Williamson ha consagrado un obispo
Reproducimos la opinión
de Marcelo González publicada en Panorama
Católico sobre la reciente consagración episcopal realizada por el obispo
Richard Williamson. El resaltado en azul –que aporta algunos datos y opiniones
del director de Panorama- nos pertenece.
El tema de las
consagraciones realizadas por Mons. Lefebvre en 1988 nos parece opinable. Nuestra bitácora es independiente de la
FSSPX; no tiene por finalidad realizar una defensa incondicional y obsecuente
de todo lo dicho y hecho por el arzobispo en su vida. Nuestra “línea editorial”
ha insistido mucho en evitar concepciones hipertrofiadas de la infalibilidad
pontificia. Creemos, sí, que algunos actos de los papas son infalibles. Pero la
fe católica no enseña la infalibilidad de un obispo aislado, ni el acierto
prudencial en todas sus decisiones, ni mucho menos su impecabilidad. En nuestra
opinión, el tema de las consagraciones de 1988 seguirá en debate por parte de
los historiadores por mucho tiempo, tal como sucede con la validez de la
excomunión de Savonarola.
El año pasado
contactamos por correo privado al p. Gerald E. Murray. Le pedimos copia de su
tesina de licenciatura, en la cual analizaba desde el punto de vista canónico
las consagraciones de 1988. Nos respondió que prefería no publicarla ya que esa
tesina no expresaba de modo completo su pensamiento sobre el particular, debido
a que luego de su publicación parcial, decidió rectificar y clarificar algunas
opiniones. Le sugerimos en otro correo que diera a conocer todos sus escritos
sobre el tema. Lamentablemente, el p. Murray no aceptó nuestra solicitud.
Mons. Williamson ha consagrado un
obispo
Circula en la red desde
hace días. El iniciador de la noticia es Rorate Caeli,
luego fue repetida por varios medios y subió fuertemente a las agencias de
noticias porque la figura del "negador del Holocausto" vende ante
todo público aunque no se interese en temas religiosos.
Hoy, día de San José, en el
Monasterio Benedictino de la Santa Cruz, de Nova Friburgo, Brasil, Mons.
Richard Williamson, expulsado de la FSSPX en 2012, consagró obispo al P.
Jean-Michel Faure, antiguo miembro de la misma asociación sacerdotal, también
desvinculado hace ya cierto tiempo por propia voluntad. Asistieron también
algunos sacerdotes de una autodenominada "resistencia" a lo que ellos
llaman "la Neofraternidad San Pío X" que se han ido desgajando a lo
largo de los últimos años.
El hecho de la consagración
está acreditado por fotografías de la ceremonia reproducidas por sitios
sedevacantistas de los que han proliferado cuando la FSSPX mantuvo
conversaciones con la Santa Sede sobre los temas doctrinales que la
congregación fundada por Mons. Lefebvre objeta como errores o novedades del Concilio Vaticano
II, y sus consecuencias.
Estas conversaciones
tuvieron lugar después de que el Papa Benedicto XVI accediera a las dos
pre-condiciones solicitadas por los tradicionalistas: la liberación de la Misa Tradicional,
que ocurrió en 2007 por medio del Motu Proprio
"Summorum Pontificum", y el levantamiento de las excomuniones que pesaban sobre los cuatro obispos
consagrados por Mons. Lefebvre en 1988.
Recordemos que estas
conversaciones, que muchos llamaron "negociaciones", produjeron un
alto nivel de tensión entre algunos sacerdotes de la FSSPX y como consecuencia
entre algunos de sus feligreses también. Se dio a conocer por vía de
filtración, una carta en la que se evidenciaba la falta de acuerdo entre los
obispos sobre este tema, aunque las objeciones no respondían en todos los casos
a la misma causa. Mientras que algunos parecían objetar los pasos prudenciales,
Mons. Williamson puso una obstáculo radical a todo trato con las autoridades
romanas: su absoluta ilegitimidad.
El caso se dirimió en un
Capítulo General Extraordinario en el que el Superior General, Mons. Bernard
Fellay prohibió participar a Mons. Williamson como censura por sus reiterados
comentarios públicos críticos, a veces en términos fuertemente despreciativos
hacia quienes sostenían la necesidad de alentar estas conversaciones.
Poco antes de dicha reunión
plenaria de una semana, el Papa Benedicto hizo saber a la FSSPX que no habría
regularización canónica sin la firma de un documento (Preámbulo Doctrinal) que ya había sido rechazado
por la Fraternidad. En la semana de deliberaciones de carácter
reservado se realizó un análisis de lo sucedido y se dio a conocer un
documento.
Recordemos que este deseo
del Papa Benedicto de regularizar a la FSSPX tuvo a su vez una fuerte
resistencia dentro de la Iglesia "oficial", y que sin duda fue parte
de las críticas que le dedicaron no solo medios de prensa internacionales sino
también eclesiásticos de alto rango, como el hoy célebre Card.
Kasper. Y que no podría dejar de asociarse, al menos a modo de
conjetura probable, con su inesperada renuncia, cuyas causas oficiales resultan
poco creíbles vista la salud y lucidez que mantiene el papa renunciante.
La inquietud
dentro de la FSSPX, sin embargo, pareció haber ganado a algunos sacerdotes de
un modo definitivo. Por una vía u otra un porcentaje muy menor de los casi 600
que tendrá este año se fue desgajando, aunque no todos de común acuerdo, sino
en muchos casos en discordia también entre sí.
Materialmente pueden parecer la
misma cosa, sobre todo si no se conocen las circunstancias históricas y los
hechos precedentes. Sin embargo, esta consagración parece estar, esta vez sí,
fundada en un rechazo de la
autoridad romana, no solo en objeciones a su modo de ejercerla.
Es decir, en las mismas causas que pusieron a Mons. Williamson fuera de la
Fraternidad.
La consagración
del P. Jean-Michel Faure no tiene el mismo contexto que la de los, en su
momento, cuatro obispos de Mons. Lefebvre. Hoy no existe una nueva institución,
con o sin permiso de Roma, que trabaje por la formación sacerdotal, la
conservación de la liturgia y el esclarecimiento doctrinal. El P. Faure será un
obispo sin jurisdicción y sin misión. Su consagración no fue fruto de la negativa
de la Santa Sede de permitir la continuidad de una institución previamente
autorizada y luego suprimida sin causa justa ni debido proceso. ¿Para qué será
obispo? ¿Repetirá la triste experiencia de la creación en serie de más obispos
que se vivió en los años '70 y sus tristes derivaciones?
Está por verse el ejercicio que
haga el P. Faure de tal consagración, que presumimos válida a priori, sin
conocer más detalles. Por desgracia, este sacerdote de 73 años, de tan
meritorio pasado apostólico, está retirado por razones de salud psiquiátrica
desde hace muchos años. Vivía hasta hace algún tiempo como sacerdote sin
función dentro de la Fraternidad y era incapaz de asumir responsabilidades sin
sufrir un colapso psicofísico. La que acaba de tomar como obispo difícilmente
le permita conservar el precario equilibrio en el que se solía desempeñar.
Damos esta noticia con pena.
Hemos conocido a muchos de los protagonistas de esta penosa situación. Del P.
Faure y de otros tenemos y tendremos siempre un afectuoso recuerdo.
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