viernes, 20 de marzo de 2015

EL AÑO NO SANTO DEL SABOTAJE


EL AÑO NO SANTO DEL SABOTAJE


No nos equivoquemos: el recién anunciado Año Santo extraordinario de la Misericordia será una fiesta de la herejía y del sabotaje a todo lo católico. Este escandaloso Papa, probablemente, se esté dando cuenta de que no se van a lograr sus obscenos  propósitos en octubre y esté  preparando, por si fracasa  el Sínodo, una venganza  mezquina típicamente bergogliana: el incesante trompeteo de un pobre y blandengue  Dios  lamentándose de que no somos conscientes de lo mucho que nos ama, acabará por extirpar quirúrgicamente el sentido de la Justicia y de los castigos a los hombres. [Nos ama a todos] a menos, por supuesto, de que usted sea un verdadero católico; en cuyo caso usted es de los que “están muertos  por dentro”, porque no tienen misericordia, y reniegan de  Dios  y cosas por el estilo. Todo esto, por supuesto, ad maiorem gloriam Francisci.
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Este es un año santo creado con  un propósito impío: hacer sabotaje. Nada bueno saldrá de él, por lo  menos en la  intención  de quien lo promueve.
Me voy  a dedicar durante todo el año a clamar insistentemente la existencia de la Justicia de Dios, y a recordar a mis lectores  la realidad de la muerte, del juicio, y del infierno. Un infierno en completo contraste con la imagen  de Dios como tierno adolescente que no para de enviar  flores y cartas de amor a la chica de su corazón esperando durante días una sonrisa de su amor;  lo cual  es, en definitiva, lo que Francisco quiere que pensemos de Dios.
Alguien debería explicarle a Francisco el significado de las palabras Dies irae, dies illa, o Rex tremendae majestatis, y preguntarle después si piensa que pueden aplicarse a alguien que no sea  mafioso, violador de niños, o un católico cumplidor.
Este Año No Santo es una campaña más de  la guerra de Francisco contra el catolicismo. Será una contraofensiva si su ejército es derrotado en octubre, y una guerra triunfal si las cosas logran el objetivo del Sínodo.
Un día, este hombre va a conocer quién es el Dios es la Misericordia y de la Justicia. 
Tal y como ahora vemos las cosas, no creo que le vaya  a gustar mucho ese día.