Publicado por Revista Cabildo Nº 118
Mes de Agosto de 2016-3era.Época
NACIONALES
Vicente
CADENAS
Castraciones
DICE Richard Dawkins en "El gen egoísta" que somos máquinas de supervivencia, autómatas programados a ciegas con e\ fin de perpetuar la existencia de los egoístas genes que albergamos en nuestras células.
A tal fin nuestro Creador, nos dotó con una serie de instintos, agrupados -como debe ser- en forma jerárquica, encontrándose en la cima de la jerarquía el de dominio territorial, a punto tal que muchos biólogos modernos definen el territorio como un área defendida razonable.
Porque el territorio proporciona seguridad, asegura la subsistencia y el sentido de identidad. Pero -sobrepasando todo tipo de explicación práctica- existe un lazo misterioso entre el ser viviente y el espacio.
Por eso resulta
tan difícil,
no
ya aceptar sino comprender, a los dirigentes traidores dispuestos a no
defender sino a entregar el territorio por cualquier motivo; y por
eso, asimismo, sentimos un rechazo tan vivo hacia el traidor
desnaturalizado y descastado.
Le sigue en el orden el instinto de jerarquía, encargado de seleccionar al ejemplar mejor dotado para la defensa del conjunto, y el que reniega de esa obligación se encuentra con la misma repulsa colectiva.
Este orden se da en los animales en libertad, lo que se contrapone a las enseñanzas de Tata Freud, para quien la pulsión
sexual era lo primario.
Se entiende que en
una sociedad animalizada se machaque tanto
sobre la cuestión sexual, sobre todo, hoy, en
sus manifestaciones contranatura, porque para esa clase de sociedades la
obsesión sexual es la única vía de escape de sus energías. Por su parte los
sistemas intrusos, fogonean la degeneración, puesto que la misma
afloja la resistencia de los pueblos.
Veamos lo que decía ya en el año 1875 Juan
Bautista Alberdi, en su libro "Estudios Económicos: interpretación
económica de la historia argentina y sud americana": "La
América del Sud está ocupada por pueblos pobres, que habitan suelo
rico, al revés de Europa, ocupada en su mayor parte por pueblos ricos
que habitan suelo pobre".
La Europa presta
al suelo, no al hombre, cuando presta su dinero
a los pueblos de la América del Sud. Objetivo del
acreedor, según Alberdi, es obtener la garantía del suelo gravado en
garantía de su deuda dineraria.
Concepto corroborado por Sir Henry Kissinger en 1985, en el simposio sobre deuda externa en Berna: "Yo prefiero
que las naciones deudoras paguen
sus obligaciones externas con activos reales a los bancos acreedores, con la entrega del
patrimonio de las empresas públicas".
Y ¿cuál fue la viril respuesta de nuestro
-llamémosle- gobierno?: El consabido Yes, Bwana: La Ley 23696 de Reforma
del Estado del 18 de
agosto de 1989, antes de los dos meses de haber ocupado/usurpado el cargo la
que ponía en venta todo nuestro patrimonio a precio vil, estando los compradores facultados pagarlo en títulos de la deuda
externa
argentina, artículo 15, inciso ' por consiguiente, entregamos todo por nada.
Y por si todo esto fuera considerado poco, su artículo 3 otorga a los
inversionistas británicos la clausula de nación más favorecida. F eso, cuando llega
el momento de ejecución
de los bienes del suelo j ra obtener el pago de su crédito, e ge el suelo
desocupado de habita tes (Julio C. González: "Los Tratados de Paz
por la Guerra de Malvinas").
El mismo autor interpreta que conquista del territorio de la República Argentina se llevó a cabo siguiendo la
metodología de una deuda externa innecesaria, fraguada casi todos sus
montos.
¿Y cómo se logra la despoblación? Ya Robert
Thomas Malthu economista y
pastor anglicano había aportado luminosas ideas respecto
en su "Ensayo del principió de población"
(1798), donde sugería que las clases bajas sólo podrían
mejorar su condición mediante la autolimitación de su número: y para tan loable empresa proponía dos
tipos de métodos: positivos, que tienden a
aumentar la mortalidad, y los negativos, disminuyen
la natalidad.
Supongo que estos
caballeros por clases bajas entienden las
clases bajas del mundo, es decir lo que etiquetado unilateralmente como Tercer
Mundo.
¿Cuándo podremos "desparasitarnos" y,
cuándo podremos ver a los vendepatrias
alojados por el resto de sus días en el lugar
adonde pertenecen? •