9/11: 15 años de una mentira transparente - Paul Craig Roberts
Hay muchas teorías conspirativas respecto de
los atentados del 9/11. La propia explicación del gobierno de Estados
Unidos
sobre el 9/11, es una teoría conspirativa en la que unos pocos árabes
saudíes lograron burlar los controles de la Agencia nacional de
seguridad del Estado norteamericano. Hay muy poca duda de que muchas de las teorías de la
conspiración más imaginativas fueron creadas con el propósito de estigmatizar
(y acorralar, NT) cualquier escepticismo no importa qué tan bien razonado y
sustentado se encuentre, respecto a la verdad oficial.
Cuando se piensa en 9/11, es importante
diferenciar la opinión de expertos de las explicaciones improbables.
Entre
las opiniones de expertos están las de 2.600 ingenieros estructurales y
arquitectos de reputación, que formaron los “Arquitectos e Ingenieros por la
verdad sobre el 9/11” y han escrito al Congreso pidiendo una investigación
verídica, “Bomberos por la verdad del 9/11”, “Pilotos por la verdad del 9/11” y
asociaciones similares de físicos y químicos que analizaron los restos del
polvo de las Torres Gemelas los cuales informan del hallazgo de materiales
cuyos comportamientos son típicos en los utilizados en demoliciones
controladas, y ex funcionarios del gobierno que comprenden que una falla de
seguridad tan grande como la del 11 de septiembre habría producido y exigido
una investigación profunda e inmediata.
Estos grupos de personas calificadas y con
experiencia afirman que la historia oficial del 9/11 es falsa. Arquitectos,
ingenieros y científicos sostienen que la historia oficial es técnicamente
imposible. Los bomberos y el personal de mantenimiento de las Torres Gemelas
dicen que hubo numerosas explosiones dentro de las torres y que las primeras
explosiones fueron en los sub-sótanos antes que los edificios sean impactados por
los aviones. Experimentados pilotos militares y civiles dicen que las maniobras
de las aeronaves están más allá de la capacidad de los presuntos
secuestradores. Tanto
el co-presidente de la Comisión del 9/11 y su asesor legal han escrito libros
en los que han dicho que se le ha ocultado información a la Comisión, que el
gobierno de Estados Unidos mintió a la misma Comisión, y que la Comisión se
creó para fallar (en sus labores. NT)
En otras palabras, la firme evidencia,
claramente no es compatible con la versión oficial.
Sabemos que la historia oficial es falsa. No
sabemos quién es el responsable o cual fue el propósito que se pretendió
con el
evento. Sin embargo, la evidencia circunstancial apoya firmemente la
sospecha
hacia los neoconservadores cuya alta posición en el gobierno les habría
permitido tener éxito con un ataque de bandera falsa y retrasar y
desviar
cualquier investigación hasta que la historia oficial termine siendo
grabada en
la piedra. También sabemos por los “bailarines israelíes” que elementos del gobierno israelí sabían anticipadamente del ataque y
dispusieron agentes israelíes listos para filmar la destrucción de las Torres
Gemelas.
Según documentos de doctrina neoconservadora escritos en la década de 1990, se reclamó “un nuevo Pearl
Harbor” con el fin de lanzar las guerras de Washington por la hegemonía,
empezando por Medio-Oriente. Estos documentos doctrinarios señalan ataques a
Irak, Siria, Irán, Libia antes del evento del 9/11. Ninguno de estos países tuvieron
nada que ver con la historia oficial del 9/11 que culpa a Osama bin Laden de Al
Qaeda; grupo yihadista establecido por Washington en la década de 1970 para
resistir la ocupación soviética de Afganistán.
Ninguno de estos países tenía gobiernos
yihadistas. Irán tiene una forma moderada de ley islámica, pero Saddam Hussein
en Irak y Assad en Siria dirigían gobiernos seculares. Sin embargo, los
neoconservadores reclamaron falsamente que Saddam Hussein tenía “conexiones con
Al-Qaeda”. Esta mentira y la mentira de que Irak tenía armas de destrucción
masiva que amenazaban los EE.UU. fueron usadas para invadir Irak (y de paso
desestabilizar el Medio Oriente y el Levante. NT) bajo los ataques del 9/11. A
continuación, la justificación de las invasiones cambió. La excusa del 9/11
desapareció, y la “guerra contra el terror” y para “llevar la democracia” tomó
su lugar.
Desde mi cuarto de siglo en Washington, es
claro para mí que si un evento como el 9/11 en realidad habría sucedido según
la versión oficial, la Casa Blanca, el Congreso y los medios de comunicación
habrían pedido a gritos una explicación sobre cómo unos cuantos árabes pudieron
engañar cuatro veces en una hora, en el mismo día, a la totalidad de las
agencias de seguridad de EE.UU., las agencias de seguridad en Washington de los
aliados de la OTAN e Israel, el Consejo Nacional de Seguridad, el control de
tráfico aéreo y de seguridad del aeropuerto. En cambio, el
gobierno se negó a realizar cualquier investigación durante un año hasta que la
mayor parte de la evidencia fue destruida. Que unos pocos árabes hayan derrotado a la seguridad nacional de EE.UU.
sería la más grande humillación jamás infligida a una superpotencia, pero nadie
se hace responsable. Esto me dice que el 9/11 fue un crimen de Estado contra la
democracia.
El 9/11 fue utilizado por el gobierno de
Estados Unidos para lanzar las guerras que han destruido total o parcialmente
siete países, matando a millones de personas y que producen millones de
refugiados. El 9/11 también se utilizó para crear un estado policial
estadounidense, que es una amenaza mucho mayor para la libertad y la democracia
que el terrorismo musulmán.
Traducción:
Mike Oscar
Nota de NCSJB: Si
bien entendemos que Paul Craig Roberts, como político conservador
norteamericano considere a los atentados del 9/11 como un ataque a la “democracia”,
verdadera causante de éstas tragedias; sin embargo, al haber sido funcionario
del Tesoro durante la Administración Reagan, es un testimonio que vale la pena
tenerse en cuenta.
Nacionalismo Católico San Juan Bautista