lunes, 31 de marzo de 2014

“¿Sanciones? Hay que imponérselas a EE.UU. como una dosis de civilización”

“¿Sanciones? Hay que imponérselas a EE.UU. como una dosis de civilización”

Aunque Estados Unidos ha impuesto sanciones contra Rusia y amenaza con lo mismo para Venezuela, es el propio país norteamericano el que necesita ser sancionado, siendo el más destructivo y peligroso del mundo de hoy, opina el periodista Andy Piascik.
“Las sanciones internacionales convertirían a EE.UU. en un paria, el aislamiento diplomático ayudaría al país más peligroso del mundo a recibir una dosis de civilización”, publicó el periodista en el portal Global Research.
El autor y activista acentúa lo cerrada que es la sociedad estadounidense, donde cualquier análisis crítico del imperialismo es excluido por defecto de las discusiones en Washington y en los medios nacionales.
Si alguna información de este tipo se filtra en los principales medios, las élites denigran y demonizan a aquellos que la divulguen, igual que lo hacen respecto a los líderes internacionales a quienes consideran sus enemigos.
Según Washington, están planteándose también imponer sanciones contra Venezuela debido a la represión y a la violencia casi exclusivamente atribuidas al Gobierno.
“Al mismo tiempo, EE.UU. ha impuesto sanciones contra Rusia y amenaza con una escalada militar en respuesta a la ‘injerencia’ en Crimea”, recordó.
El periodista recalcó que lo que se ha mantenido “fuera de la narración” es la relación entre las acciones de Rusia y el golpe de Estado en Ucrania, liderado por neonazis antirrusos y financiado por EE.UU. por valor de 5.000 millones de dólares, de acuerdo con la subsecretaria de Estado, Victoria Nuland.
También están excluidas de las discusiones las numerosas bases militares que EE.UU. y sus aliados tienen cerca de Rusia, así como el hecho de que muchos exmiembros del antiguo Bloque del Este pertenezcan ahora a la OTAN.
Estos hechos siempre se presentan ‘en blanco y negro’, en una escena donde los países occidentales son los chicos buenos que se levantan por la libertad y la democracia y el otro lado es la encarnación del mal.
“Hillary Clinton, por ejemplo, jugó el siempre útil ‘naipe Hitler’ respecto a Vladimir Putin, un naipe que en las últimas décadas ha sido usado contra Noriega, Milosevic, Gaddafi, Chávez, Sadam Husein, Osama bin Laden, Al Assad y Ahmadineyad, entre otros”, recordó.
Pero el mismo naipe nunca se ha utilizado contra la “corporación de asesinatos en masa”, un club de dictadores que incluye a los Somoza, Suharto, Diem, Savimbi, los Duvalier, Mobutu y muchos otros, fieles servidores de los intereses empresariales occidentales.
“Huelga decir que el ‘naipe Hitler’ no se nos aplica a nosotros, aunque en el mundo de hoy es la política exterior de EE.UU. la que se aproxima más al Tercer Reich”, subraya el periodista.
Mencionando las invasiones ilegales de Irak y Afganistán que dejaron a ambos países en ruinas, el periodista señala que la violencia de EE.UU. no se limita a otras naciones: a nivel nacional, se manifiesta en el encarcelamiento masivo de afroamericanos.
“Con la mayor tasa de encarcelamiento en el mundo y siendo la gran mayoría de los presos negros, así como la violencia policial dirigida casi exclusivamente a los negros, EE.UU. no es muy diferente de la Sudáfrica de la época del apartheid”, escribió.
El activista hace hincapié en que los ciudadanos de EE.UU. tienen una responsabilidad especial en la oposición tanto a las agresiones de su Gobierno como a la financiación y armamento de sus subordinados en la causa del terror.
Piascik menciona a una campesina de Centroamérica que durante los conflictos militares de los años 80 del siglo XX en esa región financiados por EE.UU., exhortaba a los transeúntes en una parada de autobús neoyorquina a “ayudarnos cambiando su país”.
“Esas palabras tienen un eco más fuerte que nunca hoy en día y vienen de todas las partes del mundo”, concluye el periodista.