jueves, 16 de abril de 2020

La agenda globalista del Vaticano

miércoles, 8 de abril de 2020

La agenda globalista del Vaticano - Alejandro Sosa Laprida

Miles Christi - 07/04/2020


« Los más astutos enemigos han llenado de amargura a la Iglesia, esposa del Cordero Inmaculado »[1]

Comparto con ustedes este excelente artículo de Elizabeth Yore, publicado en The Remnant anteayer, que sintetiza la puesta a punto de una religión mundial promovida por el Vaticano: https://remnantnewspaper.com/web/index.php/fetzen-fliegen/item/4838-francis-footnote-follies-why-francis-dropped-the-title-of-vicar-of-christ. Y acá puede leerse la traducción castellana, publicada por Fray Filemón de la Trinidad en su blog: https://linumfumigans.blogspot.com/2020/04/papa-francisco-el-abandono-del-titulo.html#more


Añadiré seguidamente algunas citas y datos a esta muy buena reseña. He aquí un ejemplo reciente, entre muchos otros, que ilustran este programa religioso unificador impulsado a escala planetaria desde el Vaticano:

“Queridos amigos Budistas: En nombre del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso os brindamos nuestros más sinceros saludos y mejores deseos así como a todas las comunidades budistas del mundo con motivo de la celebración de la fiesta de Vesakh/Hanamatsuri. El Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso lo ha hecho en los últimos veinticuatro años en esta alegre ocasión. Dado que este año se cumple el vigésimo quinto aniversario de este tradicional mensaje, nos gustaría renovar nuestro vínculo de amistad y colaboración con las diversas tradiciones que representais. Este año quisiéramos reflexionar con vosotros sobre el tema "Budistas y cristianos: construyamos una cultura de compasión y fraternidad", conscientes del alto valor que nuestras mutuas tradiciones religiosas atribuyen a la compasión y la fraternidad en nuestra búsqueda espiritual, en el testimonio y en el servicio a una humanidad y a una tierra heridas. (…)
Todo está relacionado. La interdependencia nos devuelve al tema de la compasión y de la fraternidad. En un espíritu de gratitud por vuestra amistad, os pedimos humildemente que acompañéis y sostengáis a vuestros amigos cristianos en la promoción de la bondad del amor y de la fraternidad en el mundo de hoy. Al igual que nosotros, budistas y cristianos, aprendemos unos de otros a ser más atentos y compasivos cada día, así podemos seguir buscando formas de colaborar para que nuestra relación se convierta en una fuente de bendición para todos los seres sensibles y para el planeta, que es nuestra casa común.
Creemos que para garantizar la continuidad de nuestra solidaridad universal, es necesario un proceso educativo para nuestro "viaje" compartido. Con este fin, el 15 de octubre de 2020 se celebrará un evento mundial cuyo tema es "Reconstruir el Pacto Educativo Global". "Un encuentro para reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión" (Papa Francisco, Mensaje para el lanzamiento del Pacto Educativo Global, 12 de septiembre de 2019). Os invitamos a colaborar con todos para promover esta iniciativa, individualmente y dentro de vuestras comunidades, para cultivar un nuevo humanismo. También nos complace ver que, en varias partes del mundo, los budistas y los cristianos tienen valores profundamente arraigados y trabajan juntos para erradicar las causas de los males sociales.”[2]
Les doy un ejemplo adicional, esta vez en relación al islam:
“El Papa Francisco afirma que la crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior. Lo que se necesita es la educación, la apertura espiritual y una "conversión ecológica global" para responder adecuadamente a este desafío. Como creyentes, nuestra relación con Dios tiene que ser cada vez más evidente a través de la forma en que nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Nuestra vocación de ser los guardianes de la obra de Dios no es facultativa, ni marginal en relación con nuestro compromiso religioso como cristianos y musulmanes: es una parte esencial del mismo. ¡Que los pensamientos religiosos y las bendiciones derivadas del ayuno, la oración y las buenas obras nos sostengan, con la ayuda de Dios, en el camino de la paz y de la bondad en el cuidado de todos los miembros de la familia humana y de todo lo Creado!” Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso - Mensaje a los musulmanes para el mes de Ramadán, 2/6/2017.[3]
Un último ejemplo de estos inauditos “saludos ecuménicos”, por si a alguien le quedase todavía alguna duda acerca del indiferentismo religioso fomentado por el Vaticano:
“Queridos amigos Hindúes: el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso os envía cordiales saludos y sinceros deseos con ocasión de la Deepavali que este año celebráis el 27 de octubre. Que esta fiesta de luces ilumine vuestros corazones y hogares y traiga alegría y felicidad, paz y prosperidad a vuestras familias y comunidades. Al mismo tiempo, que fortalezca el espíritu de hermandad entre vosotros. (…) La religión nos inspira fundamentalmente a “ver en el otro a un hermano que debe sostener y amar” -Francisco y Ahmaed el-Tayeb, Gran Imán de Al-Azhar en Abu Dhabi, el 4/2/ 2019-. (…) Sólo cuando los seguidores de las religiones se exigen a sí mismos una vida coherente con su ética religiosa, pueden ser vistos como personas que desempeñan realmente su papel de constructores de paz y de testigos de nuestra humanidad compartida.”[4]
Y ahora haré una pregunta, cuya respuesta correcta me parece indispensable para poder comprender adecuadamente esta situación inaudita en la historia de la Iglesia que nos toca vivir: ¿cuál es la raíz de estas abominaciones, de este auténtico misterio de iniquidad, que consiste en ver a la jerarquía eclesiástica ejecutar el plan masónico e iluminista de puesta en marcha de una religión humanista planetaria, que trascienda los “dogmas” de las diferentes “tradiciones religiosas”? ¿Es acaso Francisco el único responsable de esta situación apocalíptica? 
Imagino que ya habrán adivinado la respuesta a mi pregunta, la cual, evidentemente, tiene solamente una función retórica. No, de ninguna manera, Bergoglio no es en absoluto el único responsable de lo que está sucediendo en la Iglesia. Él no hace más que implementar el falso ecumenismo y el falaz diálogo interreligioso del CVII, sobre los que se funda el objetivo modernista de constituir una religión global, integrada por todos los “cultos”, unificados bajo la divisa del “humanismo”, la “fraternidad”, el cuidado de la “casa común” y la obtención de una falsa paz mundial, al margen de Jesucristo.
Esta empresa, de innegable corte anticrístico, es actualmente llevada por Bergoglio, pero ha sido preparada meticulosamente por todos sus predecesores conciliares. Transcribo seguidamente un pasaje ilustrativo del origen conciliar de esta aberración, tomado del documento Nostra Aetate, referido a las religiones no cristianas -aquí, más precisamente, al hinduismo-:
“Las religiones, al tomar contacto con el progreso de la cultura, se esfuerzan por responder a dichos problemas con nociones más precisas y con un lenguaje más elaborado. Así, en el Hinduismo, los hombres investigan el misterio divino y lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de nuestra condición mediante las modalidades de la vida ascética, a través de una profunda meditación, o bien buscando refugio en Dios, con amor y confianza.”[5]
Conviene tener presente que mensajes de este tenor, congratulando a las “religiones” heréticas, cismáticas e idólatras por sus “festividades religiosas”, se vienen enviando desde hace más de cincuenta años. Me parece que ya es ampliamente hora de abrir los ojos y de dejar de idealizar los supuestos “buenos viejos tiempos” de JPII y de BXVI, que practicaron exactamente el mismo ecumenismo apóstata.
No olvidemos que fueron justamente ellos quienes comenzaron con las abominables reuniones interreligiosas de Asís, las tres primeras con JPII como “papa” y con Ratzinger al frente del ex Santo Oficio, es decir, nada menos que como supuesto garante de la ortodoxia doctrinal (!!!), y la cuarta, en 2011, convocada y presidida por el mismo Ratzinger devenido ya BXVI…
En comparación con ellas, el reciente episodio de la “Pachamama” en los jardines vaticanos -grotesco espectáculo montado por Bergoglio para poner de relieve su maligno “sínodo amazónico”-, podría ser considerado como un incidente menor, como una suerte de “mini réplica” de los multitudinarios aquelarres pergeñados por Wojtyla y Ratzinger, y que el mismo, al estar en perfecta consonancia con el proyecto ecuménico conciliar y con lo hecho por sus predecesores, en buena lógica, no debería haber sorprendido a nadie.
Veamos un testimonio muy esclarecedor al respecto:
“Queridos hermanos y hermanas, en el Mensaje para la Jornada de la Paz de hoy subrayé que las grandes religiones pueden constituir un importante factor de unidad y de paz para la familia humana, y recordé, al respecto, que en este año 2011 se celebrará el 25° aniversario de la Jornada mundial de oración por la paz que el venerable Juan Pablo II convocó en Asís en 1986. Por esto, el próximo mes de octubre, iré como peregrino a la ciudad de san Francisco, invitando a unirse a este camino a los hermanos cristianos de las distintas confesiones, a los representantes de las tradiciones religiosas del mundo, y de forma ideal, a todos los hombres de buena voluntad, con el fin de recordar ese gesto histórico querido por mi predecesor y de renovar solemnemente el compromiso de los creyentes de todas las religiones de vivir la propia fe religiosa como servicio a la causa de la paz. Quien está en camino hacia Dios no puede menos de transmitir paz; quien construye paz no puede menos de acercarse a Dios. Os invito a acompañar esta iniciativa desde ahora con vuestra oración.”[6]
Éstas son palabras de BXVI, pronunciadas el primero de enero de 2011, tras haber convocado “Asís V”, con motivo del 25 aniversario de “Asís I”, invocando la bendición de Jesús y de María para legitimar su perversa iniciativa ante los fieles incautos:
“Por esto, ante el icono de la Virgen Madre, la Iglesia en este día invoca de Dios, por medio de Jesucristo, el don de la paz: es la Jornada mundial de la paz, ocasión propicia para reflexionar juntos sobre los grandes desafíos que nuestra época plantea a la humanidad.”
Estas dos últimas citas van dirigidas a los cada vez más numerosos ilusos que, escandalizados con razón por las incesantes tropelías de Bergoglio, se empecinan, contra toda evidencia, en ver en BXVI el supuesto refugio de los fieles desamparados y un campeón de la fe católica. Algunos llegan incluso a considerarlo como el papa legítimo, quien estaría aguardando pacientemente su hora para manifestar ante el mundo la invalidez de su renuncia, retornar a la sede petrina, escarmentar al usurpador y muy hereje de Bergoglio y restaurar la sana doctrina. Ver para creer…
Lo que es indispensable comprender, de una buena vez, es que el plan ecuménico conciliar fue la razón de ser de esa funesta asamblea, y que dicho plan se viene efectuando de manera gradual desde hace más de medio siglo, a través de la acción mancomunada, uniforme y perfectamente coherente de todos los “papas conciliares”.
La principal característica de este plan es la de ser monolítico, innegociable e ineluctable, puesto que se trata de la realización en directo de la “gran apostasía” anunciada por San Pablo, consumada de manera oficial por la jerarquía eclesiástica, preludio necesario a la manifestación pública del Anticristo, del cual Francisco, posiblemente, vaya a ser el falso profeta…
Y este plan es exactamente el mismo tanto si es ejecutado con muceta e incienso y modales refinados -esto es, recurriendo a formas “tradicionales” para engañar mejor a los inocentes-, como empleando maneras plebeyas y repulsivas. ¿Hace falta acaso aclarar que lo primero es muchísimo más peligroso que lo segundo?


Para mayor información: