Un pedido de disculpas por controversia entre médicos
Queridos lectores de Que no te la cuenten: en el día de ayer, en nuestro canal de Youtube, se ha dado una pequeña controversia entre la Dra. Chinda Brandolino y el Dr. Martín Olivera R. Mi hermano.
La misma surgió a partir de una conversación mantenida hace una semana con la misma Dra. Brandolino (aquí), acerca de la actual situación atípica que estamos viviendo a partir del fenómeno del COVID-19.
Cabe
decir que tuve y tengo con la Dra. Brandolino y con varios de sus
hijos, una larga amistad desde hace años aunque, como es normal en la
vida de las personas, no estemos de acuerdo con el 100% de los temas ni
de las formas.
Entendí
desde un principio (y así lo habíamos planteado) que una conversación
entre dos profesionales, con distinta formación académica y de distintas
generaciones (aunque con sus diferencias), podía ser provechoso para
todos. Nunca, de hecho, en la historia del pensamiento la sana
confrontación y la sana crítica fueron per se algo malo; al
contrario. Fue por ello que, luego de fijar el temario con ambos y con
una semana de anticipación, pusimos día y hora y, llegado el momento,
largamos.
No hablaré del contenido de la misma (no distingo un átomo de una molécula), pero sí del desarrollo en lo que a mí respecta.
Pensé
que la misma iba a ser respetuosa, calma y con sus diferencias
elementales (que allí estaba la riqueza), pero por momentos no fue así.
En más de una oportunidad debí poner orden y bajar los ánimos que veía
extrañamente caldeados. Fue sólo mi inexperiencia la que impidió
hacerlo, pensando, en cada momento, “ahora se van a calmar”.
Y
como es de cristiano acertar y es de cristiano pedir perdón,
corresponde que esta vez, de mi parte, pida perdón. Más concretamente,
por no haber sabido llevar adelante la moderación de la controversia
que, por momentos, terminó siendo un debate demasiado acalorado y con
alguna falta de respeto, especialmente hacia la Dra. Brandolino; y esto
independientemente de las ideas vertidas por ambos, en las que no
entramos.
Que nos sirva a todos entonces para aprender en cuero propio o en cuero ajeno.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
PD:
con los comentarios de este post, dado el tenor del tema, pido especial
cuidado (ya en Youtube debieron suspenderse por las políticas de ese
sitio).