Vuelos a Malvinas: la diplomacia perdularia de Macri, Faure, y Pompeo
Los
nuevos vuelos a Malvinas desde San Pablo son un notable ejemplo de la
diplomacia perdedora argentina, acentuada al máximo por este Gobierno.
Al conceder todo a cambio de nada, dado que la clausura de la pista de
la isla Ascensión ocultada por la prensa argentina, ha entorpecido
enormemente los vuelos a Malvinas desde Inglaterra, afectados
principalmente a traslados de militares. Por lo que en realidad los
vuelos para uso civil se cumplen en tres escalas San Pablo – Santiago –
Punta Arenas con una duración de 45 horas. Los que obligadamente deben
pasar por cielo argentino, detentando así Argentina la llave estratégica
de ellos. Que el actual gobierno como si fuera un obtuso en geopolítica
o un traidor, la entregó a cambio de nada, levantando el bloqueo
regional que Argentina había logrado implantar. En el marco de un plan
ultrasecreto de la inteligencia británica revelado por Edward Snowden,
denominado “Operación Quito”, para cambiar la opinión pública argentina y
latinoamericana a favor de las posturas del Reino Unido.
Por Javier Llorens – 3/12/2016
En la Roma antigua se llamaba “perduellis” al enemigo interno de la Patria, y “hostis” al enemigo exterior. Y el crimen de “perduellio”
(contra la Patria) era el más grave después del sacrilegio, y castigado
con la pena de muerte. Porque las maquinaciones y deslealtades contra
la nación, si bien dañan a muchos individuos, destruyen la solidaridad y
el tejido social de la comunidad.
De allí viene la palabra hostil, que es sinónimo de contrario o enemigo. Y perdulario, que según la RAE, quiere decir: “Que pierde las cosas frecuentemente. Sumamente descuidado en sus intereses o en su persona. Vicioso incorregible.”
Y los tres significados se podrían aplicar a la política exterior,
especialmente respecto el conflicto de Malvinas, del actual Gobierno
encabezado por el presidente Mauricio Macri, y secundado por los
cancilleres Susana Malcorra y Jorge Faurie, y el secretario de Asuntos
Estratégicos Fulvio Pompeo.
Como si no hubiese una trágica guerra
de por medio, con 649 argentinos muertos, 1.082 heridos, y secuelas
psicofísicas con 454 suicidios, además de enormes riquezas petroleras de
por medio, cuando era presidente de Boca Juniors el actual presidente
manifestó frívolamente en un reportaje que le realizó Pagina 12 en el
año 1997, mientras estaba de vacaciones en Punta del Este:
“La verdad es que los temas de las
soberanías con un país tan grande como el que tenemos nunca los entiendo
mucho. Nosotros no tenemos un problema como los israelíes, que tienen
problema de espacio. Acá lo nuestro es casi un amor propio. Es más, creo
que las islas Malvinas serían un fuerte déficit adicional para la
Argentina. Tengo entendido que al Tesoro de Inglaterra le cuesta
bastante plata por año”.
Vuelos a Malvinas: el Gobierno no empata ni jugando al ta-te-ti
En la nota Vuelos a Malvinas: La entrega en cuotas de soberanía por parte del actual gobierno
publicada en febrero pasado, cuando se comenzó a hablar de autorizar
los nuevos vuelos que ahora se han confirmado, se decía que una
estrategia mínima para no perder y poder ganar en el elemental juego del
ta-te-ti, era iniciar el juego ocupando la casilla central del tablero
de nueve cuadriculas. Lo cual obliga al adversario a desarrollar una
estrategia de bloqueo ante cada jugada de quién inició el juego. La que
debe comenzar por ocupar una de las casillas de las esquinas de tablero,
lo cual si no comete errores le asegura un empate.
Pero hay una variante teórica del mismo,
consistente en un ta-te-ti tridimensional, constituido por un cubo con
27 cubitos, en el cual el que ocupa la casilla central del mismo, a la
larga resulta el ganador. Al no poder cumplir el adversario la
estrategia de bloqueo, por el hecho en que en una determinada jugada el
ta-te-ti o alineamiento de tres fichas, se puede completar en dos
casilleros o cubitos distintos. Siendo así derrotado el que no ocupó la
casilla central de ese tablero 3D.
En la cuestión de los vuelos a las islas
en él conflicto de Malvinas, el casillero central de ese complejo
ta-te-ti tridimensional lo ocupaba Argentina. Al haber autorizado vuelos
a las islas desde Punta Arenas a Puerto Argentino, que necesariamente
debían pasar por cielos argentinos. Salvo la peligrosa variante de
emprender rumbo al Polo Sur hasta dejar de lado la isla de Tierra del
Fuego y el mar territorial argentino, para seguidamente emprender rumbo
al Este hasta superar el mar territorial de la Isla de los Estados, y
allí emprender rumbo noroeste hacia Puerto Argentino. Alargando el
recorrido sustancialmente y sin aeropuertos alternativos, lo que resulta
inadmisible para un vuelo comercial.
Esto significaba que de cuatro vuelos al
mes ida y vuelta a Puerto Argentino desde Punta Arenas, el 100 % de los
vuelos atravesaba cielo argentino, y el 25 % ellos tocaba suelo
argentino. Ahora con los vuelos directos semanales autorizados desde San
Pablo a Puerto Argentino, con una escala una vez al mes en Córdoba, el
balance es absolutamente distinto. Dado que el 75 % de los vuelos no
atravesarán cielo argentino, y solo lo hará el 25 % de ellos.
No obstante el cambio implícito con esa
autorización es muchísimo más trascendente, dado que el Gobierno no solo
le dejó al adversario la casilla central del casillero, sino que además
se encargó de no ocupar una casilla esquinera. Al implicar esa
autorización que los cielos de Sudamérica se abren a los vuelos hacia
Malvinas, provenientes desde el Reino Unido.
Los que hasta ahora solo podían tocar
tierra en el continente sudamericano, por razones humanitarias, conforme
la adhesión continental lograda por la diplomacia argentina, a los
efectos de tratar de mantener el control sobre los vuelos hacia su
territorio irredento. Razón por la que ante tanta generosidad o
estulticia, la primer ministra Theresa May agradeció efusivamente al
presidente Macri por la autorización de esos vuelos, en la reciente
entrevista que mantuvieron con motivo del G20 en Buenos Aires.
Los vuelos a Malvinas por Ascensión se fueron al descenso por un terremoto
Pero la defección diplomática argentina
es mucho más grave, porque o bien, el Gobierno desconoce las debilidades
del adversario, lo cual es pésimo por parte de un negociador. O peor
aún, la ha disimulado enteramente, como si se tratara de un cómplice. Y
lo mismo lamentablemente hizo la obsecuente prensa oficialista.
Dicha debilidad proviene de la clausura
del puente aéreo Reino Unido – Malvinas, establecido tras la guerra de
1982, con escala en la isla Ascensión. El que desde 1982 se concretó
mediante la extensión de la pista de aluminio de Puerto Argentino. Y
luego desde 1986, con la inauguración de la base de la RAF (Real Fuerza
Aérea) RAF Mount Pleasant, ubicada a 48 Km de Puerto Argentino.
La cual de por si era una ruta alto
dificultosa, empleándose para ella hasta el año 1989 aviones Hércules
C-130, que a su vez eran reabastecidos en vuelos por otros Hercules
C-130 cisternas. Luego los vuelos fueron operados directamente por la
RAF con aviones Lockheed TriStars hasta el 2008, en que pasaron a ser
operados por la aerolínea civil Flyglobespan. Y como al año siguiente
esta aerolínea quebró, los vuelos fueron operados sucesivamente por Air
Tahiti Nui, Titan Airways, Air Seychelles, y Hi Fly. Aerolíneas que a
poco de andar abandonaron la ruta por resultar irrentable.
Pero además de esta dificultad, fincada
en la distancia de 12.600 mil kilómetros entre el Reino Unido y
Malvinas, estaban las dificultades que presentaba la base RAF Ascención,
en la isla de este mismo nombre. Que en su momento contaba con la pista
más larga del mundo, construida para el eventual aterrizaje del
transbordador espacial Endeavour.
La que no obstante requería un permanente mantenimiento, por ser la isla de origen volcánico reciente, “cuya mitad se parece a Marte, y la otra mitad a la Luna”,
dicen sus isleños. Con un suelo de escasa consistencia, lo que deparaba
peligrosas ondulaciones en la pista, como la que se puede apreciar en
la siguiente imagen frente del edificio de la base militar.
La cual por eso estaba absolutamente
deshabitada por el hombre. Y fue la Royal Navy la primera que estableció
en 1815 un destacamento allí, a los efectos de vigilar la isla Santa
Helena, que se encuentra 1.300 km hacia el sur, en la soledad del océano
Atlántico. Adonde Inglaterra había recluido a Napoleón, para evitar que
se escapara como lo había hecho de la isla de Elba en el mar
Mediterráneo, en tiempos en el que las únicas comunicaciones eran
físicas.
Por dicha isla tambien pasó Charles
Darwin en 1831, en su viaje en el HMS Beagle rumbo a Malvinas y Buenos
Aires y los canales fueguinos. Y ante la ausencia total de agua,
haciendo una cuestionada experiencia de cambio ambiental, recomendó
forestar con especies exógenas las elevaciones de las islas, para captar
la humedad de los vientos alisios.
Por eso razón los buques de la Royal
Navy que pasaban por allí, se encargaban de llevarle plantines de
árboles. Posteriormente en 1899 se instaló en la isla la compañía
telegráfica Eastern Telegraph Company, que tendió un cable submarino
hasta Sudáfrica. Y en 1942 con motivo de la Segunda Guerra Mundial
desembarcaron allí 4.000 militares norteamericanos para construir la
pista de aterrizaje. La que posibilitó que entre 1943 y 1945 más de
25.000 aviones de EEUU hicieron escala en la isla, camino del norte de
África, Europa, y Oriente Medio.
Por su parte la BBC, que es otra eficaz
punta de lanza de los intereses británicos, desembarcó allí en 1964, con
la instalación de una gran antena repetidora. Y en 1957 se amplió el
aeropuerto y se consolidó la presencia de la USAF (Fuerza Aérea EEUU)
instalándose luego en 1967 una estación de seguimiento de la NASA. Y en
1982 pasó a ser un punto logístico muy importante para el Reino Unido
durante la guerra de Malvinas, instalándose luego allí la base RAF
Ascensión.
Pero el 29 de agosto del 2016 se hizo
presente allí un terremoto de magnitud 7,1, como consecuencia del choque
de la placa sudamericana con la africana, en la zona de fractura
geológica Romanche, ubicada a menos de mil kilómetros de la isla
Ascensión, situada en la zona de fractura Ascensión.
El que dejó fuera de servicio la pista
de la RAF Ascensión para aviones de media y larga distancia, como los
que cumplían los vuelos hacia Malvinas. Cuya escala allí se clausuró, y
recién prevé rehabilitarse para el 2020. Lo cual ha puesto en serios
aprietos la pequeña economía de la isla, que actualmente solo tiene
vínculos con el exterior a través de barcos, que tardan varios días para
llegar a Cabo Verde, según da cuenta la siguiente nota de la BBC.
La variante por Cabo Verde
Por otro lado el recientemente
inaugurado aeropuerto de Santa Helena, que se encuentra al sur de la
isla Ascensión, tiene una pista solo apta para vuelos de corta
distancia. Dada la topografía montañosa de la isla, y el riesgo que
deparan sus condiciones meteorológicas, por efecto del fenómeno de la
“cizalladura del viento”. Razón por lo que ha sido autorizado solo para
aeronaves de no más de 80 pasajeros, resultando por ello inhábil para
sustituir a la RAF Ascensión en el vuelo Reino Unido – Malvinas.
En consecuencia actualmente, desde el
terremoto de agosto de 2016, los dos vuelos semanales desde la principal
base de la RAF en Brize Norton hasta la RAF Mount Pleasant (Monte
Agradable) en Malvinas, y viceversa, son realizados por Air Tanker. Una
compañía colateral a la RAF, especializada en transporte de combustible y
reaprovisionamientos en el aire. Que opera con aviones Airbus 330
Voyager, que es un avión cisterna multipropósito de uso militar para
reabastecimientos en vuelo, y también puede operar con carga y pasajeros
reabasteciéndose a sí mismo.
De esa manera Air Tanker, haciendo
escala en la ex colonia portuguesa de Cabo Verde, que se encuentra a
2.400 Km al norte de Ascensión, puede llegar a Malvinas haciendo un
largo y antieconómico vuelo directo sin escalas de más de 9.000 km sobre
el océano Atlántico. De una duración de más de 10 horas, con una
capacidad de carga disminuida por el peso extra del combustible para
poder concretarlo.
Sin posibilidad de contar con
aeropuertos alternativos en el continente sudamericano, salvo por
razones de emergencia o humanitarias. Excepciones que la RAF y Air
Tanker han tratado de flexibilizar de diversas maneras, inventando
incidentes, lo que revela lo incierto de dicho puente aéreo.
Por ello en la práctica actualmente los
pasajeros civiles vuelan desde Londres a Malvinas y viceversa, en un
viaje que tiene una frecuencia semanal y una duración de 45 horas, casi
dos días, realizados por Bristihs Airways en combinación con LATAM, con
tres escalas en San Pablo, Santiago, y Punta Arenas. O por Iberia en
combinación con LATAM, con cuatro escalas en Madrid, San Pablo,
Santiago, y Punta Arenas, como se puede apreciar en los datos de
cualquier portal de vuelo.
Tras el terremoto vino Sir Alan Duncan
Por ello no es nada extrañó que en
septiembre, al mes siguiente del terremoto del 2016, que puso en crisis
definitiva el puente aéreo entre el Reino Unido y Malvinas, haya
aparecido en Buenos Aires la comitiva inglesa presidida por el ministro
de Estado para Europa y las Américas del Foreign Office, Sir Alan Duncan
KCMG MP, caballero de “la orden más distinguida de San Miguel y San Jorge” y Miembro del Parlamento.
Inaugurando así su gestión, ya que había
sido designado para dicho cargo a mediado de julio de 2016. Habiéndose
desempeñado previamente como ejecutivo de la SHELL y de la trader
petrolera Marc Rich and Co, y como “consultor independiente y asesor
de gobiernos extranjeros, especializándose en suministros de petróleo,
transporte y refinación”. A cuyos efectos creó la firma Harcourt
Consultant, para asesorar sobre asuntos de petróleo y gas, especializada
en los asuntos calientes del Medio Oriente.
Resultando a esta altura innecesario
destacar, que la única razón por la que el Reino Unido mantiene la
ridícula postura de defender la autodeterminación de los 1.500 isleños
que habitan las islas -en contradicción con lo que anteriormente había
hecho en la isla de Chagos- es por el petróleo que existe en el mar
patrimonial que rodea a las islas. Cuya explotación off shore requiere
una aceitada logística, en la que resulta indispensable una fluida
comunicación con el continente.
Lo concreto es que con pericia
británica, Duncan le arrancó a la entonces canciller Susana Malcorra,
quien en su afán de llegar a la secretaria General de la ONU estaba
dispuesta a dar cualquier cosa, la Declaración conjunta del 13 de
septiembre de ese año. Que lleva la firma del vicecanciller Carlos
Foradori, quien como si hubiese cumplido con una faena sucia, pocas
semanas después renunció a su cargo. Y lo mismo hizo Malcorra, pocos
meses después de haber fracasado su candidatura en la ONU, como si la
diplomacia de un país se pudiera construir con aves de paso, que tocan y
se van, con aspiraciones espurias.
Lo convenido en esa ocasión fue
presentado como una “declaración conjunta”, o sea solo de una aparente
manifestación de intenciones, para evitar que ella pase por el Congreso
de la Nación, como correspondería al ser implícitamente un tratado. Ya
que con ella, adornada con el cotillón de las clásicas declaraciones de
amistad y buenas intenciones:
“… se acordó adoptar las
medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el
crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas,
incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos… Ambas Partes enfatizaron los beneficios de la cooperación y de un compromiso positivo de todos los involucrados.”
Agregando seguidamente: “Ambas
Partes acordaron que serían establecidas conexiones aéreas adicionales
entre las Islas Malvinas y terceros países. En este contexto acordaron
el establecimiento de dos escalas adicionales mensuales en territorio
continental argentino, una en cada dirección. Los detalles específicos
serán definidos”.
A cambio de ello, como una lúgubre y
mínima contraprestación, que en realidad era una obligación humanitaria,
y no obstante pone en evidencia la profundidad del conflicto, se
expresa que: “Ambas Partes expresaron su pleno apoyo al proceso de
identificación de ADN con relación a los soldados argentinos no
identificados sepultados en el cementerio de Darwin”.
Ante el estado de necesidad en que se
encontraba el Reino Unido, para asegurar la comunicación con las islas
Malvinas tras la clausura de la pista de la isla Ascensión, puesta
definitivamente fuera de servicio por el terremoto, lo menos que hubiese
logrado una diplomacia mediocre, era que los vuelos partieran desde
Buenos Aires, manteniendo así el control estratégico sobre ellos. O al
menos de algún otro aeropuerto ubicado en el sur del país.
Más allá de la opinión adversa de los
isleños, que a su vez están necesitados de esos vuelos. A quienes la
resolución 2065 de la ONU los dejó de lado, al establecer que solo deben
tenerse en cuenta sus intereses. Por lo claramente se puede decir que
los vuelos que acaba de autorizar el Gobierno argentino, son el
resultado de una negociación diplomática altamente perjudicial para la
Nación.
Cuya responsabilidad alcanza a la más
alta investidura, el presidente Macri, pasando por los cancilleres
Faurie y Malcorra, y los secretarios Foradori y Pompeo. Y por eso ahora
el anunció de los nuevos vuelos autorizados, el Gobierno lo hizo en
forma coincidente con la entrada en receso del Congreso, para evitar un
debate caliente en este.
La prensa argentina perdularia
Refiriéndose a otro tema y no a los
vuelos, el politólogo Luis Tonelli, en una nota otorgada a la cronista
de Clarin Natasha Niebieskikwiat (“Un vínculo difícil, pero que busca generar confianza y apuesta al Brexit” – 29-11-18) expresó “el punto clave es que la relación vuelva a ser bilateral y no con una región como era antes”.
Tonellí se refería así a la relación de
Argentina con el Reino Unido y la región europea. Pero exactamente lo
mismo se puede decir que es lo que ha hecho el actual Gobierno, en
relación con Malvinas. Al desregionalizar enteramente el conflicto,
abandonando la regionalización concretada previamente durante décadas
por la diplomacia argentina.
Además al finalizar su nota
Niebieskikwiat, que oculta o ignora el grave problema que tiene el
puente aéreo Londres Malvinas por la clausura de la RAF Ascensión, hace
un pánfilo balance y descripción de la situación. Diciendo que el vuelo
con una escala mensual en Córdoba, “puede ser poco o mucho, pero si
bien el Reino Unido es un país poderoso que impone reglas, hay que
reconocer que fue siempre la Argentina la que con sus zigzagueos quebró
primero la confianza. Basta recordar abril de 1982.”
Niebieskikwiat es autora de fakes news o
falsas noticias, de las que nunca ha dado explicación. Como la de haber
asegurado que el disparo que mató al fiscal Alberto Nisman fue hecho
desde 20 cms. Plantando así tempranamente la hipótesis del asesinato, no
obstante que el disparo fue hecho apoyando el arma en la sien. Habiendo
ocultado además que fue ella quien mantuvo los últimos diálogos con el
ex fiscal, antes que apareciera muerto.
No obstante su origen cubano,
Niebieskikwiat tiene una notable inclinación por la cuestión de
Malvinas, siendo autora de dos libros al respecto. Uno se llama “Kelpers. Ni ingleses ni argentinos. Cómo es la nación que crece frente a nuestras costas”. En
el cual desde su desmesurado título, al dar carácter de “nación” a
1.500 habitantes, revela su falaz tendenciosidad. El otro se llama “Lágrimas de Hielo”, y
es una investigación sobre los abusos y torturas sufridos por los
soldados argentinos de sus propios superiores durante la guerra de
Malvinas. Donde se esmera en echar otra palada de desprestigio sobre la
postura argentina.
Pero se puede asegurar que esta línea
editorial no es individual por parte de Niebieskikwiat, sino del medio
donde trabaja, el grupo Clarín. Cuya cobertura inicial de la noticia
sobre los vuelos, la hizo con una fake news, al afirmar que los vuelos
partirían desde Córdoba, como se puede apreciar en la siguiente imagen.
La que está adornada nada menos que con aviones de la RAF, pero sin
decir ni una palabra de las graves dificultades que enfrenta esta, para
mantener el puente aéreo Reino Unido Malvinas por la clausura de la RAF
Ascensión.
Como otro ejemplo de tantos, Clarín
incorporó recientemente a su staff como columnista estrella al inglés
John Carlin, cuyo apellido parece ser un anagrama de Clarín. Quien
escribe desde Londres, y recientemente se despachó con una nota
relacionada con el conflicto de Malvinas, aportando falsa información.
Al decir que son 3.000 sus habitantes, cuando solo son 1.500,
custodiados absurdamente por 2.000 militares.
Carlín planteo en ella el pánfilo
argumento que lo que importa no es la tierra, sino la opinión de quienes
la habitan, basándose en el “valor más sagrado” de la democracia. Sin
preguntarse porque los ingleses, a los que denomina “Piratas en la costa”
(2/12/18) mantienen allí una costosísima base militar. Que no tiene
otra explicación que la codicia que les suscita los recursos que se
encuentran en la proyección costa afuera de la tierra, hasta 650 km a la
redonda, conforme el Derecho del Mar.
Además, no obstante señalar el obstáculo
geográfico que significa para Inglaterra, que las islas se encuentren a
12.500 Km de distancia, oculta el problema en que se encuentran los
“piratas”, por la clausura de la RAF Ascensión. Y tampoco menciona que
la “democracia” ya se pronunció al respecto en el año 1965, en la
Asamblea de la ONU con la Resolución 2065, que en contra la postura del
Reino Unido y los isleños, estableció que no deben tenerse en cuenta
los deseos de una población transplantada como los kelpers, sino solo
sus intereses.
Otro ejemplo de la prensa perdularia la
da la corresponsal de Clarín en Europa, María Laura Avignolo. Quién
también nada dice de la clausura de la RAF Ascensión, no obstante
repetir las afirmaciones de los isleños de que “hace muchos años que necesitábamos conexiones norte sur. Y veníamos trabajando en este proyecto con las islas hace muchos años”.
Quien incluso trata de trasmitir que
hubo una feroz negociación para lograr la escala en Córdoba, cuando
esto ya estaba fijado previamente, en el comunicado Duncan Foradori de
dos años atrás. Tratando a la vez de justificar ese pobrísimo resultado,
por la estrategia del gobierno de “aumentar la conectividad con las islas” para “integrarlos [a los isleños] al país que pertenecen”.
Cuando en la práctica está haciendo lo contrario, al incrementar
sustancialmente la conectividad con otros países del continente, tal
como pretenden ellos.
Snowden aportó la explicación de la existencia de funcionarios y periodistas perdularios
La clave de la existencia de estos altos
funcionarios y periodistas “perduelllis”, aliados con los “hostis”
ingleses, a los que modernamente se los llamaría “quintacolumnistas”, la
aportó el desertor de la CIA y la NSA (Agencia Nacional de Seguridad)
Edward Snowden, refugiado actualmente en Rusia.
Quien reveló al mundo la creación por parte de esos organismos, de programas de vigilancia masiva PRISM y XKeyscore.
Mediante la captura de datos cibernéticos, con la complicidad de las
grandes compañías de internet. Y la detección de la nacionalidad de los
extranjeros, mediante el análisis del lenguaje utilizado en los correos
electrónicos interceptados.
Además los periodistas divulgadores de las filtraciones de Snowden, Andrew Fishman y Glenn Greenwald, en The Intercept, revelaron en una nota de principios del 2105, con título “Gran Bretaña utiliza equipos de espionaje para formar Opinión Pública Latinoamericana sobre Malvinas” (4/2/15) que Inglaterra ha puesto en marcha un programa ultrasecreto en ese sentido, con el nombre de “Operación QUITO”:
En dicha nota sus autores dicen: “Ante
la creciente presión internacional sobre el conflicto territorial de
las Islas Malvinas, el gobierno británico alistó su servicio de
espionaje, que incluye una unidad altamente secreta conocida por usar
“trucos sucios”, para poner en marcha de forma encubierta operaciones
cibernéticas ofensivas para prevenir que Argentina recupere las islas.”
“Una unidad en las sombras de la
agencia de espionaje británica “Sede Gubernamental de Comunicaciones”
(Government Communications Headquarters – GCHQ) preparó un plan audaz de
acción encubierta, llamada “Operación QUITO” por lo menos desde 2009.
Los documentos de la Agencia de Seguridad Nacional obtenidos por Edward
Snowden, publicados en colaboración con Argentina en el sitio de
noticias Todo Noticias, se refieren a la misión como una “larga
ejecución de una operación de efectos pionero, a gran escala.”
La GCHQ es la legendaria organización de
inteligencia y seguridad responsable de proporcionar inteligencia de
señales (SIGINT), y de seguridad en la información al Gobierno y las
fuerzas armadas del Reino Unido. La cual en la Segunda Guerra Mundial,
con la máquina “la bomba” de Alan Turing, logró quebrar el código Enigma
alemán, siendo esto un factor clave para el triunfo de los aliados.
Más allá de la equivocación de The
Intercept y sus autores, de elegir como coequiper a “Todo Noticias”
propiedad del grupo Clarín, cuyas acciones en forma coincidente con la
“Operación Quito” pasaron a cotizar en Londres, y se encargó de que esa
vital información no trascendiera, revelando así ser parte de la trama
de ella, sus autores prosiguen diciendo:
“En el corazón de esta operación
estuvo a cargo el Grupo Común de Investigación e Inteligencia, conocido
por el acrónimo JTRIG, una unidad secreta que ha estado involucrado en
la difusión de información errónea…”
Preocupado de que Argentina,
envalentonada por la opinión internacional, puede recuperar las islas
diplomáticamente o militarmente, JTRIG y otras divisiones del GCHQ se
encargaron de “apoyar al FCO [Foreign Office and Commonwealth] en sus
objetivos relativos a la Argentina y las Islas Malvinas.
Las tensiones entre las dos
naciones, que se enfrentaron en una guerra por el pequeño archipiélago
en el Océano Atlántico Sur en 1982, llegaron a hervir en 2010 con el
descubrimiento de grandes cantidades de petróleo y gas costa afuera, por
montos potenciales de miles de millones de dólares.
El gobierno británico enmarca el
tema como uno de autodeterminación de los residentes. El primer
ministro, David Cameron, sostiene que las islas se mantendrán británica,
siempre y cuando esa sea la voluntad de sus habitantes, “punto final,
fin de la historia”.
La presidenta argentina, Cristina
Kirchner, conocida por ser de izquierda, y de tendencia política
provocativa con el extranjero, desde que asumió el cargo en 2007, reunió
a los líderes regionales e internacionales para adoptar acuerdos en los
organismos internacionales en apoyo del reclamo de Argentina por las
islas, en contra de lo que ella reprocha al Reino Unido de “franco
colonialismo”.
Incluso los Estados Unidos, el
principal aliado de Gran Bretaña, se negó a apoyar la posición del Reino
Unido, ofreciendo en su lugar mediar una resolución entre las dos
partes en 2010. El primer ministro Cameron rechazó la propuesta, que
calificó de “decepcionante”.
Los esfuerzos del GCHQ en Argentina y
las Malvinas entre 2008 y 2011, el período de tiempo que los documentos
cubren, eran muchos y no limitados únicamente a JTRIG. La vigilancia de
las comunicaciones argentinas “militares y de liderazgo” en diversas
plataformas era una tarea de “alta prioridad”.
A pesar de la falta de voluntad del
gobierno de Obama para respaldar públicamente a su aliado, la asistencia
por parte de la NSA norteamericana estaba en curso a partir de 2010. De
acuerdo con un “Informe de Iniciativa Extendida” de la NSA fechado en
junio de 2008, sobre la base de las reuniones oficiales de la NSA “con
representantes del GCHQ, Argentina era “el interés primordial de GCHQ en la región“.
Mientras
que la extensión total de las tácticas del JTRIG utilizadas en la
misión de las Malvinas no es clara, el alcance de las capacidades
aprobadas del JTRIG ofrece una idea de lo que pudo haber sido hecho. El
grupo, revelado por primera vez el año pasado por la cadena NBC News y
The Intercep, ha desarrollado diversas técnicas, incluyendo operaciones
de “falsa bandera”, “trampas de miel,” sexuales y la implantación de
virus informáticos para recoger inteligencia, plantar propaganda, y
disminuir o desacreditar a los opositores”.
Como se informó en The Intercep el
año pasado, JTRIG “ha desarrollado herramientas secretas para sembrar el
Internet con información falsa, incluyendo la capacidad de manipular
los resultados de las encuestas en línea, inflar artificialmente el
recuento de visitas de página en los sitios web, aprobación o sanción de
videos en YouTube, y de plantar falsas publicaciones en el muro de
Facebook para” países enteros”.
De acuerdo a un estudio del grupo de
Defensa Científico del Reino Unido y el Laboratorio de Tecnología
(DSTL),” el lenguaje de las operaciones de JTRIG se caracteriza por
términos como “descrédito, promover desconfianza, disuadir, engañar,
interrumpir, retraso, negar denigrar, degradar y disuadir”.
Las actividades de la unidad
generalmente se dividen en dos categorías simbióticas: Inteligencia
Humana en línea, o HUMINT, y “operaciones de efectos.” HUMINT en línea
es la recopilación de información sobre blancos humanos a través del
rastreo pasivo, o interacción abierta con un objetivo a través de un
alias. A veces, estas operaciones encubiertas pueden ser en apoyo o
junto con el MI-6 y sus agentes sobre el terreno.
Estas operaciones se utilizan para
difundir el engaño y la disrupción en línea. Un catálogo completo de
capacidades de JTRIG se puede ver en el informe del 2012 referido a la
Operación QUITO. El funcionamiento de dicho grupo para apoyar a “los
objetivos relativos a la Argentina y las Islas Malvinas” del Foerign
Office se llamó una “operación de efectos pioneros.” Esa operación,
todavía en fase de planificación, se había sometido a “una cantidad
significativa de trabajo de preparación” y estaba “casi completa” a
partir de 2009.
El estudio DSTL de JTRIG, publicado
en marzo de 2011, establece que uno de los objetivos de la unidad era
“prevenir Argentina que recupere las Islas Malvinas mediante la
realización de HUMINT en línea”. El estudio, que proporciona referencias
anecdóticas a las misiones, no es de ninguna manera una amplia lista de
las actividades del grupo. No hace ninguna mención del alcance de
HUMINT en línea o de cualquier operación de efectos relacionados.
Un documento del Centro de Análisis
de GCHQ de finales de ese año, se jacta de que el “Análisis de Redes en
apoyo de las operaciones ofensivas cibernéticas” en Argentina, ha pasado
de “ROJO” a “VERDE” – o inactiva a activa – durante ese trimestre,
proporcionando una clara evidencia del curso operacional desarrollo en
la Argentina a partir de finales de 2011.
La misión de GCHQ respecto a las Islas Malvinas también parece extenderse más allá de Argentina, e involucrar a los líderes y actitudes regionales. Un taller de noviembre de 2011 sobre “Acceso a la Misión Impulsada” reunió al personal encargado de “planificar el trabajo pionero” y trató de desarrollar nuevas ideas para los escenarios del mundo real.
En tal escenario: “GCHQ tiene un
rendimiento inferior en Brasil, con la creciente preocupación de que
actitudes estadounidenses sobre las Malvinas están oscilando a favor de
Argentina. Una próxima visita ministerial a Chile ofrece una oportunidad
para contrarrestar la tendencia. El Ministerio de Asuntos Exteriores
están buscando asesoramiento”.
En febrero de 2012, Mercopress
informó que Chile había recibido la notificación oficial de una posible
visita del ministro de Exteriores británico, William Hague. La visita
tuvo lugar finalmente en noviembre de 2012.” Así mientras los
poderosos del mundo procuran quedarse con lo que no es suyo, los
perdularios de Argentina se encargan de apoyarlos.-