La perseverancia de JAVIER en su permanente labor por inducir al compatriota al "BIEN COMÚN", no hace mas que una antesala de la virtud teologal. Esa actitud con su prédica, es una búsqueda permanente para crear en los compatriotas el imprescindible amor y servicio a la patria. Su acción debería ser imitada por todo ARGENTINO bien nacido.