Rusia acusa a EE.UU de una presencia militar “sin precedentes” en sus fronteras
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, calificó el crecimiento de la presencia militar de EE.UU. y la OTAN cerca de las fronteras de Rusia como algo “sin precedentes”.
Esta actuación está acompañada por las
declaraciones provocadoras del secretario general de la OTAN sobre la
necesidad de contener Rusia, afirmó el ministro ruso en una conversación
telefónica con el secretario de Defensa de EE.UU.,
Chuck Hagel. Por su parte, el funcionario desmintió las aserciones
sobre la presencia de grupos de sabotaje rusos en el territorio de
Ucrania.
Según informa el servicio de prensa del
Ministerio de Defensa ruso, Shoigu ofreció a su homólogo estadounidense
sus comentarios sobre dos incidentes aéreos registrados en las últimas
semanas. El 12 de abril dos aviones rusos Su-24 despegaron para
sobrevolar el destructor de EE.UU.
Donald Cook en el mar Negro y diez días más tarde un caza Su-27
acompañó a un avión de reconocimiento estadounidense Boeing RC-135 en su
vuelo sobre el mar de Ojotsk.
Los recientes ejercicios militares en
territorios rusos colindantes con Ucrania fueron consecuencia de la
posibilidad de que Kiev usara al Ejército contra civiles en las regiones
del este, explicó Shoigu. “Esta fue una decisión pública –destacó–.
Pero tan pronto como las autoridades autoproclamadas de Ucrania
declararon que no tenían la intención de usar las tropas contra la
población inerme, los destacamentos rusos regresaron a los lugares de su
emplazamiento permanente”.
Sin embargo, el peligro perdura, señaló
el ministro ruso. Bajo el pretexto de la “lucha contra el terrorismo”,
el régimen de Kiev concentró cerca de 80 carros de combate, más de 130
vehículos blindados, al menos 60 piezas de artillería. Además despliega
sistemáticamente aviación de combate y helicópteros. El número total de
militares concentrados en el este de Ucrania llega a 15.000. “Y todo
eso, contra la población civil de su propio país”, reseñó.
El miembro del Gobierno ruso llamó la
atención de su par sobre la histeria antirrusa desencadenada últimamente
por la prensa occidental, “que no favorece a refrenar el caldeamiento
de pasiones”. Revalidó también la disposición de su Ministerio a
mantener “contactos con todas las partes interesadas con el fin de
rebajar la tensión”.