BASTA DE EUFEMISMOS:
LOS ABORTISTAS SON ASESINOS EN POTENCIA, MENTIROSOS E HIPÓCRITAS
Creo
que ha llegado el momento de llamar a las cosas por su nombre: los
abortistas no son interlocutores válidos de un "debate", como lo llama
el hipócrita Macri, sino promotores del asesinato de niños por nacer que
mienten sin cesar adoptando un aire de intelectuales que aceptan la
lógica y los hechos reales tal cual son, cuando en realidad mienten y
sofisman a sabiendas.
Si no es un debate, es una guerra en la que los asesinos potenciales tienen a su favor todo el poder del Estado, el poder mediático, los poderes masónicos mundiales y hasta el poder de neutralización de los buenos que ejercen los Obispos con el mayor desenfado.
Si no es un debate, es una guerra en la que los asesinos potenciales tienen a su favor todo el poder del Estado, el poder mediático, los poderes masónicos mundiales y hasta el poder de neutralización de los buenos que ejercen los Obispos con el mayor desenfado.
Los niñitos amenazados, que crecen serenamente en las entrañas de sus madres, no saben, desde luego, la matanza que se cierne sobre ellos. Las madres que los matarán, están siendo víctimas de una "lavado de cerebro" para que pidan que los maten y ese proceso infame está siendo favorecido por la falta de un rechazo indignado de quienes deberían reaccionar con furia ante esta defraudación ideológica gigantesca, pero no lo hacen. Se limitan a comprar un pañuelo celeste, portarlo de alguna manera y con una falta de pasión por la Justicia que repugna, "debaten", argumentan con eso de que la vida empieza en la concepción, eligen como lema "la vida" y hacen posible esa calma siniestra que reina en torno de este asunto de vida o muerte o, lo que es peor, de agraviar a Dios o no hacerlo, pero sin adorarlo ni rendirle el homenaje de una dedicación hasta la muerte al servicio de Su ley que condena el infame aborto.
Ya no se aguanta más esta tibieza despreciable. Los Obispos son los primeros culpables de esta escenificación depravada porque tienen el poder de condenar, convocar y clamar al Cielo con toda su poderosa voz, pero no lo hacen. Lo que dicen en este momento dramático y lo proclaman en un cartel que aparece como título de su última reunión de la "Pastoral Social", es "DEMOCRACIA: UN CAMBIO AL SERVICIO DE LOS POBRES" ("Clarín 2/7/2018, pag. 9). ¡No hay manera de expresar de un modo más claro el abandono de sus deberes para con Nuestro Señor Jesucristo que proclamar la "democracia" como la solución de los dolores de los pobres y de demostrar su criminal indiferencia frente a la amenaza del aborto legalizado!
Los católicos que "militan" contra el aborto hacen muy bien en oponerse, pero lo hacen muy mal. Lo hacen muy mal porque han aceptado el "debate" con los demonios abortistas: con los demonios no se debate.
Lo hacen muy mal porque han consentido en adoptar como lema de su campaña el "estamos por la vida" y no el claro y contundente clamor "¡¡contra el aborto criminal!!".
Lo hacen muy mal porque no se enojan, porque argumentan cosas obvias, como si los asesinos del otro lado no las supieran de memoria y fingen no ver cómo se burlan de la ingenuidad culpable de esos “antiabortistas” apenas implícitos.
Lo hacen muy mal porque asisten a debates en "comisiones" del Congreso en las que nadie los oye ni a ninguna de los asesinos victoriosos les interesa lo que digan.
Lo hacen muy mal porque les creen a cínicos como Macri, Pinedo y al PRO en general (supuestamente dividido) cuando dicen que están "por la vida", pero no contra el aborto, sin querer advertir que no es lo mismo, y la conducta de todos ellos es de una ambigüedad, más una falsedad notorias.
Lo hacen muy mal porque hubo una primera marcha multitudinaria "por la vida" pero dejaron que falsos líderes la mistificaran como una demostración de "amor a la vida". Los degenerados abortistas aceptaron esa ambigüedad y también dijeron que estaban "por la vida" y que era por eso que querían un "aborto legal, seguro y gratuito" para que las mujeres pobres no tuvieran que abortar a riesgo de su vida.
También lo hacen muy mal porque no ponen evidencia cómo se practica el crimen del aborto. Hay muchas filmaciones de abortos que aceptaron no exhibir porque "son muy chocantes". Esa abstención les conviene a los abortistas, que saben muy bien cuáles son los procedimientos del crimen nefando, pero no quieren que se muestre al público la enormidad de la repugnante realidad.
Lo digo ahora, sin disimulos fraudulentos. El aborto se comete matando al niño por nacer. ¿De qué manera? La madre degenerada -la ignorancia no la excusa porque lo animales son más ignorantes que ellas y jamás cometen un aborto - se acuestan en la camilla, se ponen a disposición del asesino y éste, asistido por cómplices tan culpables como él, introduce un instrumento de metal en el útero materno y empieza a punzar mortíferamente al pobrecito niño que se defiende (cómo puede verse en esas filmaciones), con sus pequeñas manitos y pies, pero inútilmente, porque la fuerza del asesino es mayor y el filo del instrumento lo mata infaliblemente. Y luego lo despedaza. Por último, con una pinza "ad hoc" se extraen los restos del pequeño cadáver trozado.
Hay otras variantes que consisten en diversas formas de envenenamiento, como las "pastillas del día después" y otras por el estilo.
¡Eso es el aborto que defiende la banda de criminales abortistas, encabezada por Macri con el agravante de ser un mentiroso y un estafador político!
Esta embestida no se detendrá sino por la fuerza. No armada, lamentablemente, porque no tenemos armas. Ellos las tienen todas, porque tienen la fuerza pública a su disposición. Pero sí por la fuerza de una indignación nacional y avasalladora. ¿Es posible esa maravilla? ¡Los Obispos y los falsos dirigentes "por la vida" se encargarán de que ella no lo sea... Si la mía, que es enorme, fuera una chispa que enciende otras, me daría por muy bien servido...
Cosme Beccar Varela