CARTA A JORGE
[Ésta es una carta abierta a “Jorge” que la escribe un católico norteamericano y que he visto en TIA]
CARTA DE UN TERCIARIO FRANCISCANO A UN PAPA JESUITA

Jorge,
Aceptarlo a Ud. como papa supone una agónica crisis de conciencia.
Ud. sigue sus emociones ignorantes y desordenadas a la manera
autoritaria típicamente jesuítica, en vez de seguir los dogmas de
Nuestro Señor Jesucristo. Se necesita ser extremadamente arrogante para
actuar como lo hace Ud. con tanta “humildad”. Por supuesto, millones de
personas ignorantes aceptan sus creencias no católicas, porque también
se niegan a seguir los dogmas de Nuestro Señor.
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Ud. debería repasar los tres primeros mandamientos (Éxodo 20 y
Deuteronomio 5). El debilitamiento constante, progresista y marxista de
la Iglesia que Ud. lleva a cabo, traiciona todos los días estos
mandamientos.
Por emplear su terminología “New Age” y de la “Teologia de la liberación” Ud. se hace con ellos un “lío”. Lo
s católicos han sido siempre educados en una conciencia formada, no en un continuo “lío” de sentimientos y confusos instintos. Antiguamente, las personas que estaban en desacuerdo con la Iglesia simplemente la abandonaban, y se pasaban a una religión falsa en la que se daban culto a sí mismos. Es a la vez sorprendente y descorazonador que Ud. se quede en la Iglesia simplemente para socavarla y destruirla. Por favor, deje en paz a nuestra hermosa Iglesia – la esposa inmaculada de Cristo, sin mancha y sin arruga – e invéntese su propia y desordenada “realidad eclesial” en otro lugar.
s católicos han sido siempre educados en una conciencia formada, no en un continuo “lío” de sentimientos y confusos instintos. Antiguamente, las personas que estaban en desacuerdo con la Iglesia simplemente la abandonaban, y se pasaban a una religión falsa en la que se daban culto a sí mismos. Es a la vez sorprendente y descorazonador que Ud. se quede en la Iglesia simplemente para socavarla y destruirla. Por favor, deje en paz a nuestra hermosa Iglesia – la esposa inmaculada de Cristo, sin mancha y sin arruga – e invéntese su propia y desordenada “realidad eclesial” en otro lugar.
Usted anima a la trágicamente desorientada juventud de todo el mundo a “hacer lío”.
Ud. ha abandonado el magnífico fundamento teológico fundamentado en las
palabras de Jesús y reforzado durante siglos por brillantes y devotos
papas, por Santos y Doctores. Nuestro Señor le hará responsable de la
pérdida de la fe de millones de almas católicas. Usted es un pagano que
selecciona y escoge ideas heterogéneas que brotan de su narcisismo
arrogante y desordenado. A aquellos que aman y siguen a Cristo Ud. les
llama “ideológos.” ¡Qué declaración tan ignorante! Jesús dijo entre
otras cosas:
- “Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora” (Mateo 25:13);
- “¡Qué estrecha es la puerta y dificultoso el camino que lleva a la vida! y pocos son los que lo hallan “(Mateo 07:14);
- “Porque muchos son llamados, pero pocos los escogidos” (Mateo 22:14).
Estas tres citas nos recuerdan que los católicos deben permanecer
vigilantes en cada momento de sus vidas. Los verdaderos católicos deben
buscar sin pausa su salvación eterna. Un católico debe odiar el pecado y
amar al pecador. Ud. parece que lo ha olvidado. Póngase de rodillas e
implore a Dios que le haga conocer su Voluntad, en vez de ignorarle
siguiendo su propia ignorancia manifiesta.
Los católicos meditamos todos los días en la presencia de Dios Todopoderoso sin saber cuándo vamos a llegar a encontrarnos con el Sumo Hacedor. Los verdaderos católicos reconocen el pecado en sí mismos y en los demás. Cristo no cesa de condenar la anticoncepción, el aborto, la sodomía, la fornicación y muchas otras abominaciones. Si el aborto continúa imbatible, nuestra respuesta contra esos crímenes debe ser también incesante. Los pecados anteriores desobedecen el sexto y noveno mandamientos. Tiemblo sólo de pensar cuál es su reacción a los pecados contra los otros ocho mandamientos.
¿Por qué nosotros hemos de ignorar nuestras obligaciones imperecederas para con Dios con el fin de complacerle a Ud. con su subjetividad desordenada? ¿Por qué Ud. no condena lo mismo que Cristo condena? ¿Por qué intenta pasar por alto nuestras obligaciones eternas para con Dios Todopoderoso? ¿Por qué quiere dejarnos vulnerables ante las fuerzas del infierno? Dios Todopoderoso sabe que Juan XXIII y Juan Pablo II no son santos. ¿Por qué darle una bofetada en la cara con ceremonias arrogantes y escandalosas? A mi me parece que es mejor ser un santo que pueda conseguir la eterna salvación que ser un “santo” salido del infierno. Joseph Shaara, Ph.D. Tercera Orden de San Francisco
Los católicos meditamos todos los días en la presencia de Dios Todopoderoso sin saber cuándo vamos a llegar a encontrarnos con el Sumo Hacedor. Los verdaderos católicos reconocen el pecado en sí mismos y en los demás. Cristo no cesa de condenar la anticoncepción, el aborto, la sodomía, la fornicación y muchas otras abominaciones. Si el aborto continúa imbatible, nuestra respuesta contra esos crímenes debe ser también incesante. Los pecados anteriores desobedecen el sexto y noveno mandamientos. Tiemblo sólo de pensar cuál es su reacción a los pecados contra los otros ocho mandamientos.
¿Por qué nosotros hemos de ignorar nuestras obligaciones imperecederas para con Dios con el fin de complacerle a Ud. con su subjetividad desordenada? ¿Por qué Ud. no condena lo mismo que Cristo condena? ¿Por qué intenta pasar por alto nuestras obligaciones eternas para con Dios Todopoderoso? ¿Por qué quiere dejarnos vulnerables ante las fuerzas del infierno? Dios Todopoderoso sabe que Juan XXIII y Juan Pablo II no son santos. ¿Por qué darle una bofetada en la cara con ceremonias arrogantes y escandalosas? A mi me parece que es mejor ser un santo que pueda conseguir la eterna salvación que ser un “santo” salido del infierno. Joseph Shaara, Ph.D. Tercera Orden de San Francisco