La recesión ya llegó… ¿cuánto durará?
Por José Calero - 27/07/2018
La gran duda
Con la sospecha de que la Argentina ya entró en recesión, la duda de inversores, empresarios y consumidores
es determinar cuál será la profundidad de la caída y por cuánto tiempo se extenderá.
Estimar con algún nivel
de precisión esa respuesta parece una tarea más digna de un mago que de
un cúmulo de expertos en economía consultados a diario por hombres de
negocios que quieren hacer algún tipo de proyección confiable en una
Argentina la mayoría de las veces impredecible.
El cimbronazo provocado
por la sorprendente devaluación de mayo y junio, que nadie vio venir,
dejará secuelas de una magnitud aún difícil de medir. Las principales
estadísticas, como el Estimador de Actividad Económica (EMAE), reflejan
que el derrumbe comenzó.
También ratifican
que la Argentina es "agrodependiente", ya que la caída superior al 30%
en la producción agrícola arrastró a la baja de la actividad económica
en el quinto mes del año. El
abrupto descenso del 5,8% de la economía en mayo, la más profunda desde
julio de 2009, refleja la magnitud de un fenómeno que dejará secuelas
imposibles de predecir por ahora.
Desde Johannesburgo,
donde participó por invitación de la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia,
India, China y Sudáfrica), el presidente Mauricio Macri terminó de dar
el visto bueno para que se anunciaran el viernes los aumentos de tarifas
de colectivos y trenes. Los nuevos ajustes son del 30% en el primer
caso, y de hasta el 70% en el de los ferrocarriles, lo cual representará
un nuevo golpe para el bolsillo de los usuarios.
Es otra señal muy clara
de la decisión oficial de profundizar la magnitud de un ajuste que busca
preparar el escenario para poder concretar en el 2019 un recorte que
debería alcanzar los $200.000 millones en el caso de la Nación, sumado a
otros $100.000 millones que deberán aportar las provincias. Buena parte
de ese megarecorte se afrontará con podas de subsidios y mayor presión
tributaria, como la anunciada en el caso de Ganancias, y en las
asignaciones familiares.
Desde ahora, un
matrimonio que trabaja en relación de dependencia solo podrá deducir
cargas familiares en uno de los sueldos. Esto debería incrementar la
recaudación por Ganancias, un impuesto con alta evasión en la Argentina,
al que el Gobierno, y también el FMI, consideran clave con vistas a
fortalecer los ingresos fiscales y alcanzar el equilibrio de las cuentas
en el 2020.
Además, el equipo
económico es consciente de que el escenario recesivo impactará sobre la
recaudación del IVA y otros impuestos ligados al consumo en la segunda
mitad del año. Para el director de la consultora Macroview, Pablo
Goldín, la Argentina "ya entró en recesión en el segundo trimestre del
año". El especialista señaló que en el país las recesiones "no duran
menos de nueve meses o un año", por lo que estimó que al menos hasta la
salida del verano de 2019 no se podrían esperar noticias alentadoras.
Pero agrega un dato
clave: "Lo que debemos mirar no es solo la duración, sino la
profundidad, y esta recesión que arranca en el segundo trimestre es muy
probable que sea más fuerte que las de 2014 y de principios del Gobierno
de Macri, porque a los desequilibrios macroeconómicos de los últimos
tiempos, como la devaluación y la suba de tasas, se le agregó la
sequía". Sostener la recaudación es vital para el objetivo de achicar el
desequilibrio de las cuentas públicas.
Previendo dificultades,
la AFIP lanzó un plan de pagos para los contribuyentes con deudas
producto de las dificultades que ya se empezaron a sentir con fuerza en
rubros como el comercio y la industria. La AFIP sabe que buena parte de
la fuerte suba en la recaudación está vinculada al alza de precios que
llevó la inflación al 16% en el primer semestre, y que cerraría el año
por encima del 30%.
Todo indica que el alza
del 3,6% del PIB en el primer trimestre fue la última buena noticia del
año. En lo que resta del 2018 la baja se iría acelerando mes tras mes,
con caídas en rubros que hasta ahora vinieron creciendo, como la
industria automotriz y la actividad inmobiliaria. Si
bien el Ministerio de Hacienda encabezado por Nicolás Dujovne aún
confía en cerrar el año con una mejora casi imperceptible, todo indica
que lo más probable es que el Producto Bruto cierre incluso en terreno
negativo.
La expectativa está
puesta en que la cosecha de la próxima campaña, acompañada por una
mejora climática y rumbo a los 120 millones de toneladas, provoque un
efecto "derrame" que ponga a la economía de nuevo en terreno positivo
durante el año electoral. Al menos es lo que espera Macri, quien buscará
ir por la reelección para consolidar un modelo económico que, por
ahora, está dejando demasiados sinsabores para la gente de a pie.