En la línea de fuego
Segunda República" - 18-Mar-2015 - NACIONAL: Argentina en el fuego cruzado
“Nombré a palacios ‘por recomendación expresa de la
CIA y el MOSSAD’”
martes, 6 de julio de 2010
Jorge
Altamira (especial para ARGENPRESS.info)
Debe ser
enjuiciado y destituido como agente de Estados extranjeros.
“La
Nación” del domingo 4 de julio menciona que en una reunión con dirigentes de la
AMIA y la DAIA; Mauricio Macri, el jefe de gobierno de la Ciudad les comunicó
Fino Palacios “fue designado en su cargo ‘por recomendación expresa de la CIA y
el Mossad”. En un comunicado de la Agencia Judía de Noticias, se añade que ese
nombramiento fue “encomendado” también por la DEA – la agencia de combate al
narcotráfico del gobierno de Estados Unidos. Numerosas fuentes de información
le asignan a la DEA una colusión con el narcotráfico.
Ni los
vínculos entre Fino Palacios y el Mossad y la CIA constituyen una novedad; la
novedad ahora es que Macri anuncia que una decisión de Estado le fue indicada
por servicios de inteligencia de Estados extranjeros. Este hecho lo convierte
en un agente no registrado de esos Estados. A partir de esto, el proceso
judicial que se le ha iniciado por el espionaje ejercido por Ciro James y Palacios
se convierte en un caso de espionaje al servicio de potencias extranjeras.
Macri se encuentra en una situación cualitativamente peor que la del gobernador
de Tucumán, Alperovich, que ha contratado al Mossad para entrenar a la policía
provincial; Macri ha seguido “recomendaciones expresas”. Estados Unidos, en dos
acciones al hilo, puso bajo el rubro de “agentes no registrados de un Estado
extranjero” a un grupo de venezolanos y a un uruguayo, vinculados al asunto de
Antonini Wilson y, recientemente, a una supuesta red a la que acusa de espiar
para Rusia (aunque hay fundadas sospechas de que se trata de una presión para
que Moscú limite su colaboración con Chávez). Macri se encuentra en la misma
situación – con el agravante de su condición de Jefe de Gobierno. Macri se
confesó ante un sector de la comunidad judía con la finalidad de que éste
ejerza una presión sobre la Cámara que debe evaluar el fallo de Oyarbide contra
Macri, y para neutralizar los reclamos de otro sector de esa comunidad, que
está liderado por Sergio Burstein – espiado por James y Palacios. Ocurre que,
además, Burstein ha acusado a Palacios de una tarea de encubrimiento del
atentado terrorista contra la sede de la AMIA. Por carácter transitivo, la CIA
y el Mossad aparecen apadrinando ese encubrimiento. La crisis que esto ha
desatado entre la colectividad judía no podría ser más explosiva, esto porque
el servicio secreto de Israel queda denunciado como cómplice de la falta de
esclarecimiento de un hecho criminal que se cobró la vida de numerosos judíos
inocentes y que destruyó el edificio símbolo de la acción cultural y social de
la comunidad judía en Argentina apenas después del inicio del siglo XX. Cuando
faltan dos semanas para la conmemoración del aniversario de ese atentado, la
confesión de Macri tiene todas las características de un escándalo oprobioso,
que debe ser seguido por su destitución inmediata y la condena judicial
respectiva.
Naturalmente,
la infiltración de la CIA y el Mossad en el gobierno de la Ciudad – nada menos
que a través de su Primer Magistrado y candidato a la Presidencia de la Nación
-, tiene un alcance político mayor, pues desnuda a la política de apoyo
político de los K a la preparación de un ataque militar isreaelo-norteamericano
contra Irán. Los K no han abierto aun los archivos de la Side sobre el
atentado; la Corte ha clausurado la investigación sobre otro atentado
terrorista – contra la embajada de Israel. Esta complicidad objetiva entre los
K y Macri es el principal obstáculo a vencer para que se produzca la destitución
de Macri y para que se investigue la infiltración de la CIA y el Mossad en los
organismos del Estado – algo que a los K solo les preocupa cuando se trata de
un investigador que hurga en el ministerio de Economía para encontrar datos que
refuten las mentiras del Indek.
La
infiltración de la CIA en otros Estados a través de funcionarios o gobernantes
es larga y conocida. Sólo por citar antecedentes recientes: Iyad Allawi, el
primer ministro iraquí “instalado” por EEUU en 2004, era un reconocido agente
de la CIA. En Perú. Vladimiro Montesinos, el “Fino” Palacios (jefe de
Seguridad) de Fujimori, nunca cesó de trabajar para la CIA durante el tiempo
ocupó funciones públicas. La actuación de Macri por cuenta y orden de la CIA y
del Mossad convierte al Jefe de gobierno en un Allawi o Montesinos, o sea en un
agente o vehículo de estados extranjeros. La confesión de Macri destruye su
versión de que no estaba en condiciones de controlar un nombramiento en el
ministerio de Economía – como se defendió contra la acusación que lo liga a
Ciro James. Pero el funcionario que Macri reconoce como de su propio–Fino
Palacios- desarrolló a través del Estado una red de espionaje, habiendo sido
“recomendado” por otros servicios de espionaje - extranjeros. En las vísperas
del 19 de Julio, la comunidad judía debe acompañar el reclamo de la destitución
de Macri, la apertura de los archivos de la Side y la destitución de las
autoridades de la DAIA cómplices de Macri. Los judíos argentinos no pueden
soslayar este desafío so pena de convertirse en cómplices por omisión. No
existe forma peor de antisemitismo que la complicidad con los funcionarios
‘recomendados’ que están acusados por embarrar las pistas que podrían
clarificar el atentado contra la AMIA.
La
Legislatura viene demorando el tratamiento del juicio político a Macri, con el
argumento de que “debe pronunciarse primero la Justicia”. El procesamiento de
Macri, apelado en primera instancia, se encuentra ahora en manos de la Cámara
de Casación, que podría tardar meses en expedirse. La Coalición Cívica, por
boca de Carrió, ya anticipó que no hará olas hasta entonces. El kirchnerismo
también se ha llamado a silencio. Quizá porque la acción conspirativa de sus
propios “servicios” está a la vista, o por sus propios vínculos políticos con
los “inspiradores” de Fino Palacios, o sea, el Departamento de Estado yanqui y
el gobierno de Israel. La primacía de un fallo judicial sobre la decisión
parlamentaria es un sofisma – en especial de parte de una institución que no
esperó al fallo por Cromagnon para destituir a Ibarra. Si la Legislatura y el
Congreso no proceden a destituir a Macri, se convierten de inmediato en
cómplices de estados extranjeros y sus servicios de inteligencia, y
susceptibles por lo tanto de una complicidad culposa con el delito de “traición
a la Patria”.
Foto:
Argentina, Ciudad de Buenos Aires, Política - Mauricio Macri, jefe de Gobierno
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. / Autor: Guillermo Viana - GCBA