Zamora: Ya acostumbrada a tragar sapos en la economía, CFK le hizo tragar uno al peronismo
La presidente, obstinada y orgullosa, cuando estaba al borde la
cornisa confió en Juan Carlos Fábrega, presidente del BCRA, y con el
acuerdo de Jorge Capitanich y Axel Kicillof admitió que no había otra
salida que devaluar y subir las tasas de interés. Y si bien todos ellos
saben que la devaluación a $ 8 pesos se quedó corta, se limitaron a ese
número porque si no el salario real se hubiera caído mucho más. Pero el
objetivo principal es no estrellarse contra la pared y hasta ahora el
gobierno lo logró. Después se obligó a los bancos a desprenderse de casi
todas sus tenencias en dólares y, además, que las cerealeras
adelantaran 2.000 millones de dólares entre febrero y marzo para esperar
a que se liquiden los dólares de la cosecha en abril. Todo esto al
costo de provocar una recesión que lleva a que para este año se proyecte
una caída del 3% del PBI. Esto significa que la presidente se tragó ya
varios sapos, por ejemplo cuando decía que no iba a devaluar y que los
que querían un ajuste debían esperar otro gobierno. Sin embargo, ella lo
hizo, porque si no estaba obligada subirse al helicóptero y dejar el
poder.
Hacia el pragmatismo total
Ahora que ya se tomaron las decisiones económicas y parece que la
paridad cambiaria puede aguantar hasta junio, CFK decidió instrumentar
un acto de poder que contiene el mensaje: “no voy a estrellarme contra
la pared y no soy un pato rengo”. Así es que ordenó la designación como
presidente provisional del senado del ex gobernador radical santiagueño
Gerardo Zamora, un sapo que le hizo tragar a todo el peronismo y no sólo
al bloque de senadores encabezado por Miguel Ángel Pichetto.
Si el bloque de senadores del PJ hubiera rechazado la orden
presidencial, se demostraría que habría un golpe peronista en marcha,
cosa que no está en la cabeza de nadie por ahora. La decisión de CFK
coincide con el cierre de la historia de YPF y Repsol, que también
mostró otra contradicción del cristinismo. Hay que reconocer que este
acuerdo era imprescindible pese al costo de pagar 5.000 millones dólares
e incrementar además la deuda externa en el 1,5% del PBI. En el mes que
terminó ayer el gobierno hizo otra concesión reconociendo el 3,7% de
inflación en el mes de enero con el IPCNU, tal como había convenido con
el Fondo Monetario Internacional. Pero falta conocer que números
oficiales se darán para febrero, con una inflación que está cerca del
4%. Si el gobierno da una cifra muy baja entraría en crisis con el FMI.
Sobre esto, el jefe de gabinete dijo que el gobierno está dispuesto a
recibir una delegación para revisar la economía según dice el artículo
IV del estatuto del Fondo. El organismo, en sus informes del artículo
citado sobre la economía americana, critica duramente el déficit fiscal y
comercial de los Estados Unidos. Sin embargo, el problema se daría
cuando un país mal calificado como es la Argentina pide un préstamo stand by al Fondo a una tasa de interés bajísima, pero el cristinismo no pensaría pedir lo que no puede conseguir.
Volviendo a Gerardo Zamora, la elección tiene un antecedente en la
conducta de Néstor Kirchner, quien después de elegir la fórmula
presidencial Cristina, Cobos y vos, concurrió por primera vez a una
reunión de Carta Abierta llevado por Horacio Verbitsky y admitió: “no
puse a un compañero, porque es el primero que nos va atraicionar”. Y la
presidente siguió al pie de la letra el pensamiento de su marido
fallecido, ya que Zamora sabe que, si la presidente tiene que renunciar,
Amado Boudou no duraría ni un minuto y entonces él tendría que
renunciar a la presidencia provisional y volver a senador raso por su
provincia, porque no tiene ninguna intención de quedarse, ya que los
peronistas no lo quieren. Por lo tanto, la jugada de Cristina es un acto
de poder muy inteligente y demuestra que está dispuesta a tragarse
todos los sapos que sean necesarios.