martes, 10 de julio de 2018
Proclamas
ALGUNAS CONSIGNAS
POLÍTICAMENTE INCORRECTAS
PARA LAS
ACTUALES
CIRCUNSTANCIAS
* Sí al
Quinto Mandamiento; no al aborto.
* Toda vida
vale si se vive respetando el Plan de Dios.
* No hay
que probar que el embrión es persona humana desde el principio; sino que el
demonio es homicida y mentiroso desde el principio; y que a él sirven
activamente los partidarios del aborto.
* El
vitalismo o providismo es una filosofía falaz, de peligrosa raigambre pagana y
neopagana. Cristo es la Vida,
y sólo por amor a Él, en Él y por Él, tiene sentido nacer, vivir y morir.
* Salvemos
las dos vidas, si Dios así nos lo permite, si así se lo pedimos y ponemos
nuestro mejor empeño. Pero hay santas, como Gianna Beretta Molla, que
ofrecieron su vida para que viviera el hijo por nacer. Y hay filicidas feroces
a las que hay que salvar de sus garras las vidas de sus hijos, así pierdan las
de ellas.
* El aborto
está financiado y promovido por el Judaísmo triunfante, no por el
Nacionalsocialismo derrotado. En política también está mal abortar la realidad
de los hechos y de sus personajes, aunque ellos resulten en las antípodas de
nuestras convicciones.
* En el
Tercer Reich estaba penado el aborto. La Unión Soviética de Lenín lo
legalizó. En historia también está mal abortar la verdad de lo acontecido.
* Identificar
al abortismo con el nazismo no es banalizar el holocausto. Es parte de un
calculado sofisma conocido como reductio
ad Hitlerum, inventado por el hebreo Leo Straus en 1951.
* El
abortero Carlos Gastón Roma es masón, igual que su mandante, el siniestro
Macri. Las masonas, por su parte, en estos días recientes de julio de 2018, a través de un
comunicado de la Gran Logia
Femenina Argentina, presidida por Mariela Rodríguez Ruiz, se han expedido a
favor del crimen abortista. ¡Basta de callar los nombres de los verdaderos
culpables! ¡Basta de temblar ante los hijos de las tinieblas! León XIII
solicitaba ‒por lo menos‒ arrancarles sus máscaras.
* Pedir
valentía es exigir que se señale de una vez la responsabilidad criminal de la
judeomasonería, y la de la de la totalidad de sus sirvientes y cómplices
enquistados en el oficialismo y en la presunta oposición. La cultura de la
muerte que decimos rechazar, también debe obligarnos a no consentir –en ningún
ámbito‒ la muerte de la veracidad.
* Estar
pendiente del voto de los diputados o de los senadores es justificar la
prevalencia de la coima, de la ruleta electoralera y del número eventual y
fluctuante por sobre el imperecedero Decálogo.
* Nadie
debe permanecer un segundo de vigilia esperando el recuento de sufragios
comprados y vendidos por los hampones del sistema democrático. Sus leyes
perversas son insanablemente nulas frente a la
Ley Divina. No seamos rehenes voluntarios
de quienes usan el poder para comportarse como nuestros secuestradores.
* Santa
Teresa pide no dormir porque no hay paz sobre la tierra; y hay que hacerle
caso. Nos pide militar bajo la bandera de Cristo Rey; no estar atentos al
tablero maloliente de los cuentavotos oficiales.
* No somos
protagonistas de un Boca-River con localidades asignadas para cada bando en la Plaza del Congreso, y un
cordón de seguridad en el medio. No debe importarnos ser más, sino ser héroes y
santos. Sobrenaturalicemos la lid. Es nuestra mayor y más legítima ventaja.
* La Constitución ampara
hoy la vida del embrión y mañana puede cambiar el artículo pertinente. Así son
sus inicuas reglas de juego impuestas por el liberalismo. Las Tablas del Sinaí, en cambio, son
irrevocables. La Alianza
con Moisés es más importante que el Pacto de Olivos. Sepamos en quién confiar.
* No
amenace a un político con negarle su próximo voto. Amenácelo con la resolución
de no ser jamás partícipe del sistema que los prohíja a él y a sus secuaces. Si
se queda sin su voto hallará otros. Es su especialidad. Si se queda sin estercolero
morirá, porque se alimentan de basura.
* Nadie
está proponiendo el abstencionismo, ni el quedarse de brazos cruzados. Pero la
omisión de la Verdad Entera es más grave que la emisión de un error. Y el
activismo que desprecia y margina a los testigos de la Verdad Entera, para poder
contemporizar con el mundo y sumar adherentes, no es moralmente grato a los
ojos de Dios.
* Estamos
ante un combate de hondas raices teologales. Quien crea que es una competencia
de plazas más llenas, de cacerolas más ruidosas, de estadios más repletos, de
lenguajes más prosaicos y vulgares, de profesiones de fe democrática o de
marchas más sincretistas, no puede conducir una genuina resistencia. Será
funcional a la forma mentis de la
modernidad.
* Cuidado
con los flamantes valientes con carnet de militantes. Viven todavía los
miembros de varias generaciones que pelearon en soledad y en aislamiento,
durante décadas, sin patrocinadores ni estructuras ni medios ni redes sociales.
Su osadía les valió cárceles, persecuciones y amenazas. En tamañas peripecias
fueron dejados solos y aún acusados de extremosos, cuando no de poetas y
soñadores.
* Macri no
defraudó a ningún electorado. Una nación se defrauda a sí misma cuando se
convierte en electorado y le entrega el gobierno a cualquiera de estos repugnantes
malparidos de turno.
* Llamarlos
traidores es suponer en ellos la categoría de la lealtad. Son rufianes de
bandas delictivas intercambiables. Crápulas sin conciencia moral, sin honor y
sin Fe Verdadera. Así funciona la partidocracia. Como una estructura de pecado.
Hay que elegir el bien; si no hay bien no hay que elegir, y el mal menor es
igualmente un mal. Hay que atreverse a quemar las naves.
* No le
escriba a ningún senador. Son analfabetos morales, ágrafos éticos. Y si usa una
carta, que no sea para considerarlos interlocutores válidos sino para
repudiarlos.
* No hay
que hacer la Revolución
en sentido contrario. Hay que hacer lo contrario de la Revolución. Copiar
los procedimientos del enemigo es haberse dejado seducir por sus criterios y
modalidades.
* En buena
hora los obispos quieran consagrar nuevamente la patria a la Virgen de Luján. Primero
deberían pedirle a Nuestra Señora que los convierta en varones y en católicos.
* En buena
hora asimismo quieran reaccionar los creyentes contra las anunciadas
manifestaciones de apostasía pública. Pidamos entonces la abdicación de los
pastores que no son garantes de la ortodoxia sino cómplices activos de la
herejía.
* Ésta no
es una batalla cromática sino teológica. Tampoco sentimentalista o sensiblera.
Chupetes y escarpines queden al pie de la cuna. En la lid se alcen los pendones
cristeros, los estandartes vandeanos, las aspas de Borgoña, el Cristo de la Legión y la bandera de
Facundo.
¡RELIGIÓN O
MUERTE!
¡VIVA LA PATRIA!
¡VIVA
CRISTO REY!
Antonio Caponnetto