domingo, 15 de marzo de 2015

Dos años con Francisco: un castigo espiritual de dimensiones escatológicas – Alejandro Sosa Laprida

 Dos años con Francisco: un castigo espiritual de dimensiones escatológicas – Alejandro Sosa Laprida
Miles Christi – 13/03/2015

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  Dos años han transcurrido desde la elección de Bergoglio. Desde entonces, prácticamente no ha dejado pasar un solo día sin desnaturalizar la revelación divina, sin desvirtuar la doctrina católica, sin tergiversar el magisterio eclesiástico, poniéndolos al servicio de su ideal humanista, naturalista, laico y masónico. 
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Basta con leer su « Exhortación apostólica » Evangelii Gaudium para comprender que nos encontramos ante un sofista notorio y un embaucador inveterado, ante un espíritu mundano, pervertido e insensato, el prototipo del falso profeta que toma la apariencia del cordero pero que habla como dragón. No me propongo demostrar esto aquí, quien tuviese dudas al respecto puede consultar los artículos siguientes que, sin pretender ser exhaustivos, me parecen suficientemente elocuentes sobre la heterodoxia e impiedad radicales de « Francisco »:




  Tomaré tan sólo un ejemplo de sus innumerables fechorías y de sus entuertos sin fin para ilustrar esta acusación que por cierto reviste una gravedad extrema: el del indiferentismo religioso que profesa Bergoglio, del cual me limitaré, en aras de la brevedad, a transcribir solamente una cita:

  « Si un niño recibe su educación de los católicos, protestantes, ortodoxos o judíos, eso no me interesa. A mí lo que me interesa es que lo eduquen y le quiten el hambre. »  (Entrevista con Gerson Camarotti de la televisión brasileña en julio de 2013 durante las JMJ de Río de Janeiro:



  Si un eclesiástico hubiese sostenido semejante opinión en cualquier época de la historia de la Iglesia (con anterioridad al CVII) habría sido suspendido inmediatamente en su ministerio y se le habría prohibido la enseñanza y la predicación. Y en caso de no retractarse, se lo habría excomulgado por hereje, impío y blasfemador. La razón de ello es muy sencilla: el indiferentismo religioso ha sido condenado inequívocamente y en múltiples ocasiones por el magisterio, es totalmente ajeno a la tradición y contradice abiertamente la revelación. Basta con haber leído someramente a San Pablo para convencerse de esta evidencia...

  El indiferentismo religioso constituye la quintaesencia de la ideología subversiva, anticristiana e iluminista de la masonería y de sus filiales onusinas y derecho-humanistas. Indiferentismo que en los tiempos modernos adopta la figura del « principio de laicidad », so pretexto de la supuesta « neutralidad » que el Estado debe observar en materia de culto, así como también de la falaz « neutralidad » religiosa de la escuela y de la universidad en la educación de la infancia y de la juventud. Ahora bien, es en esta impía « neutralidad » escolar, en esta abominable enseñanza « laica », en esta indiferencia de principio hacia Jesucristo y hacia la religión verdadera que se basa el proyecto bergogliano de la red de las « Escuelas para el encuentro », lo que demuestra  fehacientemente que nos hallamos ante un agente esmerado e incondicional de la contra-iglesia satánica y judeo-masónica que tomó las riendas del poder romano, disimulada bajo los ropajes de un catolicismo « abierto », « tolerante » y « aggiornado », durante el CVII :







  Que « Francisco » sea o no sea franc-masón, es algo que desconozco, y que, en definitiva, resulta casi irrelevante. Pero que esté al servicio de la judeo-masonería y de su ideología subversiva y disolvente, laica, mundialista e igualitarista, es un hecho que salta a la vista y que solamente los ciegos voluntarios, los eternos « optimistas » en medio del naufragio, se resisten a mirar de frente.

  Ante la eventual objeción, ciertamente insostenible, de que sus escándalos a repetición y sus dichos y hechos criminales no bastasen para demostrar lo fundamentado de la gravísima acusación que me veo obligado en conciencia a dirigir contra el inicuo inquilino de Santa Marta y el desvergonzado usurpador de la sede petrina, sería suficiente con escuchar lo que de él dicen esos acérrimos y encarnizados enemigos de Nuestro Señor Jesucristo y de Su Santa Iglesia:











  Considero no obstante que lo más grave de la situación actual no es tanto la obra destructora y de demolición en regla de la fe y de la moral católicas perpetrada por « Francisco » y sus secuaces, sino la pasividad pasmosa y el estado de somnolencia letárgica inquietante en la que se halla sumida la inmensa mayoría de los fieles. Evidentemente, el CVII y su adulteración sistemática del magisterio, de la liturgia y de la pastoral tradicionales constituyen la explicación inmediata de este estado de descomposición global avanzada del sensus fidei de la masa de los católicos.

  Sin embargo, mucho me temo que la causa profunda haya que buscarla en la tibieza generalizada de los creyentes y, en definitiva, en la falta de amor por la Verdad, lo que se traduce en la consiguiente falta de detestación del mal, del error y de la mentira. Y esto es lo que me lleva a pensar que la elección de Bergoglio no es más que un merecido castigo por la tibieza espiritual generalizada que afecta al mundo católico. La única duda que tengo al respecto es si él es el falso profeta anunciado por San Juan (Ap. 13, 11) o bien si tendremos que esperar aún a que otro « papa » ecuménicoconciliar venga a desempeñar la función anticrística descripta tan dramáticamente en la postrera revelación escatológica…

Alejandro Sosa Laprida
Nacionalismo Católico San Juan Bautista