Nuestra falta de experiencia, hizo durante un buen tiempo desestimar a los GRUPOS DE GOOGLE para obtener de ellos interesante información. Este artículo fue de allí copiado. Atrevidamente podremos agregar en alguna oportunidad, una imágen alusiva al tema como agregado solicitando a sus promotores si no resulta de su agrado, sus correspondientes disculpas por así proceder. A lumarudaz2@gmail.com deben dirigirse para que procedamos a su deshecho.
Estimados amigos: A raíz del artículo de Agustín Laje Arigoni, Pensar en Nación, 04 JUL 2014 (sugiero leerlo), les hago conocer lo que sigue, difundido oportunamente. Cordialmente.
LOS desatinos de BONAFINI
PRESIONE A SU IZQUIERDA "MAS INFORMACION" PARA LEER EL ARTICULO
Las revoluciones “seudo romántico-nacionalistas”, más precisamente definidas como “Golpes de Estado” (“...Acción radical que un grupo de personas, militares o civiles, realiza por la vía de la fuerza o de la astucia para suplantar un régimen por otro...”; SEGURA y MERINO, “Las vísperas del 23-F, Plaza y Janes, 1984) han quedado en el recuerdo, prácticamente, a partir del “día después” de la Revolución Cubana (1959), más precisamente luego del 31 JUL 1967 cuando en la asamblea de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) se aprobó el inicio de un nuevo tipo de lucha armada, con proyección al TERCER MUNDO. Por cierto que de aquéllos no podemos desconocer los que aquí se sucedieron entre 1930 y 1976; otro paradigmático, fue el del 23 de febrero de 1981 en España; se frustró antes de las 36 horas.
Quienes se dedicaron al análisis del origen y desarrollo de las “nuevas revoluciones” pudieron establecer estos parámetros básicos: 1) Cualquier medio utilizable, aún sin escrúpulos, es válido (MAO TSE-TUNG); 2) Las acciones individuales no valen; las de masas son las que llevarán al objetivo (LENIN). Conforme los resultados que se fueron dando, se estableció una suerte de categorías, posible de combinarse, que sirven para señalar el marco de referencia de las “acciones revolucionarias”. Se consideraron especialmente las siguientes:
NIHILISTAS: Responden a la teoría que niega el conocimiento: nada existe; si existe, no lo puedo conocer; si lo supiera, no lo podría expresar. Es, en esencia, la negación de todos los valores en nombre de un pesimismo radical. En lo político, conduce a la destrucción creadora: todo lo que pueda romperse, hay que romperlo (¡modelo soviético!). El abanico de seguidores va desde los anarquistas hasta el terrorista suicida (De PENDAS, Benigno, ABC, 19 ABR 04). Es una categoría que se expresa más en el pensamiento que en la acción.
TERRORISTAS REVOLUCIONARIOS: Comparten con el resto de la Extrema Izquierda la visión de una “sociedad comunista”, gestionada por los trabajadores en su propio beneficio para lograr la prosperidad y la democracia. Recurren a antecedentes históricos y al apoyo externo a pesar de que fundan sus raíces en un medio social determinado y se valen de organizaciones existentes o en formación. La mayor transformación se produce cuando no pueden lograr la movilización de las masas populares y cuando la represión del Estado los acosa; máxime a partir de ser declarados “ilegales” por la violencia indiscriminada de sus acciones (asesinatos, asaltos, secuestros extorsivos, atentados con bombas, etc.). Su propuesta es la ejecución de una guerra popular prolongada, con estas fases: 1) Guerrillas (desgaste, captación); 2) Guerra Civil (destrucción del Ejército, revolución) (RUBENSTEIN, Ricardo, “Alquimistas de la Revolución”, Gránica, 1988). Ejemplos locales fueron MONTONEROS (Peronistas de izquierda, pro Cuba) y las FAR (Comunistas), organizaciones fusionadas para constituir el Movimiento Armado Peronista que, junto con el ERP (trotkista-guevarista) y otros grupos menores, habrían de desarrollar, a partir de 1970, la guerra popular con objeto de establecer la Patria Socialista (GASPARINI, Juan, “Montoneros: Final de cuentas”; Punto sur, 1988 y ESTRELLA ROJA, del PRT-ERP, de FEB 1974. También, en LA OPINIÓN del 09 OCT 1975).
ASESINOS SANGUINARIOS: Son fanáticos y actúan al servicio de una obsesión religiosa o étnica, pérfida y odiosa. Creen en algo, aunque sea por soberbia, por ignorancia o por rencor. Cuando aparentan estar integrados, se trata de un simple engaño instrumental. Son movidos por el odio. Ejemplos que caben son: Al-Qaeda y ETA (PENDAS, Benigno; ABC, 19 ABR 04).
MORALEJA
Cuando HEBE de BONAFINI repite con exaltación que “...Siempre pensé en mis hijos como guerrilleros y revolucionarios, con gran orgullo...”, no se está refiriendo a los “pseudos romántico-revolucionarios”... ¿Queda alguna duda respecto de la categoría a la que hace referencia?
Sus frecuentes desatinos responden a una mentalidad enfermiza como producto del RESENTIMIENTO...
Quienes se dedicaron al análisis del origen y desarrollo de las “nuevas revoluciones” pudieron establecer estos parámetros básicos: 1) Cualquier medio utilizable, aún sin escrúpulos, es válido (MAO TSE-TUNG); 2) Las acciones individuales no valen; las de masas son las que llevarán al objetivo (LENIN). Conforme los resultados que se fueron dando, se estableció una suerte de categorías, posible de combinarse, que sirven para señalar el marco de referencia de las “acciones revolucionarias”. Se consideraron especialmente las siguientes:
NIHILISTAS: Responden a la teoría que niega el conocimiento: nada existe; si existe, no lo puedo conocer; si lo supiera, no lo podría expresar. Es, en esencia, la negación de todos los valores en nombre de un pesimismo radical. En lo político, conduce a la destrucción creadora: todo lo que pueda romperse, hay que romperlo (¡modelo soviético!). El abanico de seguidores va desde los anarquistas hasta el terrorista suicida (De PENDAS, Benigno, ABC, 19 ABR 04). Es una categoría que se expresa más en el pensamiento que en la acción.
TERRORISTAS REVOLUCIONARIOS: Comparten con el resto de la Extrema Izquierda la visión de una “sociedad comunista”, gestionada por los trabajadores en su propio beneficio para lograr la prosperidad y la democracia. Recurren a antecedentes históricos y al apoyo externo a pesar de que fundan sus raíces en un medio social determinado y se valen de organizaciones existentes o en formación. La mayor transformación se produce cuando no pueden lograr la movilización de las masas populares y cuando la represión del Estado los acosa; máxime a partir de ser declarados “ilegales” por la violencia indiscriminada de sus acciones (asesinatos, asaltos, secuestros extorsivos, atentados con bombas, etc.). Su propuesta es la ejecución de una guerra popular prolongada, con estas fases: 1) Guerrillas (desgaste, captación); 2) Guerra Civil (destrucción del Ejército, revolución) (RUBENSTEIN, Ricardo, “Alquimistas de la Revolución”, Gránica, 1988). Ejemplos locales fueron MONTONEROS (Peronistas de izquierda, pro Cuba) y las FAR (Comunistas), organizaciones fusionadas para constituir el Movimiento Armado Peronista que, junto con el ERP (trotkista-guevarista) y otros grupos menores, habrían de desarrollar, a partir de 1970, la guerra popular con objeto de establecer la Patria Socialista (GASPARINI, Juan, “Montoneros: Final de cuentas”; Punto sur, 1988 y ESTRELLA ROJA, del PRT-ERP, de FEB 1974. También, en LA OPINIÓN del 09 OCT 1975).
ASESINOS SANGUINARIOS: Son fanáticos y actúan al servicio de una obsesión religiosa o étnica, pérfida y odiosa. Creen en algo, aunque sea por soberbia, por ignorancia o por rencor. Cuando aparentan estar integrados, se trata de un simple engaño instrumental. Son movidos por el odio. Ejemplos que caben son: Al-Qaeda y ETA (PENDAS, Benigno; ABC, 19 ABR 04).
MORALEJA
Cuando HEBE de BONAFINI repite con exaltación que “...Siempre pensé en mis hijos como guerrilleros y revolucionarios, con gran orgullo...”, no se está refiriendo a los “pseudos romántico-revolucionarios”... ¿Queda alguna duda respecto de la categoría a la que hace referencia?
Sus frecuentes desatinos responden a una mentalidad enfermiza como producto del RESENTIMIENTO...