viernes, 1 de junio de 2018

Presuntos defensores de Derechos Humanos

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Presuntos defensores de DDHH

Presuntos defensores de Derechos Humanos


Nota I.


Por fin sin disfraces, sinceros, en su verdadero rostro militante revolucionario.

"Cuádruple apología del delito y la barbarie".

Hasta los Verbitsky y otros adlátares del terrorismo se despegan de estas palabras de espanto y desprolijidad; simple táctica, una cuestión de oportunidad, no creíble.
Resumen de: ¨VIÑAS, SCHOKLENDER, ZITO LEMA Y PASTOR DE BONAFINI¨
La alegría de la muerte.

Por Horacio Verbitsky.


David Viñas, Sergio Schoklender, Vicente Zito Lema y Hebe Pastor de Bonafini celebraron los ataques terroristas contra los Estados Unidos. Los interpretaron como parte de la lucha de clases globalizada y la Pastor de Bonafini sintió alegría mientras el mundo se paralizaba de espanto.
Durante una clase pública dictada en la academia denominada "Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo", cuatro oradores celebraron los atentados del 11 de septiembre. TratarÈ de sintetizar sus argumentos con fidelidad y de refutarlos con calma.




El escritor David Viñas dijo que el ataque "a los grandes símbolos del poder" constituía "una forma inÈdita de lucha de clases", entre "la violencia popular y la violencia institucional del imperio", "la violencia desde abajo contra la violencia enquistada arriba". Que estas "señales inesperadas, inÈditas, invictas, primeras de la lucha de clases en el mundo globalizado por el imperio terrorista del Pentágono y de Wall Street" provendrían de "los sometidos, los humillados del mundo". Dijo que debían leerse "dentro del contexto del proceso general de globalización" . Comparó a sus autores con Robespierre o Castelli.
El director de la academia, Vicente Zito Lema, sostuvo que Osama Bin Laden era "un revolucionario", cuya lucha "es parte de la lucha de clases" de "los oprimidos de la humanidad contra el imperio". Lo comparó con San Martín, Belgrano, Artigas, Ernesto Guevara y "mis compañeros caídos en combate".
El abogado Sergio Schoklender afirmó que no fueron actos terroristas sino "operaciones quirúrgicas" de guerra contra "los centros precisos de poder", del "enemigo que nos está destruyendo". Expresó su admiración por los "militantes" que realizaron esas acciones al "llevarle al enemigo la guerra a su propio territorio". Dijo que le dolían "los casos individuales, esas figuras cayendo", pero que le dio "mucha alegría" saber que "no son tan invulnerables y que tenemos la posibilidad de resistir y enfrentarlos".
Hebe Pastor de Bonafini contó que estaba en Cuba ese día y que sintió alegría. "No voy a ser hipócrita, no me dolió para nada", porque "había muchos pueblos que eran felices" y de ese modo "la sangre de tantos en ese momento era vengada", entre ellos sus hijos. En esos ataques "no murieron pobres, no murieron poblaciones". Sus autores fueron "hombres y mujeres muy valientes", que "se prepararon y donaron sus vidas para nosotros". Ellos "declararon la guerra con sus cuerpos, manejando un avión para estrellarse y hacer mierda al poder más grande del mundo. Y me puse contenta" . El "miedo que nos metieron a nosotros, con la persecución, con la desaparición y con la tortura, ahora lo vive el pueblo norteamericano entero. Ese pueblo que se calló y aplaudió las guerras". "En esas dos torres se decidía todos los que nos íbamos a morir, a quedar sin trabajo, a masacrar, a bombardear". Igual que Viñas, comparó a los autores con "nuestros hijos","que dieron y entregaron sus vidas para un mundo mejor", a los que llamaban terroristas pero eran revolucionarios.
Quien dude de la exactitud de la trascripción o desee consultar los textos completos, puede solicitarlos al boletín de contra información "Resumen Latinoamericano", a la dirección electrónica resumen@nodo50.org
Lucha de clases en el Corán.
Tal vez Viñas maneje informes más secretos que los empleados por Estados Unidos para persuadir a todos los gobiernos del mundo sobre el origen de los atentados. Mientras no los revele, parecería que sus autores no han sido proletarios en lucha por la revolución socialista, sino el rÈgimen teocrático de Afganistán, supresor de todas las libertades que permitirían vivir y desarrollar su obra en ese país a los intelectuales críticos, ateos, socialistas y judíos como Viñas. Y a sus mujeres, detalle no menor.
La mención de Viñas a sus hijos es conmovedora, pero infiel. Como otros intelectuales de la izquierda, Viñas equipara la decisión militante de aquella Època con un impulso suicida. Eso es ostensible en su obra teatral sobre Rodolfo Walsh, cuya muerte tergiversa. Walsh murió en la calle, resistiendo con un arma de puño, en una cita entregada por un compañero caído.
Pero Viñas lo muestra encerrado en una casa que la dictadura conoce, esperando que vengan a buscarlo despuÈs de desafiarla con su Carta Abierta.
Quienes "siempre alzaron la voz por los caídos en la humanidad", como es el caso de Zito Lema, deberían estar en mejores y no peores condiciones para sentir el espanto por lo sucedido el 11 de septiembre.
Que el doctor Schoklender hable de "operaciones quirúrgicas" para referirse al asesinato de 6000 personas en pocos minutos y contabilice a los talibanes en el bando de "la civilización y de la humanidad" no requiere refutación. Son enormidades que se descalifican solas.
El Che llegó a teorizar sobre la conversión del ser humano en una fría máquina de matar, pero jamás expresó sentimientos tan ruines como estos

NOTA II.


“La hipocresía de los más prolijos”.

Son lo mismo, pero más hábiles en la simulación.
Queda muy poco que agregar o comentar sobre la infame " celebración" de David Viñas, Sergio Schoklender, Vicente Zito Lema y Hebe Pastor de Bonafini; solo resta creer que la Justicia esta vez actuará, aun quizás pequemos de eternos ingenuos.
Pero no debemos confundirnos, estos cuatro forajidos verbales no representan el mayor peligro, son demasiado obvios y se anulan a si mismos.
El mayor problema está en los más hábiles, fríos e hipócritas, en aquellos que desde hace 18 años sobreviven políticamente con la falsa bandera de los DDHH que antes burlaron o enseñaron a burlar, que encuentran su nicho de trabajo en la permanente campaña de tergiversar la historia Argentina de los años 50 a los 80, en cambiar nuestra cultura dividiendo a la familia Argentina con herramientas de odio.
Nos referimos a los conocidos por todos, presuntos dirigentes políticos sin respuestas a los reales problemas argentinos, comunicadores sociales dedicados a la desinformación, presuntos "ingenuos escritores de cartas de lectores, hasta algunos pocos dignatarios de diferentes credos religiosos, sin dejar de lado a nuestras llamadas ONG´s con diferentes sellos de goma, pequeños clanes de Madres, Abuelas, Hijos y demás familiares de los terroristas caídos en las luchas de los 70".
Su falso mensaje es el de siempre, invariable, el que comenzaron en 1969 con las primeras barbaridades de los Bin Laden locales, ¿O que otra cosa fueron los Firmenich, Santucho y sus secuaces, los mataron como nunca justamente en pleno gobierno legal peronista del 73 al 76, del partido por el cual decían haber luchado antes?.
A la primera parte dedican dos o tres renglones breves, pero demuestran una falta de realismo. No se percatan de algo esencial, con la salvajada de las Torres Gemelas, con las vidas de los miles de inocentes inmolados, se derrumbó el falso edificio que construyeron, el de los derechos humanos al solo servicio de los terroristas revolucionarios o fundamentalistas.
Están viviendo una mentira real, son unos hipócritas asesinos.




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