Publicado por Revista Cabildo Nº118
Mes de Agosto de 2016-3era Época
ECONÓMICAS
Perdona nuestras deudas
Perdona nuestras deudas
Con respecto a las deudas externas, veamos lo que dicen algunos de los padres de la criatura.
En una carta del año 1913, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Byrnes, le decía a Woodrow Wilson: "si Estados Unidos se ofrece a prestarles su crédito (a las naciones sudamericanas) en el grado que ese préstamo sea seguro, podría hacerse que los bonos rentaran para ellas una economía inmediata. De esta manera podríamos aliviarlas de las deudas que las agobian y esto les permitiría construir los ferrocarriles que son absolutamente indispensables para el desarrollo de sus países. La ventaja sería que el plan daría a nuestro país una influencia tal sobre ellas que podríamos impedir las revoluciones, fomentar ¡a instrucción y estimular la implantación de gobiernos justos y estables".
Traducido esto al
criollo: imponer la colonización pedagógica, es decir, educarnos desde pequeños
para aceptar la
sumisión al poder hegemónico,
obviamente castrándonos.
Por su parte, y para disipar posibles dudas, Wilson afirmó que "un país es poseído por
el capital invertido en él". La Revista "Time", de abril de 1991,
también encomia
la política de pedir más deuda para cubrir la anterior, ya que eso daría al país deudor la oportunidad de endeudarse más aún para su desarrollo.
Pero conviene al respecto recordar el
empréstito de la Ba-ring, que se tomó
para construir un puerto, e instalar
aguas corrientes en la ciudad de
Buenos Aires, establecer pueblos de frontera, etc., etc.; pero no se hizo nada y el empréstito se terminó de
"honrar" a principios
del siglo XX, con una retribución superior al 1000% del capital nominal. La revista "Time" equipara luego la situación descripta con la de un hombre que vende su casa para comprar un auto nuevo; más tarde, cuando este se descompone, ya no le quedan huevos en la canasta.
Conviene agregar asimismo otras manifestaciones para aclarar estos puntos, tratando en lo posible de
dejar hablar a los propios actores para mayor
claridad. Por ejemplo, veamos las
palabras de James Warburg, de 1956, ante la Comisión del Senado
Norteamericano para Asuntos Extreriores: "el gran interrogante de nuestros tiempos no es si one world puede ser alcanzado o no, sino si one world puede ser alcanzado por medios pacíficos o no, nos guste o no tendremos one world. El interrogante es sólo si mediante acuerdo pacífico o con
violencia".
Estas afirmaciones
siguen los lincamientos generales de la Conferencia de Dumbarton Oaks para la fundación de las Naciones Unidas, donde se fijaron las estructuras básicas para un futuro gobierno mundial. Es
bueno recordar que la banca alemana Warburg,
junto con el banquero norteamericano
Jacob Schiff fueron los principales
financistas de la Revolución Bolchevique de 1917, con 10 y 20 millones de dólares
respectivamente, conjuntamente con las bancas Morgan y Rockefeller.
También resultan
ilustrativas las palabras
del profesor Carol Quigley,docente en la escuela para el Se vicio Exterior de Estados Unidos mentor de Bill Clinton, quien dii en "Tragedia y Esperanza": "¡ poder del
capitalismo mundial tiene un objetivo trascendental; nada menos que crear
un sistema de control financiero
mundial en manos privadas, capaz de dominar sistema político de
cada pueblo,
la
economía como un todo, e influir sobre los políticos colaboracionistas
mediante recompens posteriores en el
mundo de los negocios".
Estas manifestaciones no nos pueden tomar de sorpresa, ya que se encuentran en la línea de todos los gobiernos que
hemos padecído en ya largas décadas.
Todos el coincidieron
en el intento de hacernos renegar de nuestros instintos" más firmes, como,
principalmente el
de defensa del territorio. Basta recordar las
palabras del tristemente célebre estadista y filósofo riojano cuando nos quería
inculcar que significaba
una buena suerte que presidente Bush ofreciera cantidad de deuda por
naturaleza, preparandonos para entregar nuestro patrimonio, supuestamente
para pagar la deuda
fraudulenta e inexistente.
Uno de los artículos predilectos de los violadores
de la Constitución, es el 29°: "el Congreso no puede conceder al
Ejecutivo facultades extraordinarias ni la suma del poder público, ni
otorgarle sumisiones, o supremacías por las que la vida, el honor o
las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable y sujetarán a los
que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y penas de los
infames traidores a la Patria".
Recordemos que
Carlos Menem asumió su cargo cinco
meses antes de
lo correspondiente, en inobservancia de la Ley de Acefalía y en violación del
Artículo 29, ya que lo hizo por una Facultad Extraordinaria del Congreso, lo
que transforma su
ascensión en usurpación del cargo y a todo lo actuado por él en viciado de nulidad
insalvable, particularmente
su Ley de Reforma del Estado 23.6%, por la que puso en "venta"
empresas y organismos del Estado, aunque mejor sería llamarla obsequio o
donación.
Cabe acotar que
anteriormente, el 23 de febrero de 1984 el Congreso, a través del senado, aprobó la creación de una
Comisión Investigadora
de Ilícitos Económicos, que no funcionó nunca, y al año y medio resolvió
disolverse ya que los senadores radicales, los mismos que la 'crearon,
dijeron que la investigación parlamentaria de la deuda era incompatible con
la política económica
de Alfonsín.
Los gobiernos que lo sucedieron también violaron aquel artículo, al consentir todo lo
actuado y no haberlo
juzgado como infame traidor a la Patria, y por lo tanto quedaron también sujetos a
la misma responsabilidad
y pena.
Como a estos intrusos no les faltan ideas ni tiempo para desarrollarlas, no se les ha ocurrido nada mejor que implantar un gobierno mundial, y no ahora. Ya antes de la Primera Guerra Mundial, Guido von Listz fundó la sociedad Thule, apoyado por la condesa
rusa Helena Petrovna
Blavatsky; relacionada con la Masonería y miembro del M 16 (Inteligencia
Británica, particularmente de su sección ocultismo). Este gobierno
mundial, el Nuevo Orden
Mundial, sería controlado por una hermandad de banqueros de raza blanca.
Blavatsky, por su parte
fundó la Sociedad Teosófica, la que aportó a von Listz las raíces esotéricas y
digamos filosófico-religiosas, para enfrentarse con la Iglesia Católica, a
la que veían como el principal obstáculo para sus fines. Y hablando de la deuda, produce una cierta inquietud la euforia causada en algunos por el hecho de que se nos permita emitir bonos para pagar la que supuestamente tenemos con los holdouts. Lo que nos permititía reingresar a la financiación
internacional, es decir, deberíamos sentirnos felices por poder pagar una estafa, ya
que eso nos transformaría
en creíbles ante los estafadores, y seguir endeudándonos sine die y comprometernos
con una aspiradora
especializada en succionar todos los recursos y esfuerzos de los argentinos.
Conviene recordar que la deuda al fatídico 8 de julio de 1989 totalizaba 62.000
millones de dólares, pero sus títulos se cotizaba en el mercado interbancario al 14 % de su valor nominal, debido a dos razones jurídicas fiundamentales:
1) El total de la
deuda era litigiosa por el fraude que constituía su causa fuente (como
se acreditó fehacientemente
en la Causa 14.467 del Juzgado Nacional de primera instancia en lo criminal y Correccional Federal Ng 2 de la Capital Federal);
y
2) porque los títulos que la instrumentaban eran
físicamente inexistentes,
tal como fueron declarados por el Banco Central de la República Argentina
cuando se procedió
a verificar una partida de esos títulos dados en pago por Aerolíneas Argentinas: eran sólo anotaciones o referencias contables de bancos supuestamente acreedores, algunos de los cuales ya habían sido liquidados (cfr. Informe oficial del Banco Central en "La Nación" del 17 de febrero de 1992, Sección Económica, pág. 12).
Por otra parte, en la obra del Instituto Schiller de Nueva York "La integración de iberamérica", se especifica que la
deuda externa argentina
legítima en 1995 era de 5.2 millones de
dólares, mientras que la ilegítima
era de 50 000 millones, de tal
manera que la contabilidad tropical
de los acreedores la multiplicaba
por 10. En casos así mi abuelo solía decir, "cómo será el pantano para que el chancho lo cruce al trote".
Otra cosa
inquietante es que aparecieron flotando algunos "fantasmas del pasado", a los que ciertamente no "evocaremos sonrientes", sino más bien "recordando con ira"; por ejemplo, las
opiniones de Daniel
Marx, del equipo de Cavallo; y que por si fuera poco ya venía del equipo económico
del radicalismo y fue uno de los tres negociadores del Plan Brady, por el
que se reemplazaron
los (cuestionables e incobrables ante cualquier Tribunal) títulos de la deuda externa
argentina por títulos
del Tesoro Norteamericano, operándose así una novación de la deuda, una vez
aprobado y firmado el plan por el gobierno argentino, este personaje
abandonó el país para incorporarse al estudio de Brady en Estados Unidos.
Sólo me queda,
estimado compatriota,
aconsejarle que se aferré tenazmente
a sus calzoncillos, no sea que a alguien se
le ocurra ofrecerlos como parte de
pago o garantía de algún otro curro
que nos endilguen. •