento.
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Las preguntas son: Si las medidas que tomaron en dicho simulacro no llegaron a una resolución del problema, ¿por qué ante una epidemia real se siguieron los mismos pasos?
¿Es realmente este un relato profético, o ya estaba todo preparado para lo que vino después?
¿Qué tiene en mente Bill Gates?
Dejamos aquí algunos enlaces para ver el desarrollo de las ideas de este personaje e intentar comprender las próximas jugadas. Más adelante entraremos a fondo en la persona de Bill Gate y su oscura fundación.
AÑO 2010
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AÑO 2015
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AÑO 2020
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Extracto no escrito del libro “Cartas del diablo a su sobrino” de C.S. Lewis:
“— ¿Y cómo lograste llevar tantas almas al infierno en aquella época?
— Por el miedo.
— Ah, sí. Excelente estrategia; vieja y siempre actual. Pero, ¿de qué tenían miedo? ¿Miedo a ser torturados? ¿Miedo a la guerra? ¿Al hambre?
— No. Miedo a enfermarse.
— Pero, ¿entonces nadie más se enfermaba en esa época?
— Sí, se enfermaban.
— ¿Nadie más moría?
— Sí, morían.
— Pero, ¿no había cura para la enfermedad?
— Había.
— Entonces…, no entiendo.
— Como nadie más creía o enseñaba sobre la vida eterna y la muerte eterna, pensaban que sólo tenían esa vida, y se aferraron a ella con todas sus fuerzas, incluso si les costaba su afecto (no se abrazaban ni saludaban, ¡no tenían ningún contacto humano durante días y días!); su dinero (perdieron sus trabajos, gastaron todos sus ahorros) ¡Y aún se creían afortunados siendo impedidos de ganarse el pan!; su inteligencia (un día la prensa decía una cosa, y al día siguiente se contradecía, ¡Y aun así se lo creían todo!), su libertad (no salían de la casa, no caminaban, no visitaban a sus parientes…) ¡Era un gran campo de concentración para prisioneros voluntarios! ¡Jajajajajaja!… Aceptaron todo, todo, siempre y cuando pudieran prolongar sus vidas miserables un día más. Ya no tenían la más mínima idea de que Él, y solo Él, es quién da la vida y la termina. Fue así. Tan fácil como nunca había sido.”

Por tu salud, ya no tendrás libertades
Uno de los mayores logros del Diablo es hacer creer a muchos que no existe.
Del mismo modo, la “policía del pensamiento” intenta repetir que los complots y las mentiras estatales no existen.
Las autoridades políticas y los medios de comunicación a su servicio se ponen de acuerdo para desacreditar a cualquiera que cuestione la versión oficial de los hechos.
Los rebaños de borregos tienen la memoria demasiado corta para recordar las montañas de mentiras que se han tragado, una por una, de las llamadas “élites que piensan por nosotros”.
Amnésicos, los rebaños de borregos no sacan ninguna lección del pasado; hipnotizados por lo que han visto en la televisión, escuchado en la radio, leído en la prensa, sin comprender que estos medios, que sobreviven sólo gracias a los subsidios estatales y los anuncios de productos multinacionales, están naturalmente a cargo de sus titiriteros.
Peor aún, la fuerza de la mentira se incrementa por el poder de la imagen y la manipulación de las emociones. ¿Qué podría ser más efectivo que despertar el terror planetario para obtener la sumisión a las consignas más totalitarias?
Por miedo al coronavirus, las poblaciones han aceptado la privación de las libertades más básicas.
Ya no tenemos derecho a ver a los miembros de nuestras familias que no sean aquellos que comparten el mismo alojamiento que nosotros. No tenemos el derecho de visitar a nuestros enfermos si están hospitalizados, incluso si son moribundos. Ya no gozamos del derecho a otorgar un funeral digno a nuestros difuntos. Ya no podemos ejercer el derecho de asistir a las celebraciones religiosas.
Para protegernos del coronavirus, se estableció un “estado policial”, que utiliza drones con cámaras de vigilancia, helicópteros con equipos térmicos. La policía registra las bolsas de los clientes que salen de las tiendas que todavía tienen permitido abrir, los gendarmes verbalizan a una mujer que hizo un gesto de cariño a su esposo encerrado en un hogar de ancianos o a un hijo que quería ir al lado de la cama de su padre moribundo. Unos ciudadanos denuncian a otros ciudadanos que salen a caminar por las plazas, la playa, el bosque o las montañas.
Pero, al mismo tiempo, se concede un encierro domiciliario o se libera a miles de delincuentes y terroristas, para que no se contagien del coronavirus en prisión…
Al mismo tiempo, con el pretexto de albergar a nuestros ancianos, se hace todo lo posible para aislarlos, privarlos de las visitas de familiares, amigos e incluso del sacerdote para los últimos sacramentos.
A los ancianos no les importa que se les libere del coronavirus para terminar sus últimos días en un abandono forzado. Por lo tanto, muchos simplemente se dejan morir porque estas estrictas medidas de confinamiento les hacen perder el gusto por la vida. Otros ven que su salud mental o física se deteriora hasta la etapa fatal porque han sido privados de los estímulos de su entorno habitual.
Y, como si la cantidad de personas mayores tuviera que reducirse por todos los medios durante esta epidemia, decretos ministeriales alientan al personal médico a “aliviar” a los ancianos que simplemente se sospechaba que estaban infectados por el coronavirus y tratarlos con rivotril, que es simplemente una eutanasia sin su nombre…
Para colmo de hipocresía, los Ministros de Salud declaran que el aborto debe ser alentado durante la epidemia de coronavirus; y unen las acciones a las palabras al tomar medidas para facilitar el “asesinato en casa” durante las primeras nueve semanas de embarazo.
Continúa…