Córdoba caso Tomás Méndez ADN Ruiz: Un palpable ejemplo del periodismo chirolita del poder
En
Córdoba se suscitó a mediados de año un notable escándalo con la grave
denuncia del abogado Marcelo Touriño, por el faltante en la Policía de
1.500 armas de guerra. Concomitantemente con la abrupta renuncia del
secretario de Seguridad Diego Hak, por la existencia de videos en los
que aparece su padre “Coco”, cobrando coimas en su nombre. El
“cordobesismo” gobernante reaccionó, lanzando al ruedo a un seudo
periodista “progre”, Adolfo Ruiz, que se dedicó a escrachar al
denunciante con sucesivos videos. Hasta que se reveló que a esos efectos
Ruíz había sido designado Oficial Parlamentario en el Concejo
Deliberante, con un suculento sueldo de $ 61 mil, en el bloque ADN,
liderado por el concejal periodista Tomás Méndez. Comunicador que tiene
profundos lazos con el “cordobesismo” gobernante, como dan cuenta otros
videos. Siendo empero todo esto una pequeñísima muestra de la
degradación del periodismo argentino, que acompaña a la debacle
argentina desde hace tres cuartos de siglo.
Por Redacción – 9/12/2018
Tras la grave denuncia a principio de
julio de este año de un faltante de 1.500 armas de guerra en el arsenal
de la policía de Córdoba, realizada por el abogado de reconocido
prestigio en el foro Marcelo Touriño, apareció en el ruedo el periodista
Adolfo Ruiz, que tiene una publicación en Facebook titulada “No es como te lo cuentan”, en la que se despachó con una serie de bizarros videos escrachando al denunciante Touriño.
Ruiz cultiva un perfil de periodista
freelance, cuya etimología deriva del término medieval usado en idioma
inglés para describir un mercenario (free = libre y lance = lanza). Es
decir, un caballero que no servía a ningún señor en concreto, y cuyos
servicios podían ser alquilados por cualquiera. También se esmera por
parecer “progre”, con una facha informal propia de un cuestionador del
sistema.
Pero en sus videos contra Touriño, su
discurso sonaba disonante y fuera de época, y por ello lindaba el
ridículo. Dado que pretendía dar vuelta la cuestión de las coimas de los
funcionarios, como las que recolectaba “Coco”, el padre del ministro de
Seguridad Diego Hak, presentándolas como producto de la extorsión de
una mafia, a cuyo frente ponía al denunciante Touriño.
A quien acusaba de tener en un puño a
“altos funcionarios” y magistrados judiciales, como si estos fueran
adolescentes ingenuos, dignos de compasión, atrapados por ciudadanos
malvados, y la corrupción del poder no existiera. Aunque también su
discurso resultaba contradictorio, dado que en otras ocasiones
presentaba a Touriño como cómplice de “altos funcionarios” municipales.
Los que casualmente están políticamente enfrentados políticamente con el
periodista concejal Tomás Méndez, quién desde hace algunos años cultiva
la ambición de llegar a la intendencia de Córdoba.
No obstante luego se supo, como se puede
apreciar en el siguiente video, que inmediatamente después de la grave
denuncia de Touriño, Ruiz fue designado Oficial Parlamentario en el
Consejo Deliberante de la ciudad de Córdoba. A pedido del bloque ADN,
liderado por el mencionado Méndez, con un generoso sueldo bruto de más
de 61 mil pesos.
Pasando a constituirse a partir de allí,
incentivado por la percepción de los dineros comunitarios, en un feroz
detractor de Touriño. Empleando para ello cualquier argumento, como un
freelance o mercenario periodístico. Pero violando estúpidamente el
generalizado código deontológico del corrupto periodismo argentino, de
que los sobres se deben recibir en negro, sin dejar rastro alguno de
ellos.
Pero la corrupción del periodismo va
bastante más allá, dado que Méndez, como se puede apreciar en el
siguiente video, se desempeña como otro freelance o mercenario
periodístico, que desde años atrás ha pasado a ser un operador de los
planes del delasotismo. Con finalidades varias, y por ello habría creado
su partido ADN, para dividir a una oposición que en determinado momento
estaba liderada por Luis Juez.
Méndez mantiene además un legendario
enfrentamiento con Touriño, quien recientemente logró que la justicia
cordobesa dijera que Méndez mintió, en relación con la información
difamativa que este había vertido contra él. Siendo este otro de los
móviles por el que habría contratado al freelance mercenario Ruiz, para
proseguir el enfrentamiento por interpósita persona, en lo que hoy se
conoce como guerra proxy, costeada con los dineros de todos.
El periodismo Chirolita argentino que se transformó en Mister Chasman
Pero en relación al corrupto periodismo
argentino, plagados de chirolitas más o menos encubiertos, la cuestión
va muchísimo más allá, siendo Ruiz solo una minúscula muestra de ello.
Como antípoda en tamaño y aventuras, lo tiene nada menos que al grupo
Clarín, quien desde hace tres cuartos de siglo viene haciendo
interrumpidamente de freelance o mercenario periodistico.
Así fue creciendo desmesuradamente, a
través de los distintos gobiernos, haciendo de chirolita del poder, para
supuestamente asegurar la gobernabilidad de ellos. A partir de quedarse
con los clasificados de La Prensa en 1945, gracias al oportuno
asesinato de un trabajador de este diario, nunca esclarecido. Para
seguidamente con una angurria voraz e insaciable, obtener créditos
blandos para construir su planta impresora; quedarse con Papel Prensa
con subsidios del estado, limitando la importación de papel; acaparar
radios y canales de televisión de punta, modificando la ley de
radiodifusión; quedarse con los principales diarios del país, que
detentan avisos clasificados, y copar el negocio del cable y del futbol.
Y la siguió con el kirchnerismo, de
quién hizo de chirolita desde el 2003 hasta el 2008, obteniendo a cambio
no un puestito en el estado, como chirolita Ruiz, sino la ley de
protección de industrias culturales; la prórroga anticipada de las
licencias de radiodifusión; la colocación de las acciones del grupo en
las AFJP, a un precio estafatorio, para facilitar la salida de su socio
el megabanco Goldman Sachs; y la fusión de Multicanal con Cablevisión.
Así de la mano de Magnetto, pasó a ser
un poder en sí mismo, con la capacidad no solo de hacer de chirolita del
poder. Sino también para hacer de Mister Chasman, e imponer su propio
discurso. Con capacidad y alcance destructivo ofensivo, como para
practicar “periodismo de guerra”, como lo denominó Julio Blank, que
parece haber fallecido por causa de ella.
Con poder de fuego multimediático como
para acorralar a los gobiernos que no satisfacen, o enfrentan sus
intereses, y para imponer su reemplazo. Como hizo con el encumbramiento
del presidente Macri, quien lo primero que hizo fue derogar la ley de
medios que constreñía los negocios del grupo, y aprobar la fusión de
Cablevisión con Telecom, además aumentare sustancialmente la pauta
publicitaria oficial.
Así hoy Clarín en su fase de chirolita
de Cambiemos, a través de los ortelli y los fioriti nos cuentan los
chismes del macrismo, como si cohabitaron en la Casa Rosada. Los
vanderkoy le tiran coces a la oposición, tratando de disimular las
defecciones del gobierno. Y por su parte los santoros se mandan sus
frontales fake news contra ella, escudándose maliciosamente en la
doctrina de la real malicia. Y los wisñakis aparecen con confusas
denuncias, extraídas de los muchachos que operan en las cloacas de la
sociedad.
Mientras que los canedo tratan de
disimular los gravísimos problemas que tiene la economía, mientras
lucran de ellos como con el dólar futuro. Los gambinis y andrades
tergiversan los casos que le interesan al poder, como los de Nisman,
Maldonado, y Nahuel, etc. Y los cantelmi nos hablan sesgadamente de la
geopolítica del mundo, pero no de la que afecta a Argentina con el
conflicto de Malvinas, el más extenso e importante del mundo en estos
momentos.
Ver Video: La pampa sumergida, el mayor territorio argentino en peligro
Cultivando así el grupo Clarín un
inveterado periodismo tóxico, que chapotea entre la mentira y la
posverdad. Que en buena parte explica la debacle argentina que se dio a
la par del encumbramiento del grupo de Chirolita a Mister Chasman, a lo
largo de setenta años. El que ahora no obstante evidencia estar haciendo
de chirolita de otro poder, el del Reino Unido, donde cotiza sus
acciones, desinformando y malinformando a los argentinos respecto el
conflicto de Malvinas. Como parte de la “Operación Quito”, puesta en
marcha por Inglaterra para amoldar la opinión pública argentina en
función de los intereses británicos.-
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