viernes, 1 de junio de 2018

COMIENZO DEL JUICIO ORAL A ALFREDO ASTIZ

jueves, 20 de diciembre de 2007



Notas Periodisticas Durante el Juicio Oral a Alfredo Astiz

"PRENSA INDEPENDIENTE"
"Síntesis de Prensa 26 febrero 2000"

COMIENZO DEL JUICIO ORAL A ALFREDO ASTIZ

Conociendo los habituales manejos desinformativos, desde primeras horas de la mañana destacamos nuestros enviados especiales, quienes permanecieron hasta la noche registrando cuidadosamente todo lo que acontecía en las veredas del edificio de los Tribunales de Avenida Comodoro Py, en sus pasillos internos y en el salón del juicio oral, donde transcurriría el principal acto de lo que desde ya vislumbrábamos como un verdadero circo mediático.
Luego contemplamos la "verdad mediática instalada" en los diarios, radios y TV, tan alevosamente ajena a la simple "realidad ocurrida" que realmente cuesta no obnubilarse en la justa indignación, pese a estar prevenidos de que lamentablemente sería así, un nuevo masivo y deliberado engaño a la población desprevenida. Por otro lado nos hace preguntarnos si realmente gozamos de libertad de prensa o solo es una utopía, un sueño equivocado, siendo manipulados y desinformados de esta misma forma en nuestras vidas cotidianas, al ser sometidos al bombardeo diario de miles de noticias del país y el mundo por demás ajenas a ningún cotejo o prueba de verdad.
Es tan grande la diferencia entre la novela propalada y los hechos reales, los intrascendentes detalles contados sobre lo sucedido a lo largo de siete horas de audiencia para ignorar declaraciones testimoniales más que novedosas e importantes.


No comentaremos el bochornoso show de los noticiosos de TV - así debe haber sido en la Rusia de Stalin o en la Alemania de Hitler en las despiadadas campañas contra los disidentes - , nuestros lectores también los deben haber visto .

LA VERDAD REAL, lo que vieron nuestros enviados

En la vereda de la Avenida Comodoro Py

Desde las diez de la mañana había algunos movileros de TV y fotógrafos, al rayo del sol y con un calor infernal; junto a ellos un grupo de chiquilines, nunca más de siete u ocho durante todo el largo dia, con cara de aburridos, charlando cosas de su edad y soportando la alta temperatura como podían, mientras sostenían pequeñas pancartas. El público entraba y salía pasando a su lado sin casi mirarlos, ya son parte del paisaje local.

Cada tanto se repetía el rito motivo de su presencia en el lugar: llegaba un periodista a hacer su nota, les hablaba, se levantaban cansinamente de su asiento en el piso, se agrupaban en escuálido pelotón y el fotógrafo los enfocaba casi a quemarropa siempre, habitual treta para disimular la escasa tropa. Otras veces solo oficiaban como telón de fondo del personaje de turno derecho humanístico, se agrupaban junto a él mientras era entrevistado bajo las luces de los movileros, unos segundos y de vuelta al tedio. Así todo el día, algo tan distante de los "electrizantes activismos" mostrados en la tele, muchas veces alternados con filmaciones de archivo de otrora mejores tiempos, de movilizaciones más movilizadoras si nos permiten la licencia no poética. Todo agregado ajeno a lo recién relatado fue un engaño a los televidentes.

En los pasillos próximos al salón de la audiencia judicial


Desde aproximadamente 1230hs un reducido grupo de personas - no más de veinte - esperaba pacientemente el permiso para ingresar. Entre ellos un grupo de unos 15 inofensivos jóvenes con estudiantil aspecto munido de carpetas y libretas de apuntes, se movían de un lado al otro con impaciencia juvenil. El habitual público circulaba raudo por el pasillo.

Frente a la misma sala de audiencias está la oficina de periodistas de los Tribunales, allí estratégicamente ubicados junto a su puerta una rubia señora madura y de porte elegante aun en su deportivo atuendo en pantalones de corderoy, con aspecto europeo e inconfundiblemente "progre" como se llaman los de la especie a si mismos. La acompañaba siempre un caballero maduro y también deportivamente entrazado en camisa oscura de mangas cortas; cada vez que pasaba un periodista el de las mangas cortas lo atajaba, le presentaba a la rubia y comenzaba la consiguiente entrevista , chamuye y apuntes. Pudimos oír que la presentaba como Coordinadora de ... no se entendía bien.

Fue otra especie de rito, luego repetido por otros personajes que llegaban al pasillo, los entrevistaban y se iban a otra cosa, el lugar pareció haberse constituido en una especie de escenario para lucimiento de todo derecho- humanístico sujeto que no quiera perderse en el cruel anonimato del olvido mediático.

A la 1 y 30 del mediodía se abrieron las puertas del salón y entramos, rodeados de policías que alertaban sobre la prohibición de grabadores y celulares. Poco antes un "boga' amigote nos despejó la duda, la elegante mujer "progre" - lo que es el feeling - era una tal Beatriz Roux, activista de uno de esos habituales sellos de goma, algo así como grupo de familiares de franceses desaparecidos, el de la cortas mangas nada menos que el activista de profesión y abogado de título don Horacio Méndez Carreras. Se la iban a perder, verlo a Astiz en la picota judicial, aparte del turismo derecho humanístico por las tierras de Maradona y el tango.

En la sala, el atropello, nada espontaneo

Nos sentamos los escasos concurrentes en el caluroso mediodía y a poco entró una legión de fotógrafos y movileros, no menos de cuarenta, los cuales se apiñaron entre los escritorios del juez, fiscal y abogados, aun ausentes. Recordamos haber sido avisados que la defensa había pedido al juez Bonadío que no autorizará Tv y fotógrafos en la sala, por seguridad y para no desvirtuar el acto judicial ; finalmente el juez solo había autorizado su presencia al comenzar la primera audiencia y al final de la última.

No sabíamos cuan cerca comprobaríamos lo acertado que estaba la defensora de Astiz, señora Perla Martínez de Buck. Entró Astiz caminando tranquilo y se sentó en su escritorio al lado de la abogada, no sabemos como pudo mantener la calma y los ojos abiertos porque fue literalmente acribillado a medio metro de su cara por decenas de flashes y reflectores de Tv. Nos recordó como debió haber sido un cristiano en el coliseo romano entre las fieras, más que los estrados de una tribunal oral aquello era la salida de una cancha de fútbol en medio de la barra brava.

Nos preguntamos inmediatamente como este juez permitía semejante trato a una persona que debía afrontar con espíritu calmo su juicio como acusado, algo contrario a todo criterio lógico y legal, a que pregonado derecho humano respondía el acto. Una cosa son fotos o filmaciones desde lejos desde otro lugar del salón, otra aquel virtual fusilamiento con los flashes despiadados a quemarropa.

Pero no tuvimos tiempo de pensarlo mucho, porque el siguiente episodio superó la barbarie anterior. Apenas Astiz apoyó su humanidad en la silla los quince inofensivos mocosos mezclados entre nosotros, el público, se arrancaron las camperas y camisas, luciendo otras con un emblema de HIJOS y aullando "asesinos" como poseídos arremetieron hacia el lugar de Astiz y la defensora que ni se dieron vuelta a mirarlos, atropellando en su avalancha sillas y hasta señoras sentadas .

En ese momento ocurrió un hecho por demás elocuente, al lado del público que permanecía sentado y era pisoteado estaba el oficial a cargo del operativo, un pelirrojo de formal traje civil, se le acercó un sargento y alarmado le pidió permiso para proceder, su repuesta por todos escuchada fue " - Esperá, todavía no, yo daré la orden".

Espero unos segundos más, mirando los hechos y el desarrollo de la salvajada filmada por satisfechos fotógrafos, luego recién dio la orden y en dos segundos fueron literalmente barridos afuera por los policías. Que esto no fue deliberadamente preparado y facilitado, con claras complicidades, es algo muy difícil de creer.

Se fueron cantando felices. Al entrar el juez anunció muy formal que había denunciado el atropello a la comisaria del edificio y al juzgado de Servini; todos nos preguntamos para que entonces les habían permitido irse luego de los flagrantes sucesos.

Solo imaginar el escándalo de haber ocurrido esto en el juicio a Gorriaran Merlo, ya estarían llegando protestas de Amnesty, CIDH y cia. Apenas terminados los sucesos pasaron al lado del público Méndez Carrera y la francesa humanística, ambos reían radiantes de felicidad, a menos que hubieran justo contado un cuento divertido y seamos malpensados.

En la sala, las audiencias

Brindaremos resumidos los hechos importantes desde el punto de vista judicial, ya cierta prensa se ha encargado de los copetes irrelevantes que ocultaron el meollo de lo actuado.

Alfredo Astiz fue el primer indagado, tranquilo, educado, serio y correcto como es su habitual conducta , algo digno de destacar luego de los dos sucesivos atropellos sufridos. Acorde a su derecho pidió no contestar preguntas y que fueran leídas sus declaraciones y una presentación propia, hechas en el sumario escrito anterior.

Fue largo y tedioso en la calurosa tarde, pero realmente no dejó punto por tocar sobre un tema por demás claro y concreto, ello permitió al público y periodistas conocer sus dichos legales, siempre hasta ahora ocultados por el periodismo parcial. Pensamos que quizás, contra lo esperado, más allá de los resultados de este politizado juicio, las audiencias orales terminarán rompiendo el cepo informativo que se montó en esta causa desde los comienzos y favorecerán a Astiz al menos en ese sentido.

Al finalizar la lectura, Astiz se limitó a ratificar en palabras firmes y llanas que solo había tenido una charla informal con la periodista, que no era para publicar y sobretodo que lo escrito como producto de la entrevista era falso y armado.

A continuación declaró el entonces jefe de Cerruti, Timerman. Hizo gala de manejo de cámara y avaló que a su entender Cerruti era una profesional seria y no tenia porque no creer en su palabra. Pero capotó ante las preguntas de la defensora; preguntado en que bases había creído que las notas de Cerruti - hechas luego de la charla - eran verídicas, dijo " - porque son coherentes con mi conocimiento sobre Astiz". Allí terminó su arrogancia, repreguntado dijo que lo conocía por lo que decían los diarios y que además tenia como 18 juicios y condenas en el país. Repreguntado otra vez por la defensora solo pudo nombrar tres acusaciones contra Astiz y ninguna condena. Quedó clara su hostilidad ideológica y que defendía a su subordinada porque era su jefe en la ocasión; además que la nota tal como se publicó fue editada por otra periodista, Claudia Acuña.

De las declaraciones de la Cerruti y más allá de algunas anécdotas, quedó en claro su insostenible posición de que pudo grabar en su memoria dos horas de charla sin grabador y volcarlas como ella dice "exactamente" y en formas de preguntas y respuestas formales. Según comentó bajíto un miembro de tribunales entre el público detrás nuestro, el tema se reduce a la palabra de ella contra la de él, sin testigos, ni grabaciones ni pruebas escritas de Astiz, siendo la duda para el acusado; que de esta forma cualquiera podría ser llevado a juicio por una periodista sin más pruebas que sus dichos, un dislate. En síntesis lo dicho por los fiscales anteriores que pidieron sobreseimiento definitivo del acusado.

La Cerruti hizo agua cuando al tratar el hecho de que en un programa de TV había manifestado tener una grabación que luego niega, declaró que en esa oportunidad la estaban agrediendo y se sentía mal y nerviosa. A pedido de la abogada se pasó el video del hecho, donde aparece la Cerruti diciendo tales cosas en medio de sonrisas y en un ambiente festivo; la abogada dijo que no haría más preguntas, era demasiado obvio lo mostrado.

Finalmente se produce algo así como un giro de 180 grados en las acciones del día y sobretodo en la actitud del juez Bonadío que interroga personalmente y con casi dureza, cuando da su testimonio el capitán de navío Aurelio Martínez (Za Za).

Por su verborragia y elusiva forma de hablar es imposible detallar sus dichos de memoria, pero si es factible relatar aspectos concretos importantes que atestiguó, ante preguntas provenientes básicamente del mismo juez:

* Que él había sido operador político y de prensa de dos anteriores Comandantes de la Armada - Gnavi y Massera - teniendo gran experiencia sobre la prensa. Que asimismo había sido operador del presidente Menem y que durante los hechos bajo juicio era amigo personal de él, inclusive alojando en su casa en la Rioja.

* Que Gabriela Cerruti en su libro EL JEFE había escrito siete hechos falsos sobre él. Ante la pregunta del juez si estaba testimoniando que Cerruti tenia antecedentes de haber falseado cosas en sus escritos, ratificó que exactamente eso era lo que decía.

* Que pese a ello, a su experiencia de prensa y a saber que Cerruti había falseado cosas en EL JEFE , le había aconsejado a Astiz que "con cuidado" podía tener un encuentro tranquilo porque era "buena persona". Que sabía además que Cerruti antes había trabajado en PAGINA 12, lo cual no lo preocupó ni avisó de ello a Astiz.

* Ante la pregunta directa del juez, de si pese al libro EL JEFE y ha su pasado en PAGINA 12, él confiaba en Cerruti en enero del 98 porque ella luego se había vuelto menemista dijo: "Exactamente, si ella era muy amiga del secretario personal presidencial Hernández, estaba muy seguido en la Quinta de Olivos y hasta la invitó Menem al avión presidencial en un viaje a Francia".

* Ante la pregunta de la defensora, reconoció saber que un oficial superior compañero de promoción le había pedido Tribunal de Honor por su papel en el caso Astiz - Cerruti, declaró que cuando terminó su arresto de seis meses ese compañero lo citó a un bar y se lo dijo con enojo hacia él, y que el Tribunal no se constituyó por estar vencido el plazo para pedirlo.

* En otro momento testimonió que recién ocurrido el incidente en enero del 98, lo citó un vicealmirante para informarle que le aplicaban 30 días de arresto; que las razones eran políticas y que con ello terminaba el problema, pero que lo tenían que sancionar porque a Astiz le habían aplicado 60 días de arresto. Además refirió que días después lo llamaron nuevamente y como la sanción de Astiz se había transformado en destitución, la de él pasaba a 6 meses de arresto incomunicado en Tierra del Fuego.

El lunes veremos como continua esta historia en los tribunales, creemos haber brindado a los lectores datos que les fueron ocultados por la prensa grande, datos importantes aun para el más neófito y sobre todo para cualquier profesional periodista, datos que están avalados por las constancias de las audiencias, en sus versiones taquigráficas, grabaciones y en el video de su desarrollo dia por dia para la justicia.
correo de lectores - 26 de febrero del 2000
Señor director:Todos los que esperábamos, con cierta ingenuidad, que con la privatización de las radios y de los canales de televisión, íbamos a obtener una mejor información, nos equivocamos. Soportamos hoy una información " basura" y una televisión perversa y deformadora de conciencias. No se privatizó pensando en la libertad y en el derecho a la libre competencia. Tampoco se elevó la calidad de la educación que deben proyectar los medios sobre la opinión pública, comenzando por difundir la ejemplar vida de nuestros próceres civiles y militares, y también de nuestros científicos e investigadores.Esto lo volvimos a comprobar esta semana, cuando haciendo "zapping" vimos en varios canales locales, e internacionales, -entre los últimos a la CNN- como se desinformaba, cuando se transmitía la noticia de la concurrencia a los estrados de la justicia, del capitán de fragata Alfredo Astiz.
La preparación del "show" en la sala del juzgado en el edificio de la calle Comodoro Py, de una "murga" violenta y patoteril, de hijos de... guerrilleros, que durante casi dos minutos desplegó en forma impostada frente a las cámaras de TV, sus ansias de venganza, profiriendo insultos contra el mencionado marino. Las declaraciones lamentables de estos integrantes de los "escraches" de la organización "Hijos", fueron la "substancia" principal de la noticia.Pero lo que más indigna al desprevenido oyente, lector o televidente reflexivo, es el modo y la forma tendenciosa de armar y de proyectar la noticia. Un modo agresivo, y condenatorio con epítetos que debieran estar más en la boca de un fiscal en un país totalitario o de un verdugo, que en la de un periodista.
Una típica acción de inteligencia de la subversión marxista, que no solo no quiere rendirse, sino que no ceja en su misión siniestra, de querer dominar y sojuzgar a la opinión pública. Astiz ha sido condenado por un periodismo enfermo y decadente, que ha reivindicado la guerrilla, y los crímenes cometidos por la subversión. Y Astiz, es, a no dudarlo, la Armada Argentina y la humillación a que es sometido, es solo por su condición de militar y por haber combatido el comunismo.
Ningún militar debe sentirse ajeno, sea del arma que fuere. Tampoco ningún ciudadano argentino, bien nacido. Todos debiéramos estar en Comodoro Py en la próxima audiencia. ¿ Porque, siendo la mayoría silenciosa, no fuimos a apoyar al marino? ¿Es que acaso, no tenemos ...que ser agradecidos? Pienso lo mismo, cuando el Teniente General Videla compareció recientemente ante los tribunales ¿ no debiéramos organizarnos con nuestros hijos y amigos, para acompañarlo en esas duras circunstancias?La mentira y la infamia, no lograrán ensuciar la imagen de nuestras FF.AA. El mensaje de los medios, llega cuando el país está en total recesión, con cerca del 17 por ciento de desocupación, y con el más alto número de delitos. La crisis moral, trae aparejada esta recesión económica que todos estamos padeciendo. Un país preparado para la revuelta social. Esto es parte del plan de los ideólogos internacionales del marxismo.La población recibe el mensaje de este periodismo, en medio de la inseguridad. La izquierda está en el poder. Está en las cátedras universitarias y en los establecimientos de enseñanza secundaria. Se ha enseñado ( ¿o ensañado?) a nuestros jóvenes a odiar a las FF.AA. y a las Fuerzas de Seguridad. Las mentiras del marxismo están divulgadas desde las escuelas y los colegios. Se trata nuevamente de crear los odios que condujeron a una generación a la muerte.El gobierno debe hacer su propio examen de conciencia, sino quiere desembocar en otra crisis similar a la pasada. Para ello debe cambiar el rumbo de esta campaña disociadora. El país debiera exigir de inmediato, que se devele el chantaje a que este ciudadano es sometido por la guerrilla, que hoy como ayer se mueve desde la embajada de Francia y de Suecia, financiada desde el extranjero por fuertes organizaciones internacionales, que han utilizado en este caso a una oscura periodista, que ha mentido para lograr apresar al mencionado marino y volver así a enfrentar al pueblo con sus FF.AA.¿ Alguna vez reaccionaremos como "mayoría silenciosa"? ¿ Nos olvidamos que durante el gobierno de las FF.AA. se caminaba con seguridad por las calles de todas la ciudades y pueblos del país? Los verdaderos periodistas están silenciados, pero ellos saben perfectamente quienes son sus colegas responsables y mercenarios de esta "gran mentira", en la que tienen apresada a la opinión pública. Mientras esto no se descubra, la democracia será un sistema ficticio, totalmente irreal e irrepresentativo.
Lo saludaEduardo Palacios Molina
DNI 4827991
"PRENSA INDEPENDIENTE" "Síntesis de Prensa 28 febrero 2000"

CONTINUACIÓN DEL JUICIO ORAL A ALFREDO ASTIZ

Recordemos la primera sesión del viernes 25

En la primera sesión brindamos a los lectores lo que les fuera ocultado por casi toda la prensa, datos importantes para cualquier profesional periodista, avalados por las constancias de la audiencia en las versiones taquigráficas, grabaciones y el video de su desarrollo.

Contamos como la Cerruti quedó malparada al tratar de justificar dichos anteriores, justificándose en pretendidas agresiones de otros periodistas en programas de TV, para ser desmentida por los videos pasados en la sala del juicio. De las declaraciones quedó en claro su insostenible posición de poder guardar en la memoria dos horas de charla informal sin anotaciones sobre la marcha ni grabador, para volcarlas textualmente en forma de preguntas y respuestas.

Nadie dudo que el tema se reduce a la palabra de ella contra la de él, al no haber testigos, grabaciones o pruebas escritas, correspondiendo el beneficio de la duda al acusado. En síntesis, el dictamen de los fiscales anteriores que pidieron sobreseimiento definitivo. (Quizás ahora muchos se arrepientan de no haber procedido según el dictamen, tapando todo en el olvido de los papeles, sin arriesgarse a un juicio oral público que insinúa destapar un affaire Dreyfus criollo, que comienza a mostrar al verdadero Alfredo Astiz, tan lejano del clon monstruoso inventado por los ex terroristas y sus cómplices mediáticos)

Finalmente, ese día se produjo un giro de 180 grados en la causa cuando dio su testimonio el verborrágico capitán de navío Aurelio Martínez (Za Za), quien atestiguó entre otras cosas que:

* Que él había sido operador político y de prensa de dos anteriores Comandantes de la Armada - Gnavi y Massera - teniendo gran experiencia sobre la prensa. Que asimismo había sido operador del presidente Menem y que durante los hechos bajo juicio era amigo personal de él, inclusive alojando en su casa en la Rioja.

* Que ella era muy amiga del secretario personal presidencial Hernández, estaba muy seguido en la Quinta de Olivos y hasta la invitó Menem al avión presidencial en un viaje a Francia".
Segunda sesión de hoy viernes 28

Hoy continuó esta historia y el giro que se insinuaba se convirtió en una explosión de revelaciones que pasmaron al periodismo, público y partes actuantes.

Antes de comenzar los testimonios, la abogada defensora leyó diversas contradicciones flagrantes de la periodista Cerruti, acusándola formalmente ante el tribunal por falsos testimonios y solicitando su prisión. Ello provocó que se le tomara un rápido nuevo testimonio y la acusación quedó para posterior resolución del juez Bonadío; su aplomo ha desaparecido y luce más que preocupada, muy nerviosa.

Primero declararon 13 testigos de concepto de la defensa, todos los cuales fueron más que elocuentes en asegurar la imposibilidad que el entonces Capitán de Fragata Astiz hubiera poder dicho los absurdos que le adjudica Cerruti; entre ellos había ciudadanos civiles y camaradas de armas, periodistas, el contraalmirante Carlos A. Frasch y cuatro ex Jefes del Estado Mayor General de la Armada o Estado Mayor Conjunto posteriores al 83, almirantes Ramón Arosa, Jorge Ferrer, Emilio Molina Pico y Emilio Osses.

Todos coincidieron que el perfil de conducta de Astiz mostraba como disparatadas a las afirmaciones de Cerruti, además de ser ostensible la mala fe y lo agresivo de los artículos.
El almirante Molina Pico además entregó un ejemplar de 1998 de la misma revista, que muestra como la Cerruti presentó informaciones absolutamente falsas sobre su misma persona y sin haberlo jamás conocido ni entrevistado. Algo similar a lo hecho en el libro 'El Jefe' contra el capitán Martínez, según su testimonio del viernes. Molina Pico opinó tajantemente que en su opinión el artículo era falso y engañoso.

La periodista y licenciada María Zaldivar brindó constancias de cómo el entonces Capitán Astiz se negó siempre durante años a dar entrevistas periodísticas para ser publicadas, antes del incidente con Cerruti. Además contradijo expresamente a esta última, aseverando que acorde a la ética y costumbres de los medios siempre se establece expresamente con el interesado si se va a publicar lo conversado. Por último definió como imposible registrar en la memoria dos horas de conversación, ni tan siquiera 20 minutos, en la forma detallada de preguntas y respuestas textuales "encomilladas" de la Cerruti en su sospechoso artículo.

La conmoción sobrevino con los dos testimonios finales.

El capitán de navío (R) Carlos Pita testimonió que a mediados de 1998, luego de regresar de un arresto de 6 meses en el sur, su compañero de promoción Aurelio Za Za Martínez se encontró con él en un bar, donde luego de una larga discusión se habría sincerado con él, diciéndole que la verdad era que todo lo de la entrevista le había sido ordenado por el entonces Presidente CARLOS MENEM y con participación del Alte. Marrón, dado que necesitaba la cabeza de Astiz por la presión sueca ante sus viajes a Europa.

Luego, el contraalmirante (R) Horacio Zaratiegui , también compañero de promoción de Martínez, testimonió acerca de conversaciones telefónicas con Martínez y el Alte. Marrón pocos días antes del incidente Cerruti - Astiz e inmediatas a los incidentes por el cierre de la ESMA, que lo habían hecho sospechar de una maniobra, lo cual en su opinión se confirma cuando Martínez, momentos antes de partir arrestado al sur lo llama y, luego de requerirle datos de la zona le dice: "a mi me toca desempeñar este papel".

Llamado a nueva declaración por el juez, Martínez en una enredada perorata desmiente ambos testimonios. A raíz de ello es careado con el Capitán Pita, donde en una acalorada sesión ambos mantienen sus posiciones.

Quedó pendiente para el martes 28 un careo de Martínez con el Contraalmirante Zaratiegui y luego testimonios de los testigos de la defensa Eliaschev y Lanata, quienes en su oportunidad se pronunciaron contra la conducta de Cerruti en el caso.

En resumen, todos los participantes del acto de la fecha partieron con la sensación de haber presenciado hechos históricos; entre los periodistas más de izquierda se notaba un choque de sentimientos en este aterrizaje en la realidad, entre su habitual fobia al Astiz malo que ellos mismos han construido y el golpe al Menem que tampoco quieren que esto implica.
"PRENSA_INDEPENDIENTE"

"Síntesis de Prensa 29 febrero 2000"

CONTINUACIÓN DEL JUICIO ORAL A ALFREDO ASTIZ

3ra sesión - Por nuestros enviados en la sala.


Sigue desmoronándose la acusación, se afianzan las evidencias del Alfredo Astiz víctima de una trampa premeditada y la sorpresiva derivación se instala en la opinión pública. Ciertos sectores perciben el error de haber llegado al juicio oral, convertido en inesperado boomerang.

Las sesiones comenzaron con las listas de testigos del día y la primera novedad fue la ausencia de Jorge Lanata, convocado por la defensa.

A renglón seguido se procedió al careo entre el Capitán Martínez y el Contraalmirante Zaratiegui, al igual que el viernes en el careo con el Capitán Pita el primero quedó totalmente descolocado y en penosa posición. Fue notoria su elusiva forma de responder, a la defensiva, enredado e incoherente por demás, en claro contraste con la seguridad, contundencia y claridad de cada afirmación de Zaratiegui.

Terminó reconociendo que había oficiado telefónicamente de enlace entre Zaratiegui y el Almirante Marrón, luego de los sucesos de enero de 1998 por el cierre de la ESMA y pocos días antes del incidente Astiz - Cerruti, tal cual había afirmado el viernes Zaratiegui y él negado.

No reconoció una segunda conversación con Zaratiegui el dia antes de partir para su arresto de seis meses en Río Grande, donde según el contraalmirante le habría dicho: "a mi me toca jugar un papel en esto". Pero no convenció a nadie en la sala de sus palabras, la firmeza de Zaratiegui quitaba toda duda; se cumplió la finalidad esencial de todo careo, con el público cotejo de las partes en oposición en vivo y directo.

Luego declaró el conocido periodista Pepe Eliaschev, un hombre respetado por su integridad profesional y de conocida posición contraria al proceso militar , lo cual hace aun más importante lo que dijo en la sala. Por si quedaban dudas, al serle requerido sus largos antecedentes profesionales aclaró que estuvo exiliado entre 1974 y 1984.

También expresó respetuosamente su discrepancia con lo que se simboliza en Astiz y lo que en él se representa; pero dejó completamente claro que daría su sincera opinión profesional como testigo convocado. Le fueron leídas sus expresiones sobre Cerruti en un reciente libro de Majul sobre los periodistas, las cuales ratificó y fundamentó.

Expresó que en su opinión Cerruti engañó al publico en el primer artículo, al redactarlo en una forma tal que falseaba la forma de la charla con Astiz, lo cual luego recién descubre en su segundo artículo una semana después. Dijo que sin duda el "off the record" se debe respetar y que no se puede publicar una conversación si no es expresamente autorizado, que ello hace a la ética periodística y su vulneración afecta al entrevistado, al periodista implicado y - lo que es más grave - a todos los periodistas al romper la necesaria confianza con los entrevistados, afectando así sus fuentes de información. Finalmente explicó que al decir "Cerruti cazó con zeta a Astiz" quiso decir que lo engañó para sacarle la nota.

Recalcó que hace al buen periodista el separar información de opinión, para no manipular al público. En todo el público inspiró respeto su honestidad profesional. Ante la pregunta de la defensora sobre su opinión de si es posible transcribir dos horas de charla literalmente y de memoria, fue algo elusivo y quizás es comprensible. Expresó que no podía opinar sobre este caso particular, que a veces se daban casos excepcionales de personas de extraordinaria memoria que pueden recordar los hechos más impactantes, lo cual en realidad no contestó al punto sobre recordar como "para redactar textualmente" como sostiene Cerruti. Pero en resumen sus palabras fueron lapidarias para Cerruti, confirmando opiniones de ayer de la periodista María Zaldivar.

La sensación general es que la posición de la acusación es insostenible y que aun en el caso extremo de que el juez condenara a Astiz - nada es imposible en estos lamentables días - ya se ha roto el cerrojo de mistificación sobre su figura, instalándose en la opinión pública la imagen de un Astiz posible víctima. Por otro lado han quedado afectados prestigios importantes, en conocidas derivaciones insospechadas de este caso a lo largo de las tres sesiones.

El juicio se reanudará mañana miércoles a la una y treinta del mediodía, con los últimos testigos.
NOTAS DE PRENSA DEL CASO ASTIZ,
SOBRE LA SESIÓN DEL 28

Puede ser un interesante ejercicio el compararlas entre sí y con nuestra síntesis extra de ayer, hay variadas diversidades, parece que hubieran ocurrido diferentes historias en paralelo sobre el mismo hecho.
La Nueva Provincia:
Bahía Blanca, martes 29 de Febrero de 2000
Caso Astiz: culpan a Menem
BUENOS AIRES (Télam y DyN) El contraalmirante retirado Horacio Zaratiegui afirmó ayer que la destitución de Alfredo Ignacio Astiz fue pedida por el entonces presidente Carlos Menem porque necesitaba llevar presuntos logros en materia de derechos humanos durante la gira que realizó por Europa en 1998.

Al declarar durante la segunda jornada del juicio oral y público contra el ex oficial naval, el militar dijo que Menem lo había tomado como un chivo expiatorio. "Por la trascendencia que tomó su persona, Astiz era uno de los personajes más buscados", manifestó Zaratiegui, quien testimonió ante el juez federal Claudio Bonadío.

En su exposición, deslizó que el diálogo mantenido por Astiz con la reportera Gabriela Cerrutti --quien publicó la controvertida entrevista en la revista "Trespuntos" por la que se le endilga la figura de apología del delito--, habría sido orquestado por Menem.

"Aurelio Martínez debía saber a qué exponía a Astiz, durante su reunión con la periodista, pero creo que se hizo porque Martínez respondía a los dictados de Menem", señaló Zaratiegui sobre el capitán de navío retirado que oficiara de nexo para la interviú.

Menem viajó a Europa el 14 de enero de 1998, donde tenía previsto encontrarse con autoridades suecas por el caso de Dagmar Hagelin, una joven de esa nacionalidad desaparecida durante la guerra antisubversiva.

Según Zaratiegui, el ex presidente habría decidido destituir a Astiz para jactarse ante sus anfitriones que había logrado meterlo en caja. Deslizó, asimismo, que Martínez tenía contactos privados con el secretario privado de Menem, Ramón Hernández.

Durante un careo con el marino retirado Carlos Alberto Pita, Martínez reconoció que intercedió ante Astiz para que dialogue con Cerrutti, pero negó, enfáticamente, que haya sido por pedido del riojano.

"Es una infamia y una mentira", replicó Martínez cuando Pita afirmó que le había dicho que actuó --a pedido de Menem-- como intermediario entre Astiz y Cerrutti."Hace siete años que no hablo con el presidente ni con Ramón Hernández ni voy a la Casa de Gobierno", agregó. Otro careo similar está previsto para hoy, a las 14, entre Martínez y Zaratiegui.

En problemas. Durante la jornada de ayer, también pasó un mal rato la periodista Cerrutti, cuando la defensa de Astiz solicitó su detención, por considerar que había incurrido en el delito de falso testimonio, al cotejar sus dichos del viernes pasado con los prestados en la etapa instructora.

Bonadío la hizo comparecer ante el tribunal, pero, luego de oírla, resolvió postergar cualquier decisión sobre su situación procesal para el momento en que dicte sentencia y dispuso su libertad.

También concurrieron a tribunales los ex jefes de la Armada Jorge Osvaldo Ferrer, Ramón Antonio Arosa, Enrique Molina Pico y Emilio Oliverio Ossés, quienes comparecieron por pedido de la defensa (ver aparte).

Se recuerda que Astiz es sometido a proceso, a raíz del reportaje publicado por "Trespuntos" , donde habría afirmado que es el mejor preparado para matar a un político o un periodista en la Argentina. En el primer día del proceso --celebrada el viernes--, el marino destituido aseguró que no se trató de un reportaje sino de una conversación informal, donde sus conceptos fueron desvirtuados.DyN
Bahía Blanca, martes 29 de Febrero de 2000
"Poseedor de una personalidad moderada"

Cuatro almirantes retirados --Jorge Osvaldo Ferrer, Ramón Antonio Arosa, Enrique Molina Pico y Emilio Oliverio Ossés-- destacaron ayer el buen concepto que tienen de Alfredo Astiz y elogiaron sus ideales y personalidad equilibrada.

Los jefes navales declararon como testigos, en la segunda jornada del proceso oral y público que se le sigue a su ex subordinado, en base a sus supuestas declaraciones durante un diálogo mantenido con la periodista Gabriela Cerrutti para la revista "Trespuntos".

"Es un hombre de bien, no tiene sentimiento negativo ni rencor. Es poseedor de una personalidad moderada y conciliatoria", lo definió Ferrer. También afirmó que no le resulta creíble que se haya expresado en términos tales como los reproducidos por la reportera en su nota.

"El tiene la ideología democrática y liberal de todo oficial de la Armada", aseguró Molina Pico y coincidió con sus ex compañeros de armas en que no creía posible que pueda haber dicho lo que se le atribuye.

Cuando la abogada defensora, Perla Martínez de Buck, les preguntó si conocían los ideales de Astiz, el menos enfático fue Arosa. "Estimo que adhiere a los principios democráticos; no considero probable ni factible que haya dicho lo que se le endilga. Nunca encontré en él actitudes o pensamientos contrarios a los principios de la Armada", indicó.

Molina Pico aprovechó la ocasión para aludir a otra nota de "Trespuntos" --publicada el 28 de enero de 1998, en el número 30-- donde se afirmaba que él tenía vínculos con el masserismo.
"Nunca recibí indicaciones del almirante Eduardo Massera. En esa nota, se engañó al lector; lo propio ocurrió con el reportaje por el que se cuestionan los dichos de Astiz", consignó.Se prevé, que la semana entrante, el juez Bonadío dicte su veredicto sobre el caso.
LA NACION LINE 29.02.00

Varios almirantes defendieron a Astiz en el juicio Audiencia: según un alto oficial retirado, el cuestionado ex marino fue destituido a pedido de Menem, por conveniencia política.

Los almirantes retirados Jorge Osvaldo Ferrer, Ramón Arosa, Enrique Molina Pico y Emilio José Osses, todos ex jefes de la Armada, declararon en favor de Alfredo Astiz en la causa en la que es enjuiciado por apología del delito. En tanto, el contraalmirante retirado Horacio Zaratiegui fue más allá y afirmó que la destitución de aquél fue una maniobra del ex presidente Carlos Menem. Según Zaratiegui, Astiz fue destituido por "Carlos Marrón (ex titular de la Armada) por pedido de Menem, que quería viajar a Europa con la cabeza de Astiz en la mano".

Es "poco creíble" e "imposible" que sean verídicos los dichos que la revista 3 Puntos atribuyó a Astiz, dijeron los otros testigos, a la vez que consideraron que el ex oficial (severamente cuestionado por violación a los derechos humanos) siempre tuvo en la Armada una actitud positiva, civilizada, nada violenta y sujeta a los valores de la democracia. Hace dos años, Astiz, durante una entrevista que le hizo la periodista Gabriela Cerruti y que publicó la citada revista, habría afirmado que "se sentía capacitado para matar a un político o a un periodista".

Esas declaraciones dieron paso a un juicio por apología del delito, que tramita ante el juzgado federal a cargo del doctor Claudio Bonadío. No es ésta la primera vez que Astiz es juzgado. El llamado Angel de la Muerte había comenzado a ser juzgado en la última década, pero fue beneficiado por las leyes de obediencia debida y de punto final. De todas formas, en 1990, luego de un juicio en ausencia, fue condenado en Francia a prisión perpetua por el asesinato de dos monjas francesas.

Astiz, cuando fue indagado durante la instrucción de la causa, negó que hubiese efectuado esas declaraciones a Cerrutti, pero la periodista insistió en la verdad de la publicación y el caso pasó a etapa de juicio oral que, por tratarse de un delito de carácter correccional, también es sustanciada por Bonadío.

El viernes último, durante la primera audiencia, Astiz se negó a ser nuevamente indagado. Ayer, en cambio, comenzó la jornada con un ataque: su abogada, la defensora oficial Perla Martínez Buck, pidió la detención de Cerrutti por falso testimonio, algo a lo que no accedió Bonadío. Luego declararon los citados militares, a los que también se sumaron otros testigos, entre ellos un martillero octagenario y el capitán retirado Héctor Balsiecki, quien calificó a Astiz como un caballero.
"PRENSA_INDEPENDIENTE"

"Síntesis de Prensa 1 marzo 2000"

CONTINUACIÓN DEL JUICIO ORAL A ALFREDO ASTIZ

4ta. sesión - Por nuestros enviados en la sala.


Breve trámite tuvimos hoy, se abrió la sesión a las 1400 horas y pasó a testimoniar Claudia Acuña, amiga de Cerruti, editora de Trespuntos participante en la famosa nota, conocida como periodista y más aun como enconada adversaria de todo lo que las organizaciones de denuncias pretenden encarnar en Alfredo Astiz. Como suponíamos pretendió aparecer como la caballería, intentando rescatar la alicaída imagen de la Gabriela, ayer literalmente destruida por un periodista de posiciones de izquierda pero moral recta como Eliaschev.

Relató meditadamente los pasos previos y posteriores a la reunión con Astiz con lujo de detalles intrascendentes, en una más que sospechosa repetición "textual" de las palabras de Cerruti en la sala, no sabemos si es otro caso de fenomenal memoria humana o si acordaron y practicaron juntas el libreto, ellas sabrán.

Pero al finalizar su exposición, como al pasar expresó ambiguamente: que ella estaba presente cuando Cerruti habló con Astiz por teléfono para encontrarse al dia siguiente en el hotel y que "creía recordar" que Gabriela le dijo a él de reunirse el martes porque ya estaba por salir la revista, terminó diciendo "sí, fue así, .....creo", como para no correr riesgos excesivos. No pasó a nadie desapercibida la burda intención de fabricar una prueba, algo además contradictorio con lo declarado por la misma Cerruti, quien solo basó la publicación de la pretendida nota en su tesis de que "en el periodismo, si no se pacta lo contrario toda charla se publica automáticamente", algo por demás negado por Eliaschev y la periodista Zaldivar. La defensa obvió hacerle preguntas por razones obvias, difícil que aportara algo objetivo.

En razón de que Jorge Lanata no concurrió por no ser localizado - estaría veraneando en la costa en lugar ignoto, según la mucama que atendió a la policía que fue a citarlo - la defensa desistió de su testimonio. Pero pidió se leyeran en la sala los términos por él vertidos en el libro "PERIODISTAS" de Majul, que aquí reproducimos en parte, términos que restallaron en la sala con rotunda elocuencia:

* Diálogo con JORGE LANATA (Director de VEINTIUNO):

- "Piensa que si pacta un 'off the record' con un entrevistado no lo puede violar de ninguna manera?

- LANATA: El 'off the record' es absolutamente inviolable. Si la pregunta es sobre el caso Cerruti, la respuesta es que tiene razón ASTIZ.

- Como sabe que tiene razón ASTIZ?

- LANATA: Lo se porque soy periodista. Se que no existió la grabación. Si yo leo en un reportaje a Videla en el que dice:'No sabés como me gusta chuparme los huesitos de los nenes y después me los como', pienso: o es mentira, o estaba borracho, o lo dijo con un fierro en la cabeza, o era un 'off' violado. No había muchas posibilidades. El tono del reportaje a ASTIZ era el tono de una conversación privada.....

Los "efectos especiales" de la Acuña fueron así aplastados por estas rotundas afirmaciones, que se suman a los dichos de Eliaschev, dos periodistas para nada procesistas.

El próximo viernes el fiscal y la defensa presentarán sus respectivos alegatos, dándose a conocer la sentencia el miércoles de la semana entrante. Muchos se preguntan como hará el fiscal para estructurar una acusación, si fuera su decisión, ante la total falta de evidencias de prueba que lo avalen; como podría dictar una condena el juez.

Otros más realistas recuerdan la total politización del caso y que si de razonamientos jurídicos se tratare, la causa obviamente ni siquiera se debería haber empezado. No descartan por ello cualquier aberración sin sorprenderse.

Pero es unánime la idea del efecto impensado para los autores de esta real persecución disfrazada con ropajes judiciales, la causa oral ha dado un trunfo inesperado a Astiz, se ha roto el cepo del silencio mediático y ante la opinión pública - mucho más perceptiva de lo que ciertas dirigencias captan - se ha instalado con fuerza otro Alfredo Astiz, diferente al clon vendido por la propaganda despiadada, una real víctima de las circunstancias y los juegos de poder de otros.

La duda instalada puede extenderse a todo lo construido alrededor de este hombre, convertido contra su voluntad y sin méritos para ello en la figura emblemática de los odios de quienes avalan a los terroristas derrotados hace ya 22 años. Si lo condenan proseguirán los pasos judiciales y la exposición pública de hechos insospechados, que solo favorecerán al señor Alfredo Astiz a la larga.
NOTAS DE PRENSA DEL CASO ASTIZ,
SOBRE LA SESIÓN DEL 29

Sigue siendo un interesante ejercicio el compararlas entre sí y con nuestra síntesis extra de ayer, diferentes historias en paralelo sobre un mismo hecho, periodistas que informan y otros cuya calificación dejamos al lector.
LA NACION LINE 01.03.00

Un testimonio beneficia a Astiz


El periodista José "Pepe" Eliaschev, que declaró como testigo en el juicio que se le sigue al ex marino Alfredo Astiz por la entrevista que le hizo la periodista Gabriela Cerrutti, calificó como "muy grave" no respetar el "off the record" -la información que se brinda con la condición de que no se mencione quién es el informante- en una conversación.

"Astiz fue cazado y lo más grave es que no se les dijo la verdad a los lectores" de Trespuntos, evaluó Eliaschev cuando fue interrogado por el juez Claudio Bonadío. Eliaschev fue el único periodista que se presentó a declarar de los tres que habían sido citados. Los otros dos fueron convocados para mañana.

La tercera jornada estuvo dedicada a evaluar la posibilidad de que Cerrutti, cuando en 1998 publicó una entrevista en la que Astiz dijo que estaba capacitado para matar a políticos y a periodistas -por lo que se lo acusa de apología del delito-, en realidad escuchó esas declaraciones durante una conversación extraconfidencial, para que fuesen reproducidas sin citar a la fuente.

Si esto hubiera sido así, ella habría violado su palabra de no poner esas declaraciones en boca de Astiz y éste no habría cometido apología del delito. Para que exista una entrevista debe haber un "pacto explícito" entre las partes. De lo contrario se debe mantener la reserva, sostuvo Eliaschev.

Operador político En tanto, nada aportó el careo al que se sometieron el almirante Horacio Zaratiegui, ex secretario de Emilio Eduardo Massera, y el capitán de navío Aurelio "Za Za" Martínez. Según había afirmado anteayer Zaratiegui, Martínez era un operador del menemismo y fue él quien gestionó el encuentro de Astiz con la periodista Gabriela Cerrutti para que el ex presidente Carlos Menem, que estaba a punto de viajar a Suecia -donde se acusa a Astiz de la muerte de Dagmar Hagelin-, pudiese llevar la cabeza del militar como trofeo. Martínez negó esa versión y sostuvo que no vio a Menem en los últimos siete años.
LA NUEVA PROVINCIA
Bahía Blanca, miércoles 1 de Marzo de 2000"Astiz fue cazado"BUENOS AIRES (DyN) -- El periodista José Eliaschev calificó como grave no respetar el off the record en una entrevista y sostuvo que el destituido capitán de fragata Alfredo Ignacio Astiz fue utilizado en el reportaje por el que, ahora, es sometido a juicio oral y público ante una presunta apología del delito."El fue cazado y lo más grave es que no se les dijo la verdad a los lectores", expresó el único de los testigos que declaró ayer ante el juez federal Claudio Bonadío.Las otras dos personas citadas para esta jornada, los periodistas Jorge Lanata y Martha Wierzbicki Posse, no pudieron asistir. El primero, por encontrarse de vacaciones y la segunda porque se encuentra enferma.Ambos fueron convocados para hoy, mientras que el magistrado dispuso postergar los alegatos para el viernes, a las 14.Se recuerda que Astiz fue acusado debido a una entrevista realizada por la periodista Gabriela Cerrutti, y publicada en la revista "Trespuntos", de enero de 1998.En la nota, supuestamente, el ex oficial naval habría declarado ser el mejor capacitado para matar a un periodista o a un político. En su exposición, Eliaschev --propuesto por la defensora oficial Perla Martínez Buck-- formuló un análisis sobre la actividad periodística encuadrada en los aspectos éticos de la profesión."La ruptura del off the record --información que se publica sin identificar la fuente-- es grave porque vulnera un principio; nos pasamos a convertir en sospechosos", dijo.Ante una consulta de la abogada, Eliaschev manifestó que para la existencia de una entrevista, debe haber un pacto explícito entre los protagonistas.Justamente sobre ese aspecto se centra el nudo del debate: mientras la autora de la nota afirma que Astiz estaba en pleno conocimiento del encuentro y que fue en el marco de un reportaje --donde no usó grabadores ni cámara de fotos--, el ex marino asegura que sólo se trató de una charla informal. Y que sus palabras fueron tergiversadas.Durante el desarrollo del día, también se practicó un careo entre el capitán de navío retirado Aurelio Martínez, quien actuó como nexo para el encuentro, y el contraalmirante retirado Horacio Zaratiegui. En el cara a cara, los dos se mantuvieron en sus dichos.Zaratiegui ratificó que la destitución de Astiz fue a pedido del ex presidente Carlos Menem que quería viajar a Europa --allá por 1998-- con algunos presuntos logros en materia de derechos humanos.El contraalmirante Zaratiegui ratificó sus dichos en cuanto a que Menem es el responsable principal del juicio contra Astiz.
CLARIN
sigue sin tener noticias de este tema o no le interesa porque la mano cambió
CRÓNICA
1 de marzo 2000

EI reportaje que Gabriela Cerruti realizó al ex marino Alfredo Astiz para la revista "trespuntos" fue cuestionado por el periodista José Eliaschev, al expresar que el periodismo "responde a una escala de valores" y, por lo tanto, la ruptura del "off the record es grave".

Eliaschev prestó declaración testimonial ante el juez federal Claudio Bonadío, en el juicio oral y público a Astiz, citado por la defensa del ex capitán de fragata, por haber dicho a Luis Majul, para el libro "Periodistas", que Astiz había sido "cazado" por la Cerruti. Eliaschev concentró su exposición en la ética periodística y cuando la defensora oficial de Astiz le preguntó sobre la entrevista, respondió que "para existir una entrevista debe haber un pacto explícito".

Ante la pregunta de la defensora de Astiz de si "¿cree que fue legítimo el reportaje?" Eliaschev respondió que "ella no se lo dijo a los lectores, dosificó la información con un claro criterio de marketing". Sobre la afirmación que aparece en el libro "Periodistas", en el sentido de que Astiz fue "cazado", Eliaschev precisó que "Astiz fue cazado y lo más grave es que no se le dijo la verdad a los lectores", e hizo hincapié en que "el periodista debe informar sobre el origen de la información, aún cuando deba preservar la fuente".

Respecto del "off the record", dijo que "la ruptura es grave porque vulnera un principio. Nos pasamos a convertir en sospechosos", en alusión a lo que se ventila en este juicio sobre si Cerruti mantuvo una reunión informal con Astiz o le realizó un reportaje.
"PRENSA_INDEPENDIENTE" "Síntesis de Prensa 2 marzo 2000"
APOSTASILLAS DEL JUICIO A ASTIZ - INSOLITAS PALABRAS DEL ABOGADO DE MASSERA


Causaron profunda indignación en medios relacionados con la Armada y entre los muchos civiles y militares más allegados de Alfredo Astiz, las insólitas y extemporáneas declaraciones del abogado Arce Ageo, efectuadas anoche miércoles a una emisora de radio.

Este joven abogado del destituido ex almirante Massera, criticó ácidamente a Astiz acusándolo de presuntas cobardías por entregarse en Georgias sin disparar un tiro, según sus palabras. Es notoria la falsedad de tales afirmaciones, que él no puede desconocer por su cercanía por Massera; es un hecho conocido y con el fallo de un tribunal militar que Astiz no rindió las Islas Georgias, cuya guarnición principal estaba en el puerto de Grytviken a cargo del Capitán de Corbeta Lagos de Infantería de Marina, rindiéndose ante fuerzas notoriamente superiores acorde a sus instrucciones; las islas eran por demás indefendibles por su lejanía al continente.

El entonces joven Teniente de Navío Astiz se hallaba a más de 80 millas en la bahía de Leight, en un cobertizo sobre la angosta costa descubierta y con sus espaldas rodeadas por el paredón del alto glaciar. Solo tenia once hombres con armas menores y a su cargo la seguridad de los 22 civiles chatarreros de la empresa Dadivoff. Su misión era clara y estricta, asegurar la seguridad de las vidas de los civiles y ante el arribo de fuerzas superiores abrir fuego simbólicamente y rendirse para evitar muertes por demás inútiles, sobre todo de los civiles.

Al dia siguiente de la formal rendición de Grytviken y las islas, se presentó frente a ellos una fragata inglesa que comenzó a cañonearlos desde corta distancia de la costa disparando con artillería gruesa a quemarropa y muy cerca de sus posiciones; simultáneamente el glaciar fue ocupado por unos 200 marines ingleses desembarcados por helicópteros, los cuales desde unos 3000 metros y fuera del alcance de sus escuálidos fusiles, comenzaron a batirlo con fuego de morteros.

Cumpliendo sus ordenes como un militar experimentado, efectúo una salva de fusil hacia el enemigo inglés fuera de alcance y comunicó su rendición, sin tener ninguna otra opción alternativa. Fue lo mismo que hizo un mes antes el mayor inglés ante una situación similar inversa, disparó para demostrar que se tomaba por la fuerza y se rindió ante fuerzas superiores.
El inglés fue condecorado en su país, Astiz en cambio ha sido difamado como parte de su conversión en una falaz figura emblemática de nuestras mezquinas riñas políticas internas; solo sus camaradas saben la real verdad sobre este leal militar, que ha literalmente sacrificado su vida desde los 24 años hasta sus hoy 48, soportando callado y siempre fiel a la Armada de su nación toda suerte de arteros ataques, los cuales culminan con su hoy cuestionada destitución de la vida militar y la posterior implacable persecución, continuada con este absurdo juicio por una apología de delitos en la que ninguno de los actores cree, pero que varios poderosos continúan apoyando por suponer que favorece sus mezquinos intereses, sin percibir que este juicio - más allá de sus inciertos resultados por razones de política - cada dia que pasa instala ante la opinión pública al verdadero Astiz, una real víctima de las fobias de los derrotados de la tragedia de los 70' y de las necesidades coyunturales politiqueras, muy ajeno al clon fabricado por los manipuladores de la opinión pública, los mismos que hoy atacan a Eliaschev por haber osado no mentir, por ser simplemente decente , peligrosa rara avis en los medios que tenemos.

Se analizan las motivaciones de Arce Ageo, descartándose actitudes personales espontáneas. Entran en un tablero con muchos más elementos objetivos que comienzan a armar el real rompecabezas, casi todos surgidas de juicio oral:

* el abogado es defensor de Massera , este a su vez tiene fuertes contactos con Carlos Menem;
* Astiz jamás fue simpatizante de Massera y su entorno, ya desde sus años en la ESMA lo manifestaba con absoluta claridad, limitándose a su rol profesional;

* el capitán Za Za Martínez, enlace que llevó a Astiz a la charla-trampa con Cerrutti, fue operador político y de prensa del alte. Gnavi a fines de los 60, de Massera en los 70 y luego de Menem, lo declaró él expresamente en el juicio;

* Za Za Martínez fue acusado en el juicio por dos oficiales superiores compañeros de promoción, de haberles manifestado a cada uno por separado que llevó a Astiz a la reunión con Cerruti por orden de Menem, aunque lo negó en los careos.

* Za Za Martínez declaró haberle dicho a Astiz que se podía ver tranquilo con Cerruti, que su intención era buena , pero que recordara que ella había escrito el libro El Jefe sobre Menem, sin aclararle que implicaba ese libro ; ante preguntas del juez sobre la importancia del libro, Martínez dijo que en el mismo había escrito 7 falsedades sobre él mismo, de lo cual no advirtió a Astiz; ante preguntas del juez reconoció saber que Cerruti venía de Pagina 12, lo cual tampoco advirtió a Astiz y no pudo contestarle al juez porque no le había dado semejante dato, ante el notorio encono de ese diario con los militares y Astiz en particular;

* Ante preguntas del juez sobre que había cambiado en Cerruti luego de tales antecedentes como para aconsejarle reunirse con ella, si es que la periodista "se había vuelto menemista" (sic); Martínez se expresó con claridad y contundencia raras en él: "exactamente señor juez, si era amiga del Secretario Privado de Menem - Hernández -, estaba muy seguido en Olivos en esa época y el presidente la invitó a viajes en el avión presidencial al exterior, recuerdo uno a Francia"(sic).

* Es sabido otro dato que Martínez omitió al juez: su hijo trabajaba entonces como empleado en Olivos a ordenes del secretario Hernández;

Es que Arce Ageo salió a destruir la nueva imagen del Astiz 'víctima', sobre todo luego de los dichos expresados por Eliaschev y Lanata que se suman a los datos arriba citados; quien se lo encargó? Porque su aparición es por demás insólita para creer en coincidencias.

Lo descripto explica nuestras graves dudas de si Astiz tendrá justicia "justa", valga la redundancia. Algunos agregan rumores de que se estarían ejerciendo presiones de muy arriba - ajenas al gobierno radical - sobre el fiscal actuante para que acuse a Astiz, de lo contrario se acabaría el juicio mañana viernes. De ser así este deberá recurrir a alguna magia esotérica con las evidencias a su alcance en esta irregular causa.

Otros recuerdan inclusive que el juez participante fue nombrado por el menemismo, pasando directamente del estudio de abogado de Carlos Corach al actual cargo de Juez Federal, sin ninguna carrera judicial anterior. Preferimos creer que esto no influirá en sus decisiones, esperemos los hechos.
LA NACION LINE 02.03.00El juicio a Astiz generó un debate periodístico


Discrepancia: la periodista Claudia Acuña defendió a Gabriela Cerruti; Eliaschev promueve un debate sobre el ejercicio del periodismo.

En una nueva jornada del juicio oral, a cargo del juez federal Claudio Bonadío, que se le sigue a Alfredo Astiz por presunta apología del delito, la periodista Claudia Acuña defendió a Gabriela Cerruti, su compañera de trabajo en la revista Trespuntos, donde se publicó una entrevista en la que el ex marino dijo estar capacitado para matar políticos y periodistas. Acuña aseguró que el reportaje publicado realmente existió.

Por otra parte, se conocieron repercusiones por la declaración testimonial que anteayer brindó el periodista José "Pepe" Eliaschev, que dejó buenos elementos para un debate vinculado con el ejercicio del periodismo en la Argentina.

En su testimonio, Eliaschev dijo que "Astiz fue cazado, y lo más grave es que no se les dijo la verdad a los lectores" de la revista. El conductor del programa "Esto que pasa" (Radio Del Plata) y director del semanario de distribución gratuita del mismo nombre calificó de "muy grave" no respetar el off the record en una conversación. Además precisó que para que exista una entrevista debe mediar un pacto explícito entre las partes. "De lo contrario debe mantenerse la reserva", según el periodista.

Discrepancias En su testimonio, Acuña afirmó que fue Astiz quien llamó a Cerruti por teléfono a la redacción para acordar un encuentro con el fin de realizar la entrevista. "Yo escuché todo. Ella recibió el llamado de un tal Alfredo. Ella le dijo a Astiz que tenían que verse al día siguiente, martes, porque cerraba la revista", declaró. (nota agregada: dijo que creía, que no estaba segura de eso) Cuando el juez Bonadío le preguntó si le constaba que Astiz sabía que el encuentro con Cerruti era con el objetivo de sostener una entrevista, Acuña respondió: "Estoy casi segura". En cuanto a la nota publicada en enero de 1998, la periodista que se desempeñó como editora de la publicación fundada por Héctor Timmerman comentó que "fue una entrevista. Hubo preguntas y respuestas, pero no fue grabada".

En tanto, Eliaschev recibió críticas de diversa índole a raíz de su declaración testimonial. Consultado por La Nación sobre el tenor de sus palabras, el periodista dijo que "hay que dar un debate sobre los modos de desarrollo del periodismo, que en la Argentina nunca existió. Se ha hablado mucho sobre aspectos políticos, ideológicos y estructurales de la propiedad de los medios, pero este fenómeno va más allá".

Y en tono grave, precisó: "Cuando pase esta etapa de ebriedad con el periodismo, la caída no va a tener límites. Será similar a lo que pasó con la política y la Justicia". El periodista sostuvo su decisión de declarar en estos términos: "Sentí una gran angustia al ser citado, pero lo consideré una carga pública". Según el periodista, "no podía menos que ratificar lo que le había expresado a Luis Majul en su libro "Periodistas" (Sudamericana). Esto es, "preservar el respeto por herramientas claras del periodismo como son el off the record y un pacto explícito para la realización de una entrevista".

Tras la lluvia de críticas, Eliaschev subrayó que siente por Astiz "un profundo desprecio. Consulté con mis abogados sobre si era posible no ir. Cuando tuve la confirmación de que se trata de una carga pública, concurrí a prestar declaración testimonial porque creo fervientemente en las prácticas de la Justicia".

Lanata no fue Y para despejar dudas y evitar comparaciones, arremetió con una declaración de principios: "No soy de los mediáticos que hablan y cuando los citan a declarar no van". Aunque evitó decir a quiénes se refería. Ayer, el periodista Jorge Lanata no concurrió a declarar, pese a haber sido citado, por hallarse de viaje.

No obstante, se incorporó al expediente una entrevista que le concedió a Majul en ocasión del último libro publicado por éste, donde sostuvo igual punto de vista que Eliaschev en el sentido de que el off the record es absolutamente inviolable y que el tono de la entrevista de Trespuntos "era inverosímil; era el tono de una conversación privada y no de una entrevista". Hoy no habrá audiencia del juicio. Mañana se reanudará con los alegatos de la fiscalía y la defensa, tras lo cual Bonadío dictará sentencia el miércoles.
"PRENSA_INDEPENDIENTE"
"Síntesis de Prensa 3 marzo 2000"
CONTINUACIÓN DEL JUICIO ORAL A ALFREDO ASTIZ,
ALEGATOS DEL FISCAL Y LA DEFENSA
5ta. sesión - Por nuestros enviados en la sala.
Terminamos nuestra crónica de la sesión del miércoles con las siguientes palabras, que creemos más que adecuado recordar, como paso previo a relatar los hechos de la fecha:

< "El próximo viernes el fiscal y la defensa presentarán sus respectivos alegatos, dándose a conocer la sentencia el miércoles de la semana entrante. Muchos se preguntan como hará el fiscal para estructurar una acusación, si fuera tal su decisión, ante la total falta de evidencias de prueba que lo avalen; como podría dictar una condena el juez.

Otros más realistas recuerdan la total politización del caso y que si de razonamientos jurídicos se tratare, la causa obviamente ni siquiera se debería haber empezado. No descartan por ello cualquier aberración sin sorprenderse.

Pero es unánime la idea del efecto impensado para los autores de esta real persecución disfrazada con ropajes judiciales, la causa oral ha dado un triunfo inesperado a Astiz, se ha roto el cepo del silencio mediático y ante la opinión pública - mucho más perceptiva de lo que ciertas dirigencias captan - se ha instalado con fuerza otro Alfredo Astiz, diferente al clon vendido por la propaganda despiadada, una real víctima de las circunstancias y los juegos de poder de otros" >.
Pese a nuestros fervientes en contrario no estuvimos errados, el público asistente en la sala escuchó casi azorado - bastaba ver las expresiones, de todos los sectores - el escuálido alegato del fiscal, vacío de todo fundamento, pronunciado nerviosamente, sin convicción y hasta parecía con vergüenza, cumpliendo un rito obligado quien sabe por qué irresistibles fuerzas y como pasando rápido un mal trago.

Expondremos a los lectores los alegatos, de los cuales solo el de fiscal no es textual por no contarse con el original aun y porque casi no dice nada.
ALEGATO del fiscal Dr. Di Masi, ....un solo argumento: I believe in Gaby !

Comenzó con aproximadamente estas palabras: en esta sala de audiencias se ha acreditado que en una entrevista con la periodista Cerruti el Sr. Alfredo Astiz, este expresó ........ y a continuación repitió por enésima vez el largo, conocido y tedioso contenido de las palabras que Cerruti adjudica a Astiz.

Luego refirió todos los dichos de la periodista, Astiz y el Capitán Martínez, coincidentes en establecer que la reunión en el bar se efectuó realmente.

Citó una serie de documentos formales agregados a la causa, entre ellos el sumario militar de 1998; ello dejó en suspenso a todos los presentes porque el sumario solo acredita una falta disciplinaria por: haber tenido un reunión con una periodista "en forma inconsulta e imprudente" dando lugar a serias repercusiones públicas; además el juez militar expresa taxativamente que: "la Instrucción no considera que el debate acerca de la verosimilitud de las manifestaciones adjudicadas al capitán Astiz en la revista, resulte conducente en esta instancia, dado que de las probanzas arribadas a autos no existen elementos de juicio en grado de certeza tal que posibilite la comisión de ilícitos contemplados en el Código de Justicia Militar y que otros que eventualmente pudieran resultar, son materia de consideración en la esfera de competencia de la Justicia Federal.

En síntesis, mal puede probar el Sumario Militar aquello que expresamente deja librado a esta causa penal por falta de pruebas. Finalmente, todas las declaraciones de Astiz y el Capitán Martínez ante el juez militar expresaban que era una charla informal ajena a toda posible publicación.

Rematando la extraña exposición, fundamento su creencia que estaba configurado el delito de apología del delito por dolo eventual, acorde al "ejercicio del sano criterio", afirmación que superó el entendimiento de los presentes en la sala, ya que no desarrolló sus fundamentos en tal sentido. Como en un acto final de compensación magnánima solo pidió tres meses de prisión (este delito varia entre un mes y un año de graduación).

De un grupo de gente más joven próxima al cronista, escuchamos como comentario la ya citada frase: "I BELIEVE IN GABY", lapidaria y hasta jocosa si no fuera tan grave lo que estamos relatando; su interlocutor solo le respondió: que tiene esto que ver con la película escuchada en la sala durante días? Juzguen los lectores, nos faltan palabras para agregar algo más.
ALEGATO de la abogada defensora de Alfredo Astiz, Dra. Perla Martínez de Buck

En primer lugar no puedo dejar de señalar que en mis 25 años y tres meses de experiencia en Tribunales, quizás difícilmente haya estado frente a un caso en que los términos justicia y derecho fueran dejados de lado de manera tan burda.

Y ello por una simple y única razón: porque mi defendido no es el Sr. "X", sino el Sr. Alfredo Ignacio Astiz, imperdonable falta al artículo 16 de la C.N. que consagra la igualdad ante la ley.

En base a lo dicho resulta que lo actuado debe su inicio a una hipotética entrevista celebrada entre una periodista y un individuo de la cual ha quedado evidenciado en la audiencia de debate, no existe copia, grabación, fotografía, en definitiva, prueba alguna siquiera de la existencia de la misma, más que el simple reconocimiento de mi defendido y de la periodista Cerruti. Ambos coincidieron en que el encuentro se prolongó por espacio de mas de dos horas de charla informal, afable y desordenada en sus temas.

Pese a ello la periodista pretendió hacer creer que pudo recordar textualmente lo que su entrevistado le manifestara, sin siquiera haber tomado nota de ello, convengamos que si ello fuera cierto, sin duda Cerruti figuraría en libro Guiness.

Así sacó a publicidad dos revistas en las que atribuyó a Astiz frases que mi defendido categóricamente negó haber efectuado y que el mismo calificó de horrorosas.

Me permito afirmar entonces, que si este fuera un caso mas, y no el caso Astiz, con las evidentes presiones que ello implica, jamás se hubiera llegado a esta instancia, tal como entendieran en el momento de la instrucción los lamentablemente apartados, fiscales de la causa, Dres. Carlos Cearras y Pablo Recchini.

A consecuencia de lo publicado por Cerruti, se instruyó causa a Astiz por apología del delito. Habiendo efectuado estas aclaraciones procederé al análisis del delito que se imputa a mi defendido, la presunta violación por su parte del art. 213 , del C.P., esto es, apología del delito, delito de simple y sencilla interpretación.

El art. 213 del Código penal define la acción típica del delito estableciendo que realiza dicha figura quien "hiciere públicamente" la apología de un delito. Es claro entonces que el tipo legal solo comprende la conducta de quien obra de la forma pública exigida por la norma, independientemente de los aspectos propios del dolo vinculados al tipo subjetivo.

Esa objeción es central y cierra toda posibilidad de punir la conducta de quien mantiene una conversación privada en un ámbito también privado, donde solo están presentes quien habla y quien escucha, sencillamente porque tal acción es muy diferente y está muy lejos del "hiciere públicamente" evocado en la descripción legal. Por ello, después de haber escuchado al Sr. Procurador Fiscal fundar su pretención condenatoria en un supuesto dolo eventual, no deja de asombrarme que un magistrado del Ministerio Público pueda haber interpretado de una manera tan errónea la simplicidad descripta en el art. 213 del C.P.

El desarrollo de este juicio para toda aquella persona que de alguna manera tiene relación con el derecho o un poco de sentido común nos obliga a concluir que es imposible llegar a un temperamento condenatorio como el propiciado por el Sr. Procurador Fiscal, pero entiendo, lamentablemente, que no hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere escuchar.

Sin embargo, en el entendimiento de que aún quedan individuos que buscan la verdad, y que por consiguiente, quieren ver y escuchar, debo señalar que lo que dice Cerruti que mi defendido dijo, palabras que, reitero, han sido calificadas por el mismo Astiz como horrorosas, fueron publicadas por la periodista sin participación, ni consentimiento ni intención de mi defendido. Ello ha sido reconocido por la propia Gabriela Cerruti, en la declaración testimonial prestada por la nombrada a fs. 1010/1011 en la cual señaló que "...de cualquier modo manifiesta que con anterioridad ya dijo en la causa que Astiz le había pedido que no lo publicara...".

En igual sentido declaró la nombrada el día 28 de febrero del año en curso, circunstancia acreditada en el respectivo videocasete aportado por Crónica TV e incorporado al debate, razón por la cual resulta inadmisible tener por configurado el delito descripto por el art. 213 del C.P, ya que la apología, como vimos, debe tener lugar públicamente, razón por la cual haber mantenido una charla en privado con una periodista, no constituye delito alguno.

Ello, a no ser que V.S. quiera tener por cierta la declaración prestada por Cerruti el día 25 de febrero en audiencia de debate, cuando al ser interrogada por esta parte en cuanto a si "Astiz la autorizó a dicha publicación", respondió que Astiz no le pidió que no la publicara. Pero en tal caso me vería en la obligación de solicitar nuevamente a V.S. que de conformidad con lo dispuesto por los arts. 252 y 371 del C.P.P. se disponga la inmediata detención de la Sra. Cerruti y se remita copia y antecedentes al juez competente por haber incurrido presumiblemente en el delito de falso testimonio en perjuicio del imputado.

Volviendo a la figura reprochada, el dolo aún eventual que debe tener el actor al realizar el tipo penal de apología del delito, debe indefectiblemente contemplar la publicidad, y dicha publicidad, debe ser querida por el agente, lo cual ha quedado demostrado con lo expuesto, que no ha ocurrido en el caso del Sr. Astiz.

Me encuentro en condiciones de afirmar que el Sr. Astiz en todo momento obró con la convicción de que la conversación por ellos mantenida no habría de publicarse, y esto ha quedado probado claramente en debate. Así:

1ero:) Ha quedado probado que el Sr. Astiz ha aceptado reunirse con la Sra. Cerruti en virtud del requerimiento efectuado en tal sentido por el Capitán de Navío Aurelio Martínez, quien fue nexo entre los nombrados, y sin cuya intervención no se habría llevado a cabo dicho encuentro.

2do.) El Capitán Martínez es quien admite haberle dicho a Astiz que la intención de Cerruti era una charla informal y que tenía un buen concepto de el.

3ero.) Es la misma Gabriela Cerruti quien manifestó haber tenido una charla informal con Astiz.

4to.) Resulta innegable entonces que mi defendido se reunió con la periodista Gabriela Cerruti con el exclusivo propósito de mantener una charla informal y privada con ella, circunstancia esta no solamente reconocida por el Sr. Astiz y por quien actuara de nexo, esto es, el capitán Martínez, sino también corroborada, reitero, por la propia Cerruti.

Convengamos en que es la misma periodista quien le habría tendido una trampa a mi defendido, mintiendo en su propósito verdadero al encontrarse con el nombrado. De allí, obviamente que no haya habido a la vista ningún mecanismo de grabación o escritura de los que se vale todo periodista cuando encara seriamente un reportaje a una persona, dispuesto a guardar fidelidad al diálogo que se propone hacer público.

En tal orden de ideas, convengamos en que el aporte causal para que la versión de Cerruti se hiciera pública fue puesto prolija y deliberadamente por la propia Cerruti, por su editor, y por quien o quienes instigaron, propiciaron, ayudaron o buscaron el escándalo. No por mi defendido, reitero, interesado en mantener el diálogo en el marco privado de una conversación entre dos, quien además tampoco provocó la reunión, la que como quedó demostrado fue orquestada y premeditada por Aurelio Martínez, quien conociendo a Astiz, sabía de antemano que por respeto jerárquico y moral, finalmente accedería a su petición y ello teniendo en cuenta además que también fue Martínez quien ofreció a Cerruti intermediar para que esta dialogara con Astiz, evidentemente con un interés que corresponderá ser investigado en otro juicio.

El requisito del "públicamente" se llenó por Cerruti que es quien tuvo el dominio del hecho, controló íntegramente el plan de acción, supo perfectamente lo que estaba sucediendo, y para mas, se ocupó de tergiversar lo manifestado por mi defendido.

Por consiguiente, el absurdo en que incurre el Sr. Fiscal de silenciar la falta de tipicidad con el parche del dolo eventual queda a la vista apenas señalar que con ese criterio, empujando así el caso dentro de la ley penal, la imputación se sitúa en cabeza de la periodista, verdadera protagonista del "hiciere públicamente" del art. 213.

Lamentablemente demás está aclarar que nos encontramos frente a un hecho que ha tenido exclusivamente dos protagonistas: la Sra. Cerruti. Y el Sr. Astiz.

Por ello, la declaración testimonial prestada por la Sra. Acuña, de la cual no podemos dejar de señalar la llamativa circunstancia de que en audiencia de debate y a dos años de lo sucedido recordara detalles que olvidara en la etapa instructora, a días de la charla en cuestión, solo aporta la versión de los hechos que escuchara de su amiga, Gabriela Cerruti.

Para el caso tal testimonio debe contraponerse, ya que posee el mismo valor probatorio, con el brindado por Dr. Reinaldo Julio Romero, quien tuviera contacto con mi defendido con anterioridad a la publicación de la revista Tres puntos, señalando que el Sr. Astiz le relató precisamente que el capitán Martínez le había insistido en que mi defendido tuviera una charla informal con la Sra. Cerruti, como asimismo estuviera con el Sr. Astiz con posterioridad a las publicaciones notándolo apesadumbrado por lo que se había puesto en su boca. Por consiguiente, si atribuimos valor probatorio al testigo cuya versión tiene como fuente lo que ha oído de otro; y respetando el principio de igualdad, el testimonio de la Sra. Acuña posee el mismo valor probatorio que el brindado por el Dr. Romero, debiendo recordar que la balanza se inclina indefectiblemente a favor del brindado por este último, desde el momento en que el propio Martínez que hiciera de nexo de la charla en cuestión corrobora su versión.

Asimismo, resulta de fundamental importancia evaluar los testimonios que se han ido sucediendo a lo largo del presente debate: por un lado tenemos 14 testimonios, que incluyen civiles y militares, que han dejado en claro la indudable vocación por la democracia que existe en el pensamiento y sentimiento del Sr. Astiz, mal que les pese a algunos.

Tal pensamiento, ha sido perfectamente detallado por todos los testigos quienes entre otras circunstancias han señalado la vocación por la democracia de mi defendido y el cumplimiento por su parte de los principios fundamentales del sistema democrático, su respeto al poder político, la subordinación a la Constitución Nacional, su amor a la patria, desinterés, espíritu de sacrificio, su extremada prudencia y meditación acerca de sus juicio, su gran entereza en guardar silencio para colaborar con una Argentina nueva, su entrega constante, su preocupación por el prójimo como conducta habitual, el ser un caballero, un hombre de palabra, un modelo, inclusive para los hijos de algunos de ellos, republicano de alma, una persona, en definitiva, que defiende los principios democráticos, capaz de morir por los ideales ajenos; entre otros valores que no haré mención en honor a la brevedad, y que pueden apreciarse en las declaraciones prestadas entre otros por Héctor Julio Valsecchi, Carlos Frasch, Jorge Osvaldo Ferrer, Enrique Molina Pico, Emilio José Gregorio Osses, Miguel Carlos Augusto Pita y Horacio Zaratiegui, los que solo pueden llevarnos a la conclusión de que las frases publicadas por la Sra. Gabriela Cerruti, vaya uno a saber con que fines, no le pertenecen a mi defendido.

Por otra parte, si alguna duda queda, debemos contraponer a los testimonios aludidos, los brindados por los colegas de la nombrada Cerruti, entre ellos los Sres. periodistas Zaldivar, Eliaschev y Lanata, que ponen un paño de duda acerca de la credibilidad de las frases publicadas como asimismo de la actitud de Cerruti al violar un off the record claramente pactado.

Concretamente ha señalado el Sr. Eliaschev que: "en el caso específico que estamos tratando es evidente que se trató de una situación en donde Astiz fue 'cazado con zeta', resultando lo mas grave que no se le dijo la verdad a los lectores, ya que la entrevista para que sea tal debe ser consensuada y no se puede vulnerar el principio de off the record, cuya ruptura como en el caso, es grave, porque todos somos sospechosos. La entrevista para ser entrevista debe ser un pacto explícito. Cuando el periodista no puede acreditar que existió un reportaje, se entra en ambigüedad".

A esto agrega el periodista Jorge Lanata, en el libro 'Periodistas' cuyas copias obran agregadas y certificadas a fs. 1081/y Vta. Que: "el off the record" es absolutamente inviolable. -"Si la pregunta es sobre el caso Gabriela Cerruti, la respuesta es que tiene razón el ex capitán de fragata Alfredo Astiz... el tono del reportaje a Astiz era el tono de una conversación privada...".

Mayor gravedad aún adquiere la circunstancia de que la única testigo y pieza clave del presente sumario se halla comprendida en las generales de la ley. Los párrafos transcriptos en los números 28 y 29 del citado semanario, tales como "el asesino está entre nosotros" "el hotel naval debe ser uno de los pocos lugares de Bs. As. en donde todavía le dicen Sr. a Alfredo Astiz", "alfombras que merecen estar sucias", refiriéndose al Hotel Naval, constituyen prueba cabal de tal circunstancia; a ello debe sumarse lo escrito por la nombrada en el libro de su autoría, 'Herederos del Silencio', como por ejemplo el haber cantado junto con el grupo de la juventud peronista "son todos asesinos los milicos del proceso", las manifestaciones vertidas por la periodista a lo largo del presente debate, tal como el ser esposa del hijo de un desaparecido , como asimismo las que se encuentran registradas en la filmación efectuada por Crónica TV que reproduce la entrevista concedida por Cerruti el día 25 de febrero a la salida del tribunal, donde aseveró que por su calidad de testigo es preferible que no exprese sus emociones o lo que siente, pero que todo el mundo sabe lo que siente con respecto a Astiz. Todas esas frases prueban el claro interés de Cerruti en el resultado de este juicio, sin poder dejar de mencionar las graves contradicciones en que incurriera la periodista, que no hacen mas que enfrentarla con ella misma.

Quizás en un comienzo del presente debate, la Sra. Cerruti resultaba creíble porque era ella, y el Sr. Astiz no resultaba creíble por ser él. Sin embargo, me permito aseverar que no podemos negar a esta altura, luego de contraponer todos los testimonios que se han sucedido en debate, que la Sra. Cerruti ya ni siquiera es creíble siendo ella, y el Sr. Astiz, mas allá de toda ideología, es creíble siendo el.

De todas las constancias del presente debate, no existe elemento alguno que permita afirmar, ni siquiera suponer, que mi defendido haya tenido alguna injerencia en el delito que se le enrostra.

Lo cierto es que luego de dos años de tramitación, y juicio oral mediante, solo ha podido verdaderamente comprobarse que mi defendido ha mantenido una charla con la Sra. Cerruti.

Por consiguiente cabe preguntarnos: que nos queda después de todo? que permanece mas allá de siete cuerpos de un expediente sustentado sobre mentiras y el deseo de algunos de imputar a mi defendido delitos inexistentes ?

Que trascenderá, amén del intento de unos pocos en enardecer, enfervorizar y revivir en muchos pasiones de un pasado?.

Nos queda además de una defensa hecha a conciencia, un individuo que mas allá o mas acá de su pasado hoy lucha como todos nosotros por alcanzar la pacificación nacional, la ilusión de que no es una utopía pensar en una justicia justa, la esperanza de que todavía podemos creer en la posibilidad de acceder en este debate a una solución verdaderamente ajustada a derecho, y la oportunidad de todos nosotros de demostrar la independencia del Poder Judicial del poder político.

Por lo expuesto, he de solicitar la absolución de mi defendido, en orden al delito que se imputara, sin costas, en el entendimiento de que no ha sido transgredida figura penal alguna por su parte, y para el caso de que la presente petición sea desechada, he de hacer expresa reserva de recurrir en casación ( art. 456 del C.P.P.), sin perjuicio de plantear caso federal ( art. 14 de la ley 48 ).
PALABRAS FINALES del acusado Alfredo Ignacio Astiz


Aprovecho la oportunidad de hablar en este Juicio, pero no para referirme a lo sucedido en la audiencia, ya que ese aspecto del asunto acaba de ser considerado prolijamente por la Sra. Defensora que lleva el caso. Quiero agradecer la capacidad, la dedicación y la valentía demostrada por la Dra. Martínez a lo largo de todo el proceso, así como por su Secretaria, la Dra. Plesel y por todo el personal de la Defensoría.

Quiero referirme solamente a un sentimiento personal que es independiente de lo que resuelva S.S. sobre el asunto. Desde años atrás soporto situaciones similares que van mas allá de lo que yo diga o calle a consecuencia del desempeño que me tocó en suerte durante los acontecimientos históricos que son del dominio público.

Fui Oficial de Marina por vocación, dedicando mi vida a una Institución a la que respeto y quiero. Por causa del Servicio Naval me tocó participar de un enfrentamiento lastimoso en el que creo haberme comportado correctamente y en el lado adecuado.

Esa guerra terminó y no me dejó odio ni rencores. Todo lo contrario, como sucede casi constantemente con los excombatientes busqué a partir de ese momento el camino de la paz y la reconciliación de todo el pueblo de Argentina dentro de mis pequeñas capacidades.

Es por eso que entendí que la mejor contribución que podía ofrecer era comportarme con la mayor discreción circunscribiendo mi vida a mi familia, mis amigos y los ambientes que ellos frecuentan. Solo ocasionalmente, en alguna de las oportunidades en que me fue pedido, acepté conversar en forma privada e informal con gente de otros medios que manifestó interés por conocer mi forma de ser y de pensar.

Demás está decir que me manifesté como soy y dentro de la forma discreta en que he decidido llevar mi vida, desmintiendo la falsa imagen que algunas personas tenían de mi.

Así fue también el caso de la Sra. Gabriela Cerruti con quien mantuve una conversación privada; a la que previamente le aclaré que no concedía entrevistas. En dicha conversación no dije las cosas que ella me atribuye falsamente, y que además, creo que es lo mas importante, no pienso ni siento.

Independientemente de lo anterior, yo no basaba cada conversación con una persona en su punto de vista ideológico o su profesión, ya que si así lo hubiera hecho, hubiera prejuzgado y me quedaría encerrado en mis ideas, sin abrir mi mente a otros pensamientos que pueden ser interesantes y constructivos.

Para mantener una conversación con una persona me basaba mas en su honestidad y ética que en su profesión e ideología. Por supuesto, en la conversación que mantuve que dio lugar a este proceso, los datos que tenía sobre la interlocutora estaban errados.

En la época de los juicios a los militares era un lugar común decir que el fin no justifica los medios, pensamiento que aclaro, comparto desde siempre. Por eso me llamó la atención que en dos oportunidades se haya aludido elípticamente a la idea para sostener lo contrario, porque según se dio a entender en autos el fin justifica doblemente los medios. Justifica falsear una conversación y su contenido para fabricar una persecución en mi contra y justifica sostener un delito inexistente en aras de una condena a mi persona.

Cuando en la etapa de instrucción de esta causa el Sr. Juez no aceptó el pedido de sobreseimiento hecho por el Sr. Fiscal por la inexistencia de delito, me sentí desilusionado y preocupado, pero hoy, más allá del resultado de este juicio para con mi persona, me siento satisfecho, ya que creo que la verdad ha alumbrado claramente a los presentes en la audiencia.

Finalmente quiero también agradecer a mi familia, a mis amigos y a la gente de bien que confió en mi y me apoyó en los acontecimientos sucedidos, así como ratificar mi cariño por la Armada Argentina, Institución a la cual sigo perteneciendo en el fondo de mi corazón.
El miércoles 8 de marzo a 1500 horas conoceremos la sentencia recaída en esta causa, sabremos si se juzga a Alfredo Astiz o al clon fabricado durante años por muchos, si fue justicia o un nuevo "paredón juridico mediático" .
"PRENSA_INDEPENDIENTE" "Síntesis de Prensa 8 marzo 2000"
CULMINACIÓN DEL JUICIO ORAL A ALFREDO ASTIZ,
SENTENCIA DEL JUEZ BONADÍO
6ta. sesión - Por nuestros enviados en la sala


* Terminamos nuestra crónica de la sesión del miércoles 1 con las siguientes palabras:
<<"El próximo viernes 3 el fiscal y la defensa presentarán sus respectivos alegatos, dándose a conocer la sentencia el miércoles de la semana entrante. Muchos se preguntan como hará el fiscal para estructurar una acusación, si fuera tal su decisión, ante la total falta de evidencias de prueba que lo avalen; como podría dictar una condena el juez.

Otros más realistas recuerdan la total politización del caso y que si de razonamientos jurídicos se tratare, la causa obviamente ni siquiera debería haber empezado. No descartan por ello cualquier aberración sin sorprenderse.

Pero es unánime la idea del efecto impensado para los autores de esta real persecución disfrazada con ropajes judiciales, la causa oral ha dado un triunfo inesperado a Astiz, se ha roto el cepo del silencio mediático y ante la opinión pública - mucho más perceptiva de lo que ciertas dirigencias captan - se ha instalado con fuerza otro Alfredo Astiz, diferente al clon vendido por la propaganda despiadada, una real víctima de las circunstancias y los juegos de poder de otros" >>.

* En la crónica de la sesión del viernes 3 dijimos:
<>.

A continuación ese día brindamos a los lectores los alegatos, de los cuales solo el de fiscal no era textual por no contarse con el original aun y porque casi no fundamento nada.
HOY 8 DE MARZO EL JUEZ A CARGO DE LA CAUSA, DR. BONADIO
DIO A CONOCER SU INCREIBLE SENTENCIA
Lo último que se pierde es la esperanza, aunque somos realistas y sobraban elementos para suponer lo que hoy finalmente ocurrió, una pequeña llama nos impulsaba a creer que quizás veríamos por fin un acto de justicia imparcial ejemplificador en nuestra República, porque eso es lo tremendamente cuestionado, aun más allá de la figura del mismo Alfredo Astiz, de la larga persecución que sufre y su derecho a justicia.

Nos preguntábamos si sería juzgado Alfredo Astiz o el clon artificial fabricado durante años por ideólogos del terrorismo derrotado, además utilizado por bajos oportunismos de sectores políticos internos.

Lamentablemente para una nación que clama a sus dirigencias por ejemplos, nuevamente se eligió el camino más fácil, el clon virtual de Astiz debía ser condenado ineludiblemente y así se cumplió, fue hallado culpable del delito de apología del delito con una condena de tres meses de cumplimiento no efectivo.

Anticipándonos a las críticas, queremos ser bien claros en nuestro mensaje: no estamos difamando ni ofendiendo al tribunal que actuó, tampoco estamos incitando a no cumplir el mandato de su condena ni a rebeldía alguna al respecto.

La causa de Alfredo Astiz será efectivamente planteada acorde a derecho, mediante la apelación correspondiente en el Tribunal de Casación que corresponde como próxima etapa judicial.

Pero esta causa tiene desde su mismo comienzo una clara orientación política dentro de las formalidades jurídicas de primer plano y motiva una permanente interacción de sectores en los medios, dentro de la amplia libertad de prensa existente.

En ese terreno es que ejercemos nuestra cuota de libertad, de opinar e informar, la cual como puntualizamos no implica menoscabo a la dignidad del tribunal ni al cumplimiento de sus decisiones, aunque en esa libertad de opinar efectuaremos críticas afirmando discrepancias con el fallo.

Nuestro sistema de gobierno y la tan pregonada palabra democracia, indican como una de las bases del sistema que gobiernan aquellos que elegimos como nuestros representantes, de los cuales los ciudadanos somos los mandantes. Elegimos al Poder Legislativo y al Poder Ejecutivo, que como representantes nuestros eligen a los jueces del Poder Judicial, de forma tal que si bien nos sometemos a la autoridad que en ellos hemos delegado para el bien común, en forma alguna hemos renunciado a nuestras libertades básicas de controlarlos y de opinar sobre sus acciones, aun en sentido crítico.

No aceptamos el falaz y cada tanto repetido argumento de que criticar un fallo judicial firme implica una apología del delito allí sancionado, eso es un cepo inaceptable a la libertad de discrepar con la justicia de los fallos, de clara intencionalidad política; apología sería el aceptar que se cometió un ilícito condenado y hacer una apología ponderando la acción. Emile Zola discrepó con un fallo y no hizo apología del delito, es más, años después la justicia le dio la razón sobre el militar Dreyfus, era inocente.

Luego de estas salvedades, queremos expresar que sin duda discrepamos con el fallo por no haberse ajustado a derecho. Además seguimos pensando por fundadas razones que la causa oral ha dado un triunfo inesperado a Astiz, al romper el cepo del silencio mediático y que ante la opinión pública se ha instalado con fuerza al menos la duda sobre otro Alfredo Astiz, el ser humano real víctima; es más, creemos que este fallo y la prosecución de la causa lo favorecerán aun más.

Dentro de un plazo de diez días comenzará la apelación del caso, habrá acciones judiciales y los diversos sectores ejercerán sus derechos de prensa a lo largo de unos meses, entre ellos nosotros.

Por hoy creemos inadecuado extendernos en detalles, solo comentaremos el general tedio de la prolongada sesión y ante las palabras del juez fundamentando la sentencia, en nuestra opinión huérfanas de fundamento jurídico y con expresiones de permanente descalificación hacia la defensa y sus numerosos testigos. La sensación general fue que se estaba leyendo una película diferente a la desarrollada en la misma sala en las cinco sesiones del tribunal oral, ni aun los sectores conocidos como menos afines a Astiz entre el público y algunos periodistas, expresaban el menor convencimiento ni demostraron siquiera entusiasmo al leerse la condena. El juez hasta llegó a hacer una libre interpretación de las palabras de varios testigos clave, como por ejemplo de Eliaschev a cuyas claras palabras y escritos le asignó un significado diferente según su visión.
En resumen, el juez basó su fallo en tres puntos básicos, diciendo que lo hacia basado "en la sana crítica":

El estar probado que se efectuó la reunión, algo obvio porque así lo declararon desde el vamos hace dos años Astiz, Martínez y Cerruti.

El estar probado en opinión del juez que Astiz al menos había tenido una suerte de dolo eventual en la publicación de sus palabras, porque "debió suponer que así lo haría la periodista".

Que la periodista podía tener una memoria excepcional y que si bien era la palabra de Astiz contra la de la periodista - en cuanto a la veracidad de lo escrito, a falta de registros grabados - nombró un antecedente de los EEUU y si bien anticipó que no usaría la inversión de la prueba, terminó diciendo algo así como que Astiz no había demostrado que no eran ciertas las palabras que le adjudicó Cerruti, o sea el principio de presunción de inocencia fue para la periodista acusadora y única testigo en paralelo.

Dado lo serio del tema , el mejor argumento serán las constancias documentales, además de nuestras opiniones. Sin apresuramientos innecesarios brindaremos a los lectores nuestras opiniones, por partes digeribles a lo largo de los próximos días y comenzando mañana.

Al mismo tiempo y también por partes presentaremos las versiones completas de los escritos de los primeros fiscales opinando sobreseer el caso, a continuación la acusación completa textual del fiscal Di Masi del viernes pasado y finalmente lo elido hoy por el juez, en versión también completa. Su lectura y el cotejo de las opiniones en juego permitirán que los lectores legos y especializados formen su propia opinión del caso, probablemente algo más importante aun que la suerte final de la causa.

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