Macri, un tipo de palabra. Por Miguel De Lorenzo
Arrastradas por el vendaval abortista van cayendo las últimas máscaras del macrismo.
Queda así expuesta, en su desagradable
crudeza, la chapucería de un presidente que dice estar en contra del
aborto y que no obstante habilita el debate parlamentario.
Un presidente que dice oponerse, pero
designa, nada menos que como ministro de salud, a un pro aborto rabioso.
Tiene a Durán Barba su asesor que apoya abiertamente a la ley.
Casualmente su jefe de gabinete, Peña sin tapujos hace en campaña a
favor del aborto. Sus aliados hace rato colgaron el pañuelo verde en la
casa radical. Otro preferido, Lombardi es abortista y zurdo,
especialista en cambiar nada
Lipoveztsky operador del área en
diputados pasa 24 horas forzando la ley pro aborto. En ciencia y
técnica mantiene un abortista que además viene como herencia de los K.
Raro, pero Rozitchner con oficina al lado de Macri, dice si a los
obispos les molesta el aborto es problema de ellos. Respuesta que
honraría a cualquier filósofo.
El abortista Peña dice que si sale la ley el presidente Macri no la va a vetar.
Que mala suerte tiene este hombre que
todos sus colaboradores son gente que piensa y obra lo contrario de lo
que Macri dice. En ese caso además del Newman, ¿Qué rara magia los
uniría? Si casi todo parece separarlos. ¿Qué vendrían a ser el PRO y
Cambiemos?
El presidente se opone pero, casualmente
Finochiaro, ministro de Educación, acaba de firmar un convenio con
la fundación huésped entregándole a esa organización abortista la tarea
de enseñar en los colegios educación sexual integral. Acuerdo que llega
por vía ministerial, un anticipo pro aborto y pro género que quedará,
con o sin ley.
Resulta imposible negar que este
acuerdo es el broche de oro de la hipocresía, el final de todos los
peros que ocultaban la verdad, la consumación del destape, la inmensa
mentira Macri al desnudo y sin peros.
Con un agravante de una densidad
incalculable, como es dejar la llamada educación sexual en manos de una
organización claramente abortista, dependiente y sostenida por las
organizaciones internacionales responsables del nuevo orden mundial y
que difunden las consignas y los programas que serán usados para de
construir la educación de la juventud.
La
misma fundación aclaró que recibe subsidios de Organización Mundial de
la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), UNICEF,
UNFPA, Unión Europea, Banco Mundial y el Instituto Nacional de la Salud
de los EEUU (NIH), Amnistía Internacional, Planned Parenthood entre
otros.
Sería difícil encontrar en el país un
conjunto de patrocinadores menos honorables. al mismo tiempo tan
sonoramente anticristianos y tan escandalosamente anti argentinos.
A propósito ya hace más de veinte años
escribía el profe Caturelli: “Por medio de los “asesoramientos” y
cooperación en los planes educativos y de promoción de la cultura, la
Unesco arrasa con los últimos restos de la concepción cristiana de la
educación y la cultura y diluye y destruye la tipicidad de las autonomía
patrias y es expresión y símbolo de la concepción inmanentista del
orden temporal”.
Ahora al médico Cahn director de
Huésped, lo escuchamos en el congreso en primer lugar victimizarse, como
corresponde, por su la larga e incomprendida lucha hospitalaria por
los derechos de los homosexuales. Es sabido que son ellos los
abortistas – y no los pequeños asesinados – las víctimas de una sociedad
que los maltrata.
Y sigue Cahn: “Cuando una mujer decide interrumpir un embarazo queda solo una vida por proteger: la de la mujer”.
Es claro que de este tenor será la
enseñanza en las escuelas, cuando una mujer decide abortar, lo demás no
cuenta. El expone y determina – y así lo hará en los colegios -que vida
hay que proteger y cual descartar, daría la impresión que este dios se
toma demasiadas atribuciones, sobre todo tratándose de un dios más
bien insignificante.
Es muy raro, porque Macri dice que se
opone al aborto, pero Finochiaro, su ministro, va a hacer enseñar todo
lo contrario en las escuelas.
La
página de Huésped abunda en material educativo interesante, que tal vez
haya sido lo que despertó el interés de Finochiaro sorprendido por la
exquisita didáctica huespediana, por una cuestión de buen gusto ponemos
un par de líneas
“Salud anal: cuidate, querete, ojito… ¡ojete!”
– En caso de usar juguetes, es
importante que tengan tope para asegurar que se puedan retirar,
considerando la anatomía del ano y recto.
– En tus relaciones sexuales (orales, anales y vaginales) usa siempre preservativo. –
– En tus relaciones sexuales (orales, anales y vaginales) usa siempre preservativo. –
Quien le habrá contado a Cahn que cuando
la mujer decide abortar, el estado debe sin vacilaciones ni demoras
hacerse cargo y disponer de los recursos públicos para llevar adelante
el crimen. Coincidencia, esa es la directiva de Amnistía Internacional
que llegó al país hace pocos días.
Pichetto aquel feroz guardián de la
perversión k, hoy cambió de perversión y se hizo abortero, él fue quién
interrumpió para gritar en la sala, que no habrá objeción de conciencia
en los hospitales públicos. Hay Pichetto, de vez en cuando, a solas, en
la noche, no te das un poco de asco…
Cahn reniega de su juramento, (tal vez
le importe nada) pero pretende obligar a los demás a traicionarlo. Es
decir el médico de los totalitarismos, no más que funcionario del
estado, sin normas morales, quedará sometido a la voluntad de los
hombres del poder, hoy a curar, mañana, con el mismo guardapolvo
blanco a matar, un esclavo del siglo XXI que obrará por las órdenes de
los Macri o los Pichetto de turno.
A ver si entendimos bien, están
proponiendo algo parecido a la inversa de la obediencia debida, se
acuerdan del que da la orden, el que la ejecuta etc., etc. o sea
Alfonsinismo explícito. La diferencia radica en que, en el aborto,
la orden de matar la da la democracia, (todo bien) los sicarios son
los médicos (todo bien) y las víctimas los más pequeños bebes, todo,
todo espantosamente mal.