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- Categoría: INVESTIGACIONES
- Publicado: 10 Marzo 2018
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Ubicado
en la calle Godoy Cruz al 2000, en el barrio porteño de Palermo, el
Polo tecnológico y Científico se ´vendió´ como "la infraestructura más
importante de los últimos 50 años y el primer centro de divulgación y
producción del conocimiento científico de Latinoamérica", según los
medios oficialistas por aquel entonces. La ex presidenta Cristina
Kirchner inauguró definitivamente las instalaciones a finales de 2015,
con bombos y platillos.
Sin embargo, según un informe de la SIGEN de mayo de 2015 (Sindicatura General de La Nación) al que accedió en exclusiva Periodismo y Punto,
tenía defectos constructivos y "endebles condiciones de seguridad y
habitabilidad". Más aún: el Gobierno K no pudo demostrar en la auditoría
del organismo la documentación respaldatoria del proceso de ejecución
de obras, dificultando la correcta fiscalización que puede derivar en
malversación de caudales públicos.
En 2009 se
adjudicó la contratación de obras a la firma OHL S.A. - TEXIMCO S.A.
(UTE) por el monto de $ 99.600.000 millones, el plazo de ejecución se
estableció en 18 meses y se pagó un 30 % de anticipo para la empresa
contratista. Finalmente, según variaciones en el precio y la obra, el monto terminó siendo de $ 136.000.000.
A su vez, para supervisar la obra se contrató a otra empresa privada
(Gabinete de Estudios Ingeniería Getin S.A. - TRECC S.A.) por $
2.500.000 millones.
La obra se
extiende y se dilatan los plazos. La firma argumenta retrasos en los
pagos del Estado. En la "recepción provisoria" de la obra, según consta
el documento de la auditoría, hay "deficiencias, controles de calidad no
corregidos y situaciones pendientes de resolución" en los trabajos
realizados. Hay además ausencia de personal suficiente, contratación de
proveedores no idóneos, incorporación de personal no calificado y
defectos en dibujos y planos. OHL S.A. no cumplió con los plazos
asignados y el Estado no accionó para la indemnización por demora
prevista por el contrato.
Según la
auditoría, los expedientes no contienen la totalidad de la documentación
generada en las diferentes etapas del proceso de contratación y gestión
de obras, y eso podría dar lugar a una denuncia por
malversación de fondos públicos, ya que pueden existir tareas no hechas y
pagadas igual.
Para
corregir los errores de la empresa contratista original, se buscó a
otras 2 firmas: SEHOS S.A. y HELPORT. Se gastaron otros $ 14.000.000
para solucionar defectos edilicios de la construcción. En esta etapa se
realizó una impermeabilización de las azoteas de los edificios del Polo
Tecnológico Científico y el recambio del solado existente de la Planta
Baja de la explanada de la calle Godoy Cruz.
Sin embargo,
las conclusiones que llega la SIGEN son terminantes: el edificio no
estaba en condiciones de inaugurarse porque "no se ha demostrado una
eficiencia y confiabilidad total, no hay planos para un manejo seguro
del lugar, no fueron reparadas las observaciones realizadas a través del
tiempo que podrían derivar en pérdida de vida útil de los elementos o
ruina de los bienes muebles, documentos o equipos de alto costo por
estar expuestos a filtraciones irresueltas".
El relato K
una vez más se llevó puesta la realidad y el Polo Tecnológico de Palermo
salía a la luz con muy ´buena prensa´ para sumar más supuestos logros.
El lado B que nunca vio Adrián Paenza, el matemático y divulgador
enloquecido por la ciencia K, tiene un nuevo capítulo. ¿Cartón pintado,
avance genuino o una mezcla amarga de todo?.
Sebastián Turtora
@sebiturtora