¿QUÉ PASÓ CON EL HONOR MILITAR?
¡Qué
tiempos aquellos cuando nuestros mandos militares tenían honor y amor por la
patria..! Nada comparado a estos señores disfrazados de militares que no dudan
en revolcarse indignamente con los terroristas
Por Ricardo Puentes
Melo
Marzo 16 de 2015
Colombia asiste hoy a
una de sus etapas más tristes de su historia. A pesar de que los terroristas
comunistas siempre han actuado de la misma manera y exigido lo mismo en todos los
“diálogos de paz” que han sostenido
con diferentes gobiernos en la historia del país, en este sainete, en este montaje
para rearmar la subversión marxista e revestirlos de impunidad, no hay ni una
sola voz de un militar que se oponga o proteste frente a las imposiciones de
los bandidos y el gobierno que buscan el sometimiento del Estado de Derecho, para
desgracia de los colombianos.
En todos los diálogos
anteriores, tanto los gobiernos como los terroristas han dicho que “la paz se debe alcanzar al precio que sea”,
y que “se tomará cualquier acción
encaminada a la reconciliación”.
En todos los diálogos
anteriores, se ha dicho que no se afectará el orden institucional ni la moral
de las instituciones republicanas.
Y vean lo que sucedió
con los bandidos del M-19, que se indultaron y se apoderaron de los órganos de justicia
para destruir al Ejército que los combatió.
En todos los diálogos
anteriores, los bandidos tenían gran despliegue de prensa para decir lo que se les
viniera en gana, para desprestigiar al Ejército y para anunciar que cada concesión
hecha a ellos era “un avance hacia la paz”.
En todos los diálogos
anteriores, los terroristas han dicho que no pagarán cárcel, que no entregarán
armas y, a cambio de nada, han exigido participación en política e impunidad para
sus crímenes.
En todos los diálogos
anteriores, los medios de comunicación han sido cómplices de las exigencias de
los bandidos, creando el ambiente psicológico necesario para ir acondicionando la
opinión pública para que vean a los terroristas como adalides de la paz y no
como los criminales que han sido.
El Coronel Plazas Vega, en medio de otros
hombres de honor: Carrera y Malagón
(Foto Periodismo Sin Fronteras)
En todos los diálogos
anteriores, han sido los terroristas quienes buscan imponerles a los
colombianos las condiciones “de paz”
a cambio de no seguir atacando a la población civil.
En todos los diálogos
anteriores, el Partido Comunista ha querido engañar a los colombianos negando
cualquier vinculación con los grupos terroristas; en todos los procesos
anteriores han recogido la literatura emanada de su propio seno donde se
demuestra que es el Partido Comunista el originador de la violencia en
Colombia.
En todos los diálogos
anteriores, el gobierno y los terroristas inicialmente se han reunido
secretamente, a espaldas de los mandos militares, para cocinar el sometimiento
de la República ante los bandidos.
En todos los diálogos
anteriores los terroristas han exigido el cese al fuego por parte de las FF.MM;
en todos los procesos se les ha concedido.
En todos los diálogos
anteriores, a las FF.MM se les ha ordenado el cese al fuego, mientras se les
permite a los terroristas el porte ilegal de armas y el uso de uniformes de uso
privativo de las Fuerzas Militares.
En todos los diálogos
anteriores, el Partido Comunista no ha permitido que sus bandas terroristas
entreguen las armas; esto con el propósito de tenerlas listas para la
reanudación de la lucha armada, en clarísimo cumplimiento de su doctrina marxista
de la lucha por el poder total.
En todos los diálogos
anteriores, donde los bandidos se han entregado, nunca han entregado las armas,
y siempre han mantenido una facción terrorista para que actúe en las sombras y
que esté lista para cuando sea el momento de lanzar sus nuevas acciones
criminales. El caso más evidente es el del M-19, cuyos miembros aparentemente
se desmovilizaron pero mantuvieron -y mantienen- milicias populares
clandestinas que perpetúan el movimiento.
Sin embargo, en todos
los diálogos anteriores -excepto en éste- siempre hemos tenido militares que
portan con honor su uniforme y a cumplir su compromiso de defender la patria.
Ejemplos
que se nos vienen a la mente:
El del Coronel Jaime
Hernández López, quien se negó a hacer honores de Jefe de Estado a Fidel Castro
con la Escuela Militar.
General Fernando Landazábal Reyes |
El del General
Fernando Landazábal, Ministro de Defensa, quien desenmascaró, con pruebas en la
mano, al Partido Comunista como creador de las guerrillas marxistas
terroristas. Nunca quiso firmar el proceso de paz de su época y dijo muy
claramente que “la democracia está siendo
asesinada”.
El del General
Guerrero Paz, Ministro de Defensa de barco, quien prefirió la baja a estar en
el proceso de paz de ese gobierno. Sufrió un atentado terrorista por parte de “un grupo desconocido” que a la postre
se descubrió que era el Frente Ricardo Franco de las FARC.
El del General
Camacho Leiva, quien combatió al terrorismo con el estatuto anti-terrorista,
dejándoles claro a los bandidos que “Si
se entregan, se garantiza su vida y juicio justo con beneficios; si no, la
cárcel o el cementerio”.
El del General
Hernando Díaz Sanmiguel, quien combatió al M-19 y los demás terroristas con
todo el rigor, y le aseguró al gobierno que jamás se sentaría a conversar con
bandoleros. Cosa que cumplió.
El del General Jaime
Canal, quien guiado por su honor renunció cuando el presidente Pastrana le dió la orden de no atacar a los bandidos de las FARC en La María, Valle.
El del Coronel
Alfonso Plazas Vega, quien se negó a estrechar la mano del antiguo terrorista y
secuestrador León Valencia quien estaba dando clases a oficiales del Ejército.
El del General
Ricardo Cifuentes Ordoñez dijo “las
tropas bajo mi mando no le harán honores a un presidente corrupto…”
General Harold Bedoya Pizarro |
El ejemplo del
General Harold Bedoya, quien prefirió la baja que lo obligaran a cumplir las
órdenes de Ernesto Samper, un presidente elegido con dineros del narcotráfico.
También se negó a firmar los acuerdos de los bandidos de las FARC en los
Tratados de La Uribe, Meta.
El del General Mario
Montoya, quien renunció cuando Juan Manuel Santos, siendo ministro de Defensa,
destituyó injustamente a 27 de los mejores oficiales acusándolos falsamente de Falsos
Positivos.
El del Teniente
Malagón quien, a diferencia del General Rubén Dario Alzate, ni falsificó su
secuestro ni jamás hizo amistad con los terroristas, ni cedió los principios de
la institución. Al contrario, aún amarrado y humillado, cuando tuvo la
oportunidad protestó por el trato que les daban los bandidos y dijo estar
orgulloso de pertenecer “al glorioso
Ejército Nacional”.
El ejemplo del
General Miguel Vega Uribe, quien no se dejó amilanar por las ONG de izquierda,
y combatió con denuedo a los bandidos de las FARC, ELN, M-19 y otros.
El ejemplo del
General Rito Alejo del Río, quien, también haciendo caso omiso de las presionas
de políticos y ONG, logró erradicar a los bandidos de gran parte del
Departamento de Antioquia. Esto le valió el título de “El pacificador de Urabá”, y su gestión fue tan apreciada que fue
aclamado con vítores por toda la región del Urabá antioqueño y chocoano.
General Rito Alejo del Río. Su condena es una prueba palpable de la corrupción de la justicia (Foto Periodismo Sin Fronteras) |
El del General Farouk
Yanine, que recibió el título de Pacificador del Magdalena por parte de la
región del Magdalena medio, en agradecimiento por haberlos liberado del yugo marxista
terrorista de FARC y ELN.
El del Coronel Mejía
Gutiérrez, el “mejor combatiente de América”, quien combatió con convicción a
los terroristas, y quien descubrió a varios comandantes de las FARC en las sombras,
políticos importantes que siguen posando de demócratas al mismo tiempo que
forman parte de la dirigencia de los terroristas. Por esa razón, por lo que
descubrió, el comunismo le montó al Coronel Mejía un proceso para encarcelarlo.
Y, por supuesto, recordamos
el ejemplo de una mujer, Thania Vega de Plazas, quien se negó a darle la mano a
Gustavo Petro -siendo éste alcalde-, diciéndole que ella no le daba su mano a
terroristas.
Ejemplos sobran. ¡Qué
tiempos aquellos cuando nuestros mandos militares tenían honor y amor por la
patria..! Nada comparado a estos señores disfrazados de militares que no dudan
en revolcarse indignamente con los terroristas que aún siguen masacrando
compatriotas y asesinando con sevicia cruel a militares a quienes desuellan y
queman vivos, sin que tales barbaridades les haga perder el sueño a esta cúpula
descompuesta de traidores.
FUENTE:
Fundación Contra el Terrorismo Guatemala y http://www.periodismosinfronteras.org/que-paso-con-el-honor-militar.html
NOTA:
Los destacados no corresponden a la nota original.