Vetan doctrina católica en Sínodo para la Familia - Alberto Villasana
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En octubre de 2014, el cardenal Baldisseri, secretario
del Sínodo, mandó requisar y quemar los ejemplares del libro
"Permaneciendo en la Verdad de Cristo" que cinco cardenales
escribieron y enviaron a los Padres del Sínodo para hacer presente la doctrina
católica sobre el matrimonio y la familia
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En entrevista, el cardenal Raymond Burke denuncia la
manipulación que tuvo lugar en el Sínodo "encaminada a minar el enseñanzas
de la Iglesia sobre el matrimonio"
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El cardenal George Spell trae a la memoria que el cisma
anglicano se debió a que la Iglesia no aceptó el matrimonio adúltero de Enrique
VIII
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El cardenal Sarah sentencia: misericordia no se puede
separar de magisterio
Enorme conmoción causó la revelación del
vaticanista inglés Edward Pentin, dando a conocer, en NewsMax, cómo el
secretario del Sínodo, cardenal Lorenzo Baldisseri, requisó del correo y mandó
destruir los ejemplares del libro Remaining in the Truth of Christ
("Permaneciendo en la Verdad de Cristo") para que éstos no llegaran a
los obispos reunidos en el Sínodo para la Familia, en octubre de 2014.
El libro, exponiendo la doctrina de la
Iglesia acerca del matrimonio y la familia, fue escrito por un grupo de los más
altos prelados, los cardenales Walter Brandmüller, Carlo Caffarra, Velasio de
Paolis, Raymond Burke (a quien Francisco removió del más alto tribunal eclesial
por su posición conservadora respecto al aborto), y Gerhard Müller, prefecto de
la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien está alarmado por la propuesta
del cardenal Walter Kasper (que viene del propio
Bergoglio, según palabras del mismo Kasper) de cambiar la
doctrina y admitir a la comunión a los separados unidos en un segundo
matrimonio civil o en convivencia (restricción que existe por la
indisolubilidad del matrimonio sacramental), y a los homosexuales en situación
de unión.
Los ejemplares del libro "Permaneciendo
en la Verdad de Cristo" fueron enviados a través de los canales normales,
a través del servicio postal italiano y vaticano. Ya durante el Sínodo
comenzaron a correrse rumores de que los libros no llegaron a los obispos pues
habían sido confiscados por orden del secretario del Sínodo, cosa que
posteriormente confirmó la investigación de
Pentin. Muy aparte de la censura doctrinal, al haber sido
enviados por correo, éstos gozaban de protección legal, y su destrucción
comporta el delito de violación a material postal.
En una conferencia de prensa en Roma, en
enero de 2015, el cardenal Baldisseri se limitó a decir que "el dogma
puede progresar" y que el propósito del Sínodo no es reafirmar la doctrina
católica. Y confirmó que los documentos del Sínodo, incluida la Relatio en que
se hizo un llamamiento a "aceptar y valorar" la "orientación homosexual"
y la comunión de separados en unión irregular habían sido, efectivamente,
aprobadas por el mismo Bergoglio.
Durante la primera parte del Sínodo, muchos
obispos fieles al Magisterio de la Iglesia se disgustaron al constatar la
censura que había sobre ellos, ya que sólo se filtraban a la prensa las
exposiciones de los obispos liberales. La protesta de los obispos hizo cambiar
la política que había impuesto el secretario Baldisseri al área de comunicación
social del Vaticano y se tuvieron que comenzar a difundir todas las exposiciones.
La orientación liberal ha quedado también de
manifiesto en los Lineamenta,
el documento base que servirá para la segunda parte del Sínodo, en octubre de
2015.
En el número 53 del documento se dice que
algunos Padres en el Sínodo se preguntaron sobre la posibilidad de que las
personas divorciadas vueltas a casar puedan acceder a la comunión sacramental.
Pero en ninguna nota o parte del documento se dice que esa propuesta fue
rechazada por la mayoría de los Padres.
Más adelante, en la parte de "Preguntas"
sobre la recepción y profundización que se hará de la Relatio Synodi (en la
introducción de la primera parte denominada "La escucha", párrafo 3)
se exhorta a los obispos a abstenerse, en octubre de 2015, de dar respuestas
meramente aplicativas de la doctrina. Es decir, será válido presentar cualquier
ocurrencia o innovación, pero nada que esté basado meramente en doctrina de la
Iglesia.
La preocupación de obispos y cardenales
fieles a las enseñanzas de la Iglesia es cada vez mayor.
En un artículo escrito por el cardenal George
Spelll en Catholic Thing
el cardenal George Spell recordó que el cisma anglicano se debió a que la
Iglesia no quiso reconocer el matrimonio adultero del rey Enrique VIII. ¿Cómo
es que ahora se pretende soslayar la situación irregular de gran número de
fieles? La doctrina no se establece por consenso democrático. Spell se ha
cuestionado por la validez del mismo papado.
En general, entre los Padres sinodales hay
una aceptación de que muchos matrimonios pueden no ser válidos, por falta de
conciencia o madurez a la hora de celebrarse. También se reconoce que hace
falta agilizar los procesos de nulidad. Pero el problema que ha surgido ante la
posición extrema de Kasper y Bergoglio es de índole teológica, y se refiere a
la indisolubilidad del sacramento del matrimonio rato y consumado, con el cual
se topa de frente cualquier solución pastoral innovadora.
Otro botón de muestra ha sido el libro de
Nicolás Diat "Dieu ou rien" en que recoge las entrevistas realizadas
al cardenal Robert Sarah, prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto
Divino y la Disciplina de los Sacramentos. En la pregunta que se le hace acerca
del Sínodo el cardenal condena: "La idea de colocar el Magisterio en un
joyero, separándolo de la práctica pastoral, que puede cambiar según las
circunstancias, las modas y las pasiones, es una forma de herejía, una
patología esquizofrénica peligrosa". Su afirmación contrasta directamente
con el proyecto de Kasper y Bergolio de querer separar magisterio de misericordia,
en un reprobable afán de querer adaptarse al mundo.
Por su parte, el cardenal Raymond Burke, en
exclusiva para LIFEsiteNews,
denunció la manipulación que tuvo lugar en el Sínodo "encaminada a minar
el enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio":
"Me resulta claro que hubo individuos
que obviamente tuvieron una gran influencia sobre el proceso del Sínodo
empujando su agenda, que no tiene nada que ver con la verdad sobre el
matrimonio como Nuestro Señor mismo nos lo enseña, y como ha sido preservado
por la Iglesia. Esa agenda se propone justificar las relaciones sexuales
extra-maritales y los actos sexuales entre personas del mismo sexo y, en un
sentido, claramente relativizar e incluso oscurecer la belleza de las
enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio como una unión indisoluble, fiel y
procreativa entre un hombre y una mujer".
Es de prever que esta división doctrinal, que
ya existe entre obispos y cardenales, acabará estallando en septiembre, con
motivo de la visita de Francisco a los Estados Unidos. En ese país, donde los
católicos conservadores son minoría, pero muy apegados a la doctrina católica,
están ya levantando claras denuncias sobre los cambios que se pretenden
introducir. Es de esperar que la protesta crezca pues allí hay meno posibilidad
de censura, como sí la tienen algunos en el Vaticano.
Tal vez llegue un momento de tal confusión en
que debamos atenernos a lo que decía San Atanasio: "allí donde haya fieles
que conserven la fidelidad a la doctrina, aunque sean un puñado, allí estará la
verdadera Iglesia".
Alberto Villasana
Visto
en: Los Ultimos Tiempos
Nacionalismo Católico San Juan Bautista