21 de marzo, Día Internacional del Síndrome de Down: ¡defiende su vida!
Dejen de intentar ‘curar’ el síndrome de Down descartando a quienes lo tienen
Ayer vi en el Twitter de CitizenGO este precioso vídeo que ha publicado Down España para celebrar el 21 de marzo, Día Internacional del Síndrome de Down. Confieso que me ha emocionado. Tengo un tío con ese síndrome y doy fe de que estas personas son superdotadas en cariño.
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La subnormalidad es considerar que los niños Down merecen respeto pero no merecen vivir
Una carta que habría gustado a mi abuela
Descartados por ser diferentes al resto de los seres humanos
En un mundo donde a menudo se invoca el derecho a ser diferente sin que te menosprecien, resulta
incomprensible e injustificable que a las personas con síndrome de Down
se las descarte antes de nacer, como si no fuesen dignas de vivir.
Estamos asistiendo a un proceso propio de regímenes totalitarios que no
muestran ni el más mínimo respeto por la vida humana y por los derechos
asociados a ella. En el marco de ese monstruoso proceso, se intenta remediar el síndrome de Down liquidando antes del parto a quienes lo padecen.
Y para colmo, algunos intentan vendernos esto diciéndose
“progresistas”, como si cometer ese acto de barbarie fuese un signo de
progreso.
Los niños y niñas Down, en peligro de extinción en España
Tal día como hoy hace dos años la doctora Gádor Joya, portavoz de Derecho a Vivir, denunciaba que “las personas con Síndrome de Down están en peligro de extinción en España, como las que tienen espina bífida u otras afecciones”. Gádor añadía: “En
este momento, en España, miles de niños son abortados a causa del uso
malicioso de las técnicas de detección precoz de enfermedades. Estas
prácticas, en vez de servir para eliminar, deberían servir para prevenir
y adelantar las acciones necesarias para acoger a quien sufra un mal
especialmente señalado”.
Mañana hay una oportunidad de saldar cuentas con quienes no les protegen
Hay que recordar que en el cumplimiento de su promesa electoral, el
gobierno del PP pretendió llevar a cabo una reforma de la Ley del
Aborto hoy vigente que aboliese el llamado aborto eugenésico,
que sirve para descartar a quienes padecen cualquier transtorno o
enfermedad que, según algunos, no les hacen dignos de vivir. En septiembre del año pasado Rajoy renunció a cumplir esa promesa,
cerrando la puerta a esa posibilidad de que se acabasen las prácticas
de exterminio de los niños y niñas con síndrome de Down, entre otros. A
partir de ese momento, tanto Rajoy como su partido han asumido
una ley perversa y cruel que sitúa a España a la altura de la antigua
Esparta en maltrato a los que son considerados imperfectos.
Mañana los andaluces tienen la primera oportunidad que se presenta de
castigar en las urnas esa traición no sólo a una promesa electoral, sino
al deber más primario que tiene un gobernante, como es proteger la vida
humana, en especial la vida de los más inocentes e indefensos. Sería
impensable que quienes se sienten comprometidos con la causa de la vida
pusiesen cualquier otra cosa por encima del respeto a ese derecho
humano. Si no queremos que nuestros políticos se corrompan y
degeneren en tiranos, tenemos que ser exigentes con ellos y no
permitirles maltratar lo que están obligados a proteger. Si cedemos ante ese abuso, estaremos empujando a nuestra sociedad por una pendiente resbaladiza:
¿qué derecho podrá ser respetado si consentimos que los poderosos
desprecien el derecho sobre el que se asientan todos los demás, que es
el derecho a vivir?