“¿Sanciones? Hay que imponérselas a EE.UU. como una dosis de civilización”
Aunque Estados Unidos ha
impuesto sanciones contra Rusia y amenaza con lo mismo para Venezuela,
es el propio país norteamericano el que necesita ser sancionado, siendo
el más destructivo y peligroso del mundo de hoy, opina el periodista
Andy Piascik.
“Las sanciones internacionales
convertirían a EE.UU. en un paria, el aislamiento diplomático ayudaría
al país más peligroso del mundo a recibir una dosis de civilización”,
publicó el periodista en el portal Global Research.
El autor y activista acentúa lo cerrada
que es la sociedad estadounidense, donde cualquier análisis crítico del
imperialismo es excluido por defecto de las discusiones en Washington y
en los medios nacionales.
Si alguna información de este tipo se
filtra en los principales medios, las élites denigran y demonizan a
aquellos que la divulguen, igual que lo hacen respecto a los líderes
internacionales a quienes consideran sus enemigos.
Según Washington, están planteándose
también imponer sanciones contra Venezuela debido a la represión y a la
violencia casi exclusivamente atribuidas al Gobierno.
“Al mismo tiempo, EE.UU. ha impuesto
sanciones contra Rusia y amenaza con una escalada militar en respuesta a
la ‘injerencia’ en Crimea”, recordó.
El periodista recalcó que lo que se ha
mantenido “fuera de la narración” es la relación entre las acciones de
Rusia y el golpe de Estado en Ucrania, liderado por neonazis antirrusos y
financiado por EE.UU. por valor de 5.000 millones de dólares, de
acuerdo con la subsecretaria de Estado, Victoria Nuland.
También están excluidas de las
discusiones las numerosas bases militares que EE.UU. y sus aliados
tienen cerca de Rusia, así como el hecho de que muchos exmiembros del
antiguo Bloque del Este pertenezcan ahora a la OTAN.
Estos hechos siempre se presentan ‘en
blanco y negro’, en una escena donde los países occidentales son los
chicos buenos que se levantan por la libertad y la democracia y el otro
lado es la encarnación del mal.
“Hillary Clinton, por ejemplo, jugó el
siempre útil ‘naipe Hitler’ respecto a Vladimir Putin, un naipe que en
las últimas décadas ha sido usado contra Noriega, Milosevic, Gaddafi,
Chávez, Sadam Husein, Osama bin Laden, Al Assad y Ahmadineyad, entre
otros”, recordó.
Pero el mismo naipe nunca se ha
utilizado contra la “corporación de asesinatos en masa”, un club de
dictadores que incluye a los Somoza, Suharto, Diem, Savimbi, los
Duvalier, Mobutu y muchos otros, fieles servidores de los intereses
empresariales occidentales.
“Huelga decir que el ‘naipe Hitler’ no
se nos aplica a nosotros, aunque en el mundo de hoy es la política
exterior de EE.UU. la que se aproxima más al Tercer Reich”, subraya el
periodista.
Mencionando las invasiones ilegales de
Irak y Afganistán que dejaron a ambos países en ruinas, el periodista
señala que la violencia de EE.UU. no se limita a otras naciones: a nivel
nacional, se manifiesta en el encarcelamiento masivo de afroamericanos.
“Con la mayor tasa de encarcelamiento en
el mundo y siendo la gran mayoría de los presos negros, así como la
violencia policial dirigida casi exclusivamente a los negros, EE.UU. no
es muy diferente de la Sudáfrica de la época del apartheid”, escribió.
El activista hace hincapié en que los
ciudadanos de EE.UU. tienen una responsabilidad especial en la oposición
tanto a las agresiones de su Gobierno como a la financiación y
armamento de sus subordinados en la causa del terror.
Piascik menciona a una campesina de
Centroamérica que durante los conflictos militares de los años 80 del
siglo XX en esa región financiados por EE.UU., exhortaba a los
transeúntes en una parada de autobús neoyorquina a “ayudarnos cambiando
su país”.
“Esas palabras tienen un eco más fuerte que nunca hoy en día y vienen de todas las partes del mundo”, concluye el periodista.