miércoles, 19 de diciembre de 2007
Presuntos defensores de DDHH
Presuntos defensores de Derechos Humanos
Nota I.
Por fin sin disfraces, sinceros, en su verdadero rostro militante revolucionario.
"Cuádruple apología del delito y la barbarie".
Hasta
los Verbitsky y otros adlátares del terrorismo se despegan de estas
palabras de espanto y desprolijidad; simple táctica, una cuestión de
oportunidad, no creíble.
Resumen de: ¨VIÑAS, SCHOKLENDER, ZITO LEMA Y PASTOR DE BONAFINI¨
La alegría de la muerte.
La alegría de la muerte.
Por Horacio Verbitsky.
David Viñas, Sergio Schoklender, Vicente Zito Lema y Hebe Pastor de Bonafini celebraron los ataques terroristas contra los Estados Unidos. Los interpretaron como parte de la lucha de clases globalizada y la Pastor de Bonafini sintió alegría mientras el mundo se paralizaba de espanto.
Durante una clase pública dictada en la academia denominada "Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo", cuatro oradores celebraron los atentados del 11 de septiembre. TratarÈ de sintetizar sus argumentos con fidelidad y de refutarlos con calma.
El escritor David Viñas dijo que el ataque "a los grandes símbolos del poder" constituía "una forma inÈdita de lucha de clases", entre "la violencia popular y la violencia institucional del imperio", "la violencia desde abajo contra la violencia enquistada arriba". Que estas "señales inesperadas, inÈditas, invictas, primeras de la lucha de clases en el mundo globalizado por el imperio terrorista del Pentágono y de Wall Street" provendrían de "los sometidos, los humillados del mundo". Dijo que debían leerse "dentro del contexto del proceso general de globalización" . Comparó a sus autores con Robespierre o Castelli.
El
director de la academia, Vicente Zito Lema, sostuvo que Osama Bin Laden
era "un revolucionario", cuya lucha "es parte de la lucha de clases" de
"los oprimidos de la humanidad contra el imperio". Lo comparó con San
Martín, Belgrano, Artigas, Ernesto Guevara y "mis compañeros caídos en
combate".
El abogado
Sergio Schoklender afirmó que no fueron actos terroristas sino
"operaciones quirúrgicas" de guerra contra "los centros precisos de
poder", del "enemigo que nos está destruyendo". Expresó su admiración
por los "militantes" que realizaron esas acciones al "llevarle al
enemigo la guerra a su propio territorio". Dijo que le dolían "los casos
individuales, esas figuras cayendo", pero que le dio "mucha alegría"
saber que "no son tan invulnerables y que tenemos la posibilidad de
resistir y enfrentarlos".
Hebe
Pastor de Bonafini contó que estaba en Cuba ese día y que sintió
alegría. "No voy a ser hipócrita, no me dolió para nada", porque "había
muchos pueblos que eran felices" y de ese modo "la sangre de tantos en
ese momento era vengada", entre ellos sus hijos. En esos ataques "no
murieron pobres, no murieron poblaciones". Sus autores fueron "hombres y
mujeres muy valientes", que "se prepararon y donaron sus vidas para
nosotros". Ellos "declararon la guerra con sus cuerpos, manejando un
avión para estrellarse y hacer mierda al poder más grande del mundo. Y
me puse contenta" . El "miedo que nos metieron a nosotros, con la
persecución, con la desaparición y con la tortura, ahora lo vive el
pueblo norteamericano entero. Ese pueblo que se calló y aplaudió las
guerras". "En esas dos torres se decidía todos los que nos íbamos a
morir, a quedar sin trabajo, a masacrar, a bombardear". Igual que Viñas,
comparó a los autores con "nuestros hijos","que dieron y entregaron sus
vidas para un mundo mejor", a los que llamaban terroristas pero eran
revolucionarios.
Quien
dude de la exactitud de la trascripción o desee consultar los textos
completos, puede solicitarlos al boletín de contra información "Resumen
Latinoamericano", a la dirección electrónica resumen@nodo50.org
Lucha de clases en el Corán.
Tal
vez Viñas maneje informes más secretos que los empleados por Estados
Unidos para persuadir a todos los gobiernos del mundo sobre el origen de
los atentados. Mientras no los revele, parecería que sus autores no han
sido proletarios en lucha por la revolución socialista, sino el rÈgimen
teocrático de Afganistán, supresor de todas las libertades que
permitirían vivir y desarrollar su obra en ese país a los intelectuales
críticos, ateos, socialistas y judíos como Viñas. Y a sus mujeres,
detalle no menor.
La
mención de Viñas a sus hijos es conmovedora, pero infiel. Como otros
intelectuales de la izquierda, Viñas equipara la decisión militante de
aquella Època con un impulso suicida. Eso es ostensible en su obra
teatral sobre Rodolfo Walsh, cuya muerte tergiversa. Walsh murió en la
calle, resistiendo con un arma de puño, en una cita entregada por un
compañero caído.
Pero Viñas lo muestra encerrado en una casa que la dictadura conoce, esperando que vengan a buscarlo despuÈs de desafiarla con su Carta Abierta.
Pero Viñas lo muestra encerrado en una casa que la dictadura conoce, esperando que vengan a buscarlo despuÈs de desafiarla con su Carta Abierta.
Quienes
"siempre alzaron la voz por los caídos en la humanidad", como es el
caso de Zito Lema, deberían estar en mejores y no peores condiciones
para sentir el espanto por lo sucedido el 11 de septiembre.
Que
el doctor Schoklender hable de "operaciones quirúrgicas" para referirse
al asesinato de 6000 personas en pocos minutos y contabilice a los
talibanes en el bando de "la civilización y de la humanidad" no requiere
refutación. Son enormidades que se descalifican solas.
El
Che llegó a teorizar sobre la conversión del ser humano en una fría
máquina de matar, pero jamás expresó sentimientos tan ruines como estos
NOTA II.
NOTA II.
“La hipocresía de los más prolijos”.
Son lo mismo, pero más hábiles en la simulación.
Queda
muy poco que agregar o comentar sobre la infame " celebración" de David
Viñas, Sergio Schoklender, Vicente Zito Lema y Hebe Pastor de Bonafini;
solo resta creer que la Justicia esta vez actuará, aun quizás pequemos
de eternos ingenuos.
Pero
no debemos confundirnos, estos cuatro forajidos verbales no representan
el mayor peligro, son demasiado obvios y se anulan a si mismos.
El
mayor problema está en los más hábiles, fríos e hipócritas, en aquellos
que desde hace 18 años sobreviven políticamente con la falsa bandera de
los DDHH que antes burlaron o enseñaron a burlar, que encuentran su
nicho de trabajo en la permanente campaña de tergiversar la historia
Argentina de los años 50 a los 80, en cambiar nuestra cultura dividiendo
a la familia Argentina con herramientas de odio.
Nos
referimos a los conocidos por todos, presuntos dirigentes políticos sin
respuestas a los reales problemas argentinos, comunicadores sociales
dedicados a la desinformación, presuntos "ingenuos escritores de cartas
de lectores, hasta algunos pocos dignatarios de diferentes credos
religiosos, sin dejar de lado a nuestras llamadas ONG´s con diferentes
sellos de goma, pequeños clanes de Madres, Abuelas, Hijos y demás
familiares de los terroristas caídos en las luchas de los 70".
Su
falso mensaje es el de siempre, invariable, el que comenzaron en 1969
con las primeras barbaridades de los Bin Laden locales, ¿O que otra cosa
fueron los Firmenich, Santucho y sus secuaces, los mataron como nunca
justamente en pleno gobierno legal peronista del 73 al 76, del partido
por el cual decían haber luchado antes?.
A
la primera parte dedican dos o tres renglones breves, pero demuestran
una falta de realismo. No se percatan de algo esencial, con la salvajada
de las Torres Gemelas, con las vidas de los miles de inocentes
inmolados, se derrumbó el falso edificio que construyeron, el de los
derechos humanos al solo servicio de los terroristas revolucionarios o
fundamentalistas.
Están viviendo una mentira real, son unos hipócritas asesinos.
Publicado por
La Verdad Histórica de la República Argentina
en
18:14