¡Señor mío y Dios mío!- Divina Misericordia
Liturgia de la Palabra en el
II Domingo de Pascua
Fiesta de la Divina Misericordia
Ciclo A
30 de Marzo de 2008
R.P. Dr. Sáenz, SJ
Audio (25' 09")
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Malos exégetas católicos, deudores del racionalismo iluminista que
reduce todos los milagros a expresiones psicológicas o sociológicas,
tratan de transformar la Resurrección de Cristo, en una mera seguridad
subjetiva que habrían tenido los apóstoles de que vivía.
No habría resucitado físicamente, sino sólo moralmente en la mente de los discípulos que lo habían admirado.
No habría resucitado físicamente, sino sólo moralmente en la mente de los discípulos que lo habían admirado.
Por eso son especialmente oportunos los Evangelios de este tiempo
litúrgico, que nos muestran al Señor resucitado dejándose tocar,
preparándoles la comida y comiendo con ellos, etc.
Oigamos como la oscuridad en que vivía el apóstol Tomás, el primero de
los positivistas, al contacto del resucitado, se convierte en salud para
todos los que dudarán en adelante.
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